Opinión
Ana Obregón y la cigüeña de Miami

Mientras Ana bailaba en las televisiones, en los hospitales se robaban bebés. La lógica de la gestación subrogada es la misma: ricos comprando a mujeres pobres. Ver a Ana Obregón salir en silla de ruedas con la cría entre sus brazos, blanca y radiante, nos sirve para plantearnos muchas cosas.
Ana Obregón detalle
Ana Obregón es madre por gestación subrogada

Era el verano de 1970 y Ana Obregón paseaba la moto que le regalaron por las buenas notas por la Florida, la urbanización de moda al norte de Madrid. Tenía 16 años, y lo tenía todo: juventud, belleza, dinero, poder. Hija del pelotazo inmobiliario que su padre dio con la construcción de La Moraleja, criada al calor del desarrollismo franquista, y con un futuro brillante por delante, los veranos de Anita transcurrían entre Mallorca y El Pardo, entre socialités y herederos del régimen, entre motos y guateques.

No muy lejos, también en Madrid, y también en aquel verano de 1970, la hermana sor María Gómez Valbuena recibía en la Clínica Santa Cristina a otras mujeres jóvenes, algunas tan jóvenes como Ana. Allí, tras anestesiarlas, se les conducía a un parto y, bajo engaños y amenazas, se les arrebataba su bebé para dárselo a las familias que esperaban, en una lista de espera plagada de buenos apellidos, para quedárselos como propios. Familias decentes, afines al régimen, familias devotas, familias como Dios mandaba. Muchas de ellas fingían un embarazo, se encerraban en sus casas de verano durante meses, y después enseñaban orgullosas  al mundo sus retoños. Mientras, las otras, las robadas, las violentadas, las víctimas, retomaban su vida con la carga de la vergüenza, o del miedo, o del recelo sobre si, de verdad, su niña muerta estaba enterrada en aquella cajita que no le dejaron tocar.

Mientras Ana ya bailaba en nuestras televisiones, en las maternidades de todo el país se continuaba robando los bebés a las pobres

Se calcula que casi 300.000 niños y niñas fueron robados en la segunda mitad del siglo XX en España: un negocio insaciable que comenzó bien pronto, durante la guerra, como castigo político a las vencidas, y que se extendió hasta bien entrada la democracia. Mientras Ana ya bailaba en nuestras televisiones, en las maternidades de todo el país se continuaba robando los bebés a las pobres, a las solteras, a las putas, a las locas, a las indecentes, a las violadas, a las desesperadas, a través de complejos entramados de poder eclesiástico y político. 

En los años 70, a las niñas como Ana, las monjas como sor María les contaban en el cole que los bebés venían de París. Hoy siguen llegando de muy lejos: vienen de Kiev o de Quebec, de Kenia, de Georgia, o, como la bebé que acaba de comprarse Ana, desde el mismísimo Miami. 

La lógica, sin embargo, es muy parecida a la de entonces, una lógica aplastante: se trata de ricos comprando mujeres pobres, poniendo sus cuerpos al servicio de sus deseos. Para mí —y aunque sé que diciendo esto muchas dejarán de leer aquí— la misma que responde a la prostitución. Pero si antes muchas de esas familias compradoras de seres humanos escondían con pudor el delito —porque secuestrar y robar es un delito— hoy lo exhiben con orgullo: Bosé, Kardashian, Elon Musk, Javier Cámara, Ricky Martin, la Baronesa Thyssen, Priyanka Chopra, Paris Hilton, Cristiano Ronaldo, por ejemplo. Jóvenes y no tan jóvenes. Fértiles o estériles. Hetero o LGBTIQ. En pareja o en soltería. No hay estereotipos ni falta que hace. Lo único que tienen en común es el privilegio de poder hacerlo.

Ahora se le llama “gestación subrogada” y la legitiman legiones de celebridades y de otros muchos miles de anónimos no tan célebres —recordemos esas familias españolas que quedaron atrapadas en Kiev en 2019, por no poder filiar a los bebés comprados, cuando la guerra en Ucrania no era trending topic—. Se legitima, por ejemplo, con la excusa de la infertilidad, esa que tanto preocupa a Tamames. Se legitima por la libre elección que tienen las mujeres a ser explotadas, si así lo desean, pariendo hijos para otras. Se legitima porque hay unas cuantas, pocas, que lo hacen por altruismo. Se legitima porque empieza a ser habitual: “Tengo unos vecinos que no podían tener hijos y se trajeron uno de Estados Unidos, y fíjate, hasta se hacen videollamadas con la gestante, qué buen rollo”. Se legitima en nombre de la autonomía de los cuerpos y de la libertad de las personas, en un giro argumental que coloca la palabra libertad más cerca de las cañas de Ayuso que de la revolución feminista, pero que cuela.

Ver a Ana Obregón salir en silla de ruedas con la cría entre sus brazos, blanca y radiante, y la mirada perdida nos sirve para plantearnos muchas cosas. No solo la gestación subrogada, donde afortunadamente hay un gran consenso entre las feministas —a no ser que seas Villacís— que no se sostiene sin el componente de pobreza, de racialidad, de desigualdad que la sustenta —de hecho, la reciente reforma de la Ley del Aborto reconoce la filiación por esta vía como nula de pleno derecho; y la ley del sí es sí, como una forma de violencia contra las mujeres— sino otras muchas cosas que también son parte del debate feminista y sobre las que es interesante conversar.

Por ejemplo, sobre la maternidad como un deseo convertido en derecho. O sobre maternar y cuidar como forma de sentirse plena, de reconstruirse, de completar la vida, de paliar la soledad o el duelo. Podemos conversar sobre por qué adoptar en vez de comprar una cría, como algunos plantean, tampoco es una solución ni una alternativa ni este ni en otros muchos casos. Quizá también sobre por qué la adopción es un tema que llevamos, igual, demasiado tiempo posponiendo debatir.

Podemos hablar de dónde quedan los derechos de la infancia en todo esto y de qué identidades construyen estas crianzas y sus consecuencias. Podemos hablar de genes y herencias, de la necesidad de perpetuarse a través de la carne, de por qué ellos, viejos, pueden asumir paternidades igual de disparatadas que la de Obregón sin que pongamos el grito en el cielo. Podemos hablar de cómo las interdependencias construyen redes —más bien cadenas— de desigualdad y explotación de mujeres en todo el mundo, un mundo en el que una joven ucraniana, guapa y rubísima, gesta en medio de una guerra el bebé de una familia de Montecarmelo poniendo su cuerpo, su útero, sus genes, su salud física y mental, garantizando la blanquitud y salubridad del producto.

Franco y la fertilidad de Ana son cosa del siglo pasado. Y sin embargo, las lógicas de privilegio e inmunidad, del buen vivir a costa de reventar las vidas y los cuerpos de las de siempre, de las otras, siguen ahí

Un mundo en el que otra mujer en Delhi gestará una cría sin poner ni siquiera sus genes de piel oscura en ello para no ensuciarlo. Un mundo en el que una señora sexagenaria performa la salida de un paritorio en silla de ruedas, o en el que los compradores de bebés se toman fotos con el crío en brazos, recién salido de un vientre caliente, satisfechos de la transacción con final feliz.

No se qué es lo que baila Ana, como dice la canción, ni me importa, ni su vida privada, sus anhelos, ni sus decisiones. Pero que no baile a nuestra costa, ni a la de nadie. Contaba Ana en unas memorias que a ella le vino la regla la noche que conoció a Franco, con 16 años; de eso hace, si no calculo mal, 53 años. Ambos, Franco y la fertilidad de Ana, son cosa del siglo pasado. Y sin embargo, las lógicas de privilegio e inmunidad, del buen vivir a costa de reventar las vidas y los cuerpos de las de siempre, de las otras, siguen ahí. Bailando.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión ¿Cómo acabar con el negocio de la vivienda?
Las reivindicaciones del 5A: bajada de alquileres, paralización de desahucios, desmantelamiento de las empresas de desokupación, ayudarían a acabar con la crisis de vivienda. Pero estas medidas son impensables en este sistema económico.
Opinión
Opinión La infiltrada y el relato de ETA
La historia moderadamente entretenida sobre la desarticulación del Comando Donosti se muestra como otra decepcionante contribución al relato oficialista sobre el conflicto vasco.
Opinión
Trumpismo Good Bye, Mr. Marshall!
Con Trump, tras los años dorados de la globalización y la deslocalización de la producción en busca de mano de obra barata, ahora toca plegar velas y cerrar los mercados occidentales a la entrada de productos de las economías emergentes.
Uno mas
3/4/2023 9:14

Se legitima por la libre elección que tienen las mujeres a ser explotadas, si así lo desean, pariendo hijos para otras. ¿ a ser explotadas o a utilizar su cuerpo como mejor les parezca o necesiten ? porque denunciando a unas (las que pueden comprar) se ajusticia no se si deliberadamete a las que necesitan hacerlo para sobrevivir, porque mucha denuncia y mucho palabrerio pero después a otra cosa mariposa y si no tienes para vivir pues a joderse. ¿no se debería de ayudar a cubrir las necesidades de esas mujeres antes de nada ?

0
0
Javier Gallardo Vía
31/3/2023 12:02

…Pasan cosas raras: cuando hemos sabido de parejas de hombres homosexuales que han sido padres con este método no ha surgido tanto debate y análisis. Yo no estoy a favor o en contra (no tengo opinión formada) pero me parece extraño cómo el asunto no ha sido analizado en otros casos. Miguel Bosé y su ex-marido lo hicieron en su día (y más de una vez). Señalo simplemente la incongruencia. Y me parece bien que socialmente charlemos sobre el asunto. (Pero quiero alertar de cómo se ordenan asuntos en la agenda, con un criterio que no parece espontáneo).

0
0
Antonino
2/4/2023 20:19

Apreciadísimo Javier:
No hay incongruencia alguna en el artículo, dado que Sí han habido críticas a esos homosexuales masculinos que también compraron bebés tiempo atrás. Otra cosa es que Usía no las leyera.

0
0
Andariegu
30/3/2023 8:53

Tod@s tenemos miserias que esconder o que reconocer en nuestras vidas, a poco que seamos honest@s y que indaguemos un poco.
Por eso, que también tendría en cuenta al respecto un artículo como este:
https://12ft.io/proxy?q=https%3A%2F%2Felpais.com%2Fopinion%2F2023-03-30%2Fcaotica-ana.html
Para nada quiero que se normalice o se dé carta blanca a la práctica de los vientres de alquiler, por si lo anterior genera dudas

0
0
babyboom
29/3/2023 23:18

Las portadas de los próximos días será Ana Obregón con un grupo apoyo a la lactancia.

0
0
Asturias
Asturias Cinco muertos en la mina de Zarréu: demasiadas preguntas sin respuesta
El accidente más grave en la minería asturiana en casi tres décadas vuelve a poner en cuestión el sistema de permisos, controles y ayudas públicas para minas en proceso de reconversión.
Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.
Universidad
Educación El Gobierno anuncia el endurecimiento de la normativa para la creación de universidades privadas
El Consejo de Ministros aprueba la tramitación urgente de una modificación en la legislación que regula la creación de centros privados de enseñanzas universitarias.
Represión
Policía infiltrado La Directa destapa un nuevo caso de policía infiltrado, esta vez, en el activismo de Lleida
Bajo la identidad falsa de Joan Llobet García, un agente de la trigesimosegunda promoción de la Academia de Ávila, pasó dos años infiltrado en espacios independentistas, estudiantiles y ecologistas.

Últimas

Maltrato animal
Maltrato animal Lidl denuncia a los animalistas que detectaron afecciones en la carne de pollo de la cadena
El Observatorio de Bienestar Animal asegura que el departamento legal de la cadena les pidió que eliminaran todas las publicaciones sobre ellos y creen que es una estrategia legal para silenciarles.
Madres protectoras
Madres protectoras Una madre, condenada a tres años y medio por secuestrar a su propia hija, solicita su indulto
La libertad de Jewel Lázaro depende de la respuesta del Ministerio de Justicia de España a su petición de indulto con el fin de no separarla de otro bebé de nueve meses.
Derecho a la vivienda
Manifestación estatal Mapa | Más de 40 ciudades se movilizan este 5 de abril por el derecho a la vivienda
Decenas de miles de personas en más de 40 localidades de todo el Estado español saldrán a la calle el próximo 5 de abril para reclamar medidas para hacer frente a la crisis de vivienda.
Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Más noticias
Opinión
Opinión ¿Cómo acabar con el negocio de la vivienda?
Las reivindicaciones del 5A: bajada de alquileres, paralización de desahucios, desmantelamiento de las empresas de desokupación, ayudarían a acabar con la crisis de vivienda. Pero estas medidas son impensables en este sistema económico.
Francia
Francia Marine Le Pen es condenada por malversación y no podrá concurrir a las elecciones de 2027
Un caso de corrupción con los asistentes del Parlamento europeo golpea a la ultraderecha francesa. Le Pen y su partido, Agrupación Nacional, son condenados por el Tribunal Penal de París.
Precariedad laboral
Precariedad laboral Europa presiona de nuevo a España para que modifique la indemnización por despido improcedente
El Consejo de Europa concluye que el sistema español viola la Carta Social Europea al considerar que la compensación española no repara el daño a los trabajadores ni disuade de hacerlo.
Myanmar
Terremoto Myanmar: un país bajo los escombros
Con el cronómetro en contra, los equipos de rescate de Myanmar continúan buscando bajo los escombros a los supervivientes del que ya se considera el peor terremoto sufrido en las últimas siete décadas en el país.

Recomendadas

Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja de las fibras textiles de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.