Coronavirus
La estética del bicho

La estética del coronavirus condiciona nuestra percepción de la pandemia como la batalla contra una naturaleza cada vez más alienígena. Y asistimos a una nueva ‘guerra de los mundos’, en versión vírica, que pretende esconder las limitaciones de nuestro progreso tecnocientífico.

estética del bicho
La plasmación estética del virus, en constante mutación, revela un escenario de una guerra de ciencia ficción. Cabeza de Artista
Jon Artza
20 ago 2020 12:42

“El iconógrafo alerta puede exponerte la prueba visual. En este caso, el verdadero culpable fue el género popular de la ciencia-ficción”.

Alienígenas, John F. Moffitt

Hagan la prueba: vean un telediario sin voz. Probablemente contemplarán el busto del presentador o presentadora delante de una gran pantalla o de pie en un escenario de realidad aumentada en el cual flotan gigantescas y coloridas esferas de covid-19. Y, a continuación, una sucesión de las consabidas e intercambiables escenas de gente con mascarilla, personal sanitario, patrullas de policía, curvas estadísticas y mapas. Pero fíjense en las esferas: en cada noticia cambian de color y de aspecto. Las hay verdes, carmesíes, violáceas, azuladas, fosforescentes… infinitas versiones de un virus pop a lo Warhol. De textura rugosa o vectorizada, con filamentos punzantes o floridos. Lo que no cambia es el tamaño, desproporcionadamente grande, a escala humana o aún mayor. La fantasía de un William Latham, aquel visionario pionero del evolutionary art digital: hacer visible cada día la mutación de una minucia entrevista en el microscopio como una criatura terrorífica de psicodélica pesadilla.

¿Estamos viendo un informativo sobre el coronavirus o asistiendo a un parte de guerra sobre una invasión alienígena?

Una vez inmersos en la rutina veraniega de los rebrotes, pasado el famoso pico y sufridos los mayores desastres (a la espera de la segunda oleada), nos atrevemos a hacer una interpelación al respecto: ¿Estamos viendo un informativo sobre el coronavirus o asistiendo a un parte de guerra sobre una invasión alienígena? Puede parecer una pregunta frívola pero la respuesta no lo será en absoluto. Porque explica de manera indirecta cómo interpretamos lo que nos está pasando.

El paradigma estético que han elegido las cadenas televisivas forma parte de nuestra percepción de la pandemia y la contextualiza simbólicamente. De la misma manera que en la Edad Media la peste era causada por invisibles diábolos del aire (como aquel diminuto Leviatán, cuyos estornudos provocaban “chispas de fuego”), en el siglo XXI nuestro imaginario de referencia es pura ciencia-ficción. Y así, nuestra lucha contra el virus maligno acaba pareciéndose, sospechosamente, por ejemplo, a La guerra de los mundos, la novela de H.G. Wells. Pero, en este caso, no es el mundo exterior, el horror cósmico, el que nos asalta, sino el interno, el submundo de lo micro, transmutándose progresivamente en amenazante macro. Creciendo y multiplicándose como despersonalizado enemigo sin rostro, activado por esa ciega y destructiva programación biológica que tantas veces hemos visto en las pelis del espacio, de La amenaza de Andrómeda a Alien, el octavo pasajero. Una vez más, nuestro pánico rebosa del gelatinoso horror a los bichos de esa inmensa colmena colectivista –vagamente comunista– que, agitados por nuestra arrogancia tecnológica, invaden nuestro mundo con su suciedad y muerte.

Pero, ¿a qué se parece este enemigo, el bicho del coronavirus? A mi memoria infectada por perversidades sin cuento llegan tres imágenes. La primera, la de la bomba Orsini, esa microesfera de la muerte –similar a una mina marina- erizada como un puercoespín de filamentos explosivos, con la cual el terrorismo anarquista hizo estragos en las cabezas coronadas del siglo XIX. La segunda, la de alguna criatura de los Mitos de Cthulhu imaginada por el escritor H. P. Lovecraft: Azathoth, Yog-Sothoth o Nyarlathotep, dioses ignotos de tentáculos imposibles, esperando regresar a la tierra a través de un portal dimensional. Y la tercera, en la que enemigo y víctima se fusionan, la de Pinhead, aquel calvorota azulado plagado de clavos de la terrorífica cinta de Clive Barker, Hellraiser –“una oscura, retorcida e inescrutable belleza” de auto-mutilación, según Doug Badley, el actor que lo encarnó–, que nos acechaba junto a otros sádicos “cenobitas” en nuestras peores pesadillas.

Cada aficionado al terror y la ciencia-ficción tendrá sus propias referencias, pero todas nos hablan del agresivo caos de una naturaleza asediada y expoliada que regresa para vengarse y destruir desde dentro nuestra civilización.

Cada aficionado al terror y la ciencia-ficción tendrá sus propias referencias, pero todas nos hablan del agresivo caos de una naturaleza asediada y expoliada que regresa para vengarse y destruir desde dentro nuestra civilización. Una respuesta “preternatural”, que diría Lovecraft, la misma que fabuló su maestro Arthur Machen en el relato El terror, escrito e 1917 como evocación de la I Guerra Mundial, en la que todos los animales e insectos atacaban al ser humano, sin explicación alguna. Como ahora murciélagos o pangolines, exóticas alimañas, casi alienígenas, embajadoras del virus ominoso.

Y así vuelve, a través de la estética, subliminalmente, el relato de la lucha del ser humano contra el mal de la naturaleza (o viceversa, es lo mismo). Para empezar, durante la primera oleada, como guerra de posiciones. Y ahora, bajo la nueva normalidad, como guerra molecular contra los brotes partisanos, en la que el enemigo ha infectado a la juventud ociosa del barrio de Mendillorri o a los temporeros de Huesca, en una actualización de La invasión de los ladrones de cuerpos. La primera, como tragedia épica, la segunda, ya como farsa fantástica. Lamentablemente, lo que esta delirante estética bélica del bicho alienígena esconde es la radical inconsistencia de nuestro modelo de progreso, de espaldas a una sostenible apuesta ecológica.

La guerra de los mundos ha tenido varias versiones cinematográficas, todas ellas bastante dignas, pero la que ahora viene al caso la radiaron en 1938 Orson Welles y el Mercury Theatre, provocando el pánico de los radioyentes de Estados Unidos. Hasta el extremo de que, pese a las advertencias, fue tomada por una verdadera invasión marciana (y sirvió de excusa para el Estudio sobre la psicología del pánico, trabajo clásico de Hadley Cantril).

Hoy, como ayer, una guerra que no es tal, una guerra fake dopada estéticamente, otra propagandística “guerra que no tuvo lugar”

Hoy, como ayer, una guerra que no es tal, una guerra fake dopada estéticamente, otra propagandística “guerra que no tuvo lugar” (Baudrillard), protagonizada en este caso por el espantajo del bicho y su estética de Sci-Fi Horror, se nos suministra para ocultar las limitaciones de la ciencia y la inoperancia de la política. Semiólogos e iconógrafos como Hans Belting, partidarios de una iconología crítica, “porque nuestra sociedad está expuesta al poder de los mass media en una vía sin precedentes”, tendrán en los próximos años una oportunidad para analizar la iconografía de esta pandemia. En un mundo sometido, según Fernando R. de la Flor, al “giro visual” (visual turn), que a menudo prescinde de las necesarias interpretaciones racionalizadoras de las estrategias socio-políticas de encubrimiento y alienación, será más necesario que nunca. La ficción dominante del régimen escópico en el que vivimos, entre la omnipresente televisión y la caprichosa Internet, no puede limitarse a algo tan primario como la estética del bicho alienígena, que nos libera de toda responsabilidad a la hora abordar con despierta inteligencia el peligroso mundo tecnocientífico que estamos creando.

La gracia de la relectura de La guerra de los mundos es que, paradójicamente, en la novela original los marcianos invasores, “esos malditos bichos que se arrastran”, mueren a causa de invisibles bacterias terrestres, una especie de gripe los deja KO sin necesidad de intervención humana. Mientras que, por el contrario, en nuestra pandemia, alienígena y virus son lo mismo, y la naturaleza ya no es ese deus ex machina que interviene de manera salvadora. Lo que nos lleva a compartir la sabia reflexión del protagonista de la novela: “Es posible que la invasión de los marcianos resulte, al fin, beneficiosa para nosotros; por lo menos, nos ha robado aquella serena confianza en el futuro, que es la más segura fuente de decadencia.”

Hagamos la prueba. Y la próxima vez que, repantigados en el sofá, consumamos otro telediario sobre el videojuego marciano de la pandemia contra ese perverso bicho de colorines, tengámoslo en cuenta.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
Arte
Arte Eugenio Merino expone el cuerpo de Lorca en ‘Ruina’: “El poeta solo puede representarse bajo tierra”
El artista presenta una instalación que pretende hacer reflexionar sobre los cimientos en los que se ha construido la historia presente, una alegoría a Lorca, a sus ideas políticas y a los miles de desaparecidos
Arte político
Derecho al Agua Arte para convocar el agua a las puertas de Doñana
El Festival Chicharra de investigación sonora celebra su edición 'Los estados del agua' en Almonte (Huelva) en el entorno de Doñana en el contexto de la cercana aprobación de la ley de amnistía de regadíos ilegales
#67992
20/8/2020 18:27

Gracias por esto... Me ha alegrado un poco la existenca.

0
0
Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
Fútbol
Fútbol Vicente del Bosque como respuesta a las presiones de Fifa y Uefa
El nombramiento del exseleccionador como presidente de la Comisión de Normalización, Representación y Supervisión busca alejar los fantasmas de una intervención política de la RFEF.
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Cine
Cine 'Civil War', estética geopolítica en tierra de nadie
La sensación es que Civil War se queda en algunas ocasiones en una peligrosa tierra de nadie, tanto en sus cambios de estilo como en su contenido.

Últimas

O Teleclube
O teleclube 'O Teleclube' reflexiona sobre a procura de aquilo que desexamos coa película 'La Chimera'
A arqueoloxía, a reflexión sobre a propiedade, o amor, a morte e a maxia son algunhas das cousas sobre as que xira este filme italiano dirixido por Alice Rohrwacher que bebe da comunidade que rodea á directora.
Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.
Obituario
Obituario | Luz Fandiño Ata sempre, comandanta!
Luz Fandiño era unha punky, inamovible nos seus ideais e no seu discurso. Unha muller que, a pesar de ter vivido as peores miserias, chegou ao final da súa vida coa súa enerxía adolescente e co seu espírito de loita intacto.
Más noticias
El Salto Twitch
Antirracismo Frente a su racismo, respuesta comunitaria antirracista
El tema de “Entre el nopal y el olivo” de hoy nace desde la reflexión (no nuestra y no nueva) de cómo responder desde la colectividad a la violencia racista. Cómo imaginamos un horizonte antirracista. Cómo pensar estrategias juntas.
Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
1 de mayo
1 de mayo La transición ecosocial y frenar el genocidio de Palestina, ejes de la clase trabajadora de Bilbao
En una ciudad acostumbrada a buscar consensos y apartar las siglas abrazando un eslogan común y caminar detrás de una sola pancarta, hoy es el día de sacar pulso, ondear bandera propia y tomar la Gran Vía, el Arenal y la plaza Santiago.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.
Genocidio
Fairouz Qasrawi “En Alemania, si eres pro-palestino, harán todo lo posible por intimidarte”
Aliada incondicional de Israel, Alemania es uno de los países donde más se están persiguiendo las protestas contra el genocidio en Gaza. La palestina Fairouz Qasrawi, aporta una panorámica de cómo se vive la represión y la censura en el país.