Palestina
Más de 50.000 personas recorren el centro de Madrid

Antes de que dieran las 12:00 y la marcha comenzara a andar, un tapón en la Cuesta de Moyano, escenario donde arrancaban diferentes bloques, presagiaba una manifestación concurrida. Más de 50.000 personas, según los cálculos de la organización, han discurrido este mediodía entre Atocha y Cibeles en la ciudad de Madrid para apoyar al pueblo palestino. Desde la cabecera a la cola de la protesta, los manifestaciones han ocupado todo el tramo destinado a la movilización, utilizando uno de los carriles del Paseo del Prado.

A la acción se han unido personas a título individual y se han podido ver a distintas representantes de la política, como Ione Belarra, Isa Serra, Manuela Bergerot o Miguel Urbán, del movimiento sindical (CC OO, CGT, CNT), asociaciones memorialistas, sindicato de estudiantes, además de feministas, antimilitaristas, comunistas y animalistas, comandadas por movimientos como el BDS.

Entre las demandas de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina, plataforma que ha organizado la convocatoria, figura reclamar al Gobierno español, formado por PSOE y Sumar, que deje de vender armas y tecnología militar a Israel. Así, se han escuchado muchos cánticos que vinculan la responsabilidad de Europa y del gobierno con la masacre, debida a su inacción.

En la lectura del manifiesto, la organización ha recordado el ejemplo que ha dado Sudáfrica, cuando el pasado 29 de diciembre presentó la denuncia contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia e informan de que más de 375 organizaciones de todo el Estado han lanzado una petición para que el Gobierno español proceda al embargo del comercio de armas con Israel. “Comprar armas a Israel es comprar injusticia, represión. Deberíamos rechazar su compra porque termina atentando contra los derechos humanos, sociales y políticos”, han añadido. Mientras, los manifestantes no paraban de llegar a Cibeles, punto final de la manifestación.

La marcha en defensa del pueblo palestino en Madrid ha acabado con un emotivo minuto de silencio, antes de la actuación de la Solfónica.