Kurdistán
La Corte Suprema belga y la guerra en el Kurdistán

Los tribunales belgas han determinado que no se puede tratar al PKK como una organización terrorista, sino como un bando dentro de un conflicto armado. Por tanto, en esta contienda sólo se podría juzgar a las personas que hayan cometido crímenes de guerra, al amparo del Derecho Internacional Humanitario, pero ningún bando es susceptible de ser juzgado por delitos de terrorismo

La ciudad de Afrín en llamas
La ciudad de Serekaniye en llamas. Foto: Olmo Couto
Abogado penalista de Red Jurídica
8 dic 2019 00:18

Hace unos años, la Fiscalía belga decidió iniciar una compleja investigación contra lo que consideraba la estructura político-financiera del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en Bélgica. La misma terminó con la imputación de varios representantes del pueblo kurdo, así como dos medios de comunicación, por colaborar y financiar la causa de la formación política kurda. Hoy, gracias a numerosos cables filtrados por Wikileaks sabemos que esta iniciativa no partió de los propios fiscales, ni de la policía belga, sino de una serie de reuniones celebradas en la Embajada turca de Bruselas entre agentes de la inteligencia estadounidense, diplomáticos de Ankara y miembros del gobierno belga.

Sin embargo, el juicio contra estas individualidades y organizaciones, destinado a determinar su posible vinculación con el PKK, nunca se ha llegado a celebrar. Y es que el equipo de abogados y abogadas defensoras, hace ya tres años, planteó como cuestión previa al inicio de las sesiones del juicio oral que en el presente caso no cabía aplicar la legislación antiterrorista contra el PKK, sino, en su caso, el Derecho Internacional Humanitario.

¿En qué se basaron para alegar esto? Muy sencillo: de acuerdo tanto con la legislación belga, como la europea y la internacional, una organización que se encuentra activa en el seno de un conflicto armado no puede considerarse una entidad terrorista. Es indiferente a estos efectos que el conflicto sea interestatal o interno; lo importante es que tenga la dimensión prevista en los tratados internacionales. En estos casos de “armed conflict”, los actos cometidos por cualquiera de los bandos sumergidos en ese contexto –acciones que tradicionalmente se catalogarían como delitos, pues suelen incluir homicidios, uso de armas y explosivos, lesiones, etc.– se considerarán actos de guerra y no atentados terroristas. Por tanto, tiene que operar el Convenio de Ginebra y el Derecho Internacional Humanitario y no las leyes antiterroristas.

Este Derecho Internacional Humanitario (DIH) es una rama del Derecho internacional que busca limitar los efectos de la guerra, protegiendo a las personas que no participan en las hostilidades o que han decidido dejar de participar en el enfrentamiento, y restringir y regular los medios y métodos de guerra entre combatientes (el ius in bello).

Bajo el DIH, matar a una persona del bando contrario podría considerarse un “acto de guerra legítimo” –pues, por terrible que suene, el objetivo, si forma parte del conflicto, era “legítimo”– y, como consecuencia, se encontraría exento de cualquier castigo jurídico. Sin embargo, un acto cometido contra civiles u otros actores que no forman parte del conflicto, o la comisión de conductas no amparadas por el Convenio de Ginebra (como, por ejemplo, las torturas contra presos del bando contrario), podrían considerarse crímenes de guerra.

Quizás el ejemplo más reciente de la aplicación de este tipo de legislación lo presenciamos a mediados de noviembre, cuando el presidente Trump indultó a dos militares estadounidenses penados por sus acciones durante la guerra: uno había sido condenado por crímenes de guerra por asesinar a un ciudadano afgano y otro por su conducta inapropiada por hacerse fotos posando con cadáveres.

Pongamos un ejemplo práctico de aplicación del DIH: un miembro de una milicia vinculada a ISIS situada en Siria, que indudablemente se encuentra en medio de un conflicto armado, podría ser juzgado y condenado por cometer crímenes de guerra e incluso delitos de genocidio y lesa humanidad por masacrar a la población civil yazidí, por la persecución de personas LGTBiQ y otros crímenes que haya cometido en este contexto, pero no por delitos de terrorismo. Sin embargo, un miembro de ISIS que cometiera un atentado en un país europeo, fuera de la contienda bélica, sí podría ser juzgado por delitos de terrorismo.

Esto mismo es lo que plantearon las abogadas y abogados belgas al inicio del juicio a los kurdos: una organización que lucha en conflictos armados en Siria, Iraq y Turquía no puede considerarse una organización terrorista en Bélgica si no comete actos de violencia en suelo europeo. Y, por tanto, no se podría juzgar a los representantes kurdos radicados en Bélgica por ningún delito, ya que apoyar al bando de una contienda no es un delito (como sí lo es hacerlo con una organización terrorista).

El equipo jurídico utilizó dos criterios para hacer ver que lo sucedido en el Kurdistán es un conflicto armado o una guerra civil y no una confrontación aislada: en primer lugar, la intensidad del conflicto (el número de confrontaciones, el tipo de armas utilizadas, el tiempo de duración de la contienda, etc.). En segundo lugar, la naturaleza organizativa y la estructura militar, jerarquizada y disciplinada del HPG (el brazo armado del PKK), capaz de sostener una guerra durante un largo periodo de tiempo contra más de un ejército regular.

La Fiscalía belga, por su parte, se opuso a la cuestión previa de la defensa, alegando que es obvio que el PKK se trata de una organización terrorista y que otras organizaciones consideradas satélites de la misma, como las YPG e YPJ (unidades de autodefensa populares), formaban parte de la misma estructura.

El poder judicial, sin embargo, dio la razón a las defensas y estimó la cuestión previa, estableciendo que no se podía considerar el PKK una organización terrorista, sino un actor más dentro de una guerra. Quizás –a su pesar– el argumento del fiscal favoreció a las defensas, ya que las YPG e YPJ en esos momentos estaban luchando codo con codo con Estados Unidos y la Coalición Internacional contra el Estado Islámico en Siria. Si eran “parte del PKK” como sostenía el fiscal, ¿cómo podían ser terroristas y colaborar con la OTAN a la vez? En cualquier caso, el juez consideró que, si bien estábamos ante una guerra asiméstrica, pues se utilizaban tácticas propias de la guerra de guerrillas, no deja de ser una guerra, por lo que que es de aplicación el DIH y que por tanto no se podía juzgar a los ciudadanos y organizaciones kurdas por delitos de terrorismo.

Por supuesto, esta decisión fue recurrida por Fiscalía, pero el Tribunal de Apelación de Bruselas la confirmó. Posteriormente, por una serie de tecnicismos, tuvo que ser revisada de nuevo por otros jueces y juezas, hasta llegar de nuevo a una segunda sala del Tribunal de Apelación. Ésta se pronunció al respecto el pasado 8 de marzo, confirmando otra vez más la resolución inicial: existen sólidos indicios de que la situación en el Kurdistán es propia de una guerra civil, y no un “simple” conflicto político con acciones terroristas esporádicas.

Quizás le sirviera de ayuda al Tribunal de Apelación a la hora de tomar su decisión el hecho de que, de manera paralela, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea había decidido, en noviembre de 2018, eliminar al PKK del listado de organizaciones terroristas de la UE, debido a la falta de motivación por la que se había incluido en la misma.

La resolución fue recurrida de nuevo, esta vez en casación ante la Corte Suprema o Corte de Casación de Bélgica, que próximamente tendrá que pronunciarse al respecto. Si determina que, efectivamente, estamos ante un conflicto armado, únicamente se podrá acusar y enjuiciar a aquéllas personas sobre las que exista una sospecha de la comisión de un crimen de guerra (y esto incluye a miembros del gobierno y ejército turco), lo cual no es de aplicación al presente caso porque a los acusados únicamente se les atribuyen acciones de propaganda, recolección de dinero y actos públicos. En cambio, si la Corte Suprema revoca las decisiones judiciales tomadas hasta ahora, se podrá juzgar por delitos de terrorismo a todas las personas vinculadas al PKK, ya que este tipo de acciones sí son delictivas en el contexto del terrorismo.

En una entrevista realizada por Maxime Azadi en el medio francés Mediapart al abogado belga Jan Fermon (miembro del equipo jurídico de este caso) éste recuerda que, si bien la decisión de los tribunales belgas hasta ahora puede parecer sorprendente en nuestro mundo post 11-S, antes no lo habría sido tanto: “Antes de la Segunda Guerra Mundial, el principio era que cualquier acción contra un Estado es una acción criminal. La Segunda Guerra Mundial y las luchas contra el fascismo trajeron una novedad importante: la Declaración de Derechos Humanos. Se consideró que la resistencia contra un Estado opresivo o contra la ocupación podría ser legítima. Por lo tanto, ya no se puede dar por hecho siempre que un Estado es bueno y todos los que actúan contra el mismo son, por definición, criminales. Este principio se vio reforzado por los movimientos anticoloniales. En otras palabras, con la llegada a la escena internacional de los países descolonizados, hemos aprendido a interpretar ciertos movimientos de otra manera. Pero con el advenimiento de la Guerra contra el Terror (en 2001), todo esto ha desaparecido”.

Fermon, además, considera que posturas como las adoptadas por los tribunales belgas pueden ayudar a lograr una paz duradera en la región, ya que es más fácil interlocutar con todos los actores si se le elimina la etiqueta de “terrorista” a uno de ellos.

Es difícil predecir qué decidirá la Corte Suprema belga en este caso, pero hemos de tener en cuenta que el contexto internacional hacia las milicias kurdas –consideradas hace unos meses los mejores aliados de la Coalición Internacional de Siria– ha variado en el último año. En primer lugar porque a principios de 2019 el Consejo de Europa volvió a incluir al PKK en su listado de organizaciones terroristas. Posteriormente, en octubre, Trump rompió unilateralmente la alianza mantenida con las YPG e YPJ, el ejército estadounidense abandonó el norte de Siria y permitió la invasión por parte de Turquía de la comunidad kurda Rojava. Y, por último, en la pasada semana, Turquía amenazó con vetar la estrategia de la OTAN en los países bálticos si sus socios militares no apoyaban su lucha contra las YPG y las calificaban de terroristas.

Si los jueces del Supremo belga saben mantenerse al margen del contexto político y de las presiones del Estado turco dictarán una sentencia completamente ajustada a Derecho. Esperemos que así sea, aunque me temo que ese grado de pureza es difícil de encontrar.

Sobre o blog
Este es un blog coordinado por la cooperativa jurídica madrileña Red Jurídica, con colaboraciones ocasionales de profesionales del mundo jurídico de distintas partes del Estado, en el que intentamos explicar, desde una perspectiva crítica, la actualidad jurídica
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Sidecar
Sidecar Bélgica, reino en la encrucijada
Las previsiones para el Partido del Trabajo de Bélgica constituyen una anomalía sorprendente en el contexto de la decadencia de la agitación populista de izquierda registrada en el resto del continente
Migración
Migración Marcha a Bruselas: denuncian las muertes en la frontera ante el Parlamento Europeo
Colectivos de toda Europa tomaron la capital comunitaria con movilizaciones, acciones y encuentros que reclamaban el fin de la violencia en las fronteras y la regularización de las personas migrantes que viven en la Unión Europea.
Migración
Políticas migratorias Cinco encrucijadas para los derechos migrantes en Europa
La presidencia de turno de la UE, por parte de un gobierno hostil a las personas migrantes, el endurecimiento de las políticas de asilo en Dinamarca, o la retención de barcos de rescate por parte de Italia, perfilan un escenario difícil para quienes intentan llegar a Europa.
#44443
10/12/2019 17:45

Gracias a su magnánima equidistancia, los alevíes son discriminados simplemente porque se les niega la existencia como comunidad religiosa. Zonas cristianas de Istanbul son repobladas con musulmanes de Anatolia. Su mujer es la primer mujer de un presidente desde Ataturk que aparece en público con el velo islámico. La televisión pública turca da trabajo a hijas de militantes islámicos y promuebe la islamofobia como arma política en Europa. Periodistas críticos y miembros de la oposición son encarcelados. Como buen populista, una vez acabada la bonanza del petróleo pirata de ISIS, se ha visto forzado a devaluar y se pretende defensor del Islam para atraer inversiones de otros países islámicos. De paso aprovecha para presentar todo ataque a su persona como un ataque al Islam, así no se habla de sus negocios privados, que es lo que verdaderamente le importa. Erdogan es simplemente uno de los tantos ejemplos de líder que se ama a sí mismo. Cuando se le acaban los fondos para mantener su consenso, vuelve a la tradición otomana de expansión territorial.

0
0
#44352
9/12/2019 9:36

Turquía tiene un régimen laico. Su Constitución dicta que el Estado y sus instituciones deben guardar la misma distancia respecto de todas las creencias (incluida la increencia). En teoría, la discriminación por motivos religiosos está penada por la ley. El caudillo islamista del país, el presidente Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que él es equidistante de todos los credos y que está en contra del “nacionalismo religioso”, y el 13 de noviembre dijo a los medios desde la Casa Blanca que Turquía iba a restaurar iglesias dañadas en Siria.

En realidad, Erdogan y su régimen islamista son un excelente ejemplo para ilustrar la imposibilidad de que el islam político sea laico.

0
1
Sobre o blog
Este es un blog coordinado por la cooperativa jurídica madrileña Red Jurídica, con colaboraciones ocasionales de profesionales del mundo jurídico de distintas partes del Estado, en el que intentamos explicar, desde una perspectiva crítica, la actualidad jurídica
Ver todas as entradas
Economía
En primera persona Instrucciones por si encuentras muerta a tu suegra
Todo el que está en el mundillo sabe que el sector funerario vive casi un duopolio de facto y lo máximo que se está dispuesto a hacer es poner una multa de vez en cuando. Cuando alguien llama a una, ni se imagina al entramado que está llamando.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Genocidio
Ayman Qwaider “A la gente se le pide una cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza”
Profesor especializado en educación en emergencia y educación inclusiva, Ayman Qwaider vive en Australia. Desde allí, intenta ayudar a su familia a salir de Gaza, mientras denuncia la ocupación israelí y la complicidad de la comunidad internacional.
Venga, circula
Venga, circula Un paso, luego otro
Llega un día en el que vemos con claridad algo que solíamos observar en los demás pero que nunca —prometíamos— nos sucedería a nosotros.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad ¿Qué tengo si me diagnostican Síndrome de Ovario Poliquístico?
Afecta a entre un 7 y un 13% de las mujeres en edad reproductiva, y el 70% están sin diagnosticar. Pero, ¿qué es el SOP y como podemos apaciguar sus síntomas?
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.
Ocupación israelí
Opinión Las palestinas también existen
La morbilidad femenina, el conjunto de enfermedades, factores de riesgo y motivos de consulta recurrentes en las mujeres que merecen una atención específica, tiene múltiples ejes de discriminación: no es lo mismo en Suecia que en Palestina.

Últimas

Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Urbanismo
Urbanismo La nueva Ley del Suelo va al Congreso bajo la acusación de fomentar pelotazos urbanísticos
Sumar y Podemos no garantizan el apoyo a la ley, que limita las posibilidades de declarar nulos los planes urbanísticos, así como la acción ciudadana contra las irregularidades urbanísticas.
Más noticias
Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
América Latina
Caribe Haití: el fracaso neocolonial y el “eterno castigo de su dignidad”
La crisis de gobernabilidad que vive Haití después del alzamiento paramilitar que liberó a más de 3.600 presos y expulsó al primer ministro es un capítulo más de una historia colonialismo y dependencia.
El Salto Twitch
El Salto TV Economía y titulares de guerra
En el programa en directo de Economía Cabreada del 26 de marzo se hizo un análisis de la deriva bélica de la Unión Europea, sus gobiernos y de los grandes medios con Tica Font y Miquel Ramos.

Recomendadas

Investigación
Investigación O Goberno galego repartiu 4.000 millóns de euros en contratos a dedo en só seis anos
Desde 2018, a Xunta asinou 1.034.964 contratos sen sacalos a concurso: algo máis do 30% do diñeiro do que dispón para o exercicio de 2024. Ademais, 35.362 deses contratos teñen un importe entre 14.000 e 14.999 euros, o límite legal.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Argentina
Argentina Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Quien fuera candidata de la izquierda a la presidencia en las elecciones en las que Milei salió victorioso, evalúa las consecuencias del gobierno de La Libertad Avanza y las respuestas que están dando los distintos actores políticos.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.