País Vasco
La Universidad de Deusto despide a un profesor por su perfil anticapitalista

Cuando en agosto de 2020 Adrián Almazán firmó su contrato como profesor ayudante doctor en la Universidad de Deusto (Bilbao), explica que le dijeron: “Contigo vamos a correr el riesgo”. Un año después, la universidad privada de Bilbao extinguió su contrato. La primera semana de octubre tuvo lugar la mediación laboral, en la que el centro privado reconoció que se trataba de un despido improcedente, asegura Almazán. La universidad ha preferido no hacer declaraciones.
El sindicato Steilas, el mayoritario entre la educación pública en el País Vasco, respalda a Almazán en un comunicado en el que señala que la decisión de la Universidad de Deusto “atenta directamente contra la libertad de pensamiento, cátedra e investigación”. Un total de 375 docentes e investigadores han firmado anónimamente un manifiesto en solidaridad con el profesor despedido. Hay trabajadores de todos los centros públicos del Estado, también profesorado que trabaja en Francia y Colombia. Entre las personas que ofrecen públicamente su nombre destacan Carlos Taibo, Yayo Herrero, Jorge Riechmann, Santiago Alba-Rico y Arturo Escobar. Se han adherido asociaciones feministas y ecologistas, como Ecologistas en Acción, y sindicalistas de todos las centrales vascas.
Un total de 375 docentes e investigadores han firmado un manifiesto en solidaridad del profesor despedido, como Carlos Taibo, Yayo Herrero, Jorge Riechmann, Santiago Alba-Rico y Arturo Escobar
Almazán impartía asignaturas que versaban sobre ética ecológica y filosofía de la tecnología, desde una postura crítica con la equidistancia, que él mismo define como anticapitalista. A lo largo del pasado curso considera que se visibilizaron dos conflictos.
La facultad de Ingeniería desarrolla inteligencia artificial y ha obtenido un proyecto de envergadura con fondos europeos. La Universidad de Deusto organizó unas jornadas sobre inteligencia artificial introducida a procesos sociales, como algoritmos para determinar ayudas sociales. Almazán se opone a la entrada de estos algoritmos en base a sus investigaciones previas y así lo trasladó a la organización del encuentro. “Fui tachado casi de integrista y me dijeron que estaba fuera del debate académico, cuando la oposición es una postura en cualquier debate. Determinaron que era mejor que no fuera a las jornadas”, explica.
Relaciona el segundo conflicto con una investigación que le propuso redactar un profesor situado por encima de él en la escala jerárquica universitaria. Almazán consideró que la noción de desarrollo sostenible era abordada de una forma “casi caduca”, por lo que trasladó como posible solución escribir su parte del texto —una revisión bibliográfica—, pero no firmarlo. La Universidad de Deusto mantiene convenios con fundaciones de minerías que practican extractivismo, para las cuales el concepto de desarrollo sostenible puede ser una vía, al menos lingüística, para justificar la explotación de grandes volúmenes de recursos naturales.
“Es un centro que mantiene una dependencia con la clase empresarial vasca, por lo que no se puede permitir veleidades capitalistas, por lo que yo era un elemento de ruido”, sostiene el profesor despedido
Élite empresarial
La Universidad de Deusto es ampliamente conocida y valorada por la sociedad vasca. Es el centro privado más antiguo del Estado y sigue estando afiliado a la religión católica. Popularmente se la conoce por dar enseñanza a estudiantes de la élite empresarial y política de la Comunidad Autónoma del País Vasco, aunque cada vez acoge a más estudiantado internacional a través de sus enseñanzas impartidas en inglés.
“Es un centro que mantiene una dependencia con la clase empresarial vasca, por lo que no se puede permitir veleidades capitalistas, por lo que yo era un elemento de ruido”, sostiene el profesor despedido, quien no duda en afirmar que regresaría a su puesto de trabajo si la universidad le readmitiera. “Conocía el perfil de la universidad, pero era notable el encaje del perfil de la plaza conmigo”, indica.
Adrián Almazán superó un proceso de selección que duró más de dos meses. Era su primer contrato en un centro privado y se mudó de Madrid a Bilbao para ejercer la docencia y la investigación en el Centro de Ética Aplicada de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto. Durante el curso, por su labor investigadora recibió la máxima distinción, un excelente.
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