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Detrás de los 460 programas de 7 Pulgadas Reggae Radio Show están los cerebros y las manos de la Bangarang Sound, un dúo de selectahs muy apañaos de Sevilla Town. Primero en la parrilla de Radiópolis y luego por libre en la red de radios independientes y comunitarias como —un poné— Radio Roncudo, en la comarca de Bergantiños. Veteranos de la escena reggae de La Baja Andalucía, y no por edad, sino por activismo fiestero, curiosidad, conocimiento y afabilidad de su verbo, cada semana Pepenasho y Juan Anansiman nos deleitan con un supershow repleto de riddims, artistas clásicos, novedades, con la colaboración de Chinese Grade. Y todo por la patilla y con verdadero amor desde sus dos estudios centrales, el Channel Juan Estudio y el Black Arggh trianero.
Su encuentro con la música jamaicana tiene mucho de búsqueda a través de los hilos rojos que conectan las raíces con el expolio y la acumulación originaria que sufrió la música de la isla por parte de sus colonizadores (¿qué pensarían los taínos de esto?). Desde el repertorio de grupos de hardcore, hip hop o punk a la música popular y el canto del trabajo esclavo negro: ese fue el camino de Damasco que recorrió Anansiman. La variante de Pepenasho se fragua en el mito de “aquella cinta que apareció en el momento y lugar adecuados”. “Mis colegas y yo flipábamos con una de ragga jungle que unos austriacos dejaron en mi pueblo. Empecé a buscar a los cantantes y melodías”. Y encontraron mucho más allá de Bob Marley.
Se hablará de ellos como una suerte de activistas o de pioneros de la escena reggae que comenzaron a pegar carteles que incluían palabros como dancehall y convocaban a la fiesta. Se decidieron a organizar pinchadas como respuesta a la pregunta de ¿existen locales donde se pinche mandanga de la buena? “Luego llegó la época de las Jamaican Bomboklat que organizábamos en la sala Micro libre. Traíamos a gente de todo el Estado y alguno del extranjero. Ahora seguimos pinchando y nos dejamos querer. Desde los soundsystems para poner clásicos a las fiestas del Sevilla Rude Club.
“Mientras más palabros ‘selaseahí’, más ropa de tres colores y gorros de rasta te pongas, por lo general, menos sabes de reggae. ¿Tú has salido del gueto?
Después de ir a la radio municipal que salió de aquellos presupuestos participativos que tanto dieron que hablar se decidieron a hacer un programa. “Allá por 2007 nos llamaron de Mil cabezas, de Radiópolis. La Bangarang se ha cocinado con los movimientos sociales. Con la radio aprendimos tela, porque nos metimos en la investigación de la cultura jamaicana”. El programa sigue nutriendo al personal aficionado de temazos, artistas e historia. Pero aseguran que después de casi 500 programas no saben nada. “Nos apasiona seguir escarbando, descubriendo, difundiendo y ver que no tiene fin. Pero algo bien estamos haciendo porque sabemos que a la gente le llega”.
Se pronuncian con claridad y poso pedagógico cuando se habla de las poses en el reggae y del rastafarismo ultraortodoxo. “Mientras más palabros selaseahí, más ropa de tres colores y gorros de rasta te pongas, menos sabes de reggae. ¿Tú has salido del gueto? Cuando pasan los años, los ves como comerciales de electrodomésticos”. Y con respecto a la homofobia son taxativos: “La homofobia no es propia del reggae, es propia de Jamaica, porque la isla, socialmente, es una cultura homófoba heredera del esclavismo colonial”.
7 pulgadas se enorgullece de recuperar a mujeres artistas perdidas en el olvido del patriarcado musical jamaicano. “Es un deber de los que difundimos cultura: nos toca sacarlas a la luz. Esas mujeres merecen estar. Y, sobre todo, animar a otras a que hagan música, radio, soundsystems”.
De la escena andaluza destacan a la FRAC. “La mezcla perfecta de música jamaicana y carnaval de Cádiz. Y al Tunelón Iration, un jamaicano nacido fuera de época y de lugar”. Y son tan amables de dejarnos bibliografía. Recomiendan Solid Foundation, de David Katz, una biblia del reggae que no ha sido traducida, Catarsis Rocksteady, de Lutxo Pérez y cualquiera de Beth Lesser. Heather Augustyn, autora de una biografía del trombonista Don Drummond, también ha escrito Songbirds: pioneering women in Jamaican music, libro de cabecera para rescatar del ostracismo a las mujeres de la música jamaicana. Paentro.