Actualidad árabe (y más)
La lucha por el preso Alaa impide a al-Sisi blanquear su imagen con la cumbre climática

La presencia de más de 100 líderes de estado en la Cop27 no impide que la atención mediática se dirija al caso de Abdel Fattah, el preso político más reconocido en Egipto; mientras, el nuevo gobierno israelí amenaza a los palestinos, el cólera se extiende por Siria y Líbano y Arabia Saudí encarcela y desaparece tuiteros disidente.
Alaa Abdel Fattah
Alaa Abdel Fattah, encarcelado por criticar a la justicia egipcia.
Beirut
11 nov 2022 08:11

El dictador egipcio Abdelfattah al-Sisi pretendía que la mayor cumbre climática del mundo, que este año se celebra en la localidad egipcia de Sharm el Sheikh, le sirviera para mejorar su imagen internacional. Sin embargo, la huelga de hambre de Alaa Abdel Fattah, el preso político de mayor perfil en el país, y la presión de sus familiares para lograr que lo liberen, han atraído la atención de las cámaras mucho más que las declaraciones vacías sobre supuestos compromisos climáticos proferidos por políticos de alrededor de mundo.

En los Territorios Palestinos lamentan que Israel concluya su viaje hacia la extrema derecha, pero reconocen que los anteriores gobiernos de Netanyahu y de Lapid ya suponían la violación absoluta de sus derechos humanos. En Siria y en Líbano sufren un brote de cólera mortal que ya se ha llevado la vida de 100 personas y en Arabia Saudí continúan desaparecidos ciudadanos que colgaban publicaciones disidentes en las redes sociales.

La lucha por la vida del activista Alaa atrae los focos en la Cop27 de Egipto

La cumbre climática más importante del mundo no está siendo el as en la manga que el régimen egipcio podía desear. El Egipto liderado por Abdel Fattah al-Sisi, uno de los países más represores de planeta y con la mayor población presa del mundo, ve como su preso político de mayor perfil le está robando el foco desde la cama en la que lleva empotrado sin comer más de siete meses.

La presencia de más de 100 líderes de estado en Sharm el Sheikh, el antiguo pueblo pesquero convertido en destino turístico que acoje la Cop27, no ha podido evitar que la atención mediática vaya hacia Sanaa Seif, la hermana del activista pro-democracia Alaa Abdel Fattah. La joven egipcia se desplazó el martes a la cumbre en un último intento de hacer presión para que el mundo salve la vida de su hermano: “Lo reconozco, tenía miedo de venir, pero esta es nuestra última esperanza”, decía Seif en relación al riesgo de que la detuvieran a ella también. Mientras Abdel Fattah ya ha perdido más de la mitad de su peso, su hermana le defendía delante de la prensa de todo el planeta: “Alaa no está en la cárcel por unos cuantos tuits, sino por hacer creer a los demás que una vida mejor es posible”.

Mientras Abdel Fattah ya ha perdido más de la mitad de su peso, su hermana le defendía delante de la prensa de todo el planeta: “Alaa no está en la cárcel por unos cuantos tuits, sino por hacer creer a los demás que una vida mejor es posible”

Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Völker Turk, reconoció que el mismo Turk había pedido personalmente a las autoridades egipcias que liberaran a Abdel Fattah, que el domingo intensificó su huelga de hambre y anunció que dejaba de beber agua. Cuando la prensa preguntó a la portavoz si había alguna posibilidad de que el activista estubiera ya muerto, la respuesta de Shamdasani dejó entrever el hermetismo con el que Alaa está apartado del mundo: “estamos preocupados por su salud y hay una ausencia absoluta de transparencia, también en lo que refiere a su estado actual”.

Mona Seif, otra hermana del preso, anunció ayer lo que podría dar respuesta a las dudas acerca de la situación de Abdel Fattah, aunque no haya pruebas de ello: “Acaban de contarle a nuestra madre que no tiene permiso para permanecer en la entrada de la cárcel [donde la mujer llevaba cuatro días esperando alguna prueba de que su hijo siguiera con vida], y le han confirmado que han ‘intervenido médicamente’ a Alaa”. ¿Podrían haber alimentado a Abdel Fattah de forma forzosa para evitar su muerte mientras todo el planeta está pendiente de él? Nadie conoce su situación con certeza, pero las voces que piden su liberación llegan desde todo el mundo árabe.

Egipto
“Estamos viviendo en la República del miedo”

A pesar de su tenebroso curriculum en materia de derechos humanos, el presidente egipcio Abdel Fatah El-Sisi goza de una buena relación con los países europeos. Diez años después de la primavera árabe, miles de presos políticos soportan la represión del Estado. Hablamos con uno de ellos.

Palestina observa resignada el viaje de Israel a la extrema derecha

Israel terminó en las elecciones del pasado martes su viaje hacia la extrema derecha pero, desde la perspectiva palestina, eso no cambia mucho las cosas. El gobierno declaradamente supremacista que Benyamin Netanyahu pilotará en breves, que tendrá como segunda fuerza al partido Sionismo Religioso, no asusta más de lo que lo hacían los ejecutivos anteriores. 

“El pueblo palestino no tiene ninguna esperanza en ningún futuro gobierno israelí”. Es la respuesta sincera de Akram Ziadeh, ciudadano de la franja de Gaza, a las preguntas de la cadena de televisión israelí i24News. “Nuestra experiencia nos dice que las autoridades israelíes no tienen nada que ofrecer al pueblo palestino; al contrario, estos gobiernos suelen practicar las peores injusticias contra nosotros, tanto en Jerusalén, como en Cisjordania y en Gaza”.

En Israel, cuando a la cuestión palestina se refiere, no hay matices entre la actuación del bloque de derechas y del bloque de centro. Mostrar fortaleza ante la amenaza palestina y demostrar que se puede proteger Israel da puntos.

El gobierno israelí que ha controlado el poder durante el último año, que tenía como mayor fuerza el partido del supuestamente centrista Yair Lapid, no ha dudado en bombardear la franja de Gaza tanto este verano como durante el mes de mayo de 2021, cuando provocó en pocos días la muerte de más de 250 personas. Cuando a la cuestión palestina se refiere, no hay matices entre la actuación del bloque de derechas y del bloque de centro. Mostrar fortaleza ante la amenaza palestina y demostrar que se puede proteger Israel da puntos.

“Ninguno de los gobiernos que Netanyahu formó durante los años anteriores respetaron los derechos humanos de los palestinos”, añade a i24News el también residente gazatí Youssef Khattab. “Este próximo gobierno no ofrecerá nada que no sea guerra, destrucción, asesinatos y sangre”, augura Khattab.

Mientras, hoy se cumple medio año desde el asesinato de la periodista de Al Jazeera, la palestina y estadounidense Shireen Abu Akleh. La comunicadora, quien informó sobre la situación en los Territorios Palestinos durante décadas, se encontraba cubriendo una intervención militar en Jenín, ciudad de norte de Cisjordania. Fue entonces cuando un soldado israelí apuntó milimétricamente contra el cuello de Abu Akleh, único hueco que dejaban libre su casco y su armilla antibalas, debidamente referenciada con el mensaje PRESS.

Palestina
Ocupación israelí Otra generación de jóvenes palestinos toma las armas, y no tiene nada que perder
Una nueva quinta de palestinos reaviva el espíritu de resistencia contra Israel a través de nuevas milicias armadas y se rebela ante las propias autoridades palestinas.

Israel lanzó una fuerte campaña mediática desmintiendo que un soldado israelí hubiera matado a la periodista, y asegurando que habían sido combatientes palestinos los que habían disparado contra ella por error. El comportamiento de sus soldados, que el día del funeral golpearon el ataud durante la procesión, no invitaba a pensar que el ejército israelí estuviera conmocionado por la muerte de Abu Akleh.

Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos con sede en Israel y en los Territorios Palestinos lanzaron sus propias investigaciones, concluyendo que el disparo que mató a Abu Akleh venía desde la posición donde se encontraban soldados israelíes. Luego llegó la investigación de la ONU, que tuvo la misma conclusión: “Toda la informaicón que hemos recolectado —incluyendo la información del ejército israelí y la del fiscal palestino— encaja con la conclusión de que los disparos que mataron a Abu Akleh e hirieron a su compañero Ali Sammoudi vinieron de las Fuerzas de Seguridad Israelíes, y no de fuego indiscriminado por parte de palestinos armados, como reivindicaron inicialmente las autoridades israelíes”, declaró Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Cuando la muerte de Abu Akleh dejó de estar en el foco internacional, al ejército israelí no le importó anunciar que sí, que la muerte de la periodista había sido “muy probablemente” causada por disparos israelíes: “Resulta que no es posible determinar de forma inequívoca cuál fue el origen del disparo que mató a la señora Abu Akleh”, decía el comunicado del ejército: “De todos modos, hay una alta probabilidad de que Abu Akleh haya sido accidentalmente disparada por soldados de las Fuerzas de Seguridad Israelíes, que apuntaban contra palestinos armados”. La alta precisión del armamento que maneja el ejército israelí hace difícil pensar que se tratara de un error. Sea como fuere, el autor de la muerte de Abu Akleh no tiene de qué preocuparse: el ejército ya ha anunciado que no piensa sancionar a los responsables.

El cólera se extiende por Oriente Medio a causa de la guerra en Siria

“Una crisis de salud pública es lo último que estos dos países necesitan”. Son las palabras de Fabrizzio Carboni, el director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja en Oriente Medio. La advertencia de este y otros grupos sobre el terreno llega después de que el cólera sea una realidad que golpea a ciudadanos en Siria desde hace meses, y que lo haga desde hace semanas en el caso de el Líbano.

Los casos de cólera y de diarrea aguda que afectan a estos dos países añaden una capa más al sufrimiento de estos pueblos vecinos, que ven como el brote de esta enfermedad, cuyo primer caso se detectó en septiembre de este año, ya se ha llevado la vida de más de 81 personas en Siria y de 16 en Líbano. “Aunque sea una enfermedad fácil de evitar y tratar, el cólera continua esparciéndose por Siria y Líbano y puede ser una enfermedad fatal si no se actúa enseguida”, aseguran desde Relief International, una organización humanitaria estadounidense presente en Siria y Líbano.

“Aunque sea una enfermedad fácil de evitar y tratar, el cólera continua esparciéndose por Siria y Líbano y puede ser una enfermedad fatal si no se actúa enseguida”

La guerra de Siria estaría detrás del brote de una enfermedad mayormente erradicada. Ya van 11 años de guerra, que han llevado a millones de personas a desplazarse internamente y a asentarse en campos de refugiados, donde viven en condiciones infrahumanas: “En la mayoría de estos campos la gente vive en condiciones precarias, con acceso a agua y a servicios médicos muy limitados”, cuentan desde Relief International: “Además, la mayor parte de la infraestructura de saneamiento de agua del país está destrozada o descuidada”, también como consecuencia de la guerra.

En Beirut, la Organización Mundial de la Salud anunció a finales de octubre que ya había encontrado restos de cólera en el agua que corre por los grifos de la capital de Líbano, algo que hace que millones de personas estén expuestas a infectarse. Tal y como ocurría en marzo de 2020, los grupos de whatsapp en Líbano empiezan a llenarse con consejos sobre como evitar contagiarse ante una nueva amenaza sanitaria.

Arabia Saudí encarcela y desaparece a tuiteros

El mundo ha permitido pasar página con el asesinato del periodista crítico saudí Jamal Kashogi. Mohamad bin Salman, príncipe heredero de la corona saudí y líder de facto del reino, llegó a reconocer que él mismo “supervisó” la operación que llevó a la muerte de Kashogi. Ahora, la familia de los Saud comete otros crímenes que tampoco parece que vayan a captar la atención de los líderes occidentales, interesados en el petróleo saudí.

En la primavera de 2021, las autoridades del reino del golfo detuvieron al menos a 14 personas. Eran ciudadanos que habían recurrido a las redes sociales para manifestar sus ideas disidentes a través de cuentas anónimas. Un año y medio después, algunas de ellas todavía siguen desaparecidas.

En Arabia Saudí, durante la pandemia, el debate público entre cuentas anónimas en redes ganó algo de fuerza.   Fue entonces cuando tuvo lugar la oleada de detenciones incluso contra personas que escribían en cuentas desconocidas

Algunas de las personas detenidas durante aquella primavera (conocidas en el país como “Los detenidos de mayo”) relatan a Middle East Eye cómo el asesinato de Kashogi en octubre de 2018 tuvo un efecto disuasorio en el ya tímido activismo que existía en el país. “Perdí la esperanza y lo mismo pasó con muchos saudíes. Me hizo sentir como que nuestras vidas no valían nada”, dice Anoud, quien hoy en día vive exiliada en Estados Unidos. Más tarde, durante la pandemia, el debate público entre cuentas anónimas ganó algo de fuerza: “Hablábamos de derechos civiles y de por qué las cosas no estaban funcionando en nuestra sociedad”, relata Anoud. Fue entonces cuando tuvo lugar la oleada de detenciones, incluso contra personas que escribían en cuentas desconocidas y con pocos seguidores.

El régimen saudí parece convencido de que puede apretar las tuercas todavía más. Este mes de agosto, el Tribunal Criminal Especial de Arabia Saudí ha sentenciado a 34 años de cárcel a Salma al-Sehab, mujer saudí que se encontraba de vacaciones en Arabia Saudí. Al-Shehab, madre de dos niños, reside en Leeds, donde estudiaba un doctorado sobre salud. Su caso, tal y como muchos temen en el país, podría establecer un peligroso precedente que haga que ya nadie se atreva a decir nada. Ni tan siquiera desde cuentas anónimas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Ocupación israelí
Genocidio EE UU y Europa dirigen el genocidio y su colonia en Palestina, Israel, lo ejecuta
Los regímenes coloniales aplicaron un mayor sadismo cuanto más cerca estuvieron de su final y de igual modo el régimen israelí agudizará su descomposición interna acelerando su horizonte de colapso.
Egipto
Egipto Al-Sisi celebra una década en el poder en Egipto con una farsa electoral
El presidente egipcio busca revalidar su cargo en las urnas, en un contexto de profunda crisis económica y dura represión ante cualquier crítica.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Urbanismo
Urbanismo La nueva Ley del Suelo va al Congreso bajo la acusación de fomentar pelotazos urbanísticos
Sumar y Podemos no garantizan el apoyo a la ley, que limita las posibilidades de declarar nulos los planes urbanísticos, así como la acción ciudadana contra las irregularidades urbanísticas.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.
Poesía
Poesía La generación beat sigue latiendo
La generación beat es la del ritmo, del golpe, la de superar, la del latido en el papel y fuera de él. La del sentimiento desgarrador que sale del individuo, pero llega a la sociedad.
Literatura
Literatura ‘La santita’ de Mafe Moscoso: para escribir sobre el fin del mundo
‘La santita’, libro de relatos de Mafe Moscoso, es el método pero también es el fin: pone a convivir lo precolonial con las formas de nuestro presente ultracapitalista, ultramuerte, sin exclusiones ni jerarquías.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.

Últimas

Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Más noticias
América Latina
Caribe Haití: el fracaso neocolonial y el “eterno castigo de su dignidad”
La crisis de gobernabilidad que vive Haití después del alzamiento paramilitar que liberó a más de 3.600 presos y expulsó al primer ministro es un capítulo más de una historia colonialismo y dependencia.
El Salto Twitch
El Salto TV Economía y titulares de guerra
En el programa en directo de Economía Cabreada del 26 de marzo se hizo un análisis de la deriva bélica de la Unión Europea, sus gobiernos y de los grandes medios con Tica Font y Miquel Ramos.
Sidecar
Sidecar Soluciones bonapartistas
Las turbulencias en el seno de los dos partidos estadounidenses dominantes refleja el problema más amplio de un sistema capitalista cada vez menos capaz de proporcionar ganancias materiales a la clase trabajadora.
Memoria histórica
Memoria histórica Las nuevas leyes de memoria histórica recuperan la “concordia” franquista
La ofensiva legislativa de gobiernos autonómicos como el de Castilla y León y el País Valencià, adoptan un enfoque revisionista que amenaza los avances en el reconocimiento memorialista.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.

Recomendadas

Investigación
Investigación O Goberno galego repartiu 4.000 millóns de euros en contratos a dedo en só seis anos
Desde 2018, a Xunta asinou 1.034.964 contratos sen sacalos a concurso: algo máis do 30% do diñeiro do que dispón para o exercicio de 2024. Ademais, 35.362 deses contratos teñen un importe entre 14.000 e 14.999 euros, o límite legal.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Cine
María Alché y Benjamín Naishtat “El cine puede proponer imágenes y reflexionar, y por eso Milei necesita destruirlo”
María Alché y Benjamín Naishtat dirigen ‘Puan’, una película optimista y amarga, entre la comedia y el cine social, que ofrece nuevas lecturas tras los primeros cien días de gobierno de Milei en Argentina.