Opinión
Una entre tantas: los abusos sexuales contra la infancia

Claro y alto os lo digo: yo fui víctima de abusos sexuales cuando era niña y no soy un caso raro, soy una entre tantas, una entre cinco. ¿Se entiende? Y si se entiende, ¿qué pensamos hacer al respecto?
Barnahus Casa Niños Suecia 1
Sala de una 'barnahus' de Linköping, Suecia, donde se lleva a cabo la terapia psicológica. Ferran Martí | Save the Children
19 nov 2024 06:00

Yo soy, parafraseando el poeta Vicent Andrés Estellés, una entre tantas y no un caso aislado, extraño o anómalo. Desgraciadamente no. Soy una entre tantas, en concreto, según el Consejo de Europa —y otras organizaciones de reconocida solvencia, como Save The Children— soy una de cada cinco. Soy una de este 20% de criaturas que ha sufrido, sufre o sufrirá abusos sexuales contra la infancia.

Soy una de cada cinco invisibles, porque esta realidad es tan dolorosa que es mejor esconderla, allá donde nadie la pueda encontrar y sacarla a pasear. Que la infancia, ya se sabe, es feliz y la familia un lugar maravilloso donde crecer y sentirse querida y protegida, y todo esto y aquello. Y que nadie diga que el cuento no es así. Pues sí, siento estropearos la fiesta porque muchas criaturas no tienen la suerte de vivir esta realidad. La realidad no es siempre como queremos y la única opción posible de cambiarla es mirándola a la cara. Y la terrible y fea realidad nos dice que el 85% de los abusos se cometen en entornos familiares y de confianza, el 65% entre las paredes de la casa y en tres de cada diez denuncias de violencia sexual contra la infancia, el agresor es un padre. Así es, esto no es Disney, de hecho, se asemeja más a una película de terror.

Yo soy una de tantas que han dejado de callar. Soy una entre tantas que necesitamos detrás nuestro toda una sociedad

Pero soy también aquella que le llaman Pau y que ha venido para no callar más, porque aquí me parieron y aquí estoy y como me pasan (y nos pasan) ciertas cosas, aquí las escribo y aquí las digo. Y como repite mi compañera Inma García, presidenta de ACASI, hemos empezado a hablar y ya no podemos parar de hacerlo. Claro y alto os lo digo: yo fui víctima de abusos sexuales cuando era niña y no soy un caso raro, soy una entre tantas, una entre cinco. ¿Se entiende? Y si se entiende, ¿qué pensamos hacer al respecto?

Yo soy una de tantas que han dejado de callar. Soy una entre tantas que necesitamos detrás nuestro toda una sociedad. O, tomando prestado una frase a la escritora y feminista Gemma Pasqual, hablando de las mujeres maltratadas, “cada vez que una víctima de abusos abre la puerta tiene que encontrar una comunidad”. Y añado, una comunidad organizada en pro de los derechos de la infancia y la adolescencia y protectora contra cualquier tipo de maltrato y abuso.

Soy una entre tantas, la voz de las invisibles, para hacernos visibles, para que nos veáis, para que toméis partido, para que digáis basta. Basta de alimentar y de alimentarse de esta sociedad patriarcal que perpetúa las desigualdades de género, que a ellos los quiere agresivos y a nosotras, las mujeres, sumisas. Y difunde, por todos los altavoces de los que dispone —música, cine, publicidad, moda, redes sociales... — una cultura sexista y una cultura de la violación que se transmite y perpetúa de generación en generación. Solo un dato para ilustrarlo: el 90% de los agresores en delitos contra la integridad sexual de las criaturas son hombres. Y no, no son monstruos, no tienen cuernos ni cola; viven entre nosotras, a menudo de manera bien normativizada y exitosa. Son hijos de la educación patriarcal que pica-piedra, pica-piedra, esculpimos cada día, sin pudor ni vergüenza.

Violencia sexual
Violencia sexual en la infancia El 84% de las víctimas de agresiones sexuales por internet son niñas y niños
El acoso sexual por internet comienza a los 13 años y el 67% de los procesos judiciales duran entre dos y tres años.

Basta de esta sociedad adultocéntrica que se instaura sobre un marco de jerarquías y considera los infantes personas inferiores, posesión de las personas adultas, y justifica, e incluso promueve, todo tipo de malos tratos y de abusos de poder sobre la infancia y la adolescencia, a menudo en nombre de la educación e, incluso, del amor. Hay las palizas, los golpes, las agresiones sexuales, los castigos desmesurados, los insultos sonoros, que, generalmente, reciben el rechazo y la condena de la mayor parte de la sociedad. Venimos de siglos de maltrato a la infancia y en algo hemos avanzado. Pero no es suficiente y tenemos que reconocer que la sobreprotección, la dependencia, la manipulación, la directividad, el engaño, el chantaje, la coerción o el desprecio, forman parte de la cultura de la violencia contra la infancia. Por eso, hemos de reinventarnos y persistir en la cultura del buen trato. Porque los niños no son objetos pasivos sino sujetos activos de sus propias vidas. Y en este marco de respeto entender que los cuerpos de las niñas y de los niños no son juguetes, son cuerpos que tienen que ser respetados y que también tienen derecho al consentimiento. Sus deseos no pueden ser manipulados. El afecto que dan o reciben no tiene que ser impuesto. Las decisiones que toman pueden estar equivocadas, pero para crecer hay que decidir, asumir riesgos y, también, equivocarse; no podemos continuar instaladas en la cultura del error como problema y convertir el aprendizaje en frustración. Tenemos que repensar la educación que hemos recibido y pasar de la cultura de la obediencia a la cultura de la libertad, si queremos que las niñas, los niños y adolescentes crezcan con confianza, seguridad y determinación.

Tenemos que repensar la educación que hemos recibido y pasar de la cultura de la obediencia a la cultura de la libertad

Soy una entre tantas y os vengo a pedir que rompáis el silencio con nosotras las víctimas. No os avergoncéis, no tengáis miedo, hablad, hablad y no os canséis de hablar. Haced de los abusos un tema en cada casa, en cada escuela, en cada espacio de ocio. Porque la palabra y no el silencio es lo que pondrá coto a los agresores y abrirá una vía de esperanza para las víctimas. Y hablad con las niñas, los niños y adolescentes de los buenos tratos y de la sexualidad positiva, pero también de los abusos de poder y de las agresiones, porque, como dice Pepa Horno, “el hecho de no hablar a los niños de maltrato —y el abuso sexual no es sino una forma de maltrato— es, en sí mismo, una forma de ponerles en riesgo de sufrirlo”.

Soy una entre tantas, una de cada cinco, que ha sufrido abusos sexuales contra la infancia. Y os vengo a decir, a pedir, a conminar, que, si sentís tristeza, impotencia o rabia, no desfallezcáis, no os paralicéis ni huyáis del tema; no nos ignoréis. Llorad, gritad, pegad golpes en el suelo o pagaos ayuda psicológica. Pero, sobre todo, sobre todo, indignaos y transformad vuestra tristeza, vuestra impotencia, vuestra rabia, en acción política y colectiva contra los abusos sexuales y en favor de los derechos de la infancia.


Pau Lluc i Pérez acaba de publicar, con la Editorial Reclam, el libro Despulles, sobre los abusos sexuales contra la infancia (ASI). Es tutora en cursos para docentes para la prevención de lo ASI.

 


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Madres protectoras
Convenio de La Haya Vivir “hagueada”: ocho horas de viaje para ver a su hija de 7 años una vez por semana tras dos años separadas
Laura comunicó las sospechas de que su hija podría estar sufriendo abusos sexuales por parte del progenitor y el abuelo a varias instituciones, pero ninguna actuó. Perdió la custodia de la niña y ahora espera un juicio por secuestro.
Violencia sexual
Violencia sexual en la infancia Los delitos de violencia sexual contra la infancia aumentan un 157% en seis años
Cada año la violencia sexual contra la infancia tiene un coste económico de casi 4.500 millones de euros, es decir, el 0,31% del PIB, según el último informe de Educo y la Universidad de Comillas '¿Cuánto cuesta mirar hacia otro lado?'.
Sirianta
Sirianta
20/11/2024 8:23

Nunca fui abusada, pero me pregunto: ¿cuántas niñas que conozco lo han sido? Me dan escalofríos. En mi casa se habla del abuso en la infancia. Mi marido se reía cuando quise asegurarme de que mi suegro no intentaba algo raro cuando se quedaba a solas con el niño, pero ignoré su risa y me aseguré, porque no podía quedarme tranquila. Hoy sigo educando a mi hijo para que pueda protegerse. ¡No más silencio!

1
0
jorgenial
19/11/2024 21:27

Claro y alto! ASI se habla.

1
0
isa
19/11/2024 11:56

Yo también fui abusada por mi tío y por mi padre. Y dos de mis hermanos por mi padre también.
Hasta que lo hice saber en el Instituto.

0
0
Antonino
20/11/2024 14:24

Aunque no nos conocemos, siento leer tus letras. Aún no siendo yo responsable de temas como éste, siento vergüenza ajena como hombre.
Un abrazo, y suerte.

0
0
isa
20/11/2024 20:22

Gracias .
Una reflexión: sí el 20% de criaturas (mínimo) han sido abusadas, las criaturas crecemos y nos hacemos adultas.La población en España, es de unos 40 millones, así que OCHO millones de personas que en uno u otro momento de su vida han sido anudadas, ya sean chicas, chicos o choques.

0
0
Antonino
20/11/2024 20:36

La verdad de las cosas, que va apareciendo en parte, es espeluznante. Mi madre sufrió un intento de violación hace décadas. Se libró por su bravura y por algo de suerte, supongo. Yo, teniendo unos ocho años, también me libré de un pederasta me asaltó en las escaleras de casa. No me extraña que haya mujeres con un resentimiento de la hostia hacia los hombres.

0
0
isa
20/11/2024 20:24

Abusadas
Chiques

0
0
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.

Últimas

AGANTRO
Agantro Tatuaxe: terapia e tendencia
Da marxinación á moda, o carácter simbólico e ritual da tatuaxe atópase actualmente erosionado polas dinámicas capitalistas.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.
Tribuna
Tribuna Carta aberta a José Soares de Pina, CEO de Altri: “Paren este proxecto que Galicia nin quere nin necesita”
Os argumentos para apoiar o que dicimos son moitos. Situaríanse nun terreo no bordo da ZEC Serra do Careón; provocarían un novo ciclo de plantación masiva de eucalipto ou de importación de países do Sur; e o máis importante: non teñen licenza social.
Memoria histórica
Extremadura 25 de marzo 25 marzo de 1936 / 25 Marzo de 2025: aniversario de la reforma agraria en Badajoz
Texto de Francisco Espinosa leído en la entrega del Premio 25 de Marzo celebrada en los actos conmemorativos de dicha fecha en Los Santos de Maimona.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.