Cuidados
No es país para viejas... ni para cojos, ni para locas

Algunas notas sobre la urgencia de apostar por una sociedad capacitada para atender la vulnerabilidad de nuestros cuerpos, de nuestras vidas.

Participan en la Fundación de los Comunes
19 may 2020 14:34

Viejos, cojas y locos en tiempos de pandemia

Mucho se ha escrito ya, aunque nunca lo suficiente, señalando el callejón sin salida que ha significado para tantos haber tenido que enfrentar el nuevo virus en unas residencias gravemente amputadas por más de una década de recortes y privatizaciones: ratios imposibles de gestionar, precarización absoluta de las trabajadoras, carencias sangrantes en equipamientos. En definitiva, unas condiciones materiales incompatibles con la presunta vocación de cualquier residencia: prestar una atención de calidad a nuestros mayores. ¿Razón? Una vez más, la vida convertida en nicho de negocio, la vulnerabilidad transformada en “mercado de la dependencia”. Cuando el propósito de las residencias deja de ser acompañar a quienes dedicaron una vida entera a enriquecer lo social para convertirse en “Aparcamientos de ancianos S.A.”, para vergüenza y beneficio de un puñado de ricachones —que no se verán obligados a envejecer en ellas—, los resultados son escalofriantes: la mitad de los fallecimientos por Covid19 han tenido lugar en residencias.

Pero las residencias no son espacios exclusivamente destinados a personas ancianas. También han sido la “solución” institucionalmente desplegada para atender a personas con diversidad funcional. Las denuncias de desabastecimiento, falta de personal y desatención al cuidado digno y al respeto de los derechos humanos de las usuarias de estas residencias han sido, asimismo, numerosas. Basta escuchar esta entrevista realizada a la gerente de la Fundación Lesionado Medular o leer las declaraciones del presidente de Asproface —una asociación de atención a personas afectadas de parálisis cerebral— para hacerse una idea de la situación. Los hospitales psiquiátricos también pueden llegar a convertirse en espacios de “Confinamiento en el confinamiento”, como relata lúcida y preciosamente A.S.

Cuando se habla de “mercado de la dependencia” no solo se alude a las personas de la tercera edad, sino también a aquellas con diversidad funcional o mental

Porque cuando se habla de “mercado de la dependencia” no solo se alude a las personas de la tercera edad, sino también a aquellas con diversidad funcional o mental. Esto es, a las personas mal llamadas “discapacitadas”. A esas supuestas “Otras” a las que la Sociedad española de medicina intensiva, crítica y unidades coronarias (SEMICYUC) no considera prioritarias en un protocolo de selección para el ingreso en las UCI que roza peligrosamente los discursos eugenésicos. Así se expresa en sus RECOMENDACIONES ÉTICAS: “ante dos pacientes similares, se debe priorizar a la persona con más años de vida ajustados a la calidad. En personas mayores, se debe tener en cuenta la supervivencia libre de discapacidad por encima de la supervivencia aislada. Valorar cuidadosamente el beneficio de ingreso de pacientes con una expectativa de vida inferior a 2 años. Tener en cuenta el valor social de la persona enferma […]. Cualquier paciente con deterioro cognitivo, por demencia u otras enfermedades degenerativas, no sería subsidiario de ventilación mecánica invasiva”.

Al leer esto, ¿cómo debería reaccionar cualquier persona que o bien sea mayor o bien deduzca, dada su experiencia de vida, su más que probable inclusión en el grupo de los poco valorados socialmente o deteriorados cognitivamente? ¿Cómo debería sentirse cualquier persona que ama a alguno de esos seres no-priorizables? ¿Demagogia? Concedamos. Efectivamente, siempre cabe pensar que, si no hay para todos, estamos obligadas a elegir quién se salvará y quién no en el bote salvavidas de un transatlántico al borde del naufragio. Una vez hecha la concesión, atendamos a otras declinaciones posibles del mismo problema. La primera, ¿de dónde procede esa escasez, ese “no hay para todos”? Esto (cabría alegar de nuevo) si bien importante, no vendría tampoco al caso cuando un barco se hunde y es preciso actuar inmediatamente. Concedamos, por segunda vez, aunque no sin objetar lo siguiente: ¿por qué esa selección de la especie en el proceso de decisión? ¿Por que no, por ejemplo, “el primero en llegar es el primero en recibir asistencia”? Por una cuestión de “justicia distibutiva”, aclara, sin pudor, el texto de la SEMICYUC. Concederíamos por tercera vez si esto de la “justicia distributiva” se ciñera a priorizar el ingreso en la UCI y el acceso a ventilación mecánica para las personas a las que ambas actuaciones proporcionaran más beneficio que daño. Estaríamos dispuesta a aceptar, por lo tanto, la infracción al orden de llegada por la anterior razón fisiológica. Pero ¿cómo admitir la discriminación a la “dependencia” o a las personas con enfermedades degenerativas? ¿Cómo consentir al criterio de “valor social”?

Escribe Nuria Alabao que “lo que las residencias nos dicen de nuestra forma de organización social es que desprecia la vida, que la lógica del beneficio es contraria a su preservación”. Totalmente cierto. Pero cabría añadir un matiz: no todas las vidas se desprecian o, en otras palabras, unas vidas se aprecian más que otras. ¿De qué depende?

Estamos locos y sabemos lo que queremos
Orgullo loco 2019 Camisetas Santi Ochoa


La trampa del capacitismo

Depende de una trampa llamada capacitismo. Una perversa y bastante invisibilizada relación de poder —una más— que separa y jerarquiza a las personas socialmente estimadas como capaces de las consideradas discapaces. Las jerarquías, así como las discriminaciones y vulneraciones de derechos a las que van asociadas, varían de una época a otra y dependen de geografías y culturas. Por centrarnos solo en lo que nos toca a quienes vivimos en sociedades definidas como occidentales, de economía neoliberal y democracia parlamentaria, la persona considerada “capaz” se erige en vara de medir de la capacidad general. Aterricemos el concepto. Una persona capacitada sería, por ejemplo, aquella que puede conducir un coche. Una persona discapacitada sería esa misma conductora si, tras haber sufrido un accidente en carretera, tuviera que desplazarse en silla de ruedas. Una persona capacitada sería, por ejemplo, una persona con empleo que contribuye con sus impuestos al sostén de las instituciones del bienestar —o lo que queda de ellas—. Una persona discapacitada sería esa misma persona, pero una vez jubilada y cuando, por efecto de la edad, comenzara a moverse más lento o a perder la memoria. Una persona capacitada sería, por ejemplo, una persona cuya neurosis le permite adecuarse a una sociedad tan competitiva como la nuestra. Una persona discapacitada sería esa misma persona si, tras haber sufrido un golpe fuerte en su vida, se viera afectada por una depresión.

Cuando se habla de discapacidad se habla, entonces, de cada una de nosotras, de la vulnerabilidad que nos constituye

Cuando se habla de discapacidad se habla, entonces, de cada una de nosotras, de la vulnerabilidad que nos constituye y que, de un día para otro, es susceptible de transformarnos, a ojo de rasero capacitista, de las personas válidas para las cuales la sociedad parecía estar hecha en unos inútiles minusválidos a los que juntar, invisibilizar, apartar y encerrar. Por ejemplo, en residencias u hospitales psiquátricos.

Esta es la cuestión: cuando tenemos una necesidad de acompañamiento puntual o crónico para la realización de las tareas ordinarias de nuestra vida cotidiana, ¿podemos acceder a alguna forma de atención que no sea un encierro institucionalizado? O, caso de optar por una opción residencial, ¿cabe imaginar establecimientos que no obliguen a sus usuarias a renunciar a una habitación propia (autonomía, privacidad, vida activa y relaciones sociales más allá de los muros residenciales)?


Horizontes de autonomía desde la interdependencia

Respecto a la crítica de los regímenes residenciales u hospitalarios es preciso hacer hincapié, a fin de evitar cualquier malinterpretación de la misma como juicio moral, en que no se trata en modo alguno de condenar a familiares o allegadas por haber encontrado en estos establecimientos la mejor o única manera de atender a sus personas queridas. Sí apostamos, no obstante, por reorientar imaginaciones y miradas hacia modelos que, tratando de responder a esas necesidades específicas de acompañamiento no incurran en regímenes de encierro o, incluso, de tortura. Modelos que partan de la interdependencia constitutiva de las sociedades humanas para apostar tenazmente por la necesidad de autonomía de los proyectos de vida.


Existen, en este sentido, muchas propuestas y experiencias inspiradoras.

En el caso de “los viejos”, el modelo de viviendas colaborativas de personas mayores ofrece, sin duda, un horizonte de comunidad y cooperación activa más que atractivo. Se trata de modelos autogestionados y, por lo tanto, no accesibles desde el punto de vista de los recursos propios, para la mayor parte de la población. Pero su enfoque de vida comunitaria, su respeto a la autonomía, su apuesta por la cooperación y la centralidad asignada a los vínculos, tanto entre la propia comunidad como con su entorno circundante, debería ser, desde nuestro punto de vista, el horizonte desde el que se diseñar todas las residencias públicas.

En relación a “las cojas”, el Foro de Vida Independiente y Divertad lleva peleando desde hace décadas por extender el modelo de la asistencia personal (AP), esto es, por sustituir el destino inexorable para muchas personas con diversidad funcional de terminar confinadas en residencias, por un proyecto de vida autónoma hecho posible mediante el acompañamiento contratado de asistentes personales (AP). El mismo término “diversidad funcional” fue acuñado por las personas fundadoras del Foro de Vida Independiente (entre ellas, Javier Romañach Cabrero), para señalar el sesgo capacitista y discriminatorio de palabras como “minusválidos” o “discapacitados” y su incuestionable influencia en la perspectiva que determina las políticas públicas en el sector de los cuidados.

Parece urgente apostar por una sociedad realmente capacitada para acoger la diversidad, así como para atender la vulnerabilidad de nuestras vidas

Respecto de “las locas”, por último, en la estela de la lejana pero muy presente influencia de la crítica de las instituciones psiquiátricas de la década de 1970, el siglo XXI ha venido acompañado de iniciativas activistas muy potentes. Discursos y prácticas que ponen en el centro la crítica a los abusos de poder y la falta de respeto por los derechos humanos en las instituciones psiquiátricas, las consecuencias de la estigmatización de la locura o el origen social —desigualdades y precarización existencial galopantes en la vorágine neoliberal— de buena parte de los malestares mentales. Iniciativas que hacen principal hincapié en la necesidad absoluta de que las personas con diversidad mental sean escuchadas, pues nadie conoce mejor que ellas mismas lo que les sucede y lo que necesitan tanto para aliviar su sufrimiento, como para alcanzar mayores cotas de bienestar y autonomía. En este sentido, colectivos como Flipas-GAM, la Colectiva, Los cuidados o Inspiradas llevan tiempo señalando y experimentando caminos de transformación de la concepción dominante y del actual modelo de salud mental.

Desde el tremendo impacto de la Covid19 en las condiciones de vida y muerte de las personas, parece urgente apostar por una sociedad realmente capacitada para acoger la diversidad, así como para atender la vulnerabilidad de nuestras vidas, de nuestros cuerpos. Acordar, de entrada, a la hora de abordar estos asuntos esenciales, que todas, todos, todes tenemos el mismo “valor social”. En otras palabras, que todas las vidas importan lo mismo.



Sobre o blog
Palabras en movimiento es el espacio en el que, desde la Fundación de los Comunes, queremos poner en común y, sobre todo, en discusión, análisis críticos con respecto a la realidad que nos rodea.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cuidados
Permisos de nacimiento Victoria para las familias monomarentales: no ampliar los permisos las discrimina, dice el Constitucional
El Tribunal Constitucional responde a una cuestión de inconstitucionalidad presentada por el Tribunal Superior de Catalunya y declara discriminatorio que las madres biológicas de familias monoparentales no puedan ampliar su permiso por nacimiento
El Salto Radio
El Salto Radio Semana de las Economías Transformadoras
Entre el 7 y el 9 de octubre de 2024 se celebró en Huelva la I Semana de las Economías Transformadoras. Hacemos en Señales de Humo un resumen de las propuestas que se presentaron con ocasión de estas.
#63542
18/6/2020 15:54

Sociedad: grupo de animales (i)racionales y (inter)dependientes. Gran artículo

0
0
Sobre o blog
Palabras en movimiento es el espacio en el que, desde la Fundación de los Comunes, queremos poner en común y, sobre todo, en discusión, análisis críticos con respecto a la realidad que nos rodea.
Ver todas as entradas
Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
La justicia española ha entrado en un callejón peligroso. Desde hace años, el Poder Judicial se ha mostrado escorado a la derecha y más como un problema para la resolución de cuestiones cruciales para el Estado.
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
La vida y ya
La vida y ya Huipil
Han escrito un libro que se titula 'Nuestros tejidos son los libros que la colonia no pudo quemar'. No hay lugar para las dudas sobre lo que te vas a encontrar al leerlo.
València
Dana La Diputación de València adjudica a dedo otros 735.000 euros a una empresa de Gürtel para obras de la dana
El gobierno del Partido Popular contrata por el procedimiento de emergencia a CHM Obras e Infraestructuras, que tienen detrás a los hermanos Martínez Berna, condenados en el marco del 'caso Gürtel' a un año y nueve meses de prisión.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Vacío y censura en el colonialismo del interior
VV.AA.
La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.
Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Más noticias
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
El capitalismo de licitación, o capitalismo licitador, es el modelo económico que mejor define las prácticas que los diferentes gobiernos del PP valenciano han llevado a cabo a lo largo de la historia.
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.

Recomendadas

Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.
Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.