Derecho a la vivienda
El Sindicato de Inquilinas frena temporalmente el desahucio de una mujer y su hija en el Barrio del Pilar

Más de cincuenta personas se reunieron este viernes para reclamar el derecho de una vecina a conservar su vivienda. La prórroga hasta el próximo intento de desalojo es de tan solo una semana en la que deberá acreditar una vez más su vulnerabilidad.
Desahucio Avda Ilustración
Integrantes del Sindicato de Inquilinas y de la PAH en la movilización que consiguió frenar el desahucio.
24 feb 2024 12:12

Las activistas del Sindicato de Inquilinas de Madrid lo han vuelto hacer: durante la mañana del viernes consiguieron frenar con éxito el desahucio de una mujer y su familia en el piso número 35 de la Calle Isla de Arosa, en el Barrio del Pilar, situado en el noroeste de la periferia madrileña. La Policía, al encontrar a las puertas del inmueble a más de cincuenta personas congregadas por el Sindicato, entre ellas activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y una decena de vecinas del barrio, se vio incapaz de montar un dispositivo y ejecutar definitivamente el desalojo. 

Se trata, no obstante, una victoria agridulce ya que la Comisión Judicial ha determinado que la afectada tan solo dispone de una semana antes de que vuelvan a intentar expulsarla forzosamente de la casa donde lleva residiendo más de seis años junto a su hija de 15, a la que cuida sola, y su madre de 72. De ejecutarse finalmente el desahucio, Verónica pasaría a engrosar la alarmante lista de más de 20.000 familias desahuciadas entre el transcurso del año pasado y lo que llevamos de 2024.

Su contrato terminó y la casera, al formalizar uno nuevo, decidió incrementar en una friolera de 300 euros su precio mensual, algo que encuentra amparo en la Ley de Vivienda

Verónica lleva pagando sin falta su cuota de alquiler todos los meses desde que arrendó por primera vez la vivienda a su casera, quien vive en el Reino Unido y ocupa un alto cargo en una empresa tecnológica, por lo que supuestamente utiliza esa vivienda para maximizar sus beneficios ya de por sí elevados a costa de varias personas que podrían quedarse en la calle en cuestión de días. El salario de la inquilina, 1.400 euros mensuales, le permitía cumplir con los requerimientos de pago exigidos por la propiedad, pero llegado el año pasado su contrato terminó y la casera, al formalizar uno nuevo, decidió incrementar en una friolera de 300 euros su precio mensual.

Por desgracia, este aumento a todas luces desproporcionado y abusivo encuentra amparo legal en la actual Ley de Vivienda, que en su momento se diseñó precisamente para proteger a las familias de las ansias especulativas de los propietarios adinerados, en la práctica actual sigue dando cabida a aumentos desorbitados de precio en los contratos de arrendamiento. Por tanto, como alegan desde el Sindicato de Inquilinas, las vecinas como la afectada se hallan “completamente desprotegidas y en el precipicio del desahucio invisible” cuando se disparan los precios prácticamente de un día para otro. Laura, integrante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), denuncia que “este tipo de desigualdades y abusos llevan consigo la concentración del capital cada vez en menos manos, con una población muy empobrecida y otra que sencillamente vive sacándoles las rentas sin aportar ningún valor añadido a la sociedad”.

Tampoco ha podido respaldarse en la antes prometedora ampliación de la moratoria de desahucios que el Consejo de Ministros aprobó por Decreto Ley el pasado  27 de diciembre, que aprobada la suspensión de los desahucios contra personas sin alternativa habitacional hasta el 31 de diciembre de 2024. A través de esta ley de hipotética protección a personas y colectivos vulnerables, entre los que se incluye a personas con desempleo, con algún miembro de la familia con discapacidad o en situación de dependencia, se establecía que ninguna persona en tales situaciones podría ser desahuciada por impago del alquiler. Tal y como explica Alberto, del Sindicato de Inquilinas que acudió a la acción antidesahucios en El Pilar, “Esta mujer cumple con todos los criterios de vulnerabilidad porque tiene a su cargo a la vez a una hija a su cargo y a una persona mayor”. 

Para acreditar su vulnerabilidad y poder acogerse a la moratoria de desahucios, la afectada debe notificar a Servicios Sociales, pero estos dicen necesitar una carta del Juzgado para poder elaborarlo

Para acreditar su situación, la inquilina debe notificar mediante un informe de los Servicios Sociales que se encuentra en situación de vulnerabilidad y que, por tanto, puede acogerse a la medida impulsada por el Gobierno. Sin embargo, los propios Servicios Sociales afirman necesitar una carta del Juzgado que solicite dicho escrito para poder elaborarlo. Esta disparatada pero tristemente injusta descoordinación entre Juzgado y Servicios Sociales es la que hoy impide que los derechos de Verónica, entre ellos el del acceso a una vivienda digna, se estén violando reiteradamente. 

En el caso de la mujer, además, se añade el hándicap de que la casera aplicó en el momento de la firma contractual una cláusula abusiva que ha complejizado todavía más su lucha por quedarse en su hogar: “La inquilina no puede recurrir a la Justicia para dirimir posibles desacuerdos con la propiedad sino que sólo puede someterse a un recurso de arbitraje en el que ya no es un juez el encargado de determinar el desahucio sino un árbitro especializado en la materia”, explica Lucas, también miembro del Sindicato, quien denuncia la situación de desamparo a la que Verónica está abocada puesto que “estos procedimientos no contemplan ningún tipo de garantías procesales, no puede solicitar Justicia gratuita, sólo conceden siete días naturales para reaccionar cuando llega la demanda y todo un cúmulo de circunstancias que impiden que pueda defenderse de manera igualitaria y justa con la propiedad”. Esto la sitúa en una posición de desventaja legal con respecto a la propietaria del piso ya que se le niega de antemano la potestad de defenderse por vía judicial, solo burocrática.

Ante la inminencia del desahucio los servicios sociales no han dado otra solución a la mujer que, como declara Lucas “ irse a vivir a una habitación ella y su hija y que la madre ingrese en una residencia para la tercera edad” lo que supone dividir a la familia “con todas las violencias que ello conlleva”. En estos momentos en los que las grandes ciudades se hallan cada día más inasequibles y, por ende, inhabitables debido al disparo en los precios de la vivienda en el centro, tampoco encuentran forma de mudarse a otro barrio de Madrid  ya que “no logra superar los ridículos requisitos que las agencias inmobiliarias y los caseros han normalizado en los últimos años”, explica el activista.

El caso dramático de esta vecina del barrio del Pilar pone en evidencia la pervivencia de un sistema fallido en asegurar el bienestar ciudadano y garantizar que las necesidades básicas de las familias pueden cubrirse. Alquilar se ha convertido en un lujo al alcance de unos pocos con un elevado poder adquisitivo y esto ha derivado actualmente, como indica Laura, en que “ la gente es expulsada del sistema estándar y legal de vivienda, es realmente imposible acceder a un alquiler de mercado”. Esto desemboca a menudo en que los ciudadanos busquen alternativas irregulares o ilegales de habitabilidad: “ compartir piso, subarrendar una habitación para pagar la renta, vivir en viviendas sin cédula de habitabilidad, trasteros y todo este sinhogarismo sumergido e invisible que supone volver con los padres o vivir en el sofá de alguien”, expresa la activista. A consecuencia de la inviabilidad de vivir a precios acordes con los salarios de los trabajadores, se ha producido con el tiempo un traspaso del mercado estándar regularizado a otro cada vez más extendido, es ilegal y sumergido.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
1 de mayo
1 de mayo “Nuestro mundo, en el que cabemos todas, es la única alternativa”, reivindican desde el 1M Interseccional
Por cuarto año consecutivo marchan, de manera festiva y sin incidentes, colectivos del sindicalismo social de toda la región madrileña en el Día Internacional de las y los trabajadores.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Sindicato de Inquilinos denuncia por acoso a la empresa de desocupación DIO Express
La empresa DIO Express ofrece garantías de desalojo en 48 horas. Sus métodos: amenazas, cortes de luz, intentos de allanamiento y agresiones físicas, según denuncia el Sindicato de Inquilinos de Madrid.
1 de mayo
1 de mayo La transición ecosocial y frenar el genocidio de Palestina, ejes de la clase trabajadora de Bilbao
En una ciudad acostumbrada a buscar consensos y apartar las siglas abrazando un eslogan común y caminar detrás de una sola pancarta, hoy es el día de sacar pulso, ondear bandera propia y tomar la Gran Vía, el Arenal y la plaza Santiago.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.
Genocidio
Genocidio Las acampadas por Gaza se expanden mientras Netanyahu espera noticias de La Haya
Desde que estudiantes de la Universidad de Columbia levantaran la primera acampada, iniciativas similares se están repitiendo llamando al fin del genocidio. En Gaza, Israel castiga a la población superviviente a una muerte silenciosa, denuncia MSF.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.
Tribuna
Tribuna Se trata de recuperar nuestra vida
Pese haberse demostrado que la productividad aumenta con la disminución de la jornada, seguimos teniendo la misma jornada laboral.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Obituario
Obituario | Luz Fandiño Ata sempre, comandanta!
Luz Fandiño era unha punky, inamovible nos seus ideais e no seu discurso. Unha muller que, a pesar de ter vivido as peores miserias, chegou ao final da súa vida coa súa enerxía adolescente e co seu espírito de loita intacto.
1 de mayo
1 de mayo Un centenar de sindicalistas de CGT ocupan el edificio de la patronal catalana en Barcelona
“Ahora que la tecnología, la digitalización y los medios de producción han avanzado, es el momento de poner encima de la mesa la reducción de la jornada laboral sin recorte salarial en todos los centros de trabajo”, han reclamado.
Sidecar
Sidecar La izquierda gana terreno en Corea del Sur
El 10 de abril, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y su conservador Partido del Poder Popular sufrieron una sorprendente derrota a manos del progresista Lee Jae-myung y su Partido Democrático.
Gobierno de coalición
Política institucional Pedro Sánchez no dimite: “He decidido seguir”
El presidente del Gobierno vuelve a sorprender y anuncia que no se va. Sánchez se encarama como cabeza visible de un movimiento cívico contra la intoxicación política.
Opinión
OPINIÓN Snt from my ihpone
Sobre la serie de Richard Gadd se han dicho muchas cosas desde que se estrenó hace apenas tres semanas, ya ha recibido elogios, pero sobre todo críticas. Muchas con ánimo de cancelación.
El Salto Radio
El Salto Radio Barrios e identidad
Salimos a pasear por los barrios onubenses y palpamos en este recorrido local una verdad universal: que los barrios son siempre escuelas de cooperación y solidaridad.
1 de mayo
1 de mayo “Nuestro mundo, en el que cabemos todas, es la única alternativa”, reivindican desde el 1M Interseccional
Por cuarto año consecutivo marchan, de manera festiva y sin incidentes, colectivos del sindicalismo social de toda la región madrileña en el Día Internacional de las y los trabajadores.
Cuidados
Cuidados Lavar el cuerpo de una anciana
Ir contra el pudor impuesto es sin duda una acción feminista, como también lo es defender el derecho al mismo en distintos contextos o situaciones.

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
Genocidio
Genocidio Rebelión en las universidades y acampadas: ¿una primavera antisionista?
Los principales aliados de Israel, Estados Unidos y Alemania, están siendo testigo de un desborde en las protestas contra el genocidio.