Opinión
Creednos

El tratamiento mediático del caso de Samuel, asesinado el 1 de julio, en A Coruña, ha tendido a perpetuar la violencia estructural contra la comunidad LGTBIQ.
Contra los nazis, mariconazos.  #JusticiaPorSamuel - 1
Concentración en Madrid tras el asesinato homófobo de Samuel en A Coruña. Álvaro Minguito

Es periodista y antropólogo. Actualmente coordina su trabajo en comunicación institucional con la literatura y la divulgación sobre cuestiones LGBTI con perspectiva de clase e interseccionalidad.

7 jul 2021 05:34

“Las fuentes policiales no han confirmado que se trate de un caso de homofobia”. ¿Y desde cuándo el periodismo se ha convertido en el gabinete de prensa de la policía? ¿No es su labor precisamente cuestionar los discursos oficiales e investigar por su propia cuenta?

El pasado 1 de julio Samuel, un joven de 24 años, era asesinado en a Coruña al grito de “maricón” y desde entonces hemos visto y oído a decenas de tertulianos hablar de mil causas posibles, desde una rencilla por un teléfono hasta abuso de drogas, excepto de la que debería ser la opción más evidente dada la descripción de los hechos: lgbtifobia.

Cuando los medios son señalados por esta actitud, alegan que su labor es informar y que, para ello, recurren a fuentes “oficiales”, como es la policía. La misma que el lunes repartía porrazos a diestro y siniestro contra una manifestación pacífica en memoria de Samuel. Si la labor es informar, parte de ella debería ser contrastar fuentes y cuestionar aquellas que, a todas luces, podrían estar fallando.

Cargas justicia para Samuel 1
Golpes por parte de los agentes antidisturbios durante la manifestación en Madrid para pedir justicia para Samuel, víctima de un crimen homófobo. Edu León


O, como mínimo, ser honestos y decir “Las fuentes policiales, que ayer estaban pegando a gente LGBTI, desmienten que sea un caso de lgbtifobia” y que las lectoras sacaran sus propias conclusiones.

Según estimaciones de ILGA Europe, tan sólo el 16% de los casos de lgbtifobia se denuncian ante las instituciones

Actualmente, ocho de los 14 escaños en el Consejo de la Policía están ocupados por miembros de JUPOL, el nombre con el que la asociación Justicia Salarial Policial (JUSAPOL), de un marcado perfil ultraconservador y en cuyas manifestaciones se presentan con frecuencia líderes de Vox, se presentó a las elecciones sindicales de 2019 y en las que arrasó con casi el 60% de los votos. Esto quiere decir que, cuando una víctima de lgbtifobia denuncia su caso, en más de la mitad de las ocasiones puede estar siendo atendida por un votante de una asociación reaccionaria. Quiere decir que, cuando el periodismo consulta exclusivamente a la policía sobre un caso de lgbtifobia, la mayoría de las veces actúa de correa de transmisión del discurso excluyente.

Según estimaciones de ILGA Europe, tan sólo el 16% de los casos de lgbtifobia se denuncian ante las instituciones, por lo que nos encontramos ante la punta del iceberg. Y, visto lo visto, quizá el problema sea que hemos permitido que sea el zorro quien cuide de las gallinas.

Pero no sólo de policía va la cosa. El pasado octubre, una jueza condenaba a un valenciano a pagar una indemnización a su exesposa por haber “ocultado deliberadamente” su bisexualidad. Dolores Vázquez estuvo 17 meses en prisión por un juicio claramente lesbófobo en el mediático caso Wanninkhof. En 1997, el Tribunal Supremo rebajaba las condenas a los asesinos tránsfobos de Sonia Rescalvo. La propia ex ministra de Justicia, Dolores Delgado, fue pillada utilizando despectivamente la palabra “maricón”, la misma con la que han arrebatado una vida en A Coruña. Y, sin embargo, los medios remiten una y otra vez a las sacrosantas fuentes judiciales de las que poco o nada podemos esperar las personas LGBTI.

La lucha LGBTI tiene una lucha hermana, los feminismos, que han demostrado que se puede girar la tortilla y evidenciar los sesgos reaccionarios del sistema judicial y la policía

Pero, afortunadamente, no todo es desesperanza. La lucha LGBTI tiene una lucha hermana, los feminismos, que han demostrado que se puede girar la tortilla y evidenciar los sesgos reaccionarios del sistema judicial y la policía. La sororidad y la incondicionalidad entre mujeres que denuncian el machismo que padecen deberían inspirar una sororidad e incondicionalidad entre personas LGBTI. Un #YoSíTeCreo que, del mismo modo que puso contra las cuerdas la pregunta machista “¿y cerraste bien las piernas?” ponga contra las cuerdas el “maricón es un insulto sin más” o el “es que deberíais besaros en privado” o el “es que lo iba buscando con esas pintas de mamarracha”.

Porque la incondicionalidad, la empatía y las redes entre iguales brindan esperanza y ponen en jaque al sistema, que nos quiere solas y aisladas. Ese sistema que, cuando evidenciamos su lgbtifobia, su machismo, su racismo o su capacitismo, se pone como un gato panza arriba intentando desacreditarnos. Por eso jamás es lgbtifobia, porque aceptar que lo es sería un primer paso hacia la autodestrucción. Y el sistema, sobre todas las cosas, busca perpetuarse ya sea dominando el discurso mediático o ya sea lanzando a quienes ostentan el monopolio de la violencia contra nuestros cuerpos diversos.

Ahora nos falta la incondicionalidad y la empatía por parte de los medios de comunicación. Que nos crean cuando denunciamos que nos echan del trabajo, nos dejan sin casa o nos pegan hasta matarnos porque somos disidentes del sistema sexo-género. Porque, mientras sigan afirmando que “las fuentes policiales no han confirmado que se trate de un caso de homofobia”, no estarán haciendo periodismo sino comunicación corporativa del sistema capitalista y su violencia estructural.

Y, por cierto, desde esta columna lanzo una pregunta a la Policía Nacional: ¿Me podría informar de la razón de uso de fuerza desmesurada por los agentes con número de identificación 1U1O24 y 1U1021?

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Agresiones homófobas
Homofobia Una pareja es agredida por homofobia en el Carnaval de Badajoz
Dos jóvenes serán procesados por un delito de odio tras una agresión homófoba en Badajoz. Las víctimas recibieron insultos, patadas y puñetazos, sufriendo heridas leves.
LGTBIAQ+
LGTBIfobia #JusticiaParaSamuel: cuatro rostros y la trampa del punitivismo
Crítica de las lógicas punitivistas tras la difusión de las caras de los presuntos asesinos de Samuel Luiz. Una apuesta integral y radical ante la LGTBIfobia estructural y los mecanismos represivos del Estado.
LGTBIfobia
LGTBIfobia El PCE y el Soviet de Getafe denuncian agresiones LGTBIfóbicas y fascistas hacia cuatro de sus miembros
La formación comunista y el espacio anticapitalista de esta localidad han convocado una concentración este jueves a las 20h para denunciar el incremento de ataques ultra en los últimos años en los barrios.
RamonA
7/7/2021 10:58

El 60% de lxs policías votó a JUSAPOL. Hay el 60% de probabilidades de que una feminista, unx del colectivo LGTBI, unx desahuciadx, unx sin hogar, unx pobre, unx racializadx, unx de religión musulmana, sean “atendidx” por policías fascistoides. En este caso, todo puede pasar y nada bueno.

La formación que debe recibir la policía para saber tratar a todos los colectivos mencionados debe ser una prioridad. Y aquel o aquella policía que no sepa desempeñar su trabajo de acuerdo con la formación recibida no debería formar parte del Cuerpo. El Ministerio del Interior tiene mucho trabajo por delante.

1
1
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
CRTVG A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
Altri A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
Altri A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.