Derecho a la vivienda
La ruptura social, la otra cara del incremento de precios de la vivienda

El paisaje urbano del que tanto nos enorgullecemos está conformado en tanto somos y conformamos grupos relativamente estables de miembros. La salida involuntaria de los mismos impide el continuo que nos ha traído hasta aquí, que nos ha conformado como sociedad.

Antropólogo y profesor universitario

@antroperplejo


1 feb 2023 06:00

No hace mucho, una pareja amiga decidió mudarse a L'Hospitalet de Llobregat. No lo hacían por iniciativa propia sino, más bien, impulsados por la subida desorbitada del alquiler que pagaban por su vivienda del Raval, céntrico barrio de Barcelona. Tras una infructuosa búsqueda por zonas más cercanas, al final, el único piso asequible y adecuado a sus condiciones personales y laborales —tenían niño y niña menores de diez años— los llevó a la citada ciudad del área metropolitana. Lo que no hicieron fue cambiar a sus hijos de colegio; estos seguirían escolarizados en el Raval.

Esto, pese a que suponía todo un desafío para su organización familiar, se les presentó como la opción más optima para su situación particular. Durante años, habían logrado tejer una red de amistades y complicidades con vecinos y vecinas del barrio, madres y padres de otros niñas y niños del colegio, que le servían para suplir las deficiencias más elementales de su cotidianidad: recoger a los niños de la escuela; dejarlos en casa de alguien cuando estos se ponían enfermos y había que ir a trabajar; organizar fiestas, cumpleaños y salidas de fin de semana; tener vida como pareja, etc. Esto es, las dinámicas de reciprocidad y ayuda mutua propias de la vida colectiva en determinados barrios de la ciudad, altamente relacionada con la clase social a la que se pertenece.

En el Área Metropolitana de Barcelona la gente no puede establecerse y echar raíces, sino que se ve impulsada, en gran medida, a buscar una vivienda más asequible para, simplemente, poder llevar una vida normal

Esta semana, el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IMRMB) ha publicado su Encuesta de Cohesión Urbana (ECURB) de 2022 donde muestra, entre otras cuestiones, que casi el 64% de la población del área metropolitana de la capital catalana encuentra difícil dar con una vivienda asequible y que se adecúe a sus necesidades dentro de su barrio o municipio. Esta cuestión, en 2017, suponía solo un 50,5%, con lo que el incremento de la percepción ha sido más que notorio, lo que ha llevado, a su vez, a un aumento notable de la movilidad dentro del área, que ha pasado de un 8,8% en 2017 a un 28,3% en 2022: casi uno de cada tres habitantes de la zona ha cambiado de domicilio.

Los motivos recogidos por la encuesta son variados: desde la búsqueda de una mejora de la propia vivienda o del entorno —un 38,9%—, pasando por los cambios relacionados con la formación de un hogar —un 30,4%—, hasta llegar a los motivos económicos o vinculados al incremento sustancial del precio de la vivienda, que han pasado a suponer uno de cada cuatro de todos los realizados, el 24%, cuando en 2017 eran solo del 14,4%. Esta es la realidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), donde la gente no puede establecerse y echar raíces, sino que se ve impulsada, en gran medida, a buscar una vivienda más asequible para, simplemente, poder llevar una vida normal.

Una sociedad hipermóvil es causa y efecto del individualismo más enconado

Sin embargo, la crudeza de los datos, siempre fríos, no debe ocultarnos parte de la transformación social que dicha dinámica supone. La vivienda no es solo el lugar donde descansamos, comemos o desarrollamos nuestra intimidad, es también nuestro elemento principal de conexión con el territorio y, por tanto, con la comunidad humana que en ella vive. No es posible hablar de barrio o ciudad, desde un punto de vista socio-antropológico, sino es mediante el establecimiento de un tipo de relaciones sociales especiales, basadas en la cercanía y la repetición de los encuentros, que acaban por generan una conciencia, identidad y tejido social único.

Un barrio residencial no es un barrio, es un aparcamiento de personas. Decía Aristóteles que solo los animales y los dioses no necesitan a los otros, y los seres humanos no somos ni una cosa ni la otra. El paisaje urbano del que tanto nos enorgullecemos; las fiestas, la arquitectura, el comercio, la familia, etcétera; está conformado en tanto somos y conformamos grupos relativamente estables de miembros. La salida involuntaria de los mismos impide el continuo que nos ha traído hasta aquí, que nos ha conformado como sociedad.

Hace un par de meses, en una charla sobre urbanismo, precisamente en L'Hospitalet de Llobregat, alguien del público me preguntó: “¿Cómo podemos mantener un movimiento social activo y articulado si, cada cierto tiempo, perdemos miembros porque se tienen que mudar a causa del precio de la vivienda?”. Para mí, este comentario dio en el clavo: una sociedad hipermóvil es causa y efecto del individualismo más enconado. No es posible conformar relaciones sociales estables, a no ser mediante el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, aunque con una fragilidad tremenda, si no es mediante el encuentro y el diálogo constantes. El desplazamiento de parte de la población involuntariamente en búsqueda de una vivienda adecuada a sus necesidades supone también la ruptura del entramado activista y militante de los territorios, algo que acaba por echar más leña al fuego de la movilidad, al desaparecer parte de los actores con capacidad de ofrecer una resistencia y una respuesta política.

En definitiva, la dificultad para encontrar una vivienda adecuada a los intereses personales y familiares de cada uno de nosotros no es únicamente un problema personal, sino colectivo. La ruptura de parte del tejido social de barrios, pueblos y ciudades supone un incremento en las dificultades de la cotidianidad, de la conciliación familiar, de la constitución de un tejido social, económico y cultural continuo; de la superación, en definitiva, del individualismo más rampante. Esta y otras cuestiones se encuentran dentro del incremento de los precios de la vivienda, haciendo, más perentorio que nunca, el establecimiento de las medidas legislativas adecuadas para evitarlas.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Granada
Personas sin hogar Denuncian en Fiscalía al Ayuntamiento de Granada por la falta de refugios climáticos para personas sin hogar
‘La Calle Mata’ denuncia al Ayuntamiento ante Fiscalía por las graves consecuencias para la vida de las personas sin hogar sin posibilidad de refugiarse de las temperaturas extremas del verano
Derecho a la vivienda
Econtrar un piso Reglas del juego si eres clase media y quieres comprar un piso en Madrid en 2025
La motivación a la hora de escribir este artículo nació de la tristeza que sentimos al encontrar un piso y, tras haberlo reservado, escuchar a otros pares que, sin siquiera haberlo visitado, ya querían quitárnoslo ofreciendo más dinero.
Madrid
Madrid Vecinas de Tribulete 7 presentan demanda colectiva por acoso inmobiliario contra Elix Rental Housing
Es la primera demanda colectiva que se presenta en España contra una socimi. El inquilinato quiere conservar sus hogares e impedir que se desarrolle el plan de pisos turísticos que pretende el propietario.
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
CRTVG A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
Altri A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
Altri A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.