Violencia machista
Caso Sanfermines o qué supone que la ley no considere la violación como violencia de género

La ley de 2004 solo contempla como violencia de género la producida en el entorno de la pareja o la expareja. El comienzo del juicio por el caso de la violación múltiple producida en los Sanfermines de 2016 evidencia la desprotección y la indefensión que queda para las víctimas de otros tipos de agresiones contra las mujeres, entre ellas la violación.

Violencia machista 2
Concentración contra la violencia machista. David F. Sabadell
@MartinCuneo78
@martincuneo.bsky.social
14 nov 2017 17:47

Por muy raro que parezca, la ley no considera que el juicio por la violación de una joven de 18 años por cinco hombres en los últimos Sanfermines tenga relación alguna con la violencia machista ni con sesgos de género.

La razón hay que buscarla en la Ley de Violencia de Género de 2004, que solo considera delitos de violencia de género aquellos cometidos por la pareja o por la expareja. La inclusión de otras formas de violencia –entre ellas la violación– en el reciente Pacto de Estado contra la Violencia de Género no se ha traducido, según denuncian diversas organizaciones feministas, en leyes o medidas concretas que cambien la situación de desprotección de las víctimas de agresiones sexuales fuera de la pareja. 

En el primer día de juicio, el pasado  13 de noviembre, ya han podido observarse algunas de las consecuencias que implica esta consideración legal.

“Cuando se trata de violencia de género, se prioriza el domicilio de la víctima como lugar para el juicio, aunque solo sea por evitarle el mal trago”, explica Rodríguez

La primera consecuencia de esta “barbaridad”, relata a El Salto Ángela Rodríguez, diputada de En Marea en el Congreso, es que la joven ha tenido que desplazarse desde Madrid, donde vive, a Pamplona para testificar. Puede parecer un detalle menor, pero no lo es tanto cuando hablamos de una violación, además, múltiple. “Cuando se trata de violencia de género, según reconoce la Ley de 2004, se prioriza el domicilio de la víctima como lugar para el juicio por una cuestión de protección de la víctima, aunque solo sea por evitarle el mal trago de tenerse que cambiar de ciudad para tener que declarar”, explica Rodríguez.

Desprotección

El hecho de no estar amparada en la Ley de Violencia de Género deja a la víctima fuera de toda una serie de actuaciones y protecciones como el apoyo psicológico, jurídico, económico y médico, según denunciaban en  rueda de prensa los colectivos feministas Andrea y Lunes Lilas. Tere Sáez, portavoz de estas organizaciones, reclamó que “la víctima sea atendida por los órganos competentes” y se “garantice la atención psicológica y jurídica gratuita”, un apoyo con el que ya cuenta, aclaran, pero solo “gracias al esfuerzo de su familia, los movimientos feministas y las instituciones locales”.

Esta indefensión se debe, según palabras de Sáez, a “la existencia de una ley estatal de 2004 que no incorpora la violencia sexual como violencia contra las mujeres, de género o machista, y por tanto [la víctima] no tiene acceso a estos recursos”.

El primer día de juicio dejó en evidencia otra de las consecuencias de que este tipo de violencia sexual no esté amparada por la ley de 2004. Los abogados defensores intentaron descalificar la acusación popular del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Pamplona aduciendo que este tipo de querellas está limitada a los casos de violencia de género. En este caso, el juez rechazó la petición pero, según las organizaciones feministas, esta situación puede llevar a casos de indefensión dependiendo del magistrado que lleve el caso.

Las implicaciones de quién puede denunciar en los casos de violencia de género o de otras formas de violencia sexuales que no recoge la ley son grandes, según afirma la diputada Ángela Rodríguez: “La violencia de género se considera como un delito contra la salud pública. Esto quiere quiere decir que no solo puede denunciar la víctima o un familiar, sino que un vecino puede denunciar un caso de violencia machista. Entonces, si vale cuando un marido le pega a su mujer ¿cómo no va a valer para una violación?”.
Los abogados defensores intentaron descalificar la acusación popular del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento aduciendo que este tipo de querellas está limitada a los casos de violencia de género
Pero las consecuencias de este vacío legal van más allá. Cuando una mujer es víctima de violencia de género, continúa Rodríguez, según la ley de 2004 “la mujer se convierte en víctima y testigo”. En el ámbito de la violencia de género, dice, “está mucho más asumido que sea el propio testimonio de la mujer el que sirva para la acusación y cuando sales de este entorno, en donde existe una jurisprudencia en los Juzgados de la Violencia sobre la Mujer, esto se vuelve a poner en duda otra vez; por eso estamos viendo todos estos días cómo hay todo un debate sobre si hubo o no consentimiento y, por lo tanto, si se puede considerar delito o no”.

El Pacto de Estado, en el limbo

Hace justo un año, el 15 de noviembre de 2016, el Congreso de forma unánime se comprometía a llegar a un acuerdo entre todas las formaciones políticas para ampliar el marco de la ley de 2004 y dotar de presupuesto a la lucha contra la violencia machista. El 28 de septiembre de este año se aprobaba el Pacto de Estado, que reconocía la violación como una de las formas de violencia machista pero, dos meses después de su aprobación, las declaraciones del Pacto no se han traducido en medidas concretas.
La dotación de más recursos para la lucha contra la violencia machista, otra de las grandes demandas del movimiento feminista, también ha quedado en suspenso
“Aunque se reconozca en el Pacto que la violación es violencia machista, lo cierto es que cuando lo llevamos a la práctica las medidas no están desarrolladas y no funcionan. Hay miles de casos así, pero este es especialmente sangrante”, denuncia Rodríguez. Según las denuncias registradas por el Ministerio del Interior, cada ocho horas es violada una mujer en España.

A falta de dos semanas para que se cumplan los dos meses que se dio el Gobierno para iniciar las conversaciones con las comunidades autónomas y las entidades locales, según comenta la diputada de En Marea, “hasta el momento no se ha hecho nada”. La dotación de más recursos para la lucha contra la violencia machista, otra de las grandes demandas del movimiento feminista que hace dos años inundó las calles de Madrid el 7N, también ha quedado en suspenso: “La única noticia que tenemos clara es que los presupuestos por ahora están prorrogados y por tanto no va a haber dinero”, se lamenta Rodríguez. 
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Argentina
Argentina Diez años de Ni Una Menos, el movimiento que desbordó el feminismo para hacerlo enorme
El 3 de junio de 2015 se produjo la primera convocaría de Ni Una Menos en Argentina. El llamamiento contra la violencia machista traspasó el nicho feminista y la respuesta fue masiva. Hoy, se enfrenta a las políticas reaccionarias de Milei.
Violencia machista
Machismo Ver para creer: ha llegado la hora de acabar la misoginia visual en las redes sociales
VV.AA.
Todas estas formas de misoginia contemporánea están aumentando a medida que se generaliza el uso de la inteligencia artificial generativa para fabricar imágenes falsas.
Infancia
Infancia La bebé arrancada en Torrejón vuelve con su madre
Pamela, la madre de la criatura, ha firmado un compromiso por escrito para permanecer en un recurso asistencial para mujeres víctimas de violencia de género. Esto ha posibilitado la devolución de la niña arrancada.
#16115
15/5/2018 14:04

Hay que castigar con la cadena perpetua a los que cometen actos de violencia racista, de violencia xenófoba, de violencia de género, de violación dentro del matrimonio o de violación fuera del matrimonio, pero también hay que castigar con la cadena perpetua a los que ponen denuncias falsas o querellas falsas de actos de violencia racista, de violencia xenófoba, de violencia de género, de violación dentro del matrimonio o de violación fuera del matrimonio. Los acusados de cometer actos de violencia racista, de violencia xenófoba, de violencia de género, de violación dentro del matrimonio o de violación fuera del matrimonio, o de poner denuncias falsas o querellas falsas de actos de violencia racista, de violencia xenófoba, de violencia de género, de violación dentro del matrimonio o de violación fuera del matrimonio, tienen derecho a que se presuma de su inocencia mientras no se demuestre su culpabilidad con pruebas contundentes y fidedignas.

0
0
#16114
15/5/2018 13:43

Yo creo que hay que castigar con la cadena perpetua a los violadores, pero también hay que castigar con la cadena perpetua a aquellas personas que ponen denuncias falsas o querellas falsas de violación. Todo acusado de cometer una violación o de poner una denuncia falsa o querella falsa de violación es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Estas cosas son principios de justicia natural.

1
0
Victor
27/11/2017 1:06

la mujer se convierte en víctima y testigo”. En el ámbito de la violencia de género, dice, “está mucho más asumido que sea el propio testimonio de la mujer el que sirva para la acusación
¿Estamos defendiendo que el testimonio de la supuesta victima, sin necesidad de ninguna prueba, sea suficiente para meter a una persona en la cárcel por más de 20 años? ¿Volvemos a la inquisición?

3
3
Violeta
18/11/2017 22:31

Presunción de inocencia? Te violan cinco hombres y estás hablando de presunción de inocencia...Tú si que das grima. No sabes lo que siente una mujer ni debes tener hijas... Y hablas de pluralidad y demás. Qué vergüenza¡¡ Espero que esos cinco animales se pudran en la cárcel¡¡¡¡

5
2
#3188
16/11/2017 14:25

Me habéis censurado un comentario que hice ayer en esta noticia donde defendí la presunción de inocencia de los acusados. Muy bonito ¿así pretendéis realizar un medio plural? ¿vais a censurar también este comentario? La izquierda cada vez da más grima, una pena.

1
32
LGTBIAQ+
LGTBIAQ+ Unha casualidade, unha resposta masiva e un debate incómodo: a sentenza de Samuel Luiz en contexto
O 22 de maio, o TSXG ratificaba o veredicto do xurado popular e recoñecía que o asasinato de Samuel Luiz foi un crime motivado por LGTBIfobia. O caso supuxo unha mobilización sen precedentes.
Filosofía
Brais Arribas, filósofo “Non se trata de empoderar senón de disolver o poder”
Durante a conversa, o profesor reflexiona sobre a saúde da filosofía galega, o poshumanismo, as novas masculinidades ou a experiencia da pandemia.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Recomendadas

Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.