Mercado de la Abacería Central | Barcelona
Estructura del mercado de la Abacería Central de Barcelona Massimo Paolini

Urbanismo
Las oportunidades (perdidas) del mercado: anacronismos contra el bien común

La reforma de un mercado de Barcelona evidencia el desfase entre los proyectos realizados y las verdaderas necesidades de la ciudad. El proyecto promueve dos elementos clave de la ciudad neoliberal, el aparcamiento y el supermercado, que se oponen a las exigencias tanto sociales como medioambientales de una ciudad basada en el bien común.
8 feb 2024 08:00

Si tuviéramos que elegir dos elementos de la ciudad cuya eliminación mejoraría la calidad de vida de las personas, una opción, entre las muchas combinaciones posibles, podría ser el siguiente binomio: el aparcamiento y el supermercado.

Aparcamiento y supermercado son dos fundamentos de la ciudad neoliberal que conforman nuestra mente como un molde invisible e inflexible y contribuyen de forma sustancial a obstaculizar la realización de una vida plena tanto a escala urbana como a nivel global: lo visible (cercano) y lo invisible (lejano). La presencia del automóvil privado en la ciudad afecta a la calidad de vida de las personas de una forma tan profunda y generalizada que nos hemos vuelto inconscientes de sus efectos. Y el aparcamiento es el lugar que legitima la presencia del automóvil en la ciudad. Aún más invisibilizados son los elementos que el supermercado legitima: un modelo económico jerárquico, la concentración de poder, unas cadenas de producción largas y anónimas, el fomento de la agricultura industrial, la destrucción medioambiental.

Aparcamiento y supermercado son dos fundamentos de la ciudad neoliberal que conforman nuestra mente como un molde invisible e inflexible
Estructura del mercado de la Abacería Central, Barcelona | Massimo Paolini
La desaparición de estos dos lugares sería sin duda alguna beneficiosa para los habitantes de una ciudad basada en las necesidades reales de las personas, cuya satisfacción conduce a una vida plena, simple y en armonía con la naturaleza: una ciudad convivial. El caso en cuestión: Barcelona, barrio de Gracia, mercado de la Abacería Central. Es uno de los dos mercados de la Vila de Gracia el corazón del barrio— junto con el de la Libertad, y una de las estructuras de Barcelona que aún no ha sido re-formada. La nueva forma que se ha dado a muchos de los demás edificios se amolda a un molde conocido. El esquema es sencillo: se desmonta por completo la estructura histórica y se vuelve a montarla (o a construir una réplica, perdiendo la estructura originaria, como en el caso de la Abacería Central) alrededor de un nuevo centro. En realidad se trata de un centro geminado, un parto de mellizos, fruto del útero neoliberal: el supermercado y el aparcamiento son sus elementos constituyentes. Dos óvulos procedente de la misma madre. Uno acompaña al otro, hermanos interdependientes, conformando mente y hábitos de los ciudadanos, amoldándolos al útero (y al cerebro) neoliberal. Ambos lugares están unidos mediante un hilo (in)visible, un cordón umbilical, con tierras y manos lejanas, apartadas de la vista para alejarlas de la consciencia y permitir el expolio, en una relación íntima e íntimamente destructiva.
Ambos lugares están unidos mediante un hilo (in)visible, un cordón umbilical, con tierras y manos lejanas, apartadas de la vista para alejarlas de la consciencia

El supermercado se une con los lugares invisibles (objeto de ceguera voluntaria) de la agricultura industrial, donde manos anónimas de personas sin poder nos ofrecen productos contaminados recibiendo a cambio la supervivencia. La violencia (in)visible conforma el genotipo neoliberal. El aparcamiento se relaciona con los lugares de extracción de los combustibles fósiles y los minerales necesarios para fabricar automóviles, baterías, asfalto, etc. Manos desnudas, naturaleza devorada. La destrucción (in)visible como elemento del fenotipo neoliberal.

El supermercado y el aparcamiento son mucho más que edificios de la ciudad, debido a que su influencia se proyecta sobre territorios muy extensos

Los dos lugares en cuestión legitiman la existencia de otros lugares, lejanos, proyecciones amplificadas de los primeros, fundamentados en la explotación de personas y naturaleza. El supermercado y el aparcamiento son mucho más que edificios de la ciudad, debido a que su influencia se proyecta sobre territorios muy extensos, más allá de lo visible, difuminándose en una dimensión que requiere conocimiento abstracto para ser comprendida en su complejidad.

Como escribimos hace tiempo, es importante “intentar ver, conocer lo que se ha vuelto invisible: éste es el camino arduo, un ejercicio acrobático para entender la abstracción de nuestra economía y convertirla en una economía concreta, para unir las cosas con las manos, los rostros, los materiales, el tiempo, los elementos naturales que las han producido, para entender la ciudad del mercado, vacía, y convertirla en una ciudad para la vida en sus múltiples formas y maneras de vivirla”. La ciudad convivial, lugar para vivir una vida plena.