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Uruguay
Uruguay vota el próximo domingo con las encuestas apuntando al retorno del Frente Amplio
El 27 de octubre tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones uruguayas. Las encuestas de intención de voto tienen una evolución estable en los últimos meses, con un escenario que parece consolidar la idea de un Uruguay con baja polarización política. Sin embargo, en tiempos que esta crece a nivel global, ¿cómo leer las elecciones del próximo domingo?
Uruguay se acerca a la que ya denominan “maratón electoral”. Y es que en las próximas semanas los poco más de tres millones de uruguayos en el país -ya que no existe voto desde el extranjero- están llamados a votar en elecciones obligatorias al próximo presidente, Parlamento, Senado y dos plebiscitos que ocupan gran parte de la discusión pública.
Análisis
Análisis La hoja de ruta de la izquierda en Uruguay
Iván Schuliaquer, doctor en Ciencias Sociales e investigador del CONICET, publicó en 2023 un informe sobre dirigencia política, debate público y polarización política en Uruguay. Se trata de una parte del estudio publicado en 2023 con la Friedrich Ebert Stiftung (FES) sobre las redes sociales de los principales dirigentes de Uruguay donde comprobaron la polarización del debate en Twitter entre dos comunidades claramente separadas: la Coalición Multicolor y la oposición del Frente Amplio (FA).
La Coalición Multicolor es el nombre que toma el gobierno actual, formado por la coalición tripartita de derechas entre Partido Colorado, Partido Nacional o Blanco y Cabildo Abierto. El Frente Amplio (FA) es el ya histórico partido uruguayo que unifica los distintos posicionamientos de izquierdas con conocidos líderes como Tabaré Vázquez o Pepe Mujica. La Coalición multicolor fue la ganadora de las anteriores elecciones, poniendo fin a 15 años de mandato de FA (Tabaré-Pepe-Tabaré).
Algunos estudios muestran a Uruguay como uno de los países menos polarizados, ocupando el cuarto puesto tras Noruega, Botsuana e Irlanda. Un escenario completamente distinto al de sus vecinos Argentina y Brasil
Schuliaquer identifica como principales temas de la vida social uruguaya: economía, ayudas sociales, seguridad, corrupción, medios y periodismo, valores culturales, sindicatos, la forma en que se tramitó la salida de la dictadura y el diálogo con los adversarios políticos. A pesar de las discusiones entre los distintos bloques respecto a estos temas, la tradición uruguaya del consenso se constata en índices como el v-dem, que lo muestra como uno de los países menos polarizados con una puntuación de 0,69 en una escala del 0 a 4, ocupando el cuarto puesto tras Noruega, Botsuana e Irlanda. Esto marca un escenario completamente distinto al de sus vecinos Argentina con 3,65 y Brasil con 3,55
Inés Carella Valverde, militante del Frente Amplio, destaca a Uruguay en la región por “un profundo respeto a la democracia”. El índice de calidad democrática de The Economist publicado en 2023 destaca la fortaleza democrática por un sistema de partidos fuertes que frena la emergencia de autoritarismos y líderes populistas. Sin embargo, este respeto y el bajo puntaje de polarización, no impide la existencia de dos bloques marcados. Paula Mañas, también militante del Frente Amplio, recalca que “en Uruguay, por más que haya más de 11 partidos políticos, hay dos proyectos de país: tenemos un país conservador y un país progresista”.
Pero ¿cuál es el panorama actual? El politólogo uruguayo Daniel Chasquetti explicaba, varios dísa antes de los comicios que “si bien es cierto que el Frente Amplio no está lejos de la mayoría en primera vuelta, su ritmo de crecimiento en las encuestas se ha ralentizado”. Las razones son varias, entre las que se destacan el plebiscito de la seguridad social y la denominada “campaña fría”. Estos plebiscitos reflejan los temas más debatidos en estas elecciones, la seguridad y la desigualdad. El escenario más probable para Chasquetti es una segunda vuelta entre Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, candidato del Partido Nacional.
Desde la militancia, Carella explica que esta “campaña fría” se da porque “no ves tanta cosa en la calle como veías en campañas anteriores” sino que se trata de una campaña más centrada en las redes. También Mañas habla de “campaña flaca” para hacer referencia a que falta información para la población y debates públicos entre los candidatos. “Se olvidan totalmente de toda la parte más de contenido, de la política, de cuáles son los temas que les preocupan a los uruguayos como la pobreza infantil, la convivencia y la seguridad, el empleo”, explica Mañas para quien “la campaña de 2019 tenía más intensidad”. Las politólogas Marcela Schenck y Camila Zeballos analizaron recientemente en el medio uruguayo la diaria esta “desmovilización”. En este artículo, Zeballos explica que “sobre todo porque se perdió esta idea de ‘cambio’ que traía muy a cuestas [el actual presidente, Luis] Lacalle Pou, y esto me parece que también incide en la poca movilización o en la apatía o falta de amor que se ve”.
“Se olvidan totalmente de toda la parte más de contenido, de la política, de cuáles son los temas que les preocupan a los uruguayos como la pobreza infantil, la convivencia y la seguridad, el empleo”
El bloque de centroderecha, según las encuestas, se ha encogido respecto de la elección de 2019, perdiendo más de diez puntos del electorado, pasando del 56% a alrededor del 40%. De hecho, “la poca participación en las elecciones internas del partido blanco fue un indicio claro de que las cosas no estaban bien”, indica Chasquetti. Parecería que a la interna de la Coalición Multicolor hay un cambio de fuerzas, con un Partido Colorado más fuerte de la mano de un candidato joven que propone algo “distinto”, Andrés Ojeda (cuyos spots de campaña consisten en él levantando pesas en el gimnasio). Sobre el Partido Nacional, Mañas afirma que “sin Lacalle Pou [actual presidente] es muy complicado que Delgado pueda salir” siendo un candidato que “cada vez se está achicando más” frente a la presencia de Ojeda, “con esta nueva moda, que no es ajena, la tenemos al lado nuestro con Argentina, del empresario neoliberal medio pragmático que no cree en los políticos pero es político”. Es más, Maña habla de cómo se trata de una estrategia de “captar votos a través de la romantización de la política”.
Para Chasquetti, “todo indica que en una segunda vuelta Yamandú Orsi se alzaría con el triunfo, pues no existe ni una sola encuesta de simulación de balotaje en la que no derrote a Delgado por una diferencia considerable”. Sin embargo, admite que “algunos analistas han especulado sobre la posibilidad de que el candidato colorado, Andrés Ojeda, desplace a Delgado del segundo lugar”. Además de por la juventud de su candidato, el Partido Colorado cuenta con el retorno a la política de Pedro Bordaberry, descendiente del exdictador uruguayo Bordaberry, y “su capacidad de captar votos de votantes de derecha desconfiados”, explica Chasquetti. Esto se suma a un silencio por parte de Manini Ríos, descrito por Mañas como “un hombre que siendo militar viene a imponer esta figura conservadora y destructiva para el país como es recordar lo peor que tuvo el uruguayo”.
En definitiva, la mayoría parlamentaria sería para el FA, mientras que la elección presidencial seguramente requiera de una segunda vuelta que dependerá de los votos indecisos, que suman hasta 10 puntos y equivale a unos 100.000 votos.
El Frente Amplio se presenta con la fórmula de Yamandú Orsi como presidente y Carolina Cosse como vicepresidenta. El FA se ha consolidado como la fuerza de izquierdas del Uruguay, generando un espacio común entre distintas vertientes y sectores. De esta forma, Orsi viene del MPP (Movimiento de Participación Popular) y Cosse ha pasado por varios sectores (la Amplia) y está apoyada por el Partido Comunista, mostrando que aunque haya una continuidad histórica, el Frente Amplio está renovando candidatos y candidatas más allá de las figuras de liderazgo históricas como Pepe Mujica (del MPP) o Danilo Astori, explica Carella.
Uruguay
Derecho al agua Saqueo en sequía, sin agua potable en Montevideo
Ambas militantes del Frente coinciden en que “la fórmula Orsi Cosse logra unir los dos lados del Frente Amplio”, además de continuar con la propuesta paritaria del Frente Amplio, ya que las leyes electorales uruguayas no obligan a la paridad. Carella lo ve “una decisión estratégica” ya que la clave de las elecciones presidenciales se encuentra en los votos indecisos para lo que Orsi, antiguo profesor de historia, intendente de Canelones (un departamento del interior de Uruguay, fronterizo con Montevideo) se presenta como puente hacia la unión y el consenso. Mañas destaca el papel de Carolina Cosse (actual intendenta de Montevideo) y su capacidad de “hacer las preguntas incómodas que nadie quiere hacer pero hay que hacer, es la feminista que pregunta”.
“La gente votaba a la persona y no al partido y se va a necesitar que la gente vote el Frente Amplio pase lo que pase, porque votan a la izquierda, no una persona en particular” explica Carella, a lo que Mañas suma que “no importa solo los candidatos sino lo que hay detrás de los candidatos”. Sin embargo, las politólogas Schenck y Zeballos afirman que el tomo personalista de las campañas es una estrategia que se sigue profundizando. Schenck analiza cómo “estamos viendo elección a elección esta pérdida del elemento más colectivo, las colectividades partidarias, que movían más en otro momento. Ahora dependen más de las figuras, justamente de quienes están al frente, los candidatos”. Zeballos explica cómo el Frente Amplio se encuentra en “un proceso de desaceleración del ritmo de crecimiento que había tenido” explicado por la “demora en la articulación de sus líneas programáticas” y una “desarticulación en la campaña”.
Mañas destaca como joven militante feminista la “importancia de incorporar el término de economía feminista en la agenda” o “que se hable de vivienda”. Carella suma a la crisis de vivienda por su elevado coste la ausencia de los temas medioambientales en el debate, incluso tras haber vivido una de las mayores sequías que dejó a la población montevideana sin agua potable varios meses en 2023. Vivienda y crisis climática como ausencias en el debate que preocupan especialmente a la juventud.
Después de unos años de revisión dentro del Frente Amplio, así como de una gran autocrítica, “hay mucho para hacer y con qué hacer”, afirma Mañas, añadiendo que “ver un niño pidiendo monedas en la calle, que haya una persona durmiendo cada dos cuadras en Uruguay nos dice algo y es contenido político y no se está hablando de eso”.