Derecho a la vivienda
Decorar las paredes

Hablamos a través de las paredes. Adornamos nuestros espacios para hacerlos nuestros, dotarlos de calidez emocional, convertirlos en lugares seguros. Incluso cuando son precarios y de paso.
Cuadro fotograma Barton Fink
Un fotograma de la película 'Barton Fink' de 1991

Cuando viví sola, cambié de casa cinco veces. Primero fui a dar a una habitación pequeña y de paredes blancas en una calle llamada Edward Street. No sabía cuánto tiempo viviría allí, pero no me importó. De inmediato hice mías esas paredes blancas, busqué algunos de mis dibujos y los adherí a ellas con celofán: un celofán de quita y pon, que apenas dejara huella al ser arrancado, como mi estancia allí. Cuando me cambié a la segunda casa, también precaria y pequeña, moví a sus paredes los dibujos, añadí otros. Luego vino el hostal temporal, y luego la siguiente casa. A la cuarta mudanza, ya no tenía ganas de decorar mi cuarto. Cuanto más te mueves, más cosas vas dejando por el camino, aprendí aquellos años. Pero aun coloqué una postal, algún libro cuya portada me recordara a una lectura querida, una foto apoyada en un quicio: algo, por mínimo que fuera, que me recordara que ese sitio en la calle Norfolk era mío, y solo mío, durante ese espacio de tiempo indeterminado que durara mi alquiler.

Decorar nuestras paredes, habitaciones o espacios es un ritual peculiar. Según la psicóloga Pepa Horno, en los centros de protección de niños y niñas que ella ha observado, si los chavales recién llegados no quieren estar allí tienden a no querer decorar sus cuartos. Poco a poco van aceptando el centro y va apareciendo la personalización hasta que son capaces de poner las fotos de su familia en la mesilla: “Ese es el mayor indicador en un centro de protección de que un crío o cría se siente seguro y a gusto”, dice.

Para Horno, hablamos a través de las paredes y de los espacios. Dotar de la calidez emocional al entorno físico es una parte clave para crear un entorno seguro. Y la decoración es un elemento más: el que vuelve unas paredes construidas por manos ajenas un elemento nuestro, y de nadie más.

En nuestros objetos, los adornos con los que convivimos a diario, podemos ver si nuestro espacio nos da seguridad, si nuestras paredes son estables, si aspiramos a permanecer. Mirad las casas de quienes llevan décadas habitándolas. Nuestras abuelas y su acumulación asfixiante, su reiteración de adornos y fotos, su guerra al espacio vacío. Hay quien tiende a renovar la decoración; otros, a mantenerla. Algunos decoran los lugares de trabajo para haceros más amigables (otros, sin embargo, jamás hemos llegado a tener un espacio laboral tan propio o durante tanto tiempo). Hay diferentes formas de decorar pero todas nos narran. Nos contamos a través de nuestros objetos: de los adornos de tal o cual década, las marcas del crecer de los niños en las paredes, u otros detalles que hacen que esas casas sean únicas. Muy a menudo, con el tiempo, acumulamos objetos ajenos, regalos de viajes de otros, pongos, cosas de otras épocas de nuestra vida que ya no adquiriríamos ni consideraríamos decorativas porque nuestros corazones son, a la larga, más cambiantes y maleables que los rígidos objetos. Acumulamos, abarrotamos las estanterías y, si no soltamos lastre, corremos peligro de dejar de reconocernos en nuestras cosas.

Mi generación, sin embargo, está acostumbrada a habitar espacios inciertos, prestados, temporales. Pisos compartidos, de llaves copiadas, de salones y pasillos y neveras compartidas. Hogares paternos, donde convivimos con la decoración de nuestros yoes pasados. Vivimos de la mano de la inestabilidad de los alquileres crecientes, de la lógica del mercado de vivienda que deja fuera a la gente y que nos amenaza con expulsarnos de nuestros propios barrios y ciudades. Vivimos, en fin, donde podemos. Y, aun así, en este escenario líquido seguimos decorando nuestras paredes. Luchamos por convertirlas en hogares. Las adornamos a la desesperada, como quien pinta en lienzos movedizos, tratando de crear una ilusión de que poseemos esos lugares que nos permitan vivir con seguridad e imaginar el futuro.

Yo ya vivo más estable. Decoro con cierta desgana, intentando ser minimalista, los muebles de este piso temporal que es ahora mismo mi casa. Al fin he recuperado varios de mis dibujos y los he enmarcado y enclavado a la pared: un marco estable, una solución que ya ni recuerda aquel precario celofán de quita y pon. Y cuando los miro recuerdo aquellas paredes, blancas y efímeras, de mis casas de paso.  

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Granada
Personas sin hogar Denuncian en Fiscalía al Ayuntamiento de Granada por la falta de refugios climáticos para personas sin hogar
‘La Calle Mata’ denuncia al Ayuntamiento ante Fiscalía por las graves consecuencias para la vida de las personas sin hogar sin posibilidad de refugiarse de las temperaturas extremas del verano
Derecho a la vivienda
Econtrar un piso Reglas del juego si eres clase media y quieres comprar un piso en Madrid en 2025
La motivación a la hora de escribir este artículo nació de la tristeza que sentimos al encontrar un piso y, tras haberlo reservado, escuchar a otros pares que, sin siquiera haberlo visitado, ya querían quitárnoslo ofreciendo más dinero.
Madrid
Madrid Vecinas de Tribulete 7 presentan demanda colectiva por acoso inmobiliario contra Elix Rental Housing
Es la primera demanda colectiva que se presenta en España contra una socimi. El inquilinato quiere conservar sus hogares e impedir que se desarrolle el plan de pisos turísticos que pretende el propietario.
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
CRTVG A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
Altri A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
Altri A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.