Opinión
‘Severance’ o la decadencia audiovisual de Estados Unidos

La segunda temporada de la serie estrella de Apple TV abandona el conflicto laboral y se centra en el amor como principal eje argumental.
Severance
Fotograma de la serie.
Olmo González

Responsable de redes en El Salto.
@olmogonzalez

24 mar 2025 13:35

La plataforma de streaming Apple TV acaba de lanzar la segunda temporada de su serie estrella, Severance. La trama de este producto audiovisual gira en torno al trabajo, lo que viniendo de una multinacional que da la mano a Trump es para tener cautela en cuanto a su enfoque. Pero tras el visionado de la primera temporada, parecía plantear una grieta en el discurso capitalista.

La compañía Lumon, verdadera protagonista de la serie, funciona prácticamente como una secta. Su ideología corporativa en torno al líder Kier, un mesías al que hay que rendir adoración por contrato, deriva mediante la aplicación del I+D en una tecnología que permite la disociación completa entre la vida personal y la laboral. Sus empleados no saben qué ocurre fuera de la oficina y, cuando atraviesan las puertas del ascensor, prácticamente tienen una conciencia y personalidad diferenciadas.

Durante la primera temporada, estos neoesclavos empiezan a desarrollar un extrañamiento respecto al corporativismo, que termina —y cuidado que aquí comienza el mar de spoilers— en un boicot colectivo que alcanza a los cimientos de la compañía y su imagen pública. El final de la temporada deja en suspenso el resultado de esta pequeña revolución sindical, y es al volver la segunda cuando resuelven cómo la empresa decide atajar el fuego con diversas estrategias corporativas, algunas de manual, como comprar a los sindicados, despedirles o incluso recurrir a la infiltración de una directiva que viola a uno de los empleados.

La serie podría continuar con los pormenores de la lucha colectiva, de cómo se reponen del contragolpe empresarial estos empleados disociados o entris, como se denominan en la serie, pero lejos de alimentar aún más el imaginario del conflicto sindical, algo que al propio creador de la serie le inspiró las huelgas de guionistas y actores que hubo en Hollywood, y que retrasó la llegada de esta segunda temporada, la serie baja el ritmo centrándose en historias personales de los protagonistas, y  cambia el foco hacia temas más trillados en el imaginario audiovisual como son la pareja, el amor, incluso los límites de la infidelidad entre un entri y la pareja de su fueri.

El resultado es decepcionante: ni las actuaciones dejan espacio a la imaginación mediante las sutilezas de la primera temporada, ni el guión permite respirar entre tanto discurso manido sobre el amor romántico, si es que existe otro tipo de amor

El resultado es decepcionante: ni las actuaciones dejan espacio a la imaginación mediante las sutilezas de la primera temporada, ni el guión permite respirar entre tanto discurso manido sobre el amor romántico, si es que existe otro tipo de amor. ¿Debería el protagonista salvar a su mujer desaparecida o quedarse con el nuevo romance de oficina? ¿Tienen más importancia los intereses del fueri, tutor legal del dentri desdoblado, o debemos posicionarnos en que sus personalidades disociadas tienen derecho a enamorarse y tener una vida dentro del campo de concentración?

El final de la segunda temporada parece resolver estos dilemas con la imagen de dos de los protagonistas escapando hacia dentro de la oficina rodeados de luces rojas y blancas de alerta, cogidos de la mano gracias al amor y no a la liberación sindical. No es la lucha colectiva lo que posibilita el fin de la esclavitud como en el final de la primera temporada, es el deseo lo que nos da una propuesta de esperanza de revolución para la tercera temporada absolutamente descafeinada en comparación con la primera parte de la serie.

Tras este jarro de agua fría, da la sensación de que la era dorada de las series, incluso de las películas de Hollywood, la meca de la propaganda imperialista de Estados Unidos, no tiene nada más que ofrecer. El streaming sirvió de escapatoria en la pandemia a la desazón por el confinamiento, pero fue un destello final ante lo evidente: ni las producciones capitalistas de este país son lo que eran, ni la influencia cultural del imperio es imbatible.

El mayor impacto audiovisual desde EE UU a las pantallas del mundo en la última década ha venido de la mano de las tecnológicas de Silicon Valley, por un lado con las redes sociales apostando por el vídeo corto vertical, copiando las dinámicas de moda de la app china TikTok, o de las Inteligencias Artificiales que, mientras alimentan titulares sobre las posibilidades técnicas de producción de textos, fotos y vídeos, y amenazan con acabar con la mano de obra humana del sector creativo, han visto rota su hegemonía tecnológica con otra aplicación china, Deepseek, que promete hacer lo mismo y con menos recursos. 

China
China Por qué es importante entender al Partido Comunista chino, a su proyecto y a Tiktok
Para entender China hay que analizar el modelo de desarrollo chino y ello requiere comprender al Partido Comunista Chino y su relación con el pueblo y la tradición.

El miedo de perder el control del relato mundial es tal que la administración Biden llegó a bloquear el acceso a TikTok en EE UU con la excusa de la protección de datos, algo que sirvió para que miles de usuarios de esta aplicación se pasaran a una app alternativa, RedNote, donde muchos jóvenes del país occidental pudieron conocer e interactuar con jóvenes chinos y descubrir que la propaganda contra el país asiático está llena de mentiras y contradicciones

China
PAN 06X05 Jugar con cajas versus pantallas, Deep Seek y Xiaohongshu
Analizamos el impacto de las pantallas en la infancia y la adolescencia y cómo lo enfrentan las familias. Además, un análisis con características chinas sobre los casos de Deep Seek y Xiaohongshu

Mientras los estertores del imperio de EE UU abrazan el fascismo de Trump, Musk y demás millonarios que controlan el gobierno, el enésimo producto cultural fallido salido de este país copa titulares de las secciones de entretenimiento sin caer en la cuenta del hundimiento cultural que estamos viviendo y Severance es otra prueba más de esta decadencia.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Opinión
Laicismo Cementerios públicos, enterramientos y ritos religiosos
Que el Estado español se define constitucionalmente como aconfesional parece, más que una realidad, un objetivo que se antoja a muy largo plazo.
Opinión
Opinión Sindicalismo que gana: la clave no es la unidad, sino organizar a las mayorías
Mientras el anarcosindicalismo debate estructuras, las plantillas siguen desmovilizadas. La verdadera batalla es organizar a las mayorías. Sin victorias concretas, incluso el modelo más puro es papel mojado.
Conejos300
25/3/2025 4:36

Vaya análisis mediocre, este programa y todo lo que lleva detrás es un producto único que ha salido en los últimos años y no cae en historias "trilladas" como mencionas, sigue sosteniendo su esencia, la destrucción a lumon desde sus adentros y que buenos que nos presentan un poco de trasfondo para varios personajes y no simplemente personas actuando sin motivo, que tu no hayas sido capaz de captar esas sutilezas es problema tuyo, está nota nos deja ver la decadencia de los periódicos y medios de comunicación.

0
0
Ruben69
26/3/2025 5:22

Empezó muy bien. Su premisa novedosa y rara . Lo último decepcionó, aburrido. Situaciones y lugares comunes de las tv novelas que odiaba de Niño porque no me dejaban ver mis caricaturas .

0
0
Asanuma
24/3/2025 14:07

Posiblemente la prueba de la decadencia es que la mayoría de productos de TV no alcanzan la calidad de Severance. Profundizar en los personajes fueri/dentri sobre sus deseos y expectativas, sobre sus distintas realidades y relaciones, nada tiene que ver con el "amor romántico". La empresa, Lumon, omnipresente, se sigue revistiendo de sacralidad para ocultar la explotación y la violencia. ¡Ojalá haya una tercera temporada!, mientras tanto, volveré a visionar los pasos de baile del Sr. Milchick. ¡No os la perdáis¡. Aprovecho para reseñar una estupenda serie de animación en Max, "Common Side Effects, cuyo argumento va de hongos, biólogo y presiones del lobby de las farmacéuticas: https://www.imdb.com/es/title/tt28093628/?ref_=nv_sr_srsg_3_tt_6_nm_2_in_0_q_Common%2520

0
1
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.

Últimas

Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.

Recomendadas

Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y deja de emitir nuevas entregas tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.