Centros sociales
Luz para el Eko: el centro social que quiere ser la isla ecológica de Carabanchel

El centro social ESLA Eko lanza una campaña de micromecenazgo para ser autosuficiente energéticamente mediante la instalación de paneles solares en su azotea.

Placas solares Eko Carabanchel
Placas solares sobre el tejado del centro social ESLA Eko, en Carabanchel, Madrid. Imagen: ESLA Eko

Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @pablorcebo.bsky.social, pablo.rivas@elsaltodiario.com

9 may 2019 06:19

El Espacio Sociocultural Liberado Autogestionado (ESLA) Eko, el centro social de referencia en el madrileño distrito de Carabanchel, tiene la independencia y la autonomía como principios básicos, pero tras casi siete años de existencia le faltaba algo para conseguirlos plenamente: autosuficiencia energética. Ahora, la asamblea gestora del centro se ha puesto manos a la obra para remediarlo con un proyecto tan pionero como ecológico: hacer funcionar el espacio, un edificio de seis plantas, con energía solar.

“La electricidad siempre ha sido muy precaria en el Eko, pero últimamente la situación se había complicado más aún”, explica Javier Pérez, integrante de la asamblea gestora del espacio, muy implicado en las tareas técnicas del proyecto Luz para el Eko. Esta situación interrumpía el funcionamiento normal del centro. Así que, con los ejemplos de Errekaleor, una barriada ocupada en la periferia de Vitoria-Gasteiz sin acceso a la red de suministro eléctrico pero plenamente autosuficiente tras la instalación de paneles solares, y el Espacio Garaldea, un proyecto de autogestión en el término municipal de Chinchón (Madrid) en el que conviven varios colectivos y que también se abastece mediante energía solar, decidieron remediar la situación.

“La idea es hacer todo mediante renovables, desenganchados de la red y con un sistema aislado, produciendo nosotros la electricidad y almacenándola en baterías”, relata Pérez. “Somos capaces de hacerlo porque hemos aprendido poco a poco —ya disponen de 400 vatios de potencia solar— y porque somos bastante gente interesada, pero lo que nos faltaba es la financiación, porque el centro social no tiene la autonomía financiera de otros lugares”.

Por ello, tal como hicieran Garaldea en 2016 y Errekaleor en 2017, el ESLA Eko ha lanzado uncrowdfunding para obtener los fondos necesarios para adquirir el material y realizar los trabajos. En concreto, con los 15.105 euros que piden para realizar la operación de forma óptima —aunque con un mínimo de 10.593 ya podrían hacer lo suficiente para ser independientes energéticamente— quieren instalar placas en la azotea del edificio para soportar un consumo medio de 6.000 vatios, hacer las reformas necesarias para la instalación del sistema y las baterías, cambiar el sistema eléctrico del edificio, instalar bombillas de bajo consumo y adquirir un generador para apoyo en momentos puntuales, como podrían ser condiciones meteorológicas adversas o grandes eventos.

Soberanía energética

En apenas dos semanas han conseguido 7.121 euros, el 67% del mínimo. Sin embargo, aunque Pérez cuenta que no esperaban “tanto tan rápido”, se muestra prudente: “Sabemos que los principios de los crowdfundings son siempre lo más fácil y que al final se pondrá más difícil”. Para conseguirlo apelan a un público “muy amplio y muy afín” y solicitan la colaboración del entorno cercano, “tanto física como ideológicamente”, explica el activista, “como pueden ser otros centros sociales, pero también a los proyectos que apuesten por la soberanía energética y la lucha contra el cambio climático”.

De hecho, Pérez cuenta cómo una debilidad actual —la falta de energía eléctrica— se ha convertido en una potencia: “Vamos a tener más capacidad eléctrica y de una forma que políticamente nos parece muchos más relevante, una apuesta por las renovables que deja en evidencia un sistema que se nutre casi en su totalidad de combustibles fósiles”.

placas solares eko 2
Integrantes de la asamblea del Eko, junto a las placas solares ya instaladas en la azotea del edificio. Foto: ESLA Eko

El ESLA Eko es un espacio que fue ocupado en noviembre de 2011, en plena ola de descentralización del 15M madrileño desde el centro de la ciudad a las asambleas de barrio. Tras llevar abandonado 14 años, fue utilizado inicialmente por sus nuevos ocupantes para que la Asamblea de Carabanchel pudiese continuar su actividad en invierno.

Hoy, más de una quincena de colectivos, desde proyectos culturales a políticos, hacen vida en este centro, uno de los epicentros de los movimientos sociales madrileños.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Energía
Gas fósil La cautela tras el apagón añade euros, emisiones y energía verde desperdiciada a la factura de la luz
La mayor penetración de gas y nuclear en el mix aumentará la factura, aunque la subida quedará algo amortiguada por la energía barata de mayo. Las emisiones de la producción eléctrica subirían en 6.800 toneladas de CO2 equivalente.
Transición ecosocial
Transición ecosocial Los movimientos sociales ante la transición energética: rebajar el tono, complejizar el debate
Las discusiones sobre cómo avanzar en la transición energética han encallado en la disputa ideológica entre los partidarios y detractores de los proyectos de energías renovables de cierta escala y volumen de inversión.
Opinión
Opinión La tragedia de lo privado o el día que se contradijo a Lavoisier
La parábola inglesa de la tragedia de lo común sugiere que cuando un recurso es “de todos” acaba siendo esquilmado, pero el día del apagón se pudo ver que fueron los intereses privados cortoplacistas los que nos llevaron al colapso eléctrico.
Arancetano
11/5/2019 10:37

Que es un crownfuinding? Suena algo erótico.

0
0
#34059
10/5/2019 8:14

Autogestion en todos los Campos, la mejor respuesta q se puede far a la crisis en la q estamos

0
0
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Medio ambiente
Medio ambiente Iberdrola proxecta un parque eólico que pon en risco un dos maiores xacementos fortificados de Galiza
A Xunta vén de declarar a utilidade pública para o parque eólico Castro Valente, a pesar de que a súa construción está suspendida cautelarmente polo Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Filosofía
Brais Arribas, filósofo “Non se trata de empoderar senón de disolver o poder”
Durante a conversa, o profesor reflexiona sobre a saúde da filosofía galega, o poshumanismo, as novas masculinidades ou a experiencia da pandemia.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.

Recomendadas

LGTBIAQ+
LGTBIAQ+ Unha casualidade, unha resposta masiva e un debate incómodo: a sentenza de Samuel Luiz en contexto
O 22 de maio, o TSXG ratificaba o veredicto do xurado popular e recoñecía que o asasinato de Samuel Luiz foi un crime motivado por LGTBIfobia. O caso supuxo unha mobilización sen precedentes.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.