Opinión
Devastación en Gaza, ignominia mundial

Año y medio después de iniciada esta hecatombe, la comunidad internacional permanece contemplativa, por mucho que algunas voces, tímidas, hablen de genocidio, promuevan juicios internacionales y unos cuantos Estados hayan suspendido relaciones diplomáticas.
Gaza Khan Younis - 2
Un niño palestino rescata un peluche de elefante del lugar donde una tienda de campaña para palestinos desplazados fue alcanzada por un ataque aéreo israelí en la zona de al-Mawasi, una zona supuestamente designada como «zona humanitaria», al oeste de Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, 19 de marzo de 2025. El ataque mató a una mujer palestina embarazada y a sus hijos, e hirió de gravedad a otras personas. Tras la masacre cometida hace dos noches, en la que murieron cientos de palestinos, las fuerzas coloniales israelíes siguen bombardeando durante la noche, matando al menos a 24 palestinos en toda la Franja de Gaza. Foto: Doaa Albaz/Activestills.

Arabista en la Universidad Autónoma de Madrid.

9 abr 2025 09:40

La campaña bélica decretada por el régimen de Tel Aviv contra Gaza desde hace más de 16 meses ha dejado un reguero de muerte, destrucción e ignominia imposible de asimilar. Por lo menos para una persona imparcial y capaz de empatizar con el sufrimiento humano, porque, a ojos de numerosos, por lo que se ve, “ciudadanos del mundo”, el castigo inclemente sufrido por los habitantes de la desventurada franja no es sólo asimilable sino perfectamente justificable.

Pensábamos que la barbarie expresada por la maquinaria bélica sionista había llegado a su cota máxime de depravación con los bombardeos indiscriminados de desplazados, en su mayoría niños y ancianos, la tortura sistemática a los jóvenes gazatíes en las cárceles de la ocupación o la medida más miserable y atroz de todas, la imposición de un cerco de hambre y sed a millones de personas privadas de servicios básicos esenciales para sobrevivir.

Creíamos que habíamos visto lo suficiente en esta exhibición de violencia despótica pero, con el sionismo en su versión contemporánea, has de esperarte siempre un salto cualitativo más. El último, el asesinato de una docena larga de enfermeros y rescatistas palestinos de la Cruz Roja y Naciones Unidas, ametrallados por el ejército ocupante cuando acudían a socorrer, para variar, a un grupo de compañeros heridos por una incursión anterior en el sur.

El ejército ocupante ha matado a 1.402 profesionales de la medicina y ha destruido o dejado fuera de servicio 34 hospitales junto con 240 centros e instalaciones sanitarias

A lo largo de los últimos meses hemos asistido al descubrimiento de fosas comunes con cadáveres de palestinos amontonados a toda prisa bajo cúmulos de tierra apelmazada por las ominosas excavadoras de la ocupación; sin embargo, lo verdaderamente sobrecogedor, como podría decir alguno de esos comentaristas que a estas alturas parece asombrarse antes las carnicerías perpetradas por los soldados israelíes, es que algunos de aquellos cadáveres hayan sido encontrados con las manos atadas o con disparos de gracia. Eso, y el hecho de que en el momento del bombardeo se hallaran a bordo de vehículos convenientemente señalizados, con los indicativos pertinentes de pertenencia a organismos de ayuda humanitaria, ha despertado ¿un movimiento de repulsa internacional? No, en absoluto.

La Oficina de Medios de Comunicación de Gaza afirma que, desde el 7 de octubre, el ejército ocupante ha matado a 1.402 profesionales de la medicina y ha destruido o dejado fuera de servicio 34 hospitales junto con 240 centros e instalaciones sanitarias, algunas de las cuales han sido reconvertidas en cuarteles o centros de operaciones.

Se han ensañado de forma especial con las ambulancias, cerca de 150 bombardeadas o ametralladas, como en el caso al que nos referimos. Diversos organismos de ayuda internacional hablan de un crimen de guerra ahora, lo mismo que en sucesos anteriores, a partir de las declaraciones de testigos y las pruebas recogidas in situ; sin embargo, la versión aducida por el régimen de Tel Aviv apunta que en realidad aquellos supuestos sanitarios eran miembros o simpatizantes de Hamás y que se les disparó porque no atendieron a las requisitorias de identificación.

La versión sionista prevalece, sí, pase lo que pase, desde que se inventaron la estupidez de la “tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra” o el mito de la “única democracia de Oriente”

Un problema de narrativas: la israelí resulta siempre la más “comprable” pues, a fin de cuentas, dominan el discurso y mantienen bajo su égida a la inmensa mayoría de las grandes agencias de noticias y medios de comunicación occidentales que, a su vez, moldean la “narrativa” oficial que ha de prevalecer en el mundo. El libro de estilo sionista ha condicionado la percepción de eso que llaman opinión pública mundial; evadirse por tanto a las líneas maestras de esta des-información programática solo termina aportando la etiqueta, inefable, de extremista.

La versión sionista prevalece, sí, pase lo que pase, desde que se inventaron la estupidez de la “tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra” o el mito de la “única democracia de Oriente” (¿cómo va a ser democrático un estado basado en la supremacía de una nación-religión que expulsa a los habitantes legítimos de la tierra y les prohíbe regresar a ella?).

Aun cuando los postulados de esta visión espuria y falsificadora de la realidad no resisten un mínimo análisis basado en el sentido común y la noción de justicia, la narrativa sionista se impone. Y ay de quien, en cualquier parte, sobre todo en Estados Unidos y determinados países europeos, ose ponerla en duda. Es la víctima universal, eterna, quien define los criterios de lo correcto y lo pensable. Habiéndose convertido la gran estructura intelectual e institucional del sionismo en la “víctima por excelencia” resulta imposible que ella misma haya podido devenir implacable verdugo.

De igual manera que el ejército israelí ha asesinado y herido ya a un número de enfermeros, médicos y conductores de ambulancias superior a cualquier otro acontecimiento en lo que llevamos de siglo, la vesania empleada contra el oficio de periodista excede ya cualquier tipo de registro. Más de doscientos han muerto sin que haya pasado gran cosa. Como los sanitarios, son palestinos: y, lo sabemos bien, la vida de un o una palestina no vale nada. No se les puede considerar víctimas, porque en aquella tierra el protagonismo en este sentido se ha asignado ya a la parte dominante, la cual, haga lo que haga, siempre será una víctima; y tampoco se puede considerar que se trate de un atentado flagrante contra una profesión en particular, porque un periodista palestino siempre será, en primer lugar, un palestino; una persona, por tanto, sospechosa de infringir, por naturaleza, la deontología profesional.

Más que informar, manipula y sirve los intereses del “mal”. Los antecedentes de las hordas sionistas en la agresión a reporteras e informadores son notorios. Han muerto de todos los colores y en todas las circunstancias, por lo general cuando cubrían una incursión militar.

El régimen de Tel Aviv no se molesta demasiado en aclarar las circunstancias de la muerte de esta periodista o aquel reportero. Solo si se trata de corresponsales procedentes de países occidentales, en ocasiones con origen palestino, se pone en marcha el protocolo habitual, eximente por necesidad: primero, el disparo procedió de “terroristas” palestinos; segundo, cuando se demuestra la invalidez de este subterfugio, el o la periodista se hallaba donde no debía estar; tercero, de cualquier modo, organizamos una comisión de investigación que, indefectiblemente, decretará la inocencia del ejército y el cum laude de la diplomacia estadounidense: “¿Ven? No había nada que ocultar. Las Fuerzas de Defensa Israelíes son, una vez más, inocentes”. Y cuarto, todos estos pasos demuestran que estamos ante una democracia en la que prevalecen la justicia y la imparcialidad. Por ello, cualquier intento de criminalizar a su ejército constituye un acto de intolerable agresión hacia su perpetua condición de víctima

El Gobierno israelí, con el apoyo incondicional de su gran patrón estadounidense, ha asesinado a decenas de miles de personas, ha reducido a escombros la mayor parte del territorio de Gaza, ha provocado el desplazamiento de casi todos sus habitantes, a quienes condena al hambre y la privación. Los colonos, mientras, están acelerando el plan de expansión colonialista en Cisjordania —la cosa ha ido siempre de eso, de echar a más palestinos y quedarse con sus tierras y, si se tercia, las de sus vecinos árabes—, en pos de ese funesto y perverso gran Israel.

Para la administración estadounidense y el proyecto sionista en su conjunto lo preocupante, sin embargo, es que los gazatíes sigan resistiendo, negándose a dejar su tierra. O a venderse

Pero año y medio después de iniciada esta hecatombe, la comunidad internacional permanece contemplativa, por mucho que algunas voces, tímidas, hablen de genocidio, promuevan juicios internacionales y unos cuantos estados hayan suspendido relaciones diplomáticas. Ante tanto horror, estos gestos, honrosos por excepcionales, resultan anecdóticos. Cuesta asimilar que numerosos estados sigan aportando armas y cobertura diplomática a esta caterva criminal y que determinados Gobiernos árabes hagan lo posible para que la maquinaria bélica sionista erradique cualquier atisbo de oposición política en Palestina, ante la pasividad de sus súbitos, una pasividad tan hiriente e injustificable como la nuestra.

Todo eso constituye un oprobio universal. Para la administración estadounidense y el proyecto sionista en su conjunto lo preocupante, sin embargo, es que los gazatíes sigan resistiendo, negándose a dejar su tierra. O a venderse. Pero esta fabulosa confabulación no tiene por qué triunfar. Como escribe el poeta marroquí Mohámmed Bennís (Vigilia de silencio, traducción y estudio crítico de Federico Arbós, Verbum, Madrid, 2025, p. 212):

Vi a Gaza
volar
con alas
de esmeraldas.
En el lado de enfrente, extranjeros intercambian
regalos y brindan por la tierra de Palestina.
En lugares que nadie ve,
otros se conduelen por Gaza llena de sangre

Esos “extranjeros que se intercambian regalos”, como los griegos que ofrecían presentes a las puertas de Troya en los famosos versos de Virgilio, son el trasunto de una operación largamente orquestada para consagrar un proyecto colonial vergonzante. Estados Unidos, como está demostrando su presidente con el penoso affaire de los aranceles, socavando los pilares de un liberalismo mercantil diseñado por ellos mismos, tiene suficiente poder, todavía, para amparar su visión israelí para Oriente Medio. Eso sí, unas alas de esmeralda son muchas alas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Argia El Gran Reemplazo
La idea de que hay un plan oculto para reemplazar a la población blanca y cristiana va permeando tanto a izquierdas como a derechas, también en Euskal Herria.
Opinión
Opinión La luz de lo público durante el gran apagón
El colapso del sistema energético ahonda en las grandes preocupaciones del siglo XXI. También en el diagnóstico fundamental de necesidad de refuerzo de los servicios públicos.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Acaido
12/4/2025 0:19

En el mercado no impera la razón ni la justicia, sino la ley del más fuerte.
Cuando los valores mercantiles se imponen a y en la democracia no hay humanidad ni compasión que valgan, dominan los sentimientos más abyectos y el egoísmo más pernicioso.
Es una vergüenza que la TVE haga el paripé a la participación de Israel en el Festival de Eurovisión.

1
0
Energía
Energía La ley marca permisos retributivos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Energía
Península ibérica Apagón masivo en toda España: “entre 6 y 10 horas” para restituir la energía en todo el territorio, según REE
El cero eléctrico de origen desconocido afecta a la España peninsular, Andorra y Portugal desde las 12.38 de este 28 de abril. Parte del Gobierno está reunido en la sede de Red Eléctrica. El Ejecutivo ha convocado el Consejo de Seguridad Nacional.
Opinión
Opinión La luz de lo público durante el gran apagón
El colapso del sistema energético ahonda en las grandes preocupaciones del siglo XXI. También en el diagnóstico fundamental de necesidad de refuerzo de los servicios públicos.
Genocidio
Genocidio Activistas crean la embajada de Palestina en Bruselas mientras Israel prosigue con su asedio en Gaza
Mientras los ataques de Israel sobre la Franja de Gaza ya han dejado más de 51.490 muertos, activistas han rociado de sangre un edificio que simula ser la embajada de Palestina, dejando un rastro de pintura roja hasta la embajada del Estado sionista.
Palestina
Genocidio Israel asesina a cien personas en Gaza durante las últimas 48 horas
Esta semana comienza una vista oral en la Corte Internacional de Justicia que examina la ilegalidad de la decisión israelí de cortar la cooperación con la agencia de derechos palestinos de la ONU, UNRWA.

Últimas

A Catapulta
A Catapulta O mapa afectivo conectado a través da poesía
O poeta, escritor e dinamizador Tiago Alves visita A Catapulta e reflexiona sobre as conexións na lusofonía
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Facultades cerradas en Madrid para denunciar la precarización y la infrafinanciación
Los piquetes están informando de la huelga en universidades como la Complutense y la Autónoma, en la que ha habido algunos incidentes con personal de seguridad y con la extrema derecha.
Comunidad de Madrid
Energía El apagón en Madrid, en imágenes
En Madrid, la gran urbe ha permanecido incrédula al pasar de las horas, entre rescates en el Metro, en el Cercanías y en ascensores, donde han quedado atrapadas algunas personas.
Laboral
Laboral Trabajar para vivir, morir por trabajar
El 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo con la necesidad de la implementación de medidas ante la siniestralidad laboral, que dejó en el país en 2024 la muerte de 796 personas.
Análisis
Análisis La izquierda donde rompe la ola
El crecimiento electoral de un amplio abanico de fuerzas de extrema derecha desde hace unos años complica la consecución de decisiones a nivel de la UE.
Más noticias
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Sevilla
Sanidad Pública Profesionales de Atención Temprana advierten del colapso del servicio en Andalucía
El servicio que atiende a más de 32.000 niñas y niños de entre 0 y seis años se encuentra en una situación crítica, con profesionales precarizados y listas de espera que incumplen la Ley de Atención Temprana aprobada en 2023
Comunidad de Madrid
Paros 28 y 29 de abril Huelga total en la educación pública madrileña
Infantil, Primaria, Secundaria, FP, Educación Especial, Universidad. Las plantillas de todos los niveles de la educación madrileña pararán este lunes 28 de abril por la “infrafinanciación” que Ayuso mantiene en la enseñanza.
Ayuntamiento de Madrid
Paros en Madrid Fin de la huelga de basuras en Madrid
La plantilla ha votado a favor de la última propuesta, en un paro que comenzaba el pasado 21 de abril y con el que se demandaba la actualización de un convenio que se ha quedado obsoleto.
Medio ambiente
Medio ambiente Máis de 200 colectivos esixen transparencia sobre a mina Doade e piden a intervención do Parlamento Europeo
Organizacións de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, esixen a Bruxelas acceso á documentación sobre a explotación prevista, denunciando opacidade, privilexios empresariais e risco ambiental en zonas protexidas de Galiza.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.
Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.