Análisis
Barbie es woke y a la derecha le estalla la cabeza

La recepción de Barbie en Estados Unidos ha estado a la altura de su tiempo. Lágrimas de macho, denuncia de lo woke y quema de muñecas por parte de señores que se toman a sí mismos muy en serio. Aviso, este artículo aborda la trama y contiene espoilers.
Barbie película
Cartel de Barbie en la entrada de una sala de cine. David F. Sabadell
29 jul 2023 11:02

[Aviso, este artículo contiene información sobre la trama de la película]

En caso de que hayas estado escondido en tu cueva, Barbie la película (muy rosa) ha dado lugar —“Ella puede hacer cualquier cosa, él es sólo Ken”— a una avalancha de prensa, elogios, rendimientos empresariales y pavor por parte de hombres adultos que han balado contra una “película que odia a los hombres... alienante, peligrosa y perversa” y un “festival de propaganda woke” que al plantear juguetonamente la existencia de un patriarcado sirve como un insidioso “caballo de Troya” que nos condenará a todos y también nos convertirá a todos en gays. Pues sí, ¡ea!. Ken: “¡Sublime!”

Durante mucho tiempo representante de todas las cosas heteronormativas —una mujer blanca, delgada, guapa, de piernas largas, sin órganos reproductores y “el novio perfecto para cualquier ocasión”, también sin genitales—, uno pensaría que Barbie sería un personaje que los conservadores podrían adorar. De hecho, lo hicieron hasta que la perniciosa feminista y directora/ coguionista Greta Gerwig la actualizó para el siglo XXI.

En su versión, Barbie (“Barbie Estereotipada”) y las demás Barbies (“¡Hola Barbie! ¡Hola Barbie!”) siguen viviendo en Barbie Land, que es “una manera de ser perfecta en un lugar perfecto”. Se trata en este caso de una utopía matriarcal donde las mujeres son autosuficientes y tienen éxito en todos los trabajos importantes. Beach Ken (“Ken”) —“En realidad, mi trabajo, es sólo playa”— sólo es feliz cuando está con Barbie. Así lo argumenta: “Es 'Barbie y Ken', no hay sólo 'Ken'” y mientras, “Barbie tiene un gran día todos los días, Ken sólo tiene un gran día si Barbie le mira”.

En su mayor parte, los críticos han considerado la Barbie de Gerwig “feminismo light”, llena de verdades dolorosas contadas de forma divertida

Después de que Barbie sufra una repentina crisis existencial —descubriendo tanto la muerte como la celulitis—, emprende un viaje de autodescubrimiento al Mundo Real, tal y como es; allí, ella y un polizón Ken descubren el patriarcado, donde los hombres lo dirigen todo y, “las mujeres odian a las mujeres. Y los hombres odian a las mujeres. Es lo único en lo que todos están de acuerdo”.

Las críticas elogian a Gerwig por equilibrar “tanto la reverencia como la burla” en “una meditación sobre el patriarcado fácil de entender”, una tarea difícil en una película sobre una muñeca de plástico cuyo lugar en nuestra cultura ha oscilado incómodamente entre el “Barbie puede ser cualquier cosa, las mujeres pueden ser cualquier cosa” que enfatiza la narradora Helen Mirren y la acusación de que “lleva haciendo que las mujeres se sientan mal consigo mismas desde que se inventó”.

Culturas
Juguetes Barbie, la muñeca que nos encanta odiar
Barbie es más que una muñeca: es todo un símbolo que ya forma parte de la cultura popular, adorada y denostada a partes iguales. El próximo estreno de la película de Greta Gerwig aumenta las ventas y promete convertirse en fenómeno cultural.

El guion, escrito por Gerwig y Noah Baumbach, es divertidísimo, y muchas de las mejores frases son para el Ken serio, insípido y amante de los caballos y las diademas que interpreta Ryan Gosling, con su “deliciosa falta de interioridad” y su ken-ergía con el corazón en un puño, desde “estoy entrenado para quedarme aquí con confianza” hasta “para ser sincero, cuando descubrí que el patriarcado no iba de caballos perdí el interés”.

Gosling ha dicho que aceptó el papel en parte porque vio un muñeco Ken boca abajo en el patio de su casa y sus hijas de seis y siete años le dijeron: “Nadie juega con Ken”; y añade, con cara seria: “Por eso debemos contar su historia”. Desde entonces, ha canalizado con determinación su Ken interior, cantando las alabanzas de los visones de imitación—“Si no puedes definirte por tus pensamientos (o) logros, una imitación de visón puede hacer gran parte del trabajo pesado por ti”— e instando: “Ken lo más fuerte que puedas, cada día”.

En su mayor parte, los críticos han considerado la Barbie de Gerwig “feminismo light”, lleno de verdades dolorosas contadas de forma divertida. “Soy un hombre sin poder” —señala Aaron, un becario de Mattel en el Mundo Real— “¿Me convierte eso en mujer?”. La única excepción se produce cuando Ken regresa de ese mundo e, inspirado por su patriarcado, transforma Barbie Land en un Kendom lleno de cervezas, donde “todas las noches es noche de chicos”. Convierte la Casa de los Sueños de Barbie en la Casa Mojo Dojo (redundante pero “suena guay”), coloca imágenes de caballos por todas partes y convence a todos los Kens para que conviertan a sus Barbies en criadas y novias cariñosas. Cuando Barbie regresa, abatida por los cambios —“No valgo para nada”—, la Gloria interpretada por America Ferrera, empleada de Mattel, denuncia mordazmente un mundo en el que “Es literalmente imposible ser una mujer.... Tienes que ser delgada, pero no demasiado. Y nunca puedes decir que quieres ser delgada. Tienes que decir que quieres estar sana, pero también tienes que estar delgada. Tienes que ser jefa, pero no puedes ser mala... Tienes que no envejecer nunca, no ser grosera nunca, no presumir nunca, no ser egoísta nunca, nunca caer, no fallar nunca... Tenemos que ser siempre extraordinarias, pero de alguna manera siempre lo hacemos mal. Pero además, todo es culpa tuya”.

La esposa de Matt Gaetz (sic) también dijo que “no aborda ninguna noción de fe o familia”, pero se quejó de que Ken mostraba “una T (o testosterona) decepcionantemente baja”, lo cual es extraño dado que no tiene pene

Ese momento de gravedad demasiado real para ser un cómic es, tal vez, la razón por la que todo el frágil-universo-ocupado-en-el-Hombre a la derecha del New York Times, enloqueció respecto a una burbujeante comedia sobre un muñeco de plástico —espera, ¿tenía razón Tucker sobre esa crisis de masculinidad?— y procedió a arremeter contra la película en términos estridentemente misóginos como “basura woke”, “bazofia feminista airada”, “un estercolero ardiendo”, “mensaje social feminista agotador” y, en boca de una odiosa invitada de la Fox que no deja que sus dos hijas la vean porque la actriz trans Hari Nef interpreta a una Barbie secundaria, “el envoltorio más insidioso de clichés feministas y propaganda trans que jamás hayas visto”, añadiendo, sin ironía: “¿No hay nada sagrado?”.

Fox promocionó una crítica cristiana en la que se acusaba a la película de “empujar” las historias LGBTQ e ignorar “los valores pro-familia y bíblicos”. La esposa del congresista republicano Matt Gaetz también dijo que “no aborda ninguna noción de fe o familia”, pero se quejó de que Ken mostraba “una T (o testosterona) decepcionantemente baja”, lo cual es extraño dado que no tiene pene; Laura Ingraham se quejó: “No quieren hombres de verdad”, despotricando como una loca sobre los “niños pijama” [hombres considerados poco viriles n. del Ed], el Pilates y los leggings. En resumen, la malvada Barbie predica: “Todos los hombres merecen perecer por culpa del patriarcado”, así que necesitamos más chistes de pedos y menos inclusividad.

Los Premios a la Rareza Más Insensata se dividen esta vez entre dos repugnantes contendientes. El siempre astuto Ted Cruz, que no ha visto la película, la acusó varias veces de “hacer propaganda china” con el “mapa sin sentido” de Barbie, lleno de garabatos y flechas que incluye una zona en disputa en el Mar de China Meridional. “A la prensa le gusta burlarse de esto y decir: 'Oh, vamos, ¿por qué estás hablando (de) Barbie?”, se quejó. “Porque que Hollywood deje que los comunistas chinos dicten lo que sale en las películas estadounidenses es una amenaza real”. (No, joder, su idiotez lo es).

Y el comunicador de derechas Ben Shapiro, de 40 años, dijo que sus productores le “arrastraron” a la película —vestido, de manera alborotadoramente inconsciente, “Madre de dios, con un traje de Ken”— y la ha odiado tanto que vomitó una crítica incandescente de 43 minutos sobre “una de las películas más woke que he visto nunca” antes de prender fuego a una Barbie y a un muñeco Ken, entre gritos grabados. “Es obvio que los problemas de Ben tienen su origen en el hecho de que quería ir a la escuela de arte, pero sus padres no se lo permitieron”, dijo un observador. Otro: “Ben quemó sus Barbies. La mayoría de la gente que tiene Barbies se deshace de ellas a una edad mucho más temprana que él. Me alegro de que por fin haya podido deshacerse de ellas”.

Desgraciadamente, el “tren del odio” de la derecha contra Barbie, a diferencia de los que se dirigen contra Bud Light, Cracker Barrel, Target y otros, no ha conseguido arraigar. Quizá sea porque Ken y Barbie están tan monos con sus trajes rosas, o porque el guion es tan encantadoramente bobalicón y bonachón, o porque la franquicia parece tan americana, o porque la indignación parece muy tonta. Reflejando el espíritu de la película, incluso las críticas a las críticas son bastante amables, desde “Sal y planta un árbol o algo que haga a América Grande de Nuevo” hasta el tipo que añadió críticas malhumoradas al póster “porque lo hace aún más guay”. Así, junto a la Barbie y el Ken holgazanes: “No serán felices hasta que todos seamos gays”, “La agenda feminista nos matará a todos” y “Un viaje de ácido rosa que se siente como ser abofeteado por un montón de gente confusamente atractiva”. Lo mismo ocurre con las burlas sobre lo woke de la película: “si Barbie es demasiado feminista para ti, te recomiendo casi todas las películas de la historia”, “Descríbete en cinco palabras. Crítica de BBC News: Profundamente extraña y antihombre”, y “¿Han hecho a Barbie woke? ¡JODER! ¿Cómo se supone que voy a seguir con mi día sabiendo que mi muñeca favorita no está en el Caucus de la Libertad? Necesito que mamá me traiga un vasito de leche“. La Barbie rara tiene la última palabra, aconsejando a la Barbie desconcertada por la realidad: ”Puedes volver a tu vida normal y olvidar que todo esto ha ocurrido. O puedes conocer la verdad sobre el universo". Difícil decisión, pero ella puede hacer cualquier cosa, ¿verdad?

Common Dreams
Artículo original: The Feminist Agenda Will Kill Us All: Barbie Is Woke and Right-Wing Heads Are Exploding publicado por Common Dreams con licencia creative commons y traducido por El Salto.

Arquivado en: Feminismos Cine Análisis
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Análisis
Violencia sexual Violencia sexual y datos: ¿se denuncia más o se violenta más?
La violencia sexual ha sido el reclamo principal del movimiento feminista y se han mediatizado casos muy diversos relacionados con esta forma de violencia. A la fuerte mediatización de estos casos le ha acompañado el aumento de denuncias.
Análisis
Análisis Tenemos que hablar de esto: enfermedad, daño y comunidades de cuidado
La comprensión resolutiva o positivista de la enfermedad esconde la profunda obligación de “estar bien”; una obligación que está quebrando nuestras sociedades sin que nos demos cuenta.
Análisis
ANÁLISIS Pensar juntas las violencias para poder seguir hablando
En este tiempo, aparentemente no se ha parado de hablar de un tipo de violencias, las violencias sexuales. Y sin embargo, nos preguntamos: ¿es así?
Xam
Xam
29/7/2023 20:03

Así que la película ha sido todo un éxito. ¿Entonces, qué ha sido del lema que defendía Soto Ivars de "Go woke, go broke"?

0
0
Max Montoya
Max Montoya
29/7/2023 14:08

Para el Cristianismo global y Yankee en particular, el Feminismo es la ideología más peligrosa, después del ateísmo, porque libera a la mujer, que es la base de su ideología, dado que ellas transmiten la religión a sus hijos, sus valores, sus historias. He ahí el peligro. Es evidente que Hollywood (cuyos guionistas de comedia son la mayoría judíos) se burla de la cultura Norteamericana de armas y Biblias, pero casi todas las películas van de violencia y balas. Un Hollywood donde se viera más sexo como placer sería lo revolucionario. Y más ateos felices.

0
0
Dana
Dana Bomberos de toda España reclamarán en Madrid una ley que les coordine ante emergencias como la dana
La Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales ha convocado una manifestación el próximo 30 de noviembre para bajo el lema “las emergencias no entienden de delimitaciones administrativas”. CC OO no la secunda por considerarla “oportunista”.
Violencia machista
25N Miles de personas secundan las marchas vespertinas del 25N
El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, llega este 2024 en medio de una intensa conversación en torno a las violencias sexuales.
Redes sociales
MeToo en Instagram “Anónimo, por favor”: escritoras, publicistas y actrices pasan del testimonio en redes a la organización
Varias cuentas de Instagram publican testimonios que dibujan una escena de abuso de poder y violencia sexual normalizada en las artes escénicas, la música o la publicidad. Sus impulsoras se organizan para transformar la realidad.
Migración
Migraciones Nuevo reglamento de extranjería: una lectura entre las líneas triunfalistas del gobierno
El nuevo reglamento de la ley de extranjería se anunció como un gran avance para los derechos de las personas migrantes. Son múltiples las voces que apuntan a los límites de una normativa que sigue dejando a miles de personas desprotegidas.
Culturas
Servando Rocha “La modernidad de Madrid está edificada con la sangre de la gente”
En su nuevo artefacto, situado entre la literatura y la investigación histórica, Servando Rocha cartografía espacios de Madrid donde se registraron experiencias insólitas que han permanecido en el olvido durante mucho tiempo.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Dana
Medio ambiente y violencia machista Luchar contra la violencia de género; un pilar de la responsabilidad ambiental
La violencia de género y la crisis medioambiental atraviesan nuestras estructuras y se refuerzan mutuamente, creando un círculo vicioso que agrava las vulnerabilidades específicas de las mujeres frente a los desastres naturales como el de Valencia.
Opinión
Medio ambiente No solo de renovables va la transición ecosocial
Una visión crítica con el despliegue masivo, empresarial y especulativo de las renovables industriales que hoy es hegemónico en la península ibérica.
Violencia machista
25 de noviembre Un 25N con las kellys y las empleadas de hogar
El 25N también se denuncian otras violencias que no copan titulares: las que reciben los cuerpos de las mujeres en trabajos esenciales como los cuidados de personas y el trabajo doméstico así como las duras tareas que realizan las camareras de piso
Más noticias
Córdoba
Genocidio en Palestina La UCO invita a un profesor de la Universidad de Tel Aviv, rompiendo los acuerdos de las acampadas
La Coordinadora Andalucía con Palestina denuncia el incumplimiento de los acuerdos de las universidades de Córdoba y Granada al invitar a un profesor sionista de la Universidad de Tel Aviv a un foro sobre radicalización
Centros sociales
Centros sociales La Policía Nacional desaloja sin orden judicial el CSO La Atalaya
Una veintena de furgones policiales desaloja la sede del centro social ocupado en Vallecas que llevaba diez años siendo un punto neurálgico de cientos de colectivos sociales de todo Madrid.
Opinión
TRABAJO SEXUAL El estudio de Igualdad sobre trata alienta el control y el estigma hacia las trabajadoras sexuales
Es necesario reflexionar sobre los mecanismos de control social de corte patriarcal y racista que oprimen a las trabajadoras sexuales. Un feminismo plural debería sentirse interpelado a reconocer el nefasto impacto de estudios faltos de rigor.
València
dana No es el negacionismo, es el negocio
En el contexto de catástrofes como las inundaciones en la provincia de València, una parte del foco político, social y mediático progresista se sitúa sobre el negacionismo climático.
Medio rural
Juventud y ruralidad Una encuesta revela la conexión entre ecología y bienestar mental
La iniciativa de los jóvenes del Colectivo Dispares ofrece una valiosa perspectiva sobre cómo en los entornos rurales se entiende la conexión entre salud ambiental y salud mental, ayudando a romper prejuicios y estereotipos sobre los más jóvenes.

Recomendadas

Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
La justicia española ha entrado en un callejón peligroso. Desde hace años, el Poder Judicial se ha mostrado escorado a la derecha y más como un problema para la resolución de cuestiones cruciales para el Estado.
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
El historiador e investigador argentino especializado en la relación entre Estados Unidos y América Latina, analiza el triunfo electoral de Donald Trump y el impacto que tendrá en una región que Washington sigue considerando su “patio trasero”.