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Salud
Las políticas públicas menstruales se abren paso con iniciativas en varias comunidades y una PNL en el Congreso
El 28 de mayo, Más Madrid llegó a la sede de la Asamblea con un objetivo: concienciar sobre la pobreza menstrual. Lo que querían era colocar en un lugar visible una caja en la que cualquiera pudiera donar productos de higiene menstrual. Sin embargo, las promotoras de la iniciativa fueron invitadas a colocar la caja en los baños para mujeres.
La caja no acabó en el baño porque esa cesión habría fulminado el sentido de la iniciativa, pero sí tuvo que conformarse con estar visible solo en la planta del grupo de Más Madrid. Lo cuenta Loreto Arenillas, diputada de este partido en la Asamblea y portavoz en la Comisión de Mujer. La diputada trabaja en este momento en la redacción de una Proposición No de Ley sobre Salud Menstrual que llevarán a la Asamblea en septiembre u octubre y que sigue dos líneas de trabajo.
Por un lado, Más Madrid quiere plantear la gratuidad de los productos de higiene menstrual y, para ello, pedir al Gobierno de la Comunidad de Madrid una norma por la que este tipo de productos puedan ser gratuitos para quienes los necesiten y estar disponibles en edificios públicos. Y es que, justifican, el 20% de las mujeres madrileñas se encuentra en una situación de pobreza menstrual, que se define como aquella en la que una mujer tiene dificultad para acceder a productos de higiene o a los espacios adecuados para llevar a cabo esa higiene.
Más Madrid quiere plantear en una PNL la gratuidad de los productos de higiene menstrual en la Comunidad y una línea de trabajo educativo para acabar con los tabús
La segunda línea es educativa. “He tenido la oportunidad de hablar con una adolescente de mi familia y me dice que las chicas se siguen pasando tampones a escondidas”, dice Arenillas. “Hay que desestigmatizar la menstruación y acabar con esto”, zanja.
“No sé si la Asamblea está preparada para este debate cuando Vox nos está negando que deba existir la Comisión de Mujer, ya que niegan que las políticas feministas sean algo necesario y el partido que Gobierna está secuestrado por la extrema derecha”, explica. Pero considera que los tiempos indican que, a día de hoy, existe el interés y la sensibilidad para hablar de salud menstrual en espacios de decisión, como un Pleno.
Paloma Alma, experta menstrual y fundadora de Cyclo, una iniciativa privada empresarial que promueve lo que Alma llama “menstruación sostenible” colabora con este partido —junto a la organización Period— en la redacción de esa PNL y cree que ha habido un cambio grande desde 2016.
“Cuando empecé en 2016 no tenía acceso a medios, no se hablaba en público de la menstruación”, dice Alma. Desde entonces, ha habido muchas fuerzas políticas que han nombrado la salud menstrual en diferentes espacios y niveles, desde la CUP de Manresa pasando por Elkarrekin-Podemos en el País Vasco o ERC en el Congreso de los Diputados. Podemos y PSOE, de hecho, incluyen en su acuerdo de Gobierno el compromiso de reducir el tipo de gravamen de IVA de los servicios veterinarios y de los productos de higiene femenina.
“De lo que primero se ha hablado siempre es del tema del IVA, que es la puerta de entrada a hablar de la menstruación en un ambiente político”, dice Alma. “Durante demasiado tiempo se ha entendido que era un asunto privado, pero cuando nos hemos puesto a hablar de ello en la esfera pública como puede ser en las redes sociales nos hemos dado cuenta de que nos estamos solas en el tema del dolor, enfermedades, reacciones alérgicas a compresas y tampones…”, señala la experta, que pone también como ejemplo de esa invisibilidad la endometriosis, que afecta al 15% de las mujeres y que apenas se ha investigado hasta hace poco porque se daba por normal que una mujer tuviera dolores al menstruar.
La vacuna del covid-19 también ha dejado otra muestra de cómo la menstruación queda en segundo plano, ya que sus efectos en la menstruación no se han investigado hasta que las mujeres han empezado a compartir sus experiencias de alteración del ciclo tras ser vacunadas.
“El tabú se ha roto, ahora falta poner un poco de orden para que se integre en la vida cotidiana”, dice Alma. Para ella, “el año 2021 ha sido brutal”, por lo que espera que 2022 sea el año en que se materialicen varias iniciativas relacionadas con salud menstrual.
Hay diferentes líneas de trabajo abiertas en las diferentes propuestas: la bajada del IVA, la accesibilidad a los productos, la educación o las propuestas que proponen reflexionar sobre el impacto medio ambiental. Pero Paloma Alma entiende que el estado más avanzado de las políticas públicas menstruales son aquellas medidas que inciden en el ámbito laboral, de la que el ejemplo más visible es el permiso menstrual recuperable aprobado por el Ayuntamiento de Girona y que está vigente desde junio.
Permiso menstrual en Girona
En junio, el Ayuntamiento de Girona aprobó una iniciativa pionera: un permiso menstrual de ocho horas recuperables al mes. El equipo de Gobierno —que forman de JxCat y ERC— tuvo para sacarlo adelante el apoyo de Guanyem y PSC. En Ciudadanos, un concejal dio su voto a favor y otro se abstuvo. Mª Àngels Planas, teniente de alcaldía y concejala de Hacienda y Régimen Interior del Consistorio, subraya el adjetivo “recuperable” y cree que es un paso adelante.
La propuesta llegó a través de un sindicato y al equipo de Gobierno le pareció justo. “¿Por qué tener trabajando a una persona que no puede estar al 100%?”, reflexiona. Planas confía en que la plantilla hará buen uso de este permiso y destaca la amplia aceptación mediática que ha tenido. “Nunca me han llamado tantos medios para preguntarme por ninguna otra medida que hayamos tomado en este Ayuntamiento”, explica a El Salto.
Varios ayuntamientos se han interesado por el permiso mesntrual aprobado en Girona, por lo que la concejala Mª Àngels Planas espera que la medida se replique en otras administraciones
No solo eso, sino que algunos ayuntamientos han contactado con el de Girona para interesarse por la medida, por lo que Planas augura que el permiso menstrual llegará a otros ayuntamientos.“La sociedad ha avanzado y no ha habido quejas de nadie… ni hombres ni mujeres”, explica cuando se le pregunta si no ha tenido que lidiar con caras torcidas por hablar de la menstruación en un Pleno municipal.
Un estudio en el País Vasco y una ILP en el País Valencià
También se ha hablado de menstruación en los parlamentos autonómicos de Galiza y País Vasco. En febrero de 2020, el Parlamento gallego aprobó una propuesta para solicitar que el Estado rebaje a un tipo superreducido el IVA de los productos de higiene menstrual. Se trataba de una propuesta más bien simbólica, ya que queda fuera de las competencia autonómicas modificar la Ley 37/1992, que es la que regula el Impuesto sobre el Valor Añadido. Pero también es simbólico el hecho de que tuviera el apoyo unánime de los diputados y diputadas del parlamento.
Por su parte, el Parlamento Vasco ha dado ya un paso adelante al aprobar el pasado 3 de junio una propuesta de Elkarrekin Podemos-Izquierda Unida para instar al Gobierno autonómico a “abrir caminos” y elaborar un estudio sobre salud e higiene menstrual con el objetivo de implementar estrategias públicas que aborden la regla como “un proceso político, una construcción cultural y un tema de salud pública y educación sexual integral”.
La enmienda fue aprobada con los votos del PNV, PSE, PP-Ciudadanos, EH Bildu y Elkarrekin Podemos y está compuesta por tres puntos. El primero insta al Gobierno vasco a realizar un estudio en colaboración con el instituto vasco de la mujer, Emakunde, “en la mayor brevedad posible a nivel de Euskadi”. El segundo, que en base a ese diagnóstico “se incorpore en la planificación ordinaria garantizar la higiene menstrual y erradicar factores estructurales que generan pobreza y desigualdad”. El último punto está destinado a que el Gobierno vasco, desde su ámbito competencial, impulse “iniciativas a nivel estatal que impliquen la reducción o gratuidad en el coste de los productos de higiene menstrual, apoyando tanto la aplicación del IVA superreducido a estos productos como su gratuidad completa, así como la realización de un informe sobre el alcance e incidencia de la tasa rosa”.
En Valencia, una Iniciativa Legislativa Popular trata de llegar hasta las Cortes. Promovida por la organización feminista Tres Voltes Rebel, esta propuesta busca el apoyo de 10.000 personas a través de su firma. El texto propone crear una ley que garantice la gratuidad de los productos para la menstruación para “acabar con el agravio económico que las mujeres han sufrido a la hora de adquirir productos para el periodo”.
Pero, además introduce el debate ecologista al promover el derecho a acceder a productos no desechables como copas menstruales o compresas de tela o fibras naturales. Estos productos deberían ser adquiridos y distribuidos pro la Generalitat, y estar a disposición de quienes los requieran en edificios públicos y educativos.
Las promotoras de la iniciativa justifican sus peticiones en motivos económicos y medioambientales. En el País Valencià, el gasto para mujeres y otras personas menstruantes en productos de higiene menstrual sería de 57’5 millones de euros al año. En términos de impacto ambiental, el uso de estos productos supone generar una media de 2.849,79 toneladas de residuos no reciclables al año.
Compromiso del Congreso
También el Congreso se ha comprometido a preocuparse de la salud menstrual al aprobar una Proposición No de Ley en Junio. El texto se compone de tres puntos. El primero pide acabar aplicar el tipo súper reducido de IVA a los productos de higiene menstrual. El segundo insta a dotar a las comunidades autónomas de los recursos necesarios para hacer campañas de información sobre las diversas posibilidades de productos sostenibles para la menstruación y también para acabar con “tabús y mitos”. El tercero, en clave ecologista, pide impulsar la investigación en materiales biodegradables para usos de higiene menstrual.
Sara Bailac es portavoz de Igualdad en el Senado y vicesecretaria de acción política de ERC y ha trabajado en la propuesta que ha aprobado el Congreso. Bailac explica así la ola de políticas menstruales que se han conocido a lo largo de 2021 y que podrían ir materializándose en medidas en los próximos meses: “La menstruación y todo lo relacionado con la salud sexual y reproductiva de las mujeres empieza a dejar de ser tabú porque hay más mujeres que hacemos el paso a lo público, y también porque el feminismo ha accedido a la institución”.
Sara Bailac, de ERC, cree que la ola de políticas públicas en torno a la menstruación responde a la irrupción de cada vez más mujeres, así como a la presencia del feminismo en las instituciones
“Nos debería hacer reflexionar el hecho de que tras tantos años de democracia algunos o muchos de los problemas que atañen específicamente a las mujeres no hayan sido abordados, sino que desde los espacios públicos se hayan llevado a cabo políticas ciegas al género”.
Esa irrupción ha transformado también los partidos, donde Bailac cree que este tipo de propuestas sí son acompañadas. Con la aprobación de esta PNL, a ERC le toca ahora estar vigilante.