Análisis
El ascenso de Chega y la crisis de la democracia de los claveles

Por primera vez, en estas elecciones, la suma de centroizquierda y centroderecha no alcanza los dos tercios del Parlamento. Un reflejo más de la erosión de la democracia portuguesa nacida de los claveles.
André Ventura
El comentarista deportivo, profesor universitario y político de extrema derecha portugués André Ventura. Foto de Chega!

Este domingo se celebraron las segundas elecciones legislativas portuguesas en poco más de un año, dando lugar al parlamento más escorado a la derecha desde la conquista de la democracia. Aunque no parece que la temprana repetición electoral vaya a aportar escenarios estables de gobernabilidad a la crisis que, en noviembre de 2023, se llevó por delante a António Costa y a su gobierno, uno de los pocos en los que todavía los socialistas gobernaban con mayoría absoluta. Desde entonces, Portugal ha entrado en una espiral de inestabilidad política que tuvo su último episodio el pasado domingo, con el adelanto electoral provocado por la controversia en torno al primer ministro, Luís Montenegro, por su decisión de mantener activa la empresa familiar, Spinumviva, tras asumir el cargo en abril del año pasado.

El resultado electoral profundiza en las tendencias que ya se evidenciaron hace un año, cuando los socialistas perdieron el poder a favor de la derecha conservadora de la Alianza Democrática (AD). A pesar del adelanto electoral y el escándalo que afectó a Montenegro, AD mejora sus resultados a costa del Partido Socialista, que podría perder incluso la segunda plaza en número de escaños tras el recuento del voto exterior. La izquierda se desploma hasta quedar casi sin representación, mientras que la ultraderecha de Chega, a pesar de sus múltiples polémicas, emerge como la gran beneficiada de la creciente crisis de legitimidad del sistema político portugués.

Salvo en el caso particular de Grecia, tanto en Portugal como en España, las opciones partidarias de extrema derecha habían cosechado hasta ahora algunos de los peores resultados del continente

De hecho, puede afirmarse que, una vez más, el gran vencedor del adelanto electoral ha sido André Ventura, líder del partido ultraderechista Chega (que significa “basta”). Ventura obtuvo un 22,56 % de los votos, convirtiéndose en la tercera fuerza política y alcanzando sus mejores resultados desde su entrada en el Parlamento en 2019, cuando apenas logró un 1,3 %. Y podría mejorar aún más tras el recuento del voto exterior si se mantiene la tendencia de las elecciones del año pasado, se convertiría en la segunda fuerza parlamentaria y Ventura en líder de la oposición, como él mismo se proclamó la noche electoral. Un ascenso meteórico para una formación de extrema derecha que, desde la Revolución de los Claveles de 1974 —que puso fin a la dictadura militar de António de Oliveira Salazar— apenas había tenido presencia en la vida pública portuguesa. Una situación que, sin duda, cambiará a partir de ahora: Chega está en posición de desempeñar un papel más que relevante en los próximos años.


A comienzos de la década de 1970, la mayoría de los europeos pensaba que el renacimiento de las organizaciones ultraderechistas se produciría a partir de los restos de las dictaduras mediterráneas (Portugal, Grecia y España). El tiempo ha demostrado lo contrario. Salvo en el caso particular de Grecia, tanto en Portugal como en España, las opciones partidarias de extrema derecha habían cosechado hasta ahora algunos de los peores resultados del continente. No fue sino hasta 2019 cuando, en ambos países, la ultraderecha logró representación autónoma en sus respectivos parlamentos. La internacional reaccionaria que sacude medio mundo, especialmente Europa, llegaba finalmente a la península ibérica con unos años de retraso respecto a sus homólogos continentales.

Chega fue fundado ese mismo 2019 bajo el liderazgo de André Ventura, un político ultraconservador que se dio a conocer como comentarista deportivo en televisión. Un proyecto personalista, cuya base ideológica combina referencias religiosas con posiciones políticas extremas: Ventura ha llegado a afirmar que Dios le encomendó la misión de transformar Portugal. “Yo creo que Dios me colocó en este lugar, en este momento”. Alcanzó notoriedad política como candidato del Partido Social Demócrata (PSD) al Ayuntamiento de Loures (periferia de Lisboa), donde centró su campaña en ataques xenófobos y en la estigmatización de la comunidad romaní del municipio.

El giro trumpista de Ventura, intensificando sus ataques contra la migración y defendiendo deportaciones masivas, le ha permitido redirigir la indignación popular hacia abajo

Al igual que Vox, su homólogo español, Chega nació como una escisión de la derecha tradicional —en este caso, del PSD—. Su nombre proviene del movimiento interno que Ventura encabezó dentro del partido, en oposición a su entonces líder, Rui Rio, al que acusaba de moderado (“Chega de Rui Rio”). Su éxito, el más vertiginoso en la historia democrática portuguesa, se ha cimentado como expresión local de la ola reaccionaria global, sustentado en propuestas y declaraciones abiertamente racistas y polémicas. Algunas de ellas son la castración química para agresores sexuales, el confinamiento específico de población gitana durante la pandemia, ataques a los beneficiarios de ayudas sociales, y discursos antiinmigración, antifeministas y anti–LGBTQIA+, además de la difusión de teorías conspirativas como la del “gran reemplazo”.

Uno de los pilares centrales de su discurso es la lucha contra la corrupción. El programa de Chega contempla una batería de propuestas que incluyen la tipificación del enriquecimiento ilícito como delito, reformas al sistema de embargo y decomiso de bienes derivados de delitos económicos y financieros, y modificaciones para agilizar la justicia. Su lema de campaña en 2024 —“Limpar Portugal” (Limpiar Portugal)— no dejaba lugar a dudas, con carteles en los que se señalaba a los políticos socialistas como el enemigo a erradicar. La sucesión de escándalos de corrupción, desde el protagonizado por el expresidente José Sócrates hasta el que provocó la caída de António Costa, ha alimentado el voto de protesta que impulsa el ascenso de Chega.

Pese a las constantes disputas internas —propias de un partido unipersonal, con escasa estructura, débil implantación territorial y frecuentes escándalos entre sus dirigentes (desde robos en aeropuertos y conducción bajo los efectos del alcohol, hasta casos de abuso sexual a menores)—, su discurso ultra ha logrado sortear el desgaste. El giro trumpista de Ventura, intensificando sus ataques contra la migración, especialmente la procedente de India y Pakistán, y defendiendo deportaciones masivas, le ha permitido redirigir la indignación popular hacia abajo, blindando así su marca electoral de los sucesivos escándalos.

En realidad, el combustible electoral de Chega es el malestar profundo de una ciudadanía golpeada por la pérdida de poder adquisitivo, la escalada de precios —especialmente en alimentos— y una crisis inmobiliaria galopante. Es una expresión política de protesta ante las promesas incumplidas por los sucesivos gobiernos, en especial desde la crisis de 2008 y el progresivo deterioro del ya precario estado de bienestar portugués. Por primera vez, en estas elecciones, la suma de centroizquierda y centroderecha no alcanza los dos tercios del Parlamento. Un reflejo más de la erosión de la democracia portuguesa nacida de los claveles.

En este contexto, Chega ha intensificado su ataque a la “clase política parasitaria” que —según Ventura— ha gobernado el país durante medio siglo, “enriqueciéndose mientras empobrece al pueblo, que ya no puede pagar la luz, el gas, el combustible ni la vivienda”. Así, el líder ultra ha mutado el lema anticorrupción de “Limpiar Portugal” por el de “Salvar Portugal”, con resonancias tanto trumpistas como salazaristas, apelando a los miedos de una clase media empobrecida. Ventura se erige como portavoz de ese “Portugal de abajo” que ya no llega a fin de mes.

Todavía no está claro si Luís Montenegro cumplirá su promesa de no pactar con Chega o si, finalmente, seguirá el camino de su homólogo español (PP) y alcanzará acuerdos con la extrema derecha a cambio de estabilidad. Lo que sí parece fuera de duda es que Chega, entre o no en el gobierno, condicionará buena parte de la agenda pública portuguesa en el próximo período.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Ahora es en serio
Luís Montenegro ha sido premiado por las urnas en Portugal a pesar de su retórica vacía sobre la estabilidad política.
Portugal
Elecciones legislativas Portugal mantiene su rumbo hacia la derecha y Luís Montenegro revalida su victoria en las urnas
La extrema derecha de Chega supera su techo histórico. El Partido Socialista será segunda fuerza más votada con poca ventaja sobre los de André Ventura. Noche horrible para la izquierda parlamentaria lusa.
Portugal
Elecciones Portugal: derecha para todos los gustos
Todos los sondeos dan por segura una victoria conservadora en un país en el que los buenos datos económicos contrastan con salarios estancados y alquileres por las nubes.
València
València El País Valencià se prepara para la huelga general del 29 de mayo contra la gestión de Mazón
Siete meses después de la dana, mientras la justicia apunta al Consell, los sindicatos combativos preparan la huelga general con el respaldo de amplios sectores sociales.
Andalucía
Genocidio en Palestina El fondo proisraelí KKR impulsa la privatización de la Formación Profesional en Andalucía
En 2021, el fondo proisraelí KKR compró la compañía malagueña de educación MEDAC, impulsora de la universidad privada online UTAMED avalada por la Junta de Andalucía y empresa líder de la privatización de la FP en la comunidad.
Gordofobia
Lara Gil “Es más peligroso para la salud una cirugía de reducción de estómago que ser una persona gorda”
Lara Gil (Madrid, 1988) es antropóloga y activista antigordofobia. Ha escrito un libro, 'Manual para romper un cuerpo', en el que cuenta como una cirugía bariátrica ha destrozado su cuerpo. Denuncia que nadie habla sobre las consecuencias de mutilar el estómago cuando está sano.
València
València Indignación por la paliza de la policía a una familia afrocolombiana en València
El presidente Petro exige explicaciones al gobierno español y el movimiento Regularización Ya lanza un comunicado de apoyo a la familia agredida.
Lince
Conservación La población de lince ibérico crece hasta los 2.400 ejemplares y duplica su tamaño respecto a 2020
La especie ha vivido una tendencia demográfica muy favorable gracias a la cría en cautividad, pero aún está lejos de dejar atrás el fantasma de la extinción.
Comunidad de Madrid
Exclusiva Ayuso oculta cuántos pacientes atendió el Hospital Isabel Zendal en 2024
La Comunidad de Madrid inadmite una petición de este diario para conocer cuántas personas han sido atendidas durante el último año en este hospital. En 2023 se produjeron 1,1 ingresos de pacientes al día.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí Juristas por Palestina pide que el embargo de armas a Israel se apruebe de forma urgente como decreto ley
Esta organización de jueces, abogados y fiscales denuncia que el comercio de armas con Israel continúa y pide al Gobierno de coalición que tome medidas inmediatas “para no ser parte de un crimen”.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Análisis
Análisis El ascenso de Chega y la crisis de la democracia de los claveles
Por primera vez, en estas elecciones, la suma de centroizquierda y centroderecha no alcanza los dos tercios del Parlamento. Un reflejo más de la erosión de la democracia portuguesa nacida de los claveles.
Opinión
Opinión ¿Qué somos?
Lo cierto es que fuimos algo, con el primer beso tibio, con el primer paseo de la mano, con aquellas cartas secretas (que era mejor que nadie descubriera).
Jaén
Reem Skaik Hegazi “Perdí la esperanza de volver a España, pensé que moriríamos en Gaza”
Tras 20 meses esquivando la muerte, la familia Hegazi, hispanopalestinos de Linares (Jaén) han logrado salir de la Franja, denuncian la falta de contundencia de Europa y los países árabes para salvar a su pueblo de la aniquilación
Literatura
El Salto Radio Centenari de Josep Maria Llompart
Demà fa un segle del naixement d’aquest poeta mallorquí que sacrificà la seva vocació per mor de les exigències de la cultura que abraçà.
Más noticias
Ocupación israelí
Palestina El Congreso abre la puerta a un futuro embargo integral de armas a Israel
La mayoría de la investidura respalda la toma en consideración de la propuesta de reforma de la Ley 53/2007, que permitiría un embargo total de armas a Estados investigados por genocidio o crímenes de guerra.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La UE revisará el acuerdo con Israel y Reino Unido rompe la negociación de un tratado comercial con Tel Aviv
Aliados habituales de Israel se distancian de los planes de Benjamin Netanyahu de anexionarse la Franja de Gaza y producir una hambruna inducida con el corte de la ayuda humanitaria.

Recomendadas

Comunidad de Madrid
Coral Latorre “Las siete de Somosaguas somos un ejemplo más del retroceso democrático que estamos viviendo”
Una protesta contra la presencia de Espinosa de los Monteros en la Complutense ha acabado con la apertura de diligencias penales contra siete estudiantes, acusados de delitos como desórdenes públicos, coacciones y delitos de odio.
Música
Música Vuelve Stereolab, la célula pop que imaginó la música del futuro con sonidos del pasado
El grupo musical Stereolab, que citaba al pensador marxista Cornelius Castoriadis como una de sus grandes inspiraciones, regresa a la actividad con un nuevo disco 15 años después del anterior.
Galicia
Galicia La Xunta repartió tres millones a O Son do Camiño tras ser adquirido por el fondo proisraelí KKR
El Gobierno de Alfonso Rueda ejecutó un contrato publicitario para la edición de 2025 del festival en el que se benefician Esmerarte y Old Navy, una de las ramificaciones del fondo de inversión en Galicia.