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Turismo
20.000 personas se manifiestan en Mallorca contra el turismo de masas
La primera manifestación para poner fin al turismo de masas celebrada en plena temporada en Mallorca ha sido un éxito, según los organizadores. Más de 20.000 personas, según la policía, se han concentrado en Palma y han mostrado su apoyo al movimiento “Canviem el rumb. Posem límits al turisme”, creado hace menos de dos meses y con representación en las cuatro islas, cosa inédita.
Detrás de esta iniciativa está la plataforma “Menys turisme, més vida”, que desde hace años protesta contra un modelo económico que considera injusto. Lo que ha cambiado, según su portavoz, Pere Joan Femenia, son las circunstancias: “Estamos hartos de formar parte de un sistema que solo apuesta por el crecimiento y, a raíz de las manifestaciones que ha habido en Canarias, nos hemos motivado para organizar este acto”. La respuesta de la sociedad ha sido unánime y más de 111 entidades han mostrado su apoyo.
“Pere Joan Femenia: “Hace falta regular la entrada de cruceros y aviones en Balears, limitar el número de visitantes y reducir el número de plazas turísticas”
“Canviem el rumb” tiene las cosas claras y hace demandas muy concretas a la administración. “Hace falta regular la entrada de cruceros y aviones en Balears, limitar el número de visitantes, aprobar una moratoria que, paulatinamente, reduzca el número de plazas turísticas y controlar la compraventa de inmuebles a no residentes”. Sin embargo, no están recibiendo ninguna respuesta. “Ni el govern ni los consells han hecho ningún movimiento de acercamiento”, asegura Joan. “Su relación con la ciudadanía es nula. Reclamamos formar parte de las mesas, pero ellos continúan con las dinámicas insostenibles de las últimas décadas”.
“Menys turisme, més vida” también reclama la elaboración de un estudio de capacidad de carga que sirva de herramienta para tomar decisiones. Joan recuerda que “el año pasado en Mallorca había una media 12 visitantes por residente”. Este 2024 se habla de 15. Para el movimiento que lidera, decrecer es la clave.
Vivir del turismo
Contrariamente a lo que se puede pensar, en la manifestación de ayer en Palma había centenares de trabajadores y trabajadoras del sector turístico, entre ellos, sindicatos y las Kellys Unión Baleares. La presidenta de esta asociación, Sara del Mar García, también se refería a una situación crítica. “Nosotras vivimos de los visitantes y vemos que los hoteles están con la ocupación al 100%. El problema es otro: la vivienda. Con los precios que hay ahora muchas compañeras han renunciado a venir a trabajar. Los 1.500 euros mensuales que cobramos no nos dan si tenemos que invertir 1.200 en un piso. Es imposible”.
Las kellys aseguran que en Mallorca se continúa generando riqueza, pero no llega a las personas que contribuyen a ella. “Tenemos un 21% de la población en riesgo de pobreza y falta mano de obra en nuestro sector. Algo falla”, sentencia.
La Obra Cultural Balear, el grupo ecologista GOB, Justícia i Pau per Mallorca o Extinction Rebellion Ibiza son algunas de las más de cien entidades del archipiélago que apoyan el movimiento. Están vinculadas a todos los ámbitos de la sociedad y demuestran que los problemas generados por la masificación turística afectan la vida todas las personas que residen en las islas.
Para motivar a la población a acudir al acto, diversos activistas proyectaron imágenes luminosas en algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad la noche del viernes. En el Consolat de Mar, la sede del gobierno autonómico, se podía leer el mensaje “Canviem el rumb” y en Es Baluard del Príncep, la muralla principal, “Posem límits al turisme”.
Presencia continua
La manifestación ha sido el resultado de meses de trabajo de la plataforma “Menys Turisme, Més Vida” y supone un punto de inflexión en su camino. Desde este movimiento esperan que, a partir de ahora, haya acciones de manera constante en las calles, los centros educativos y los espacios naturales de las cuatro islas.
En Mallorca, de hecho, una de las noticias más comentadas de las últimas semanas ha sido la ocupación de un camino rural con balas de paja en el momento que intentaba pasar una excursión de buggies. Ocurrió el 11 de julio en Son Macià, Manacor. Un grupo de vecinos se puso a comer melón en medio de la vía a modo de protesta y los vehículos estuvieron parados hasta que llegó la policía local. Pudieron continuar la ruta, pero la empresa se enfrenta a una multa por exceder el número de buggies permitidos por la ordenanza municipal.
Turismo
Baleares Mallorca se prepara para una gran manifestación contra la masificación turística y por la vivienda digna
La acción visibiliza el malestar de los residentes de las zonas rurales afectadas por esta actividad, que se ha puesto de moda en los últimos años. Municipios como Algaida y PortoColom han puesto fin a las rutas buggies y cada vez más son los pueblos que se suman a regular el uso de sus caminos más vulnerables.
Otra acción reivindicativa tuvo lugar en Palma al día siguiente, cuando medio centenar de personas se pasearon por el centro disfrazadas de guiris, con camisas coloridas, chancletas y maletas rodadas. Exhibían pequeñas pancartas con lemas como “Stop cruceros” o “De París a Nueva York ir de compras es lo mejor”.
En lo que respecta al futuro, Canviem el Rumb Eivissa y Formentera ya ha anunciado una gran movilización en la mayor de las Pitiüsses para el Día del Turista, el 27 de septiembre y aseguran estar en conversaciones con Mallorca y Menorca para que se hagan propuestas de forma simultánea.