Opinión
Vacío y censura en el colonialismo del interior

La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.

Colectivo Ciencia y Derechos Humanos de la Universitat de València (CiDeMUV)

Voces por Palestina (Valencia)

Red Universitaria por Palestina - RUxP. Universidad de Valencia

23 nov 2024 11:57

“Le sorprendía que lo más característico de la vida moderna no fuera su crueldad ni su inseguridad, sino sencillamente su vaciedad, su absoluta falta de contenido”

“1984”, George Orwell

En Palestina, las décadas de masacre, expulsión de su población y de violencia genocida se solidifican como trauma intergeneracional. Al expolio de sus tierras y la destrucción masiva de la vida, las distintas generaciones de palestinos y palestinas han de sumarles el ataque a la salud mental de su población.

El deterioro de la salud mental se transmite desde los sobrevivientes a sus descendientes. Después de la operación Plomo Fundido del 2008 y 2009 sobre la Franja de Gaza, la revista científica británica The Lancet publicó un informe en el que estimaba que el 60% de la infancia de Gaza había perdido las ganas de vivir. Organizaciones como la Palestine Children's Relief Fund (PCRF), establecida en el año 1992, trabaja para proporcionar asistencia a quienes enfrentan estos traumas.

Los niños y las niñas en Palestina son una población especialmente vulnerable a estos traumas. Muchas sufren trastornos de estrés postraumático, ansiedad o depresión. Carecen de acceso a servicios de salud adecuados. El campo de la psicología occidental enfrenta importantes retos en este contexto, ya que los análisis psicológicos actuales no abordan la realidad de los menores palestinos. Resulta crucial adoptar enfoques médicos globales que reconozcan su historia colectiva, fomenten la resiliencia y el empoderamiento, para poder ampliar las definiciones del trauma y del estado de shock colectivo.

El silencio en EEUU y en Europa se impone como vaciado y borrado de las conciencias personales y nuestra capacidad para sentir y responder ante el shock

El colonialismo de nuestro interior

La resistencia Palestina, en su lucha contra el proyecto colonial de asentamiento de Israel y EEUU, nunca cerrará sus ojos ante el borrado a su existencia. Pero el proyecto colonial actúa de forma multidimensional, en su capa genocida sobre la colonia, y más sofisticadamente sobre el pueblo en la metrópoli. El silencio en EEUU y en Europa se impone como vaciado y borrado de las conciencias personales y nuestra capacidad para sentir y responder ante el shock.

En su último libro, DOPPELGANGER. Un viaje al mundo del espejo, la periodista y escritora de origen judío Naomi Klein afirma que “ante los hechos más graves de la historia, aquellos que desencadenan estados de shock colectivos, se abren espacios que contienen un vacío de significado”. Son momentos donde el sentido y los significantes que aplicamos de forma automática en nuestro día a día, esos que obedecemos por inercia, quedan suspendidos y cuestionados.

El poder suele originar o aprovechar estas situaciones de crisis y de excepcionalidad para producir transformaciones de gran calado a través de la conocida doctrina del shock. “Los horrores indescriptibles que están ocurriendo en la franja de Gaza son parte de una estrategia israelí cuidadosamente calculada, conocida como el ‘Plan de los Generales’”, cuyo objetivo final consiste en el exterminio y expulsión de toda la población gazatí seguida por la invasión y el asentamiento de colonos israelís.

Con el objetivo de debilitar la ejecución genocida y colonial, durante los mismos momentos de horror y de shock hemos de preguntarnos: ¿qué significa esa condena a la inexistencia, al vacío, perpetrada como asesinato en masa contra Palestina? ¿cómo soportaremos el silencio que queda al hacer desaparecer un pueblo mediante la violencia colonial más extrema? ¿qué precio paga el resto del mundo que observa en silencio ante el genocidio? ¿cuántos vacíos existen en el genocidio y qué dice cada uno de sus silencios?

Opinión
Genocidio Fanon y la psicología de la opresión y la liberación
¿Qué diría Frantz Fanon sobre el genocidio colonial y la “avalancha de asesinatos” que están ocurriendo en Gaza y otros lugares?

Frantz Fanon, en su dimensión de experto psiquiatra, explica que “la colonización, en esencia, suponía un gran generador de locura”. Podemos entender el proceso colonizador como activador de biopolíticas contra la salud pública. El proceso de colonización de nuestro interior supone el asentamiento de una locura colectiva, transmitida como bio-propagada cuerpo a cuerpo y normalizada como modo de vida occidental. Un vaciado mental que se activa a través de las estrategias de marketing en el capitalismo libidinal, aquel en el que la explotación se produce apelando a nuestros deseos y aspiraciones personales. Mahmoud Darwish relataba: “La ocupación no solo se encuentra en las tierras, también se encuentra en nuestras mentes y corazones. Debemos liberarnos de ella primero desde adentro”.

El artista y comisario Nicolás Combarro es impulsor del proyecto “Tadafuq/Fluir: artistas palestinos en movimiento”, dedicado a la formación y mentoría de creadoras palestinas de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén. En una reciente entrevista, Combarro declara que en Gaza “hay una nueva generación de artistas que necesitan hablar no solo de la ocupación física, o incluso la violencia, sino sobre la ocupación mental, en cómo afecta a la salud mental. La idea es, ¿cómo puedo sobrevivir mentalmente a este sistema de opresión?”.

Ante este otro gran horror que supone la colonización del interior, desde la resistencia se nos invita a practicar un reconfortante salto al vacío. Negarnos, como escribía la pintora y artista franco-libanesa Etel Adnan, a que nuestros ojos occidentales sean permanentemente cerrados. Resistirnos a la locura que deviene del silencio y la censura colonial. La invitación de la resistencia ofrece un salto cálido y sólido, humano, que permite reencontrarnos en plenitud con la posibilidad del equilibrio y del sentido. La lucha por Palestina es una lucha por la recuperación de sentido.

Silencio burocrático y vacío político

El vacío del genocidio se expande en Occidente como borrado de cualquier sentido colectivo. Nuestras vidas han sido vaciadas de significado. Nuestras acciones solo responden a estímulos automatizados. Nuestro tiempo de ocio se coloniza con ofertas vacías, con cruceros sin destino, con salida y llegada al mismo puerto, sin escalas en su trayecto. O mucho peor, como macabros cruceros ofrecidos a los colonos israelíes para observar desde el mar el genocidio en la franja de Gaza, mientras sueñan con ocupar esas tierras y formar nuevos asentamientos ilegales. Ya solo somos vacío porque hemos vendido todo nuestro ser y significado.

En este proceso de venta global y personal todas nuestras instituciones han sido también vendidas y vaciadas. La vivienda y la educación son espacios financiarizados como partes de un mercado que no solo vende lo material, sino que nos agarra desde nuestras entrañas, instalando el deseo por ser vendiendo. La gentrificación y la turistificación como ocupación y expulsión en los vecindarios de las ciudades de Occidente se relaciona íntimamente con la ocupación, el apartheid y el genocidio al pueblo palestino.

Nos sentimos desbordados por el ruido, los bulos, las mentiras, las falacias y los fraudes que atacan a cualquier mínima idea de verdad compartida, más allá de su inherente complejidad multifacética

En el ser vacío, nuestra productividad occidental se llena de nada. Remedios Zafra, en su libro El informe relata cómo la actividad productiva de la universidad y la academia actuales quedan cada vez más guiadas por procesos de violencia burocrática, que activan toda una serie acciones de “hacer vacío”. Esta productividad vacía, en la locura del colonialismo del interior, nos ocupa hasta la extenuación con procesos de pérdida de sentido: “se sentía desbordado, pero al mismo tiempo vacío” (El Informe, Remedios Zafra). Nos sentimos desbordadas porque la acción de borrar nuestras capacidades humanas consume la energía que finalmente genera ese vacío. Nos sentimos desbordados por el ruido, los bulos, las mentiras, las falacias y los fraudes que atacan a cualquier mínima idea de verdad compartida, más allá de su inherente complejidad multifacética.

Es tal la crisis de sentido que desde las propias instituciones de la ciencia moderna y colonial se comienza a alertar sobre la necesidad de recuperar un silencio que calme este borrado de sentido, ruidoso y acelerado. Lo sintetiza el joven filósofo Leo Espluga: “En mi opinión, lo primero que debería ser el pensamiento crítico es silencio”.

Borra el vacío, ¡Actúa ya!

El sionismo es ya incapaz de confundirnos. Su identidad ultranacionalista y supremacista ha dado lugar a un sistema de apartheid antidemocrático, caracterizado por violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Israel es el estado que más ha violado la ley internacional, incumpliendo 78 resoluciones de la ONU, y con ello sumando más resoluciones incumplidas que el resto de los 192 países del planeta juntos.

Bajo este contexto, la sociedad israelí normaliza el discurso xenófobo y deshumanizante hacia los palestinos, alimentando un ciclo de violencia que desencadena y pretende justificar las aspiraciones genocidas. Los presentadores Naor Meningher y Eytan Weinstein, en su podcast Two Nice Jewish Boys, personifican esta normalización y deseo por el horror: “La mayoría de los israelíes si pudieran pulsar un botón que borrara a Gaza y que cada ser vivo de allí no viviera mañana, lo pulsarían en segundos. No nos importa si un bebé palestino contrae polio, disfrutamos con su sufrimiento“.

En esa misma dirección, Galit Distel Atbaryan, diputada sionista del partido de Netanyahu, para justificar el bombardeo indiscriminado a la población, ha declarado recientemente: “No hay gente inocente en Gaza, no existe tal cosa. Los palestinos toman a una niña de cuatro años y la convierten en una asesina, están criando a una generación entera de nazis, toman a millones de niños y los convierten en asesinos y nazis”. El sionismo se desvela como motor colosal de limpieza étnica, que basa su capacidad de destrucción en la impunidad y la complicidad otorgada por Occidente.

Opinión
Opinión El principio del fin de Israel
Un año después, las llamas del genocidio aún están encendidas, pero después de décadas de persecución y derramamiento de sangre, podemos estar asistiendo al inicio del fin del proyecto colonial de asentamiento en Palestina.

En el resto del mundo el sionismo opera como una máquina de censura criminal, limitando la difusión de narrativas críticas sobre su impacto en la región, construyendo silencio cómplice y colaborador con su ideología supremacista. En un reciente artículo, el fotoperiodista Bilal Salem relata como en la franja de Gaza “los periodistas son objetivos de guerra”, lo que podríamos etiquetar como acto de informacidio, censura genocida. Al periodismo se le considera “enemigo porque revela al mundo lo que está pasando en realidad”.

La censura no solo silencia voces disidentes, también promueve un discurso unidimensional que minimiza o ignora el sufrimiento del pueblo palestino. Al controlar los relatos que se pueden compartir en foros culturales, académicos, en los medios de comunicación y en los espacios de ocio, el sionismo refuerza su propia narrativa, perpetuando la desigualdad y el borrado de los palestinos.

Irene Khan, Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, alerta que “la crisis de Gaza es ya es una crisis para la libertad de expresión y la protesta”. Una crisis que impacta fuertemente sobre todo el tejido cultural Occidental. La actriz norteamericana Susan Sarandon explica cómo su apoyo a Palestina ha sido censurado y castigado con su expulsión por su agencia de representación. Un caso que pretende advertir a cualquiera que quiera seguir trabajando en la industria cinematográfica del país. La industria de las plataformas digitales también colabora con este tipo de censura. Recientemente, la compañía de streaming Netflix ha cedido al lobby sionista eliminando el contenido palestino de su plataforma, perpetuando el silencio mediático y borrando la narrativa palestina de su oferta de ocio.

En el Estado español la censura sionista también ejerce una gran influencia. Desde el contexto universitario, el equipo de gobierno de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) bloqueó la proyección del documental “Tierra negada”. Un documental que explora la historia y la situación actual del pueblo palestino. Esta decisión, resultado de presiones externas, plantea graves interrogantes sobre la libertad de expresión en las instituciones académicas en España.

La censura académica contribuye a la invisibilidad del sufrimiento palestino, impidiendo la obligada reflexión sobre el papel de las universidades en el fomento del debate crítico

Los actos de censura universitaria, alineados a tantos otros casos en universidades alemanas, británicas o estadounidenses, niegan la participación de académicos o rechazan la publicación de artículos que condenen el genocidio perpetrado por Israel. La censura académica contribuye a la invisibilidad del sufrimiento palestino, impidiendo la obligada reflexión sobre el papel de las universidades en el fomento del debate crítico.

La censura llega incluso hasta los aspectos más próximo en nuestro día a día, como los paisajes urbanos. En la localidad valenciana de Rocafort, la Policía Local ha notificado una sanción de 200 euros a siete personas que participaron en la creación de un mural de apoyo a Palestina en un paseo del municipio, conocido por albergar múltiples murales de libre expresión. Esta obra es la única, entre más de veinte existentes en el paseo, que ha sido interrumpida y denunciada por una infracción a la ordenanza de convivencia.

Buena parte de todos estos actos de censura vienen acompañados por acusaciones de un antisemitismo instrumentalizado. Sin embargo, la acusación por antisemitismo solo puede estar contenida dentro de una denuncia antirracista global. En el documento “En Defensa de Palestina. Argumentos para deshacer los mitos y falacias del sionismo” redactado por la Red Universitaria por Palestina, su epígrafe 10 “El antisionismo NO es antisemitismo SINO defensa de los Derechos Humanos”, se enuncia:

“Antisemitismo significa prejuicio u odio hacia los “semitas”, personas que hablan hebreo, árabe u otras lenguas antiguas del Mediterráneo oriental. El Estado sionista y sus cómplices ignoran deliberadamente que los palestinos también son semitas, señalando como antisemita todo gesto de apoyo a la causa palestina y toda denuncia de los crímenes del estado sionista.

En el plano ideológico, el sionismo es esencialmente antisemita. Considera infrahumanos a los palestinos ... Defienden la eliminación física de los palestinos y consideran enemigos a todos los países que les rodean. En la práctica, el sionismo no defiende al pueblo judío, sino que emplea un discurso supremacista y xenófobo, predicando su superioridad por encima de cualquier otro pueblo, para luego practicar múltiples discriminaciones sobre ‘según qué judíos’”.

La inacción de la comunidad internacional frente al genocidio, la complicidad de los países occidentales y la indiferencia de una parte de su población y sus instituciones ante la evidencia del sufrimiento de los palestinos agiliza y acelera el borrado de todo un pueblo. Cada día que pasa sin una respuesta efectiva y un compromiso serio para abordar las injusticias que enfrentan los palestinos, se perpetúa un ciclo de violencia y deshumanización que ahoga sus esperanzas, pero con ellas también se ahogan las nuestras. Como explica el historiador Ilan Pappé, “es preciso que se conecten las luchas que tenemos en nuestros propios países con las luchas en Palestina, porque están relacionadas, están vinculadas”.

La falta de acción desde Occidente no solo ignora el dolor inmediato de millones de personas, sino que también socava los principios de justicia y derechos humanos en el múltiple y complejo escenario local-global. El médico y escritor judío Gabor Maté, declara: “Una de las razones por las que creo que Occidente apoya a Israel tan vehementemente es porque supone una lección para el resto del mundo”.

La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino. El mismo pueblo que, sin embargo, continuará resistiendo a su vaciado, enfrentándose al abandono de un sistema occidental que solo sabe precipitarse al abismo de su propio vacío.

“Habéis vaciado de significado la palabra antisemitismo para silenciar la crítica a Israel”. Yuval Abraham, director judío israelí premiado en la Berlinale.

Palestina
Palestina Françoise Vergès: “La liberación de Palestina sería una verdadera sacudida para el mundo”
La politóloga antirracista Françoise Vergès radiografía el momento de quiebre en el que se encuentra el relato del excepcionalismo occidental que abandera Israel, y analiza los movimientos que le plantan cara desde las acampadas o el Sur global.



Durante la charla “LASER – Panorama cuántico. Arte, Ciencia y Tecnología en estado de superposición” impartida en el espacio de Las Naves en Valencia el 21 de septiembre de 2023, una asistente del público preguntó sobre una cuestión fundamental: “¿Podéis explicar qué es el vacío?” El equipo de dirección de LASER talk Valencia decidió diseñar, organizar y preparar una nueva actividad LASER para hablar sobre el vacío. El debate se diseñó bajo una perspectiva interdisciplinar, a través de una reflexión y un análisis del vacío social, humano y político que supone el genocidio al pueblo palestino y nuestra complicidad manifestada como silencio de gran parte de Occidente. En un reflejo de poder, el vacío se ejecutó como acto de censura por parte del equipo de gobierno de la Universidad Politécnica de Valencia, al decidir qué hablar de vacío y genocidio al pueblo Palestino no entraba en los planes de su equipo. El mismo equipo, unos meses antes, organizó otra actividad LASER bajo el contexto de la invasión rusa a Ucrania. Ante este acto de censura y de doble rasero, parte del equipo de coordinación decidió dimitir y abandonar la dirección del programa LASER talks. Este texto forma parte de una serie de artículos que pretenden hacer visibles las exposiciones, las ideas y los debates que se organizaron para la actividad LASER talk que finalmente fue censurada.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Córdoba
Genocidio en Palestina La UCO invita a un profesor de la Universidad de Tel Aviv, rompiendo los acuerdos de las acampadas
La Coordinadora Andalucía con Palestina denuncia el incumplimiento de los acuerdos de las universidades de Córdoba y Granada al invitar a un profesor sionista de la Universidad de Tel Aviv a un foro sobre radicalización
Genocidio
DÍA SIN COMPRAS Boicot a las empresas cómplices del genocidio de Gaza
Ecologistas en Acción quiere aprovechar el Día sin Compras para impulsar el boicot a las empresas cómplices del genocidio en Gaza.
gabrielfdpb
25/11/2024 12:53

El colegio alemán de Madrid sigue en silencio.

0
0
jramosp57
23/11/2024 11:09

Magnífico artículo, pero no comparto lo que se dice sobre el silencio. Para mí el silencio ha significado la anulación de lo humano, Hannah Arendt en su obra LA CONDICIÓN HUMANA, señala “es precisamente el discurso lo que hace del hombre un ser único”. Este artículo es un discurso, no es silencio.

0
0
guillermo.munoz
23/11/2024 11:23

Buenos días. Gracias por tus comentarios. Sí, tienes razón. En esa parte lo que tratábamos de señalar es que existen distintas formas de acallar y silenciar. La perdida de sentido ejercida a través de ruido, mentiras, bulos, ... es una forma de silenciar el pensamiento, que necesita otra forma de hacer discursos. Esa esa es otra forma "silencio" que nos afecta muy intensamente. Tenemos preparados otros textos que lo desarrollan más. Un saludo, gracias por la lectura y el comentario muy pertinente.

0
0
Violencia machista
25N Miles de personas secundan las marchas vespertinas del 25N
El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, llega este 2024 en medio de una intensa conversación en torno a las violencias sexuales.
Redes sociales
MeToo en Instagram “Anónimo, por favor”: escritoras, publicistas y actrices pasan del testimonio en redes a la organización
Varias cuentas de Instagram publican testimonios que dibujan una escena de abuso de poder y violencia sexual normalizada en las artes escénicas, la música o la publicidad. Sus impulsoras se organizan para transformar la realidad.
Migración
Migraciones Nuevo reglamento de extranjería: una lectura entre las líneas triunfalistas del gobierno
El nuevo reglamento de la ley de extranjería se anunció como un gran avance para los derechos de las personas migrantes. Son múltiples las voces que apuntan a los límites de una normativa que sigue dejando a miles de personas desprotegidas.
Culturas
Servando Rocha “La modernidad de Madrid está edificada con la sangre de la gente”
En su nuevo artefacto, situado entre la literatura y la investigación histórica, Servando Rocha cartografía espacios de Madrid donde se registraron experiencias insólitas que han permanecido en el olvido durante mucho tiempo.
Baleares
Crisis climática y urbanismo El Parlament balear aprueba legalizar las construcciones en áreas inundables
Partido Popular y Vox aprueban la norma que permite legalizar las construcciones en áreas de riesgo y el Govern plantea autoenmendarse, más adelante, para prohibir nuevas viviendas.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Dana
Medio ambiente y violencia machista Luchar contra la violencia de género; un pilar de la responsabilidad ambiental
La violencia de género y la crisis medioambiental atraviesan nuestras estructuras y se refuerzan mutuamente, creando un círculo vicioso que agrava las vulnerabilidades específicas de las mujeres frente a los desastres naturales como el de Valencia.
Opinión
Medio ambiente No solo de renovables va la transición ecosocial
Una visión crítica con el despliegue masivo, empresarial y especulativo de las renovables industriales que hoy es hegemónico en la península ibérica.
Violencia machista
25 de noviembre Un 25N con las kellys y las empleadas de hogar
El 25N también se denuncian otras violencias que no copan titulares: las que reciben los cuerpos de las mujeres en trabajos esenciales como los cuidados de personas y el trabajo doméstico así como las duras tareas que realizan las camareras de piso
Córdoba
Genocidio en Palestina La UCO invita a un profesor de la Universidad de Tel Aviv, rompiendo los acuerdos de las acampadas
La Coordinadora Andalucía con Palestina denuncia el incumplimiento de los acuerdos de las universidades de Córdoba y Granada al invitar a un profesor sionista de la Universidad de Tel Aviv a un foro sobre radicalización
Más noticias
Centros sociales
Centros sociales La Policía Nacional desaloja sin orden judicial el CSO La Atalaya
Una veintena de furgones policiales desaloja la sede del centro social ocupado en Vallecas que llevaba diez años siendo un punto neurálgico de cientos de colectivos sociales de todo Madrid.
Opinión
TRABAJO SEXUAL El estudio de Igualdad sobre trata alienta el control y el estigma hacia las trabajadoras sexuales
Es necesario reflexionar sobre los mecanismos de control social de corte patriarcal y racista que oprimen a las trabajadoras sexuales. Un feminismo plural debería sentirse interpelado a reconocer el nefasto impacto de estudios faltos de rigor.
València
dana No es el negacionismo, es el negocio
En el contexto de catástrofes como las inundaciones en la provincia de València, una parte del foco político, social y mediático progresista se sitúa sobre el negacionismo climático.
Medio rural
Juventud y ruralidad Una encuesta revela la conexión entre ecología y bienestar mental
La iniciativa de los jóvenes del Colectivo Dispares ofrece una valiosa perspectiva sobre cómo en los entornos rurales se entiende la conexión entre salud ambiental y salud mental, ayudando a romper prejuicios y estereotipos sobre los más jóvenes.

Recomendadas

Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
La justicia española ha entrado en un callejón peligroso. Desde hace años, el Poder Judicial se ha mostrado escorado a la derecha y más como un problema para la resolución de cuestiones cruciales para el Estado.
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
El historiador e investigador argentino especializado en la relación entre Estados Unidos y América Latina, analiza el triunfo electoral de Donald Trump y el impacto que tendrá en una región que Washington sigue considerando su “patio trasero”.