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Andalucismo
¿Qué es eso del “Nuevo Andalucismo"?
Un fantasma recorre los debates de la izquierda al sur de Despeñaperros: el andalucismo. Para bien o para mal, para abrazarlo o porque no se puede esquivar, para asumirlo como un vector imprescindible en una propuesta política de izquierdas o para verlo como solo un añadido, la cuestión está encima de la mesa y atraviesa las ideas, propuestas y polémicas de todo el campo político transformador andaluz.
Hasta hace pocos años era un elemento prácticamente inexistente en la mayoría de organizaciones, colectivos o movilizaciones. La bandera verdiblanca siempre estuvo en todas las luchas y siempre existieron organizaciones soberanistas, pero desde hace unos años hay una “cuestión verdiblanca” que ha comenzado a atravesar los análisis de, prácticamente, toda la izquierda andaluza, pero sobre todo de un sector significativo de la sociedad andaluza que en muchos casos está al margen de las izquierdas organizadas.
Esa es la cuestión más relevante y lo que trataré de defender en estas líneas: desde hace tiempo está calando en sectores importantes de la sociedad andaluza una idea peculiar y característica de sentirse y reivindicarse como andaluces/as desde una perspectiva política muy interesante. Y esto tiene un reflejo en el nacimiento de un campo cultural rico y heterogéneo que veremos cuánto de masivo llega a ser y qué potencial transformador tiene, pero que sí podemos afirmar que antes no existía y que supone una innovación socio cultural.
¿Pero de verdad existe un movimiento cultural andaluz?
Veamos. Hay varios campos donde en los últimos años han nacido experiencias de muchos tipos que comparten esa reivindicación de lo andaluz que analizaremos más adelante. Hablamos de iniciativas culturales y referentes más o menos populares muy ligados al mundo de las redes sociales y a nuevas formas de ocio cultural.
En el campo de la música, vemos iniciativas muy heterogéneas como Califato ¾, Derby Motoreta´s Burrito Kachimba, la tristemente desaparecida Gatta Catana, Ajax y Prok, Dellafuente, El Kanka, Delaossa o La Jambre, que han seguido a una generación anterior entre la que destacaban Narco, Reincidentes, Trashtucada o Fuel Fandango. Música muy diversa pero que tiene de fondo una mirada andaluza y una propuesta de reivindicación de lo andaluz desde una perspectiva muy amplia y en ocasiones sin ni siquiera ser consciente de ello.
También existen referentes muy interesantes entre el humor y el mundo de la televisión y la radio. Especialmente significativo es el papel que juega el humorista Manu Sánchez, con una reivindicación explícita, con mucho contenido político de Andalucía y que se ha convertido en un referente de masas como pocos. Hay otros perfiles muy significativos y diversos como el feminismo de Alicia Murillo o los shows de humor cultural andaluz de Amodeo y Martita de Graná.
Está calando en sectores importantes de la sociedad andaluza una idea peculiar y característica de sentirse y reivindicarse como andaluces/as desde una perspectiva política muy interesante
Cabe destacar la influencia también del Carnaval de Cádiz como un fenómeno de ámbito andaluz ya, gracias al papel de la televisión y sobre todo de youtube, donde los autores (siempre los hombres, desgraciadamente) son referentes culturales con gran contenido político. Destacan el recientemente fallecido Juan Carlos Aragón, Vera Luque o Martínez Ares.
Incluso en el campo de los medios de comunicación aparecen iniciativas que tienen una perspectiva andalucista clara y reivindicativa como La Poderío o que, en la práctica, y no sin contradicciones, tienen una vocación de ser referentes comunicativos de este auge cultural como este mismo medio, La voz del sur, o el Portal de Andalucía.
Pero si hay un campo donde está siendo fértil este auge de iniciativas culturales relacionadas con lo andaluz es, sin duda, el mundo de las redes sociales. Esto se explica porque, como comentaremos más adelante, una de las características de este “Nuevo Andalucismo” es que está protagonizado por una generación joven.
Se escapa del objeto de este artículo hacer un análisis pormenorizado y exhaustivo del nuevo andalucismo cultural en las redes sociales pero vayan algunos ejemplos. En Instagram hay cuentas con muchas decenas de miles de seguidores como @traductorandaluz (126K), @andalusian_dictionary (42K), @hablatuandaluz (25K), @estaes_andalucia (41K) @andalucesmemes (8K) o @Malacara (48K) que principalmente son cuentas de memes con contenido andaluz. Muchas de estas páginas y otras tienen sus versiones para twitter y Facebook con igual o mayor impacto. Eso sin entrar en el submundo de páginas y cuentas que hacen humor sobre temas locales pero que comparten una mirada y un estilo que podríamos encuadrar dentro del nuevo andalucismo cultural como “lavin compae shitsposting” de Granada, “Rafalcor” de Córdoba, “Diario de los jereles” de Jerez o “Rancio Sevillano” de la capital hispalense.
Cabe mencionar también proyectos culturales en redes y que van más allá de las mismas como Er Prinçipito Andalûh, la Propuesta de Ortografía Andaluza (EPA), el proyecto “Feminismo Andaluz” de Mar Gallego con la página “Como vaya yo y lo encuentre…”, los libros y obras de teatro de “El asesino de la regañá” o las páginas en redes de “Mujeres andaluzas que hacen la revolución” que tienen también una sección de artículos en La Poderío.
Otro campo sorprendentemente llamativo donde se ha instalado cierta “moda andalucista” (y aquí sí viene bien aplicada la palabra) es en el de las tiendas online de camisetas y ropa. Han aparecido varios proyectos de ropa con temas andaluces, con mayor o menos contenido político, pero que tienen un enorme impacto. Marcas como Taifah, Camijetas, Pájaroflama, Gloria Vendimia, MissComadres, Africa del Norte, Puressa Jondo, Illotienda, Distri 8 Puntas, Viste Andalucía o el salto de la página de memes Malacara a las camisetas que se han hecho muy populares. No se trata de las clásicas distribuidoras que conocíamos en la izquierda alternativa o los movimientos sociales. Hablamos de un espacio mucho más amplio, heterogéneo y rico culturalmente.
¿Qué características tiene este “nuevo andalucismo”?
Hay una serie de elementos comunes que nos permiten englobar todo este auge cultural de lo andaluz dentro de un movimiento heterogéneo, flexible y en construcción que llamamos “Nuevo Andalucismo”. Es difícil hacer un análisis exhaustivo y delimitar un movimiento de este tipo, pero sirvan estas líneas para abrir el debate y vislumbrar el potencial político transformador de estos magmas culturales que se están moviendo por debajo del asfalto y la tierra de Andalucía.
Un movimiento muy joven. En los temas que trata, los memes que hace, en las formas, siempre basadas en la cultura de las redes y en el disfrute de ocio cultural asociado a youtube, el podcast o internet en general, se denota que estos movimientos culturales están protagonizados por una generación que vive la década de los veinte años. Un ejemplo de ello: en muchos memes y bromas se usan los personajes de dibujos animados de la serie “Bandolero” , que fue la primera serie de la historia doblada íntegramente en andaluz y que fue emitida para niños por Canal Sur a principios de los 2000.
Temas. Hay algunos temas comunes que son una constante en el “Nuevo Andalucismo”. Por encima de todos destaca la reivindicación de hablar en andaluz (o mejor dicho, las hablas andaluzas, en plural), con muchas visiones diferentes que pueden ir desde la reivindicación de un mero dialecto hasta la visión de un idioma con gramática propia, pero compartiendo siempre y de manera muy radical la defensa ante los constantes ataques a los y las andaluzas por nuestra forma de hablar y la puesta en valor del andaluz como un habla culta y tan válida como cualquier otra.
Sirvan estas líneas para abrir el debate y vislumbrar el potencial político transformador de estos magmas culturales que se están moviendo por debajo del asfalto y la tierra de Andalucía
Otro tema constante es la puesta en valor de un cierto modo de vida andaluz, costumbres, tradiciones, fiestas y cultura, poniendo en valor aspectos transversales como una visión más comunitaria, desmercantilizada y de cierta vuelta a los orígenes como algo positivo. Ahí caben muchas reivindicaciones de costumbres propias del medio rural o marítimo, de pequeños pueblos o de artesanías propias y profesiones olvidadas. Las ferias, Semana Santa, verbenas y Carnaval son elementos centrales y constantemente se ponen en valor huyendo de la caracterización rancia y conservadora. En cierto modo, podemos decir que de una manera indirecta se observa la influencia de los análisis del profesor Isidoro Moreno sobre la perspectiva comunitaria y emancipadora de las fiestas populares andaluzas.
Hay otra cuestión que es transversal en los temas y en el contenido del “Nuevo Andalucismo”: un sentimiento de periferia. Hay una constante sensación de sentirse olvidados, maltratados o perjudicados por el centralismo. Pocos ejemplos más clasificadores que esta publicación de la página Malacara. Como explicaremos a continuación, no se trata la mayoría de veces de una reivindicación explícita, sino como un hilo conductor de fondo. La sensación de ser “menos España” o ser siempre “la perjudicada en España”. Los pobres, los que salen perdiendo, los/as incomprendidos/as también en cierto modo.
La sensación de periferia tiene un contenido material y cultural. Hablamos de niveles de desempleo, precariedad, modelo productivo y la constante emigración (hilo que sin duda une a anteriores generaciones). Y hablamos también del ámbito cultural en lo relacionado a los agravios a la forma de vida (siesta, fiesta, estereotipos de vagos,) o , como ya se ha dicho, al habla andaluza.
El contenido de este movimiento no siempre tiene una reivindicación política explícita. Es más, en la mayoría de casos, se lanza un mensaje político pero de manera muy velada, muy de fondo y posiblemente involuntaria. Hay iniciativas sin complejos en reivindicar la soberanía andaluza y otras, la mayoría, que llevan de fondo una reivindicación de lo cultural sin más. Pero siempre se hace desde una perspectiva, podemos decir, progresista, con cierta mirada feminista, un antifascismo inherente, y con los valores intrínsecos de los que está relleno el concepto Andalucía para la mayoría de la población: solidaridad, comunidad, igualdad, paz.
La sensación de periferia tiene un contenido material y cultural. Hablamos de niveles de desempleo, precariedad, modelo productivo y la constante emigración
Sería interesante un análisis sobre qué valores contiene Andalucía para la población joven. Presumiblemente, y por lo que percibo en este movimiento cultural, creo que están asociados de alguna forma a cuestiones como la solidaridad, los derechos, la comunidad o la igualdad, pero con una carga reivindicativa significativamente menor que la de generaciones anteriores. Ahí el papel de la Junta de Andalucía del PSOE, Canal Sur y el sistema educativo ha sido clave. Bandolero, el himno de Andalucía con la flauta y la verdiblanca, pero sin conocer quién fue Caparrós o las luchas jornaleras.
Otro elemento importante son los referentes históricos-culturales del movimiento. No hay una ligazón clara con los símbolos y referencias del período andalucista 76-81, no se suele hablar ni del 4D ni del 28F ni de Caparrós o Carlos Cano. Siempre hay excepciones, pero creo que esta nueva generación andalucista estamos aún en plena búsqueda de nuevas figuras y elementos aglutinadores. Quizás habría que pensar, y ahí hago una propuesta quizás arriesgada, si es más interesante resignificar y referenciarnos con aquel momento, cuando lo que hoy es Andalucía está a la vanguardia epistemológica o cultural.
Sí existen figuras históricas de enorme popularidad y que juegan un papel significativo en estas manifestaciones culturales. Lorca, Camarón, Lola Flores y otras mujeres folclóricas son una presencia constante. Y en concreto estas figuras tienen un potencial emancipador interesante en cuanto a reivindicación de la memoria histórica, ruptura de patrones heternormativos, el feminismo y la cuestión del racismo antigitano.
A nivel de representación política, no existe ningún tipo de relación ni referencia con el andalucismo partidista encarnado por los extintos PSA o PA. Actualmente no suponen ningún tipo de modelo o reflejo sobre el movimiento.
En general no hay ligazón, por muy flexible que sea, con ningún partido u organización política y eso permite una amplitud al movimiento cultural que puede hacer que una parte muy importante de la sociedad andaluza, como digo, especialmente población muy joven, se sienta identificada de una forma u otra.
¿Qué potencial transformador tiene el “nuevo andalucismo”?
Está por escribir. Estamos ante un movimiento que ante la crisis territorial del estado pone encima de la mesa valores como lo comunitario, los derechos o la igualdad desde una identidad que tiene un potencial transformador evidente. Andalucía como forma de estar en el mundo y como herramienta para construir un mundo más justo y con más futuro. El centralismo, “los mesetarios" (concepto en disputa popular en algunas manifestaciones del movimiento) , el olvido de nuestra tierra o la imposición sobre nuestro habla o formas culturales como el mecanismo de exclusión que sufrimos.
El camino es aún largo y puede pasar de todo. Pero si hay un elemento pendiente y que puede ser un hándicap es la dificultad para trasladar todas estas experiencias culturales muy ligadas a las redes hacia la realidad material. El “Nuevo Andalucismo” no ha tomado tierra y no se ha hecho de “carne y hueso” aún. No existen aún muchos movimientos, colectivos y plataformas que planteen cierta organización en torno a estos planteamientos.
Existe una excepción que nos señala el camino. Como siempre, el feminismo es la vanguardia para tantas cosas
Es una situación lógica si atendemos a las características antes descritas. Estamos ante un movimiento eminentemente cultural, muy joven y sin adscripción partidaria u organizativa. Y en pleno siglo XXI, donde las formas de organización clásicas se han roto y quizás no sean útiles para llegar grandes capas de la población. Una sociedad mucho más líquida, con identidades y referencias que van y vienen, y donde las condiciones materiales y culturales del neoliberalismo no invitan precisamente a la organización permanente.
Y aún así, existe una excepción que nos señala el camino. Como siempre, el feminismo es la vanguardia para tantas cosas. Si hay un campo donde el “Nuevo Andalucismo” ha construido una teoría y una práctica amplia, diversa y profunda es en el feminismo. El feminismo andaluz es ya un proceso político con nombre propio y que impregna prácticamente a todo el movimiento feminista en Andalucía. Su reivindicación de la cultura popular andaluza como una práctica transformadora en términos feministas y anticapitalistas, los estudios sobre el carácter emancipador de algunas tradiciones y formas de vida andaluzas o el descubrimiento de biografías de mujeres o movimientos andaluces son algunas de las innovaciones políticas más interesantes de los últimos años.
Necesitamos aprender del feminismo andaluz y ponernos a trabajar para que la mirada verdiblanca transformadora adquiera arraigo social y organización. Impregnar a todo lo que ya existe, y construir lo que no existe. Esto no pasa por un partido, sino por un movimiento. Con la amplitud, la flexibilidad, la heterogeneidad y las contradicciones de algo vivo, cambiante y que tenga millones de miradas.
En un contexto de agotamiento de la perspectiva de transformación radical desde las formas sociales y políticas herederas del 15M toca repensarnos. Y a a luz de la crisis territorial del estado español, que va mucho más allá de Cataluña y abarca la insatisfacción generalizada asociada al centralismo, en Andalucía están pasando cosas.
Hay una nueva generación que desde lo andaluz nos sentimos desplazados del futuro que nos prometieron. La mirada verdiblanca, la reivindicación de nuestra cultura y forma de vivir y el fin del papel subsidiario al que nos ha relegado unos y otros son esenciales. ¿Hay mejor vacuna ante los vientos de la resignación al mal menor? ¿Hay otra alternativa al modelo más individualista, más mercantilizado y más centralista que propone el trumpismo español en sus diferentes formas?
Hay alternativa, hay espacio, hay tiempo. Sin prisa, pero sin pausa.
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¿No mencionar a la FRAC? ¿Q mestá contando? Si no se menciona a Blas Infante en un escrito así mal vamos... Lean a Blas Infante, por favó, que sea ÉL nuestro faro
Un poco oportunista que falta a la verdad y olvida grandes luchas andalucistas de organizaciones desde los años 70. El no mencionar a los compas de la FRAC es un indicio...
Un poco oportunista que falta a la verdad y olvida grandes luchas andalucistas de organizaciones desde los años 70. El no mencionar a los compas de la FRAC es un indicio...
No mencionar la FRAC es cuanto menos insulante. Se merecen un respeto.
No es nuevo. Sólo puede verlo así quien, por lo que sea, no conozca el Gran brote de andalucismo desde 1975-76. El arte y la cultura siempre se han manifestado en el andalucismo, hay libros que lo recogen (Historia de Andalucía para jóvenes (Almuzara), Grandes Infamias en la Historia de Andalucía (Almuzara), De aquellos polvos (Sepha) y otros muchos. Hay que recordar un principio esencial: hay que leer más. La única diferencia está en que ahora hay redes sociales. Entonces no se podían usar porque no existían. Pero el movimiento, por suerte, no es nuevo. Que haya nacido sin conocer aquello impide la continuidad, que sería de mucho interés, porque le daría mayor fuerza y cohesión. Pero es una gran esperanza, porque ha rebrotado. Pues, comparaciones aparte, mejor es buscar los puntos en común.
Corto en referencias a lo que realmente está pasando y un poco oportunista. Pero bien. Falta la FRAC y algunos escritores y escritoras. Quedarse solo en el Rancio es bastante insatisfactorio y poco representativo. Hay que estudiar más para lanzarse a escribir un articulo así.
No mencionar a la FRAC en el movimiento Cultural andaluz es un despropósito.
A ese nuevo Andalucismo flaco favor le hace esa estrella de 5 puntas carcomía de ideologías caducas
Y por eso la estrella que debe guiarnos es la de 8 puntas, no la de 5