Redes sociales
Sobre la cultura de la cancelación

De ser una herramienta para señalar en público, a través de las redes sociales, a quienes habían observado comportamientos dudosos y merecedores de reproche, la cancelación ha derivado en una práctica arriesgada que suscita controversia.

15 jul 2020 06:00

Hace tiempo que se viene utilizando la expresión. “Estar cancelado” es una expresión de origen estadounidense en la que, simbólicamente —como si fuera un objeto o una serie de televisión—, alguien puede estar acabado, terminarse.

Su definición top en Urban Dictionary —el diccionario de términos nuevos más importante de las últimas décadas— es esta: “El deseo de cancelar a alguien o a una comunidad de personas desde las redes sociales”. 

En un principio representaba simplemente que esa persona en concreto ya no contaba con el apoyo en la escala pública de las redes sociales, y por ende el apoyo de la sociedad. Las perniciosas acciones del cancelado (los abusos destapados por el movimiento MeToo, por poner un ejemplo) le llevan a este final. La decisión de la cancelación, por supuesto, pertenece a las personas que le cancelan y no a la propia persona cancelada que, de repente, encuentra que está de facto finiquitada del espacio social.

Con la novedad, el concepto parecía carecer de importancia y se obviaban sus riesgos. Hasta resultaba divertido decir “cancelado”. Pero, sobre todo, era necesario. Se había convivido, hasta entonces, con abusos simplemente soslayados y no condenados por unanimidad. Las víctimas de estos abusos se sentían indefensas. Además, había implícito en el término esa gracia tan millennial de autodesprecio, distanciamiento e ironía que nos permite vivir la actualidad sin caer en la desesperación y al mismo tiempo permitía manifestar nuestra discrepancia. 

Como apunta la socióloga Laura Márquez Bono, “ahora millones de usuarios y usuarias a nivel mundial pueden manifestar su posicionamiento contra titanes del mundo editorial o cinematográfico, instituciones de una cultura pop que nos ha bombardeado durante las últimas décadas, imposibilitando cualquier tipo de feedback, obligándonos a consumir sin cuestionar aquello que nos ofrecían”. 

“Cancelado” pasó a ser una palabra más en nuestro vocabulario y una herramienta hasta cierto punto útil, destinada a clasificar aquellos individuos que eran de facto un peligro para los demás

Normalmente, los cancelados lo eran por no ser precisamente buenas personas y había pruebas fehacientes de ello, así que “cancelado” pasó a ser una palabra más en nuestro vocabulario y una herramienta hasta cierto punto útil, destinada a clasificar aquellos individuos que eran de facto un peligro para los demás o podían ser dañinos para el conjunto de la sociedad.

Como señala Márquez Bono, “sería interesante destacar que, aparte de esos argumentos que presentan la cultura de la cancelación únicamente como una tendencia global que evita la reflexión y el diálogo a favor de una suerte de ciberbullying, también representa una oportunidad para que los discursos que devienen de los grupos sociales minorizados sean escuchados en el espacio público online. Con esto hago referencia a casos como el de las declaraciones tránsfobas de JK Rowling, el movimiento #MeToo o la transformación que se ha venido dando en la imagen de campañas publicitarias de moda como la de Calvin Klein, marca que en la actualidad apuesta por hacer de una mujer trans y racializada su estandarte”. 

Sin embargo, después de unos meses la tendencia a utilizar la palabra “cancelación” parece haberse enturbiado.

Recientemente, hemos observado la velocidad con la que la sentencia aparecía, la mayoría de los casos no sin razones, ya que el comportamiento de la persona o las personas en concreto era deplorable o, en el peor de los casos, la persona pensada como decente se destapaba como alguien despreciable moralmente. Abusadores, estafadores de todo tipo, explotadores incluso de sus propios colegas —como el caso del YouTuber Forfast, que mantenia a amigos suyos con sueldos miserables en la nómina de su empresa—, se merecían la repulsa y el rapapolvo en público.

“No debemos olvidarnos de que quienes tienen actitudes deplorables no son simplemente malas personas. Son actitudes que están dentro de un sistema sociocultural que les permite tener estas actitudes. Si se cancela de forma individual pero no se actúa desde la política nos quedamos en las mismas”, comenta la socióloga Ángela Cantalejo. 

También se ha observado cómo las personas “canceladas” a menudo se refugiaban en el propio concepto de cancelación, que de tan drástico como sonaba podía “arruinarles la vida” y con esa excusa la dinámica cambiaba a un victimismo por parte de quien ha abusado de los demás sin ningún tipo de vergüenza, impulsado por el dramatismo excesivo y la violencia que lleva implícito el acto de cancelar.

Sobre este cambio de papeles ya avisó la periodista Sarah Hagi en un artículo en Time en noviembre del año pasado: “El problema de la conversación que mantenemos sobre la cultura de la cancelación es que simplifica demasiado. El término se utiliza en tantos contextos que ha llegado a convertirse en una palabra sin significado, y excluye los matices de la conversación sobre el daño concreto y sobre aquellos que deberían rendir cuentas por ese daño”.

Cancelar se opone a toda réplica

Quien ha sido anteriormente ensalzado como un remedo de héroe o persona a seguir, un líder, goals, se vuelve alguien a quien vapulear hasta el hundimiento de su figura pública. Cancelar, pues, deshumaniza y simplifica el debate; de alguna manera los reproches totalmente justificables que puedan hacerse a la persona o personas quedan ocultos tras el velo del espectáculo. 

Por ello, añade Márquez Bono, “se necesita de una base reflexiva y comprometida que nos permita generar transformaciones realmente profundas en las dinámicas que nos encorsetan. Quizá haya que ir más allá de la propia terminología. ‘Cancelación’, un concepto negativo e, incluso, sensacionalista, como si del ‘histerismo’ victoriano se tratase al relacionar la protesta a través de medios online con una furia descontrolada y sin legitimidad alguna”.

En las redes sociales, donde todos somos una representación de nosotros mismos, y en cierta manera un objeto de espectáculo que genera datos y capital a las empresas que lo gestionan (Facebook, Twitter, Instagram, YouTube  y más recientemente tik tok o Twitch), estamos acostumbrados a desenvolvernos en este show diario en el que, como decía la usuaria @maplecocaine en este tuit, “cada día en Twitter hay un protagonista, el objetivo es no serlo nunca”:


 Ángela Cantalejo apunta que “las redes son un espacio en que las personas implicadas crean personajes para agilizar la comunicación, afianzar su imagen en comparación a la de los demás y desarrollar a través de esta un discurso definido. En definitiva, se aplica la lógica de la creación de marca basada en un elemento diferenciador —aquello que nos haría únicos entre millones— así que no es de extrañar que aparezcan los mismos mecanismos que se utilizan para el boicot de una marca”. 

Las dicotomías que a menudo se fomentan en este juego —y este lenguaje en redes— no ayudan al diálogo, sino que polarizan y convierten el pensamiento en un refuerzo de la propia personalidad.

Los abusos completamente injustificables de los cancelados quedan desdibujados por la insistencia del personaje en el juego del ganador y del perdedor.

La cultura del ganador vs perdedor impuesta por la sociedad y el capitalismo como epítome de la meritocracia nos condena a ser o uno u lo otro cayendo con cada vez menos acierto en una categoría o la otra, condenándonos a un régimen en el que no hay lugar para la escala de grises

Por todo ello, la cultura del ganador vs perdedor impuesta por la sociedad y el capitalismo como epítome de la meritocracia nos condena a ser o uno u lo otro cayendo con cada vez menos acierto en una categoría o la otra, condenándonos a un régimen en el que no hay lugar para la escala de grises, y difuminando así las consecuencias de esta clasificación —qué significa ser ganador, habría que preguntarse y revisar entonces nuestra forma de narrarnos en lo digital, en lo público—: cómo se llega a ser ganador y cómo se llega a ser un perdedor, un apestado, un cancelado.

“Es el deber de todos procurar que el espacio de debate que se ha creado no se banalice y se convierta en otra forma más de consumismo”, añade Ángela Cantalejo. Se trataría, pues, de un deber comunitario que, como concluye Laura Márquez Bono, “nos debería permitir repensar lo que esta cultura nos ofrece de entre la maraña de hate que invisibilizan sus potencialidades: nuevas formas de tejer una identidad de grupo que parta de un paradigma social, político, económico y cultural radicalmente distinto, y el poder de construir, desde lo colectivo y a golpe de clic, una sociedad sin ídolos”.

Arquivado en: Redes sociales
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Elon Musk
Elon Musk Tesla Takedown, el movimiento contra Elon Musk que ya ha conseguido golpear al magnate
Protestas frente a concesionarios, venta de acciones y otro tipo de acciones se organizan por todo el planeta desde hace una semana. Las acciones de Tesla caen un 8% en una mañana.
Redes sociales
Gobernanza en la red ¿Pueden realmente ser transformadoras las redes sociales (digitales)?
El control de las redes sociales por parte de multinacionales las ha hecho derivar en espacios no afines con la transformación ecosocial. ¿Hay algún reducto que resista?
Editorial
Editorial O Salto deixa de publicar en X
A asemblea deste proxecto informativo decidiu conxelar as súas publicacións na rede social propiedade de Elon Musk.
#65378
16/7/2020 18:13

La vieja cultura humana del linchamiento. Donde un juicio sin pruebas ni derecho a defensa te puede condenar por un simple error y donde nadie se sentirá culpable, porque "solo hice lo que los demas". Esta cultura de la "cancelación" es la de los borregos que se sienten agusto por hacer lo mismo que el rebaño sin cuestionarse nada y sin conciencia propia.

6
0
#65269
15/7/2020 13:07

De que forma tan "disimulada" nos han introducido un "microchip" (esto era ciencia ficción hace un cuarto de siglo) prácticamente sin rechistar: móviles, tablets, smartwatch(es), 3G, 4G, 5G, ¿6G?, super-ordenadores de abordo en vehículos, cámaras y sensores de movimiento dentro y fuera de edificios públicos y privados, domótica, contadores inteligentes de la luz, plataformas digitales de TV, robots de cocina...y todas las aplicaciones correspondientes para conocer nuestras cada vez, más insignificantes y analógicas vidas. Por supuesto, todo ello, por el bien de la humanidad y la prosperidad mundial. Mientras jugamos a ver como seremos dentro de un par de décadas, estamos consintiendo un reconocimiento facial de nosotros mismos, cuando dejamos que una aplicación mida nuestro ritmo cardiaco, las proteínas que gastamos o los kilómetros que corremos todos los días, estamos creando una base de datos de nuestra salud. Me viene a la cabeza la ya olvidada película "El Show de Truman", que se adelanto en pocos años a los Grandes Hermanos y esa forma de entretenimiento, dio lugar al boom de las RR.SS., que sin ellas, me aventuro a sentenciar, poca gente consumiría Internet y mucho menos tendría un teléfono móvil. Después de sentadas las bases, llega el tiempo de la ACTUAL MANIPULACIÓN y de ahí, a todo lo que habla el artículo. No es cuestión de dar lecciones a nadie, pero lo que sea eso del COVID-19, nos ha condenado a una ineludible y forzosa distopía. Bueno, pues después de vomitar esta cuasi perorata, ¿cuasi? ¡¡No, no!! En los tiempos que corren es una auténtica perorata, decía que voy a por un sello, que le tengo que mandar una carta a un amigo del que no se nada desde hace doce meses.

6
4
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
Medios públicos A TVG, condenada a rectificar por difundir unha información falsa sobre o BNG
A xustiza condena tamén ao director do ente público, Alfonso Sánchez Izquierdo, pola nova onde se afirmaba erradamente que o BNG non enviara representantes a un evento organizado pola Xunta e mais a Fundación Castelao para dar inicio ao Ano Castelao.
China
Pulsos bajo el cielo Xiaowang, un conjuro para repartir el poder
Xiaowang, entre el hardcore y el kawaii, nos invitan desde Beijing a realizar un conjuro con su último album, Kachacha. Con ellas hablamos sobre la cultura del esfuerzo y ser feministas en la escena DIY de la capital
8 de marzo
Mapa del 8M Mapa | Todas las convocatorias de este 8 de marzo
El Salto publica en adelanto exclusivo el mapa de convocatorias del 8M de IK Press, que se actualizará de forma permanente hasta la víspera del 8 de marzo.
Argentina
Argentina Las demandas contra Milei por el criptogate se extienden por EEUU, China y España
El presidente argentino intenta desviar la atención de un escándalo de dimensiones internacionales que lo tiene como protagonista.
Música
Jaume Sisa “Llegar a ser tú la obra de arte es el ideal más bello que pueda existir”
Asegura que hace mucho tiempo que decidió no celebrar nada, pero el cantautor galáctico Jaume Sisa está de cumpleaños: su disco ‘Qualsevol nit por sortir el sol’ ha alcanzado el medio siglo.
OTAN
Europa Los líderes de la UE cierran filas con Zelensky en el contexto de derrumbe de la alianza con Estados Unidos
La cumbre de Londres del domingo 2 de marzo se cerró con una hoja de ruta para llevar a EE UU de nuevo la mesa de negociaciones con Ucrania. La UE apuesta por el rearme ante la amenaza rusa y el desfallecimiento de la Alianza Atlántica.

Últimas

Huelga
Derechos laborales Los sindicatos en Renfe y Adif llaman a siete días de huelga por “incumplimientos” en el traspaso de Rodalies
Las organizaciones consideran que no se están cumpliendo los acuerdos que previnieron una primera huelga en 2023. El traspaso de competencias es un momento delicado y los sindicatos quieren asegurarse de que la plantilla no sale perdiendo.
Estados Unidos
Análisis Trump, la naranja mecánica
La rueda de prensa entre el presidente de los Estados Unidos y su homólogo ucraniano fue una muestra de una humillación pública al más alto nivel.
Chile
América Latina El posible regreso de Bachelet sobrevuela el inicio del año electoral en Chile
La expresidenta socialista se dibuja como la única figura política capaz de contener el avance de las derechas. Sin embargo, todavía está lejos de estar claro si se presentará o si su popularidad será suficiente para vencer a la conservadora Matthei.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Las izquierdas rusa y ucraniana, ante un posible acuerdo de alto el fuego en Ucrania
Una de las principales demandas de la izquierda rusa es la liberación de los presos políticos. La ONU ha alertado de que la aplicación por parte de Ucrania del tipo de “colaboracionismo” está siendo excesivamente amplia.
Más noticias
Feminismos
En primeira persoa Relato dunha furgoneta roubada e un embarazo que perdemos
Temos que saber que para ter a liberdade de sentir sen morrer sepultadas no propio silencio é necesario que sexan habilitados, considerados e acompañados todos os xeitos, todas as dores, todas as dúbidas e todos os laios en tódolos ámbitos da vida.
Sphera
Soberanía alimentaria Sembrar zanahorias, recolectar comunidad
Una comunidad que sostiene la agricultura es un grupo de personas que alquila tierra y contrata a agricultores para cultivar. Es la forma de obtener frutas y verduras de kilómetro cero.
Opinión
Pueblo gitano 3 de marzo, 526 años de persecución racista antigitana
Ni los Reyes Católicos ni toda su ralea, incluidos los Borbones que aún detentan la Corona, consiguieron su propósito.
Estados Unidos
Genocidio Trump aprueba un paquete de armas de 3.000 millones de dólares para Israel
El presidente estadounidense ha alegado una “emergencia” para eludir al Congreso y aprobar un envío de armas que no llegará a Israel hasta 2026.

Recomendadas

Urbanismo
Urbanismo salvaxe Un pobo contra o asfalto: Bembrive e Mos rebélanse contra unha autovía que arrasará o seu pulmón verde
Veciñas e veciños conseguen presentar 25.000 alegacións contra unha estrutura de dez quilómetros, defendida xa só polo PSOE en Madrid e en Galiza, que partirá en dous unha poboación enteira e forzará a expropiación de decenas de vivendas.
Mozambique
Neocolonialismo La expansión del eucalipto en Mozambique para la papelera europea
VV.AA.
La creciente demanda de celulosa en Europa está dando lugar a nuevos mercados y a la expansión de las plantaciones de eucalipto en Mozambique. Pero algunas comunidades rurales ahora quieren recuperar la tierra que han perdido.
Feminismos
June Fernández “Estoy abierta a reconocer modelos en los que haya personas cuyo rol sea gestar”
La periodista June Fernández publica ‘Sueños y vasijas’, un volumen sobre la gestación subrogada que no quiere sacar a nadie de su posición, pero sí sumar elementos para analizarla con perspectiva feminista.