Ecologismo
“Cambiar de forma, pero no de manos”

Los desastres y accidentes, descuidos o negligencias de carácter ambiental se quedan en el pasado a pesar de que en las rocas siga habiendo manchas. Nuestro deber como ciudadanos no está exento de exigir que lo que se haga, se haga bien
Voluntarios limpian chapapote en la costa gallega procedente del Prestige
Voluntarios limpian chapapote en la costa gallega procedente del Prestige. Stéphane M. Grueso
15 nov 2022 07:00

Los medios amanecen con titulares negativos. “España entrará en recesión en el primer trimestre de 2023”, “El cambio climático deja más muertes en España que en el resto de países europeos”, “Muchos de los glaciares desaparecerán a mitad de siglo, incluso si se frena el impacto climático”, “20 años del Prestige”...

En mi cabeza retumba el grito de “Chapapote nunca máis!”. Yo tenía cuatro años cuando pasó, el 13 de noviembre de 2002. Recuerdo a los profesores en el cole explicándonos lo que ocurría con palabras adaptadas. Los niños teníamos que entender que los coches funcionaban porque miles de cargueros cruzaban océanos transportando “chapapote”. En los museos dibujos de cómo la mancha se adhería a la superficie del mar y afectaba a la fauna, que no podía salir a respirar. Luchaban por conseguir atravesar el chicle, y cuanto más lo hacían, más se resistía a dejarlos escapar. Las pegatinas de la bandera gallega en negro por todas partes: coches, puertas, ventanas, mochilas, carteras... NUNCA MÁIS.

Recuerdo también en las noticias los animales rebozados en crudo con dificultades para abrir los ojos. Muchas lágrimas. Mucho trabajo perdido también. Las costas gallegas como las del sexto continente repletas de lo que parecían pingüinos en peregrinación. En los balcones, los trajes de fondo blanco con manchas oscuras, amarronadas y alargadas —óleo sobre lienzo— y las botas que hasta el momento habían servido para faenar, al lado, secándose. Manifestaciones, silbidos, cucharas y cacerolas. Silencio.

Supongo que fue en este momento cuando tomé conciencia de lo que significaba “la huella del hombre”, en todos sus sentidos. Hoy, casi 20 años después, no se escuchan ya gritos ni silbatos de este lado del océano. Estamos en plena transición “ecológica”. ¿El motivo para llevarla a cabo? La guerra de Ucrania. El accidente del Prestige no ha sido el único desastre medioambiental que ha provocado el crudo. 20 Minutos recogió una lista de 130 desastres únicamente entre 1960 y 2010. De los supuestos accidentes anuales, solo un 10% son originados por vertidos de buques y después de cada uno, silencio. Entre los figurantes de la lista se encuentra la explosión e incendio de la plataforma petrolífera de DeepWater Horizon —de la multinacional British Petroleum— en el caribe mexicano en 2010, con un vertido de 779.000 toneladas de crudo. Haciendo un símil, la cantidad se correspondería con 4.328 ballenas azules o lo que es lo mismo, con 16.934 tanques de guerra T72-M1, como los usados en el conflicto ucraniano. Más de la cifra total de vehículos blindados sobre el terreno en julio de este año.

Otro accidente del que seguramente nos acordemos en España fue el que tuvo lugar a finales del año pasado en Perú. Un buque italiano tuvo una fuga mientras descargaba bidones en la refinería de Repsol en La Pampilla. El vertido se estima igual a 11.900 barriles, que no alcanza ni por asomo el de México, pero fue lo suficientemente importante como para cerrar 26 playas de las regiones de Callao y Lima y dañar varias zonas protegidas del litoral del Océano Pacífico del país.

Al otro lado, en Australia, en 2009, se produjo una fuga de la plataforma West Atlas en el Mar de Timor durante la perforación y un año más tarde, un carguero encallaba contra la Gran Barrera de Coral. Hace tan solo dos años, el vertido procedente de un barco transportador de crudo destruía las costas en Isla Mauricio y unos meses antes, en junio de 2020, Putin declaraba el estado de emergencia en Rusia por un vertido de 20.000 toneladas de diésel a un río del Mar Báltico donde trabaja una subsidiaria de la empresa Norilsk Nickel. Otros ejemplos son Shell en el Delta del Níger, o BP nuevamente en el Golfo de México, etc, etc, etc... Y esto únicamente a lo largo de la última década.  

Asociaciones activistas y ONG ecologistas han denunciado la falta de medidas de seguridad en la industria petrolífera como la falta de buques de doble casco —se estima que solo un tercio del total de transportadores lo tienen—, o en las plataformas, con barreras de contención insuficientes, así como poca eficacia en las medidas preventivas de accidentes. La mayor parte de estas empresas, grandes multinacionales de la industria de los combustibles fósiles, pagan cuantías desorbitadas a las zonas afectadas tras llegar a acuerdos con las poblaciones o países afectados —con o a falta de juicio— para indemnizar a los afectados, entre ellos pescadores que ya no pueden realizar su trabajo. Algo que, como gallega, suena especialmente familiar.

Ya nada de esto importa. Todos estos desastres y accidentes, descuidos o negligencias, se quedan en el pasado a pesar de que en las rocas siga habiendo manchas. Estamos ante un nuevo horizonte, una nueva frontera “verde”, que es el color de moda que le ha gustado hasta a McDonald´s. Una frontera de cambio. Por detrás de los eslóganes, la Unión Europea se apresura a encontrar nuevos métodos de energía, y sobre todo a financiarlos, reuniones entre líderes primero, hechas titulares esperanzadores después. Se nos acaba el tiempo mientras se hunde el barco. Creo que nuestro deber como ciudadanos no está exento de exigir que lo que se haga, se haga bien. ¿Es la forma en la que se construyen las centrales eólicas realmente menos dañina para el ecosistema? Si tenemos que seguir destruyendo para implementar nuevas soluciones, la ecuación no es correcta. Existe un continente de residuos de plástico.

Durante algunas noches madrileñas y desde hace poco, aparece en el cielo un cinturón de “estrellas” que se desplazan a la vez, como parte de un guion de Star Wars o Star Treck, cortesía de Elon Musk. La destrucción irreversible que ha supuesto cada vertido, accidente, industria, gobierno, coche, ordenador, ropa, mesa, silla, teléfono... no se puede pagar, esto no es nuevo, pero exigir ser consecuente a largo plazo es posible. Lo mismo pasa con enseñar la importancia de cada ser vivo en la naturaleza, aunque no es fácil si se tiene en cuenta lo aislados que vivimos de ella, y es sabido que el ser humano tiende a negar la existencia de lo que no le rodea en el día a día, o al menos, a ignorarlo. En definitiva, sin recordar lo que ha significado el último siglo en cuanto la manera de actuar, de nada nos servirá cambiar de forma, pero no de manos.

Arquivado en: Ecologismo
Sobre o blog
Un espacio para gente que está empezando a escribir. Si tienes menos de 25 años y te apetece participar escribe a redaccion@elsaltodiario.com
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Huelva
Doñana Impunidad judicial y pozos sin cerrar: los regadíos ilegales siguen amenazando Doñana
Más de 1.800 hectáreas se siguen regando de forma ilegal en el entorno del Parque Nacional ubicado en la provincia de Huelva, destinados a regar 30.000 toneladas de fresas y frutos rojos.
Ecologismo
Impactos y características del Lyocell. Lyocell y Altri.
Lyocell, ¿fibra eco o nuevo giro de greenwashing de la industria textil?
Infraestructuras
Infraestructuras El Gobierno español ordena iniciar los sondeos del TAV en Otxobi (Navarra) sin notificarlo al ayuntamiento
Alegan estar en terrenos de ADIF, aunque técnicos municipales defienden que deben pedir permiso o informar a los consistorios por el uso de maquinaria pesada en pistas municipales
Sobre o blog
Un espacio para gente que está empezando a escribir. Si tienes menos de 25 años y te apetece participar escribe a redaccion@elsaltodiario.com
Ver todas as entradas
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Más noticias
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.