Capitalismo
¿Hacia dónde va el capitalismo del siglo XXI?

En este siglo, el capitalismo se redefine bajo nuevos parámetros políticos, económicos y culturales. Mismas esencias, menos límites a su actuación, un relato más bronco y violento. Un renovado modelo que, para que la rueda no se detenga, busca nuevas formas de reproducción y blinda las ya existentes.

Hong Kong
Panorámica de Hong Kong desde el piso 100 del International Commerce Centre | Leonid Yaitskiy (Flickr).
Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) - Paz con Dignidad
21 nov 2017 13:58

El capitalismo atraviesa en la actualidad una fase de mutación. Se estaría así preparando en este siglo una nueva forma de organización social a nivel planetario, como respuesta a la crisis civilizatoria en ciernes. En esta línea, quienes detentan el poder ya están realizando notables transformaciones —que plantean irlas impulsando en las próximas décadas— para enfrentar tanto el colapso ecológico como, sobre todo, las perspectivas de un crecimiento económico muy débil. Lo que se pretende es ampliar las posibilidades de reproducción capitalista, en un momento crítico de significativas amenazas.

De este modo, se intensifica y amplía el radio de acción de algunas inercias sistémicas —mercantilización, protagonismo del poder corporativo, concentración y centralización del capital— y se revisa la arquitectura político-cultural hegemónica en el siglo XX, ya que esta colisiona con unos horizontes poco halagüeños. La estructura y el modelo económico del Estado español, en su diversidad, se muestra especialmente vulnerable ante esta ofensiva; con una escasa capacidad no solo para posicionar sendas alternativas de vida, sino incluso para responder a las urgencias básicas de las mayorías sociales.

Lo nuevo y lo viejo

Siglo XXI de inercias y de cambios. Cambios profundos para mantener, en un momento crítico, la inercia capitalista: su necesidad de reproducción permanente. Un capitalismo herido que se dispone, en una huida hacia adelante, a desmantelar parcialmente el modelo de organización global edificado en torno a sí mismo en la segunda mitad del siglo XX porque ya no le es funcional. Y que podemos resumir en un relato conformado por tres ideas-fuerza: un crecimiento económico incesante bajo la primacía del poder corporativo; un modelo de democracia liberal-representativa que intermedia entre Estado, mercado y ciudadanía; un imaginario de defensa de derechos individuales –la agenda de colores neoliberal– sostenido sobre la expansión de los beneficios de la globalización y una arquitectura institucional diseñada al efecto. Si bien este capitalismo del siglo XX no ha dejado nunca de mostrar su matriz clasista, patriarcal, colonial, depredadora y violenta, también es cierto que logró posicionar su relato en una combinación permanente de coerción y consentimiento.

Se lanza así una ofensiva contra todo aquello que aún no está bajo el control del poder corporativo para trascender toda frontera sectorial, geográfica, política y cultural

Hoy en día, no obstante, el vaso se ha rebosado y la dinámica capitalista no cabe en el estrecho marco del proyecto del siglo XX, por lo que su andamiaje político-cultural pretende ser derribado. La economía es lo primero. Y si antes podían permitirse espacios y sectores definidos desde parámetros diferentes —o en la periferia— de la lógica capitalista, ahora es crucial integrarlos definitivamente en esta. Se lanza así una ofensiva contra todo aquello que aún no está bajo el control del poder corporativo para trascender toda frontera sectorial, geográfica, política y cultural que ponga en cuestión el flujo capitalista. Una apuesta, en definitiva, por la mercantilización de la vida, por el control de su espectro completo, por la hegemonía sin parangón del poder corporativo, ya sin ropajes ni subterfugios.

Dimensiones del capitalismo del siglo XXI

En este siglo XXI, el capitalismo se redefine bajo nuevos parámetros políticos, económicos y culturales. Mismas esencias, menos límites a su actuación, un relato más bronco y violento. En síntesis: un renovado modelo económico que, para que la rueda no se detenga, busca nuevas formas de reproducción y blinda las ya existentes. En el ámbito político, se apuesta por una gobernanza corporativa global; esto es, un gobierno de facto de las grandes empresas que sin eliminar a las instituciones, ampute sus capacidades en favor de las corporaciones. En lo que se refiere al imaginario cultural, se abandona progresivamente la deslegitimada agenda de colores en favor de una dinámica de fascismo social, más adecuada a una realidad donde se hace patente que no todas las vidas tienen valor, ni siquiera son posibles.

Respecto a la dimensión económica, se pretende mercantilizar todo ámbito de la vida. Con una énfasis especial en los bienes naturales, los servicios, lo digital y la esfera de lo público. Y es que estos, además de extender la frontera mercantil global, garantizan el negocio en base a las necesidades humanas básicas, y por tanto permanentes (educación, salud, vivienda, alimentación, bienes naturales, etc.), ahondando en el férreo control del trabajo, los territorios y los bienes naturales escasos. Complementariamente, y ante las escasas vías de reproducción en otras esferas, se redobla la apuesta especulativa mediante el blindaje de la desregulación financiera, que bien pudiera generar otro estallido como el de 2008. Con una mirada de largo alcance, se prefigura una nueva onda expansiva a partir del desarrollo de la automatización, la robotización, la economía digital y el “capitalismo verde”.

En la dimensión política, se trata de eliminar toda traba democrática al natural desempeño económico. La democracia no puede poner ya freno a los negocios, y estos deben realizarse bajo la primacía de la absoluta seguridad jurídica. Este principio se convierte en valor supremo, por lo que se revisan los fundamentos del modelo liberal-representativo en lo que respecta a las capacidades legislativas y judiciales. La tensa relación entre capitalismo y democracia explota por los aires, y en el altar de la reproducción del capital se derriba la arquitectura institucional básica de parlamentos, tribunales públicos y estructuras multilaterales de derechos humanos, principalmente a través de la nueva oleada de acuerdos de comercio e inversión.

En este contexto, el comercio y la inversión se esencializan, implantando de manera definitiva la lex mercatoria: la democracia empezaría ahí donde terminan los mercados capitalistas. En esa misma lógica, las decisiones estratégicas se elevan y se corporativizan todavía más, priorizando los ámbitos de decisión regionales y multilaterales, así como la participación activa de las grandes empresas en ellas. Y no solo de forma indirecta sino directamente, dentro del mismo proceso de elaboración política y contando con una justicia ad hoc.

El capitalismo del siglo XXI conforma un nuevo proyecto que desmantela los mínimos democráticos en el marco del gobierno de hecho de las empresas transnacionales

A la vez, se impulsa un relato cultural que cierra el círculo del proyecto. Frente a la deslegitimación de la agenda de colores neoliberal, que pretendía trasladar una mirada progresista y universalista sobre la globalización, se va posicionando otro imaginario más acorde con la realidad de violencia y exclusión generalizada. Gana espacio pues un discurso de fascismo social, de miedo y confrontación con el otro que, incluso manteniendo cierto pluralismo político, preconiza la ley del más fuerte. Ya parece que no hay sitio para todos y todas, y que solo algunas vidas son vivibles. Y se abunda en la guerra con el otro, con lo diferente, desde sentidos comunes explícitamente reaccionarios. A su vez, como referencia normativa se proyecta un individualismo extremo, moderno, conectado y con acceso a todo —como puede ejemplificarse en algunos casos de la “economía colaborativa”— que invisibiliza, en el voluminoso iceberg oculto bajo el agua, una realidad de servidumbre e hipersegmentación a costa del individualismo de la clase privilegiada.

El capitalismo del siglo XXI conforma un nuevo proyecto que desmantela los mínimos democráticos en el marco del gobierno de hecho de las empresas transnacionales, bajo un patrón de apropiación militar y corporativo del territorio. Un proyecto que ensaya una muy cuestionable onda expansiva de crecimiento económico, sin garantía alguna de alcanzar la productividad esperada, pero que en todo caso nos aboca a una constante de incertidumbre y especulación. Y que ahonda además en el abismo social y el colapso ecológico; frente a agendas inclusivas y pacíficas, nos ofrece fascismo social, miedo y guerra. Con la nueva oleada de tratados de comercio e inversión como uno de los hitos principales de su agenda, mediante la que se trata de derribar toda frontera sectorial, geográfica, política y cultural a los negocios, los mercados y el poder corporativo.

El modelo económico del Estado español

El sistema, en su huida hacia adelante, nos conduce a todos y todas a un atolladero histórico sin precedentes. Revertir radicalmente esta situación, plantear modos de vida alternativos y ser a la vez capaz de responder a las necesidades urgentes de la población, aparecerían pues como los desafíos principales de todo proyecto de futuro. Lamentablemente, el modelo hegemónico en el Estado español parece estar lejos de estos retos.

Centrándonos aquí exclusivamente en la dimensión económica, podemos apuntar una serie de pinceladas que nos muestra un modelo muy poco resiliente e incapaz de ofrecer soluciones. Un modelo que, de manera muy esquemática, se podría definir por la hegemonía del turismo y del sector inmobiliario, así como por la apuesta por el desarrollo de grandes empresas —sobre todo financieras y energéticas— con un volumen de negocio exterior relativamente alto. Todo ello, en última instancia, sustentado sobre una gran dependencia del crédito y la deuda para financiar inversión, consumo y especulación.

Esta estructura económica se muestra profundamente vulnerable, ya que se sustenta sobre sectores de escaso valor añadido y crecimiento de la productividad, que además están detrás de las principales crisis que nos asuelan. Hablamos de especializaciones en sectores escasamente dinámicos, sujetos a múltiples variables externas y que van a verse sujetos a disputas crecientes. Por otra parte, es un modelo muy centralizado en unas pocas corporaciones transnacionales, cuyos beneficios no han derivado siquiera en un cierto goteo para las grandes mayorías. Además, la propia tendencia del capital y las disputas venideras pueden provocar que pierdan su mínimo vínculo peninsular, sobre todo si se siguen concretando otros procesos de absorción como los de Enel sobre Endesa y Suez sobre Abgar.

Una apuesta económica que se sustenta en su conjunto sobre las finanzas, lo que eleva exponencialmente su inestabilidad, abunda en una nueva e hipotética crisis y hace imposible la respuesta ante las necesidades sociales bajo el yugo de la deuda. Un modelo económico al que se le suma una arquitectura político-cultural lastrada por la corrupción, el clientelismo, la incapacidad para buscar salidas democráticas para el legítimo reclamo del derecho a decidir, con unas crecientes muestras de fascismo social y violencia. Un panorama que, al fin y al cabo, demanda un cambio de rumbo desde rupturas democráticas diversas y a partir de una redefinición económica radical.

Sobre o blog
La estrategia de la España-marca para “salir de la crisis” pasa por ampliar el poder y los negocios de “nuestras empresas”. Pero, nos preguntamos en este blog, ¿qué futuro le espera al capitalismo español? ¿Sobre qué pilares se pretende sostener el modelo de crecimiento y acumulación en los años venideros? ¿Podrán las organizaciones políticas y movimientos sociales construir contrapoderes efectivos y propuestas alternativas para confrontar los dictados de la clase político-empresarial que nos gobierna?
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Culturas
Raquel Peláez “No estamos en un momento en el que haya odio a los ricos, aquí hay odio a los pobres”
La subdirectora de S Moda ha escrito una historia de lo pijo profundamente política que no renuncia a presentar un retrato ameno de las clases altas y sus vaivenes estéticos.
Opinión
Opinión Para entender el resurgimiento de Trump
Si bien las instituciones democráticas formales permanecen intactas, el poder real para dar forma a la vida cotidiana ha pasado drásticamente a manos de fuerzas de mercado irresponsables.
Urdaibai
TURISTIFICACIÓN No necesitamos otro museo Guggenheim en Urdaibai
Este proyecto tiene todas las características de una “estética fósil”, un imaginario donde confluyen los intereses del capital y de las élites dominantes, junto con una concepción de progreso, vinculada a una supuesta modernidad industrial.
Juan Gómez
22/11/2017 10:58

Como yo lo he entendido, creo que se refiere a que por supuesto se trata de un problema global, y de un sistema que debe ser radicalmente superado y que nos afecta a todos y todas, en Alemania, Zimbawbe, etc., pero que en el Estado estamos en peor disposicón para generar alternativas radicales y anticapitalistas dada una especial vulnerabilidad. Vaya, que lo veo como una llamada a afrontar radicalmente un cambio, por supuesto global, pero sin duda estatal

23
13
Ramón
22/11/2017 10:45

Muy interesante artículo. Sin embargo, su final me deja perplejo. Cuando afirma: "Lamentablemente, el modelo hegemónico en el Estado español parece estar lejos de estos retos (de generar alternativas" parecería sugerir que si tuviéramos un capitalismo "mejor" (con industrial, tecnológicamente desarrollado, etc.) estaríamos mejor preparadas para levantar alternativas. Entiendo que su reclamo de "redefinición económica radical" y "rupturas democráticas diversas" se dan tanto aquí como en Alemania. No alcanzo a ver en qué sentido una 'mejor' estructura capitalista nos ayudaría, puesto que en buena medida se trata de desmontar el tinglado existente (pues supongo que la propuesta no pasa por poner a los mandos de la máquina infernal a gente maja, sea la clase obrera u otro agente social).

20
26
Sobre o blog
La estrategia de la España-marca para “salir de la crisis” pasa por ampliar el poder y los negocios de “nuestras empresas”. Pero, nos preguntamos en este blog, ¿qué futuro le espera al capitalismo español? ¿Sobre qué pilares se pretende sostener el modelo de crecimiento y acumulación en los años venideros? ¿Podrán las organizaciones políticas y movimientos sociales construir contrapoderes efectivos y propuestas alternativas para confrontar los dictados de la clase político-empresarial que nos gobierna?
Ver todas as entradas
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
República Dominicana
República Dominicana República Dominicana en disputa: Trujillo contra Bosch
El trujillismo, pilar del pequeño estado caribeño en su configuración contemporánea, es también fundamental para entender el origen de las políticas intervencionistas estadounidenses en América Latina.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Análisis
Análisis Europa no puede blindarse contra Trump
Tras las elecciones estadounidenses los expertos europeos en política exterior están reviviendo las ideas de autonomía estratégica de 2016, sin entender todo lo que ha cambiado en los últimos ocho años.
El Salto Radio
El Salto Radio Desenmascar la violencia
Almudena Carracedo, la directora de “No estás sola. La lucha contra la Manada” nos habla, en su última película, de cómo el “yo sí te creo” consiguió desenmascarar tantas agresiones sexuales hasta entonces silenciadas.
Cádiz
Derecho a la vivienda Así prepara la asamblea de Jerez por la Vivienda su primera gran movilización contra gobiernos y rentistas
Cuatro meses después de haberse constituido, el colectivo convoca una manifestación el sábado 23 de noviembre gracias al trabajo de activistas como Inma, Jaime, Olga o Alberto: “En la última década el alquiler en la ciudad ha subido un 65%”
Medios de comunicación
Financiación a medios ultras María Guardiola justifica financiar medios ultraconservadores condenados alegando “independencia periodística”
La líder de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha preguntado a la presidenta de la Junta de Extremadura por su financiación a Ok Diario, Libertad Digital y The Objective, pidiendo que cese de “financiar a pseudomedios de extrema derecha”.
Más noticias
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estados Unidos aprueba la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso aprueba una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Análisis
Violencia sexual Pensar juntas las violencias para poder seguir hablando
En este tiempo, aparentemente no se ha parado de hablar de un tipo de violencias, las violencias sexuales. Y sin embargo, nos preguntamos: ¿es así?
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.

Recomendadas

València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.
Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.