Trabajo doméstico
En el aniversario de las luchas contra la enmienda 6777: el gobierno progresista no lo ha hecho mejor

El balance de un año de Gobierno de progresista no es bueno en el régimen de hogar, en el que no ha habido ningún movimiento, ningún gesto de las autoridades laborales, que indicase a los empleadores que la legalidad está para algo.

Concentración empleadas hogar en el Congreso
Movilización frente al Congreso de los Diputados en junio de 2018 para la eliminación de la enmienda 6777. Ela Rabasco

Es profesora de Derecho del Trabajo en la Universidad del País Vasco.

Es activista de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia (ATH-ELE).
21 jun 2019 06:20

El año pasado en estas fechas se lanzó a la calle un movimiento de trabajadoras de hogar, amplio, articulado y político. Se manifestaban contra la Enmienda 6777 a la Ley de Presupuestos del Estado para 2018, con la que el PP estaba proponiendo al Parlamento español atrasar en cinco años algo que debía comenzar el 1 de enero de 2019: la cotización por salarios reales y la cobertura de los vacíos en el cálculo de las pensiones de Hogar. Ya habían soportado una espera de 7 años, porque la Ley 27/2011, que integró al sector en el Régimen General como Sistema Especial de Hogar, aplazó la equiparación en estos dos aspectos hasta el 2019.

La bandera de la lucha fue aquella discriminación visible, clara y formal, pero la energía para la protesta se alimentaba de más atropellos. Junto a externas autóctonas con largas trayectorias de cotización, indignadas por el nuevo aplazamiento y por las consecuencias que iba a tener en sus pensiones futuras, había internas migrantes que conocían la experiencia de renunciar derechos a cambio de una oferta escrita de trabajo con la que regularizar su situación. Aquella era una protesta contra las faltas de respeto a la integridad personal, que van desde los acercamientos sexuales indeseados hasta la falta de tiempo libre y descanso, la falta de reconocimiento del valor del trabajo, los despidos de la noche a la mañana sin derecho a prestación de desempleo, los salarios congelados durante años, y tantas otras situaciones.

La Enmienda finalmente salió adelante en una coyuntura política especial: el día 1 de junio el PSOE acababa de ganar la moción de censura contra Rajoy, pero el PP mantuvo la suficiente fuerza en el Parlamento como para imponer sus Presupuestos, que el día 28 de junio quedaron definitivamente aprobados.

En mitad de la vorágine política que se vivió aquellos días, los guiños al movimiento se multiplicaron: acercamiento de fuerzas políticas a las concentraciones de trabajadoras para expresar su solidaridad; aprobación unánime en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid de una moción contra la enmienda 6777 con la única abstención del PP; declaraciones de la nueva ministra de trabajo manifestando que el gobierno del PSOE iba a ratificar el Convenio 189 de la OIT… El nuevo gobierno quería mostrar públicamente un perfil de izquierda frente a la actuación del recién destituido. Por su parte, el mensaje del movimiento fue que esperaba que los presupuestos de 2019 corrigiesen la enmienda.

Los medios de comunicación se hicieron eco de las movilizaciones y también de la situación del sector en una medida nunca vista, aunque demasiadas veces el tema se trató de manera superficial. Se agitaban en la misma coctelera las políticas de los gobiernos con las actuaciones de los empleadores particulares, lo que no ayudó a situar los porqués de la situación y a señalar responsabilidades. Hubo medios, no pocos, empeñados en presentar a la trabajadora de hogar como el prototipo de la víctima de abusos (me extendería gustosamente en este aspecto odioso), con más interés en obtener testimonios personales que alimentasen el estereotipo que en comunicar lo que el colectivo quería conseguir.

Llegó el pacto PSOE-Podemos de 11 de octubre de 2018 para los Presupuestos de 2019, que no rectificó la enmienda: lo que hizo fue adelantar la equiparación al 1 de enero de 2021, dejando en la ambigüedad el asunto del desempleo.

El acuerdo sobre incremento del 22,3% del salario mínimo para 2019, catorce pagas de 900 euros, debería haber tenido un impacto enorme en hogar. La jornada de 40 horas semanales subía de 858,55 a 1.050 euros al mes con prorrata de pagas, y el precio de las 60 horas semanales que legalmente pueden realizarse pasaba de 1.357 a 1.660 euros al mes. Esto, sin considerar que 7 de cada 10 de las internas trabajan más de las 60 horas y sin mencionar aún lo que la subida de las cuotas Seguridad Social encarecía el costo.

El pago en mano, las jornadas interminables, son responsabilidad de la parte empleadora; pero la Inspección de Trabajo debe pedir a las familias que le presenten las nóminas o una concreción escrita de la jornada laboral

No hubo conmoción general. Las consecuencias de la subida del s.m.i. en hogar, ni despertaron alarma en la patronal ni se analizaron en la zona sepia de los periódicos. La razón no es que la CEOE se despreocupe del precio del trabajo asalariado en el entorno privado; lo tiene en cuenta. Basta leer la nota de prensa de la agencia COLPISA de 21/1/2008, en la que, ante los rumores de que se estaba gestando un cambio, la patronal advertía a Rodríguez Zapatero que el convertir la relación laboral especial de hogar en una relación laboral ordinaria, al subir el coste para los hogares, iba a ser un peligro para la buena marcha del área mercantil de la economía. La anterior frase es mi traducción de lo que dijeron, que fue otra cosa: que peligraba la participación de las amas de casa en el mercado laboral al no poder pagar a la empleada que atendía “sus” labores domésticas. Por algo hablamos de capitalismo patriarcal.

El problema de la subida de los costes de hogar en 2019 se ha resuelto dejando actuar a la correlación de fuerzas, sin intervención de la autoridad. Al poco de llegar al poder, el gobierno lanzó para el resto de los sectores la señal de que iba en serio contra el fraude en los contratos a tiempo parcial y los falsos temporales. El primer paso fue un barrido general a cargo de la Inspección de Trabajo, una advertencia a todas las empresas de que iba a darse un segundo paso para controlar ilegalidades, y el resultado fue la regularización de miles de situaciones. En hogar no ha habido absolutamente ningún movimiento, ningún gesto de las autoridades laborales, que indicase a los empleadores que la legalidad está para algo. Y no será porque la situación sea desconocida.

Cuando hay contrato escrito, no suele reflejar las verdaderas condiciones de jornada y salarios. Esto es responsabilidad de la parte empleadora, pero es culpa del gobierno que en muchas oficinas de la Tesorería General de la Seguridad Social se nieguen a cumplir su obligación legal de registrar los contratos de hogar que se les presentan. El pago en mano, las jornadas interminables, son responsabilidad de la parte empleadora; pero la Inspección de Trabajo no puede escudarse en el respeto a la intimidad del domicilio familiar como excusa para no pedir a las familias que le presenten las nóminas o una concreción escrita de la jornada laboral. Es entonces donde tendrían que explicar el milagro de que trabajadoras internas que viven solas durante toda la semana a cargo de personas con Alzheimer, estén realizando únicamente las 40 horas que aparecen en contrato.

Las agencias privadas de colocación funcionan libremente, con y sin autorización. Intermedian tirando del mercado a la baja, colocando a las trabajadoras en condiciones ilegales. Suelen redondear el negocio cobrando una cantidad mensual por seguir gestionando la relación laboral, que formalmente y a pesar de eso se seguirá calificando como de empleo de hogar. Además, las agencias no autorizadas suelen quedarse con un porcentaje enorme de lo que la familia paga para cubrir el gasto total. No es sorprendente que haya personas sin escrúpulos en el negocio del cuidado, lo que necesita explicación es que la Inspección de Trabajo no las persiga.

La lucha contra la Enmienda 6777 reivindicaba la equiparación de derechos de Seguridad Social. En enero de 2012, con la desaparición de Régimen especial de la Seguridad Social de empleados de hogar y la integración en el General, parecía terminar una historia cuyos rasgos generales recuerdo: las bajas de enfermedad solo se cobraban a partir del día 29, no se reconocía el accidente laboral, no se podía estar de alta en el sistema con empleos semanales de menos de 18 horas, el trabajar para más de un domicilio suponía el traslado de la obligación de cotizar a la trabajadora, y lo mismo ocurría durante todas las bajas, incluida la de maternidad. Para redondear un panorama imposible, la cuota era única, se pagaba lo mismo trabajando cualquier número de horas semanales. Mujeres con decenas de años de trabajo en Hogar no habían estado nunca de alta, sus ingresos eran un salario de ayuda familiar, y su pensión de futuro era la de viudedad.

A partir de enero de 2012, entre otras mejoras, el alta y la cotización se hicieron obligatorias desde la primera hora. La cotización por salarios reales se aplaza al 1 de enero de 2019 y mientras tanto se pasa a hacerlo por tramos, dependiendo de franjas salariales. Los tramos cambian cada año, y entre 2012 y 2018 tienen siempre un tope mínimo y un tope máximo: el año pasado, la base más baja por la que se podía cotizar era 167,74 euros y la más alta, 896,94 euros. La base mínima era alta respecto a los salarios que pagan quienes contratan unas pocas horas semanales, que generalmente son pensionistas. Como resultado, casi todos esos contratos se mantienen en la economía sumergida y con ello las trabajadoras que acuden por horas a varios domicilios. En el extremo contrario, en la franja de salarios más elevados, la base máxima tiene consecuencias evidentes en las posteriores prestaciones de seguridad social, que vendrán calculadas sobre esas bases topadas y no los salarios realmente percibidos.

Para el año 2019, el nuevo gobierno hace los siguientes cambios en las bases de cotización: establece la mínima en 206 euros, agravando el problema preexistente en los contratos de pocas horas, y elimina el tope máximo de cotización: a partir de 1.294,01 euros hay que cotizar por salarios reales. Los tramos del 1 al 9, tienen un diseño que promueve directamente el fraude. Por poner un ejemplo, en el tramo 7, correspondiente a los salarios desde 914,01 hasta 1.050 euros brutos (adviértase, la holgura es de 136 euros), la base de cotización es 1050 euros, que es lo que hay que cotizar aunque se paguen, pongo por caso, 915 euros de salario. El efecto ha sido que la parte empleadora en muchos casos ha reducido horas o ha pasado a pagar en mano unos pocos euros, para poder bajar al tramo 6, que corresponde a salarios entre 780 a 914,01 euros, cuya base de cotización es 877 euros.

No es espacio para comentar en detalle otra barbaridad: la menciono solo para la lectora extrañada de cotizar más barato este año a pesar de pagar el mismo salario que en 2018. El fenómeno se llama “caída de tramo” y es lo que ocurre cuando el salario del año pasado pasa a estar clasificado en un tramo al que corresponde una base inferior. Esto sólo podría pasar en Hogar, ¿no es cierto?

Pero hay más. En lugar de informar a la parte empleadora de que debía actualizar la declaración de salarios, la TGSS ha seguido cobrando (años anteriores y en 2019 también) las cuotas de Hogar de acuerdo con salarios declarados en 2012; tenemos una compañera cuyos empleadores quieren arreglar el desaguisado y sólo han podido rectificar los últimos cuatro años.

La TGSS ha estado admitiendo cotizaciones por bases inferiores al salario mínimo interprofesional en relación a las horas de trabajo. En 2019 ha resultado especialmente evidente en contratos a tiempo completo que deberían estar en el tramo 7, cuya base son los 1.050 euros, que es la cifra del salario mínimo para 40 horas. Como no se hizo un programa específico de ordenador para maltratar silenciosamente a trabajadoras de hogar, sus vidas laborales han delatado la situación: trabajadoras internas y externas de 40 horas que aparecen como si estuviesen tiempo parcial, porque no se les cotiza por la base íntegra. La TGSS tenía que haberse ocupado de regularizar las bases, reclamando la cotización correcta. Es lo que se hace con otros sectores, tanto del trabajo por cuenta ajena como el autónomo: las bases se regularizan, nunca las permiten por debajo del mínimo legal.

Podríamos dar aún más vueltas al asunto, advirtiendo, por ejemplo, que todo este comentario se ha movido en los límites del empleo formal. La atención a personas en situación de dependencia, sigue recayendo en dos grupos sociales, por este orden: sus familiares, casi siempre mujeres, y trabajadoras de hogar. De estas últimas, una parte son internas y el 24% no tiene papeles, de acuerdo a las estadísticas de la ATH-ELE de 2018. El sistema de servicios sociales consigue un enorme ahorro a base de promover el contrato privado de trabajo de hogar y cuidado sin controlar sus condiciones; no encuentro razones misteriosas en la situación que he descrito más arriba. Hay una relación directa entre la privación de derechos de las trabajadoras de hogar y la accesibilidad al servicio por parte de una franja amplia de la población. Eso es.

Arquivado en: Trabajo doméstico
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

1 de mayo
1 de mayo “Nuestro mundo, en el que cabemos todas, es la única alternativa”, reivindican desde el 1M Interseccional
Por cuarto año consecutivo marchan, de manera festiva y sin incidentes, colectivos del sindicalismo social de toda la región madrileña en el Día Internacional de las y los trabajadores.
Análisis
Análisis Día Internacional de las Trabajadoras de Hogar: urge acabar con la inviolabilidad del domicilio
Recientemente Yolanda Díaz ha anunciado que su Ministerio trabaja en un Real Decreto para garantizar la seguridad y salud laborales en el empleo de hogar, unas condiciones que brillan por su ausencia en el espacio desregulado de los domicilios.
Salud laboral
Salud y precariedad Una de cada cuatro trabajadoras de hogar ha sufrido algún tipo de violencia en el trabajo
El 83% de las empleadas de hogar ha padecido consecuencias en su salud a raíz de su trabajo. Las violencias a las que están expuestas estas mujeres se producen en la oscuridad de la inviolabilidad de los hogares.
#36167
21/6/2019 15:43

Si llamáis progresista al PSOE ya no puedo seguir leyendo.

16
0
#36218
22/6/2019 19:06

Quizás para ti sea progresista Podemos, Bildi, ACN, a ver dime???

0
11
#36232
23/6/2019 11:19

Podemos y ciudadanos no son mas que nuestra revolución de colores USAmericana. Una vez salvado el fascismo español, comienzan a disolverse.

10
0
#36233
23/6/2019 11:21

Efectivamente, para muchos Bildu es progresista y de izquierdas por mucho que os funda los plomos a los fascistas madrileños.

9
0
#36221
22/6/2019 20:11

Efectivamente: llamar progresista o de izquierda al PPSOEZ es tomarle el pelo a la gente, es como considerar animal de compañía a un pulpo

11
2
Análisis
IPC y Salarios ¿Es la inflación igual para todos?
El IPC y la inflación, para el cálculo del incremento de salarios y de pensiones, son ambos un continuo y acumulativo vector de desigualdad social.
Palestina
Acampadas pro palestinas Las acampadas advierten que el comunicado de los rectores busca la desmovilización
En diferentes comunicados y ruedas de prensa, las asambleas de las acampadas califican de hipócrita e insuficiente la posición de la CRUE
Extrema derecha
Perspectivas electorales La ultraderecha en Austria aprende a cabalgar el tigre
El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) lidera desde hace meses los sondeos para las próximas elecciones europeas en el país centroeuropeo, con entre un 22% y un 28% de la intención de voto.
Crisis climática
Crisis climática El podio en emisiones y el vertido de Perú centran la triple protesta en la junta de accionistas de Repsol
La nula reducción de emisiones por parte de la empresa española que más contribuye a la crisis climática y su escasa respuesta ante el desastre de la refinería peruana de La Pampilla en 2022 han centrado las protestas de las organizaciones sociales.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Ocupación israelí
Palestina Una manifestación estatal conmemora la fecha de Al Nakba palestina en Madrid
Este sábado se realiza la tercera marcha unitaria que hará no solo de conmemoración de Al Nakba de 1948 sino que se suma a la intensa movilización mundial de protesta contra el genocidio palestino.
Opinión
Opinión El futuro tiene una fecha límite: tenemos que atrevernos a ganar ahora
La alienación general, la apatía y el escaso análisis material respecto al significado de nuestras crisis combinadas son muy preocupantes. Este no es un camino para avanzar, no tiene ninguna posibilidad de éxito.
Exhumación de fosas comunes
Memoria histórica Víctimas de la fosa de Paterna se querellan por desaparición forzosa
CEAQUA presenta una nueva demanda judicial en la que cuatro víctimas del franquismo alegan que el asesinato de sus familiares fueron crímenes de lesa humanidad.
Palestina
Palestina El grito contra la masacre israelí en Gaza florece en la primera acampada de las universidades gallegas
Estudiantes del campus de Elviña de la Universidade da Coruña han hecho de avanzadilla del movimiento estudiantil que ultima los detalles para las asambleas que se sucederán en las tres universidades gallegas a comienzos de la semana que viene.

Recomendadas

Crisis climática
Ana Moreno, científica “La política no está entendiendo la gravedad de la emergencia”
Ana Moreno, investiga Instituto Pirenaico de Ecología, fue invitada a hablar ante el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza sobre el porqué de la acción de desobediencia civil protagonizada por Rebelión Científica en abril de 2022 en el Congreso.
Catalunya
Elecciones en Catalunya Andrés García Berrio: “Nuestro objetivo es evitar el retorno de la sociovergencia y las medidas del pasado”
Entrevista con el abogado y activista Andrés García Berrio, que da el salto a la política como número tres en la lista de Comuns Sumar en la provincia de Barcelona.