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Artículos
Movimientos sociales
Movimientos Sociales ¿Activismo de señoras?
Se dice que las calles están vacías. Que hay pocas protestas. Sin embargo, cotidianamente, grupos de personas se organizan y reivindican una vida mejor para todas. Lo hacen muchas veces desde los barrios, y son mayoritariamente mujeres.
Educación pública
Educación inclusiva Centenares de personas protestan en silencio por los recortes para el alumnado madrileño con autismo
Un aumento de la ratio en las aulas de apoyo TEA, que no va a acompañado de un incremento en las plantillas, ha sacado a la calle a familias y maestras en contra de una nueva resolución de la Comunidad de Madrid.
Fotogalería
Feminismo El 8M de Madrid, en imágenes: una multitud se une al grito necesario del feminismo
VV.AA.
La manifestación convocada por la Comisión 8 de Marzo de Madrid reunió a 700.000 personas, según las organizadoras, en un recorrido idéntico al de las huelgas feministas.
Feminismos
Pensamiento amoroso Amor, edad y feminismos: un viaje a nuestras contradicciones más íntimas
Desde Simone de Beauvoir a las charlas entre amigas, la discusión sobre el amor y sus servidumbres es un clásico del feminismo. Un debate sembrado de contradicciones, pero también de ligereza y del deseo de encontrar otras formas felices de amar.
Fotogalería
Feminismo Manifestación de la Comisión 8M en Madrid
El 8M regresa a las calles de Madrid tras un año de pandemia
Fotogalería
Adolescencia Adolescentes: una mirada atenta
¿Qué es la adolescencia? ¿cuándo empieza, cuándo termina? ¿cómo se ven las personas que transitan esta etapa de la existencia?
Crímenes de odio
Manifestación 13N A 29 años del aniversario del asesinato de Lucrecia Pérez, el movimiento antirracista exige el fin a las violencias racistas y discursos de odio
El movimiento antirracista madrileño exige políticas que eviten más víctimas de racismo institucional, crímenes de odio o abuso policial y advierte: “Europa, estás viendo morir gente cada día, estás sentada ante tu privilegio”.
Gira zapatista
Gira Zapatista “En cada disidencia, en cada rebeldía, en cada resistencia hay un grito por la vida”
Más de 1.500 personas recorrieron los casi dos kilómetros que hay entre Puerta del Sol y Plaza Colón en una manifestación festiva en la que la ausencia de banderas de organizaciones y colectivos participantes fueron sustituidas por pancartas alusivas a la diversidad y la lucha por la vida para despedir la gira del Escuadrón marítimo zapatista 421.
Gira zapatista
Gira Zapatista Emotiva bienvenida madrileña a la delegación marítima zapatista
VV.AA.
En un acto sencillo pero de gestos emotivos transcurrió la bienvenida de los zapatistas en Madrid: "Bienvenidas Pasad, pasad y revolucionadnos, os abrazamos y ¡que vuestra energía inunde Madrid!”
Coronavirus
Fotografía Ruido blanco
Vivimos en agitación continua, braceando en mares de adrenalina que no sirve para escapar de las bestias.
Ley Trans
Confluencia Trans exige una ley estatal que garantice la autodeterminación de género
Una treintena de colectivos integrados en Confluencia Trans se movilizan en Madrid por los derechos de las personas trans y para que se apruebe la normativa que garantice la autodeterminación de género.
Agroecología
De la huerta a tu casa en pleno confinamiento
Una jornada en la nave de Madrid Km0, el primer centro logístico para pequeños proyectos agroecológicos de la Comunidad de Madrid.
Coronavirus
Diario íntimo de un confinamiento
En dos semanas los muros de las casas se han hecho más sólidos y la vida respira por las ventanas. Mientras, nosotras en cada habitación sembramos abrigo, resistencia y un patasarribismo que viene a revolverlo todo.
8 de marzo
Galería | La gran manifestación feminista de Madrid
VV.AA.
Cientos de miles de personas marcharon por el centro de Madrid para cerrar los actos del 8 de Marzo. Una mirada de los fotógrafos de El Salto.
Fotos
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Viktoria, 17 años. A nuestra generación la llaman la generación zeta, yo creo que es una generación más. Quizás somos más sensibles, más abiertos hacia otras cosas, pero es algo normal. Mis padres son de Bulgaria, son más conservadores, son más “las cosas tienen que ser así”. Creo que mi generación lo ve como que cada uno tiene su punto de vista, cada uno puede seguir sus propias normas, por así decirlo. Creo que una cosa es la opinión de tus padres, y los valores y normas que te dan, y otra cosa son los tuyos, porque tú estás creciendo, aprendiendo, tienes que evolucionar como persona. Creo que después del covid nos han visto como si los contagios fueran culpa nuestra, pero la mayoría de las personas no son como se menciona en los medios. Es verdad que los adolescentes tenemos esa tendencia a las fiestas, a pasarlo bien. Nos ven como que nuestra generación no va a llegar a mucho, pero a mí me gusta que me propongan esos retos porque así se dan cuenta de que no tienen razón. Por ejemplo yo en mi caso quiero estudiar medicina. Cuando no creen en ti, a mí me motiva más seguir, porque quieres demostrar que sí que puedes llegar. A mí me gusta leer y cuando empecé a leer filosofía, tuve un profe muy bueno, Óscar, y me gustó que me inculcó ese pensar, razonar, aprender de gente que previamente ha expuesto sus ideas. Por ejemplo: cuando escuché hablar de Nietzsche sobre seguir las propias normas o escapar a una moral de rebaño me encantó, porque me considero como la oveja negra de mi familia. Soy un poco de extremos. Para mí el boxeo es la forma de liberar agresividad y el piano fue algo que no elegí yo. Mi familia quería que hiciera algo más que el deporte. Mi profesora es la profesora más magnífica que he conocido nunca. Ella ha estudiado filosofía, psicología... Así, todo lo que he leído, todo lo que sé, lo mezclamos en la música, y es precioso. A mí me gusta mucho la música, me gustan todos los géneros. Puedo escuchar una canción y no la juzgo, puedo encontrar cualquier parte positiva de esa canción que me aporte a mi algo. Por ejemplo, el reguetón lo puedo disfrutar, pero siempre sé lo que va a venir luego. La música clásica siempre me sorprende. Me gusta mucho estudiar, pero no me gusta estudiar lo que me propone el instituto. En primero de la ESO ya tienes que elegir, ciencias o letras, pero es que a mí me gusta todo. Estoy en una asociación que se llama En clave de dar. Somos una orquesta con un coro, vamos a orfanatos y residencias a cantar. Ahí me di cuenta de la cara que ponían solo por ir a cantar, de que ayudar me llenaba, que me gustaba mucho, que me pasaría toda la vida en un hospital.
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Víctor, 15 años. En mi generación todo el mundo tiene una opinión sobre todo. Creo que es una generación muy caótica, casi diría que la más caótica de todas, porque hay muchas cosas, mucho de todo, hay mucho facha y hay mucha gente que por alguna razón se aferra a las ideas del pasado. Y después hay mucho marica, o gente que aunque no sea marica está con nosotros. Hemos creado una especie de comunidad, sobre todo en internet, en plataformas como Tik Tok. Es como un espacio para todes. El algoritmo de Tik Tok te lleva a gente con tus mismos intereses, gente parecida a ti. Es difícil encontrar eso en la vida real. Respecto al futuro no soy muy optimista. El año pasado hice una redacción sobre esto para filo: yo soy trans y neurodivergente. Entonces, mi expectativa de vida no es muy alta y no tengo muchas esperanzas para el futuro. A mi profesora se lo expliqué igual y lo único que me dijo fue: “Tus estadísticas son incorrectas”. De vez en cuando me encuentro una persona mayor que es muy abiertamente trans, queer, discapacitada y lo que sea y les veo vivir tranquilamente y ser felices, y veo un poco de esperanza para el futuro, pero ahora mismo todo está bastante en la mierda. El futuro se presenta de una forma más amable pensándolo en comunidad. Con mis amigos hago muchas bromas de qué va a pasar en el futuro, tenemos muchas coñas sobre que todas las comunidades autónomas se van a querer ir, vamos a ser todos países autónomos. O nos vamos a reunir todos los maricas, trans, bollos, bis y atacar el Ayuntamiento. De ahí, pasar al Gobierno y tomar el control de España. Una cosa que hacemos mucho la generación zeta es tapar nuestras miserias con humor; como hay tanta mierda hacemos broma sobre ello. Lo de la generación de cristal se ha usado mucho contra nosotros pero en cuanto usamos la palabra todes casi se ponen a llorar, así que a lo mejor la generación de cristal son ellos. Me molesta que digan que somos adictos a los móviles, vosotros también lo sois. Se dice mucho: te duele la cabeza por el móvil, tienes depresión por el móvil, a lo mejor tengo depresión porque el mundo se está yendo a la mierda. En nuestras generaciones las redes son una manera de encontrar comunidad y lugares seguros. Nuestras utopías son comunistas. El mundo nos lo está poniendo tan difícil... Dice: “Venga, haced lo que podáis, no os vamos a ayudar”, así que parece la única salida, sería lo mejor para nosotros y para mucha gente.
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Rosa del Mar, 17 años. Culpan mucho a los jóvenes, como por ejemplo en el covid. Decían que con los botellones los contagios eran culpa de los jóvenes: me parece que no recuerdan que han sido jóvenes. Los adolescentes están empezando, los adultos tienen más voz, no te dejan sacar lo que tú tienes y te hacen muy de menos. Si sales a manifestaciones te dicen que los jóvenes siempre se están quejando, o que son muy revoltosos. Creo que deberían darnos más voz, implicarnos más, darnos alas para que nos impulsemos y no tengamos miedo. No son conscientes de que uno se equivoca a veces. No le dejan a uno equivocarse, le juzgan, y así uno no avanza. No estoy muy de acuerdo con el sistema educativo, no solo de aquí. Enseñan cosas que está bien que las aprendamos, pero debería haber clases más enfocadas en lo emocional, en el medio ambiente, en educación sexual; cosas que nos van a servir en la vida. ¿De qué sirve aprender la raíz cuadrada? Yo querría estudiar derecho migratorio. Para mí es muy importante la familia, pero también tienes que pensar en ti mismo, qué es lo que te gusta hacer. A mí ahora mismo me gusta estar con los amigos. Salir, divertirme, pasarla bien. Las redes son muy importantes ahora. No deberían serlo, pero lo son. Todo el mundo está enganchado a las redes, está mal porque vas a un sitio y lo informas todo, estás hablando de tu vida. Está bien que lo hagas pero es como que no vives el momento. Cuando llegas a un sitio haces tu foto para las redes y ya está. Yo creo que a veces los mayores no nos entienden. En mi colegio ponen muchas normas, o a veces se enfocan solo en enseñar, y no te preguntan cómo estás, qué tal tu vida. Igual que los padres. Yo les entiendo también por el trabajo. No hay tiempo para que nos escuchen o no saben cómo acercarse a nosotros para hablarnos. Cuando estaba en mi país yo quería crecer. Veía a mi hermana, que era algo más mayor que yo y tenía un poco más de libertad. Ahora no quiero ser mayor. El año que viene cumplo 18. Sé que voy a tener más herramientas para decidir por mi cuenta, y sé que las cosas que haga y tienen consecuencias me las tengo que cargar yo. Es como que tienes ganas y tienes miedo a la vez.
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Mohamed, 13 años. Yo en el instituto voy bastante bien. A veces soy un poco vago, lo admito, pero siempre se me han dado bien los estudios. Mi instituto me gusta, la verdad, tanto estéticamente como si te metes dentro. Con los profesores y los compañeros, bastante bien. Siempre hay alguno que se quiere hacer el listillo, yo a veces también lo hago. Yo creo que la sociedad espera cosas buenas de nosotros. Se suele decir que somos el futuro. No creo que tengan una mala visión de los adolescentes. Hay que admitir que muchos adolescentes de hoy en día no respetan mucho a sus padres o a los adultos en general porque se creen superiores. Creo que somos bastante similares. Los mayores también tuvieron su juventud. Cada cual está en su etapa. Creo que, aunque vayas creciendo, sigues teniendo esa esencia que tenías de niño o de adolescente. Hasta adulto podrás tenerla, hasta como anciano, cuando recuerdes tus viejos momentos con tus nietos. Creo que, si uno sabe sus metas e intenta conseguirlas trabajando y esforzándose, no hay problema en conseguir un futuro. Yo, desde pequeño, quería ser abogado. Lo veo difícil, pero no imposible. Un abogado importante, internacional. De la abogacía me gusta todo: ayudar a las personas y respetarlas, conocer los derechos humanos. En Rabat es como si estuviese en España pero con otras personas y con otro idioma. No me llegué a criar ahí. Siempre he sido una persona que no ha tenido dificultad en comunicarse con la gente, siempre he sido una persona abierta. A veces con lo que dicen los medios, te puedes llegar a sentir mal, pero gracias a Dios a mí no me lo llegan a decir. No son palabras que se deberían utilizar con las personas por su raza, porque todos somos iguales. Yo creo que a la adolescencia le interesa la diversión, lo muy loco, lo muy explosivo. Yo nunca he tenido problemas con las redes sociales; creo que hay gente que se puede tirar más de 24 horas con el móvil en la mano. A veces, con el acceso a redes, es posible que de tanta información que puede uno acumular, se crea algo. Hay mucha información en internet que puedes buscar, pero no es una fuente de la que te puedas fiar.
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Cristina, 18 años. Sinceramente, no me considero una adolescente. Las situaciones de la vida me han hecho crecer muy rápido. La mente que yo tengo a los 18 creo que la tenía antes con 15. Ahora tengo una mente de veintipico. Creo que yo no he tenido casi adolescencia. La vida me ha dado situaciones que no han sido de adolescentes. He tenido que hacerme responsable de mis hermanos, de cuidarles, hacerles la comida, ser un poco madre. Yo creo que la adolescencia es más ir a tu bola, que es lo que estoy haciendo ahora. Voy al revés. Creo que cuando eres adolescente no tienes responsabilidades, haces lo que quieres, disfrutas de una manera muy libre. La verdad es que estoy muy bien ahora, no sé si es la adolescencia pero es algo parecido. En mi casa, al ser gitana también el flamenco está desde pequeña. Me gusta porque he nacido con ello. En casa, en las fiestas, en las navidades, siempre hay música. Mis padres ven muy bien el tema de la orquesta. Nos ayuda mucho el aprendizaje de vida que nos dan. Antes de que el proyecto llegara a nuestras vidas, yo y mis amigas íbamos más a nuestra bola. Yo tenía responsabilidad pero no hacía caso a los estudios. La orquesta te ayuda a esa madurez de organizarnos la vida. No solo a mí. Ahora estoy en una formación de estética. Yo quería hacer educación infantil, pero grado medio no hay. Mi plan es terminar los dos años de estética y seguir en la orquesta. Yo lo único que quiero tener es un futuro, poder trabajar, poder tener una familia y ser feliz. Creo que no pedimos mucho más que lo que pide todo el mundo. Soy gitana y voy a seguir siendo gitana toda la vida. Sé que tengo costumbres y que tengo que respetarlas, pero dentro de eso sé que estudiar no es malo, pero es sorprendente entre las gitanas. No es común que, como yo, una gitana, o una chica de 17 años, o de Vallecas, saque un libro hablando de su vida. Con mis amigas, en el parque, comiendo pipas, nos imaginamos el futuro. Siempre he dicho que ojalá pueda seguir con el violín y llegar mucho más allá. Pero lo que he hecho desde hace siete años a ahora es brutal. He tenido casi todo dentro de mis sueños.
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Manuela, 13 años. La gente dice que eres adolescente a partir de que cumples 13 años, pero no sé, hay gente que lo es antes, hay gente que lo es después. Creo que justamente lo soy desde que tengo 13. Me habían dicho que la adolescencia era horrible y que nos comportamos fatal. No me está pareciendo tan terrible como contaban, no sé cómo es para mi madre; supongo que a ratos. Empiezas a cambiar de sensaciones, te cambia el cuerpo, pero no solo el cuerpo: es la manera de pensar. Me gustan esos cambios porque soy yo. Estoy contenta, no me desagrada nada de mí. Siento, quizás, un poco de nostalgia, pero cada cosa a su tiempo. La infancia ya pasó. Supongo que todos tenemos algo en común: el tipo de discusiones con nuestros padres. Siempre lo hablamos y decimos “hala, a mi también me dicen lo mismo”. Lo típico: te regañan por no recoger tu cuarto, y tú piensas y dices “pero si es mi cuarto, que más te da”. Me gustaría poder ver cómo seré con 18 años, pero nunca he podido imaginarme de mayor, no me entra en la cabeza. Todavía no tengo claro qué quiero ser de mayor pero quiero ser un montón de cosas. Todavía no sé, porque todo no puede ser. Si estás muy estresado, y no puedes hacerlo todo, algo tendrás que dejar. Todo el mundo quiere poder hacerlo todo, yo también quisiera poder hacerlo todo si me diera la vida. Me llama la atención la época en la que vivían mis padres, cuando tenían mi edad. Me hubiese gustado vivirla a mí también. En las películas parece que era muy guay y mis padres siempre me contaban que era muy guay. La música… me gusta. Esta época me gusta también. Creo que ahora mismo estamos en un momento en el que está todo en movimiento. Podríamos cambiarlo, o no, depende de muchas cosas. En clase, el tema más común del que vienen a darnos charlas es el clima y todo esto, y en muchas asignaturas hablamos de ello. Dicen que ya es nuestra responsabilidad, cuando son los adultos quienes ahora mismo tienen el poder para cambiarlo. Ideas hay, lo que pasa es que a lo mejor no son convenientes porque ganarás menos dinero o se perderán empresas. Entre mis compañeros y tal no hablamos mucho del futuro, nos preguntamos qué hacer en el futuro y a la mínima no se puede hacer nada, porque no habrá mundo, o yo qué sé. A veces me dan ganas de desconectar, quiero estar al tanto, pero lo justo. Me preocupa si se va a hacer la vida más complicada, cómo vamos a vivir todos. De todas formas, yo vivo mucho en mi presente, un año arriba y año abajo, no pienso mucho a largo plazo, pero cuando lo hago es así.
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La delegación zapatista dio su mensaje de despedida en la plaza Arturo Barea, después del acto de bienvenida que les ofrecieron colectivos sociales en el Teatro del Barrio. Marijose, al centro, extiende la bandera del Orgullo LGTBIQ+ que le obsequiaron Encuentros Bolleros y el Movimiento Marika de Madrid.
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Después de haber preparado los pedidos y cestas, toca revisar que todo cuadra. En Madrid Km0 no solo es importante lo que se hace, sino con quién y cómo. La organización horizontal y asamblearia ha sido uno de los pilares sobre los que nació esta cooperativa, que se vuelven más importantes aún en los tiempos confinados que corren.
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Diversidad de productos y diversidad de proyectos. En la nave de Km0 conviven iniciativas que, como la Ecomarca, buscan fortalecer nuestro sistema alimentario local facilitando la relación entre los pequeños proyectos de alimentación y los más de 20 grupos de consumo que forman parte de su red, llegando a más de 500 hogares de toda la Comunidad de Madrid.
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El centro logístico nace de la necesidad de hacer una distribución más eficiente y coordinada y de las ganas de impulsar una alimentación sostenible que pueda hacer frente al modelo agroindustrial hegemónico. Los servicios que ofrece van desde el almacenamiento de productos hasta rutas de reparto en la ciudad de Madrid y el resto de la provincia, y actualmente está desarrollando una plataforma de venta online que permita facilitar el acceso a los productos de la cooperativa.
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A lo largo del día la nave se llena de vida, llegan productos desde todos los rincones de la biorregión de Madrid. En Bustarviejo hacía fresco esta mañana, cuenta Carmen, y la sierra de Guadarrama se despertaba envuelta en una neblina primaveral. Desde Morata de Tajuña llega Juan, que ha dejado atrás el paisaje de olivos y los campos de cereal de verde intenso de la cuenca del Jarama.
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Al llegar al centro cuentan cómo les está afectando esta situación de emergencia sanitaria —a ellas, a ellos y a la producción a pequeña escala en general—. El cierre de restaurantes, ferias y mercados, y las limitaciones o dificultades de movimiento para los grupos de consumo han conllevado una gran reducción en sus pedidos, a pesar de que la alimentación de proximidad es segura y más sostenible ambiental y socialmente que la gran distribución agroindustrial.
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¡Ahora toca cargar y descargar! Volvieron las cajas vacías del reparto y hay que volver a llenar la furgoneta, que en breve saldrá de nuevo. Rutas calculadas al milímetro para ser más eficientes en la distribución, reducir la huella de carbono y poder llegar a todos los pedidos en jornadas maratonianas. Con casi cien puntos de reparto semanales combinando entregas a grupos de consumo, comercios y particulares, desde el inicio del confinamiento se han multiplicado las rutas y ha habido que reforzar los apoyos y vehículos.
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De la huerta a tu casa, con parada en Madrid Km0. Productos frescos y de temporada van llenando las cestas, que se apilan unas sobre otras. El cierre de otros canales de venta y las restricciones de movilidad han provocado que el sector agroecológico haya puesto más energía hacia el reparto individualizado. Nunca la logística fue tan necesaria.
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De la furgoneta a las estanterías, armarios o cámaras. Es difícil contabilizar la diversidad alimentaria que contiene la nave. Aquí, los alimentos albergan mucho más que lo que dicen sus ingredientes. Vienen cargados de respeto y cuidado por el entorno, relaciones justas con quienes los producen y por supuesto mucho sabor.
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Jugando al Tetris con cajas de alimentos. La furgoneta se llena una vez más. El cansancio se compensa con la satisfacción de conseguir adaptarse a esta situación sin precedentes y mantener la cadena alimentaria agroecológica. Frente a modelos de distribución globalizados, que aún en la situación actual especulan con la necesidad, se reafirman en su horizonte: llegar más lejos juntas de lo que lo hacen por separado para contribuir a un sistema alimentario más justo y sostenible para todas.