Centros de menores
Cuando España detiene a madres y encierra a sus hijas

Un día llegará la policía a buscarte a tu trabajo. Tu espalda saldrá en un vídeo grabado en comisaría con las manos esposadas. Eres un peligro para el Estado, ese que no te da papeles, ese que no te deja trabajar en un puesto de 8 a 15. Ese que te obliga a salir a hurtadillas de tu casa para poder llenar la nevera. Ese que te ha abandonado. Ese que ha abandonado a tu hija.
Una madre con su hija
Madre e hija en Madrid Elvira Megías

Son las 21:30 de la noche. La nevera está vacía. Suena el teléfono, la persona que iba a cuidar de tu hija hoy no puede venir. Tu tripa ruge, te estremeces, deseas con fuerza que ese sonido no se reproduzca en el estómago de tu pequeña, que duerme a tu lado entre mantas que cobijan angustias. Lo haces, lo tienes que hacer, sabes que si hoy no vas a trabajar en el único club que te proporciona algo de sustento perderás el empleo. Empleo, una palabra que suena lejana e inalcanzable para una persona sin papeles.

No tienes derecho a ser, a estar, a recibir una nómina. A poder justificar tu ausencia de tu puesto con un papel firmado por el médico. Te levantas de la cama con cuidado para no despertar a la pequeña. Te vistes en la penumbra, te lavas la cara. Cierras la puerta con una mezcla de sigilo y pesadumbre. Al cerrarse emite un sonido contradictorio: se cierra para cuidar a la que tienes que abandonar. A las 4:30 estarás de vuelta y cruzas los dedos para que la pequeña siga abrazada por el sueño.

Luego llegará la policía a buscarte a tu trabajo. Tu espalda saldrá en un vídeo grabado en comisaría con las manos esposadas. Te conducen dos agentes ante un hipotético riesgo de fuga. Eres un peligro para el Estado, ese que no te da papeles, ese que no te deja trabajar en un puesto de 8 a 15 que te permita conciliar. Ese que te obliga a salir de hurtadillas de tu casa para poder llenar la nevera. Ese que te ha abandonado. Ese que ha abandonado a tu hija.

Te sientan frente a una funcionaria. Su mano en el ratón no tiembla. Autómata, abre y cierra ventanas mientras sus ojos se posan sobre la pantalla. No te mira. Te informa de que tu hija ha sido conducida a un centro de menores. Que lo que has hecho está mal. Que está penado por la ley. Que te dejan en libertad con cargos. No añade más valoraciones. 

Sí, acabas de escuchar que te han detenido a ti y también han detenido a tu hija. La han conducido a un lugar frío, ajeno, impersonal, precarizado. Instituciones de gestión externalizada que acumulan cientos de denuncias por maltrato infantil a base de pastillas. Lejos del lecho materno, lejos de tus canciones, de tus cuentos, de tu olor, de tus dedos. Lejos de tus tripas, que ahora rujen por ira. 

La opinión pública pondrá los terceros barrotes de esta historia. Te llamarán mala madre, irresponsable. Te hablarán desde lugares lejanos. Te gritarán desde una esquina anónima por haber dejado a tu hija sola. Sentirás el eco populista de quien opina desde el privilegio. Se inventarán historias, especularán. “Posiblemente no sea la primera vez, por eso han llamado los vecinos a la policía”, dictaminarán. Un jurado popular se dará golpes en el pecho mientras redacta la sentencia. Tampoco ayuda lo que se ha publicado sobre ti, todo basado en la versión policial. No eres, no existes, no cuentas, no tienes ni derecho a ser fuente de tu propia historia.

Y tú sigues sola, sin ayuda. Has regresado a tu habitación después de unos días en el calabozo. No entiendes nada, no sabes qué pasos dar, solo quieres abrazar esas mantas que aún huelen a tu pequeña. Piensas en tu país, Colombia, ese del que escapaste ante la violencia que te amenazaba. Sientes que en España la violencia es otra, pero hoy es de mayor intensidad que la pistola amenazante de un narco. Y la sostiene el Estado. ¿Quién te salvará de un lugar dónde detienen a madres y encarcelan a sus hijas? De fondo, el rugido de tus tripas, que esperas que resuene en la conciencia de algunos. Ojalá mañana llueva empatía y se protejan los derechos humanos. Esto pasa irremediablemente porque el gobierno —dicen que el más progresista de la historia— de papeles para todas. Hay que dignificar todas las vidas, porque todas merecen ser, estar, llenar neveras sin riesgo. Y no hay tiempo que perder.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Galicia
Discriminación Dos años a la espera de reparación tras sufrir lesbofobia en un registro en Galicia
Un funcionario de un registro de Pontevedra se negó a inscribir al hijo de Antía y su pareja. Un error de redacción en la ley trans está detrás de los argumentos que el funcionario esgrime para defender su actuación.
República Dominicana
República Dominicana El Gobierno de Abinader desafía a la ONU expulsando mujeres embarazadas y recién paridas desde los hospitales
La campaña contra las migrantes haitianas del Gobierno de República Dominicana ha llegado a las maternidades. Decenas de mujeres embarazadas o con sus bebés en brazos han sufrido esta política.
Opinión socias
Crianza Maternar y ser
Algunos pensamientos sobre qué es ser una madre y ser, a la vez, una misma.
isa
4/3/2023 11:21

Espero que alguna organización de ayuda se haya puesto en contacto con ella ...
Tenemos una sociedad muy miserable, débil y complaciente con los ricos y poderosos pero cruel y machacadora con las personas pobres y en situación de debilidad.
Vergüenza!!!

0
0
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Medio ambiente
Medio ambiente Iberdrola proxecta un parque eólico que pon en risco un dos maiores xacementos fortificados de Galiza
A Xunta vén de declarar a utilidade pública para o parque eólico Castro Valente, a pesar de que a súa construción está suspendida cautelarmente polo Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Filosofía
Brais Arribas, filósofo “Non se trata de empoderar senón de disolver o poder”
Durante a conversa, o profesor reflexiona sobre a saúde da filosofía galega, o poshumanismo, as novas masculinidades ou a experiencia da pandemia.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.

Recomendadas

LGTBIAQ+
LGTBIAQ+ Unha casualidade, unha resposta masiva e un debate incómodo: a sentenza de Samuel Luiz en contexto
O 22 de maio, o TSXG ratificaba o veredicto do xurado popular e recoñecía que o asasinato de Samuel Luiz foi un crime motivado por LGTBIfobia. O caso supuxo unha mobilización sen precedentes.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.