Coronavirus
Perrocracia y otros síntomas de la crisis sanitaria

Sin ánimo de quitar la inocencia a nadie y tomando como punto de partida los casos históricos precedentes, mucho me temo que en cuanto esto pase, y ojalá sea pronto y con los menores daños posibles, volveremos al día siguiente a las andadas desaforadamente.

20 mar 2020 12:13

La crisis sanitaria que estamos atravesando a nivel global evidencia la debilidad de nuestros sistemas sociales de protección y de nuestros contratos políticos. También ha demostrado nuevamente el error de los que vaticinaron el fin de la historia. Desde hace siglos, pestes, hambrunas, crisis y enfermedades contagiosas asolan el mundo y lo transforman y, aunque con menos frecuencia y resultados menos dramáticos, en el primer mundo transitamos por ellas.

Tampoco creo que tengan demasiado recorrido los augurios de cambio radical de nuestra forma de vida que los optimistas antropológicos atribuyen al coronavirus: “viviremos más tranquilos”, “viajaremos menos”, “nos cuidaremos más” o “el capitalismo tendrá que reformularse.” Sin ánimo de quitarle la inocencia a nadie y tomando como punto de partida los casos históricos precedentes, mucho me temo que en cuanto esto pase, y ojalá sea pronto y con los menores daños posibles, volveremos el día siguiente a las andadas desaforadamente: volveremos a los aviones de fin de semana, a inundar las ciudades turísticas, los pisos regresarán a Airbnb y nuestro consumo recuperará su pulso suicida. Se volverá a hablar de recortes y el shock será aprovechado por los que saben sacar tajada de los dramas diarios.

El capital se ha comportado históricamente como la parábola del hijo pródigo. Cuando hay tiempo de bonanza se larga de casa para gastárselo todo, sin compartir beneficios ni felicidad. En cambio, cuando se acaba la fiesta, regresa al cobijo del papá estado. Que a nadie le quepa duda que en cuanto pase la pandemia el hijo pródigo se intentará marchar de nuevo y buena parte del coste de sus destrozos recaerá en los más débiles.

Algunos han descubierto estos días que hay masificación en los centros de ancianos, que en algunas residencias viven hacinados y en unas condiciones deplorables

Me gustaría señalar algunos síntomas de nuestra crisis social que el coronavirus está acelerando o visibilizando, pero cuyas raíces se hunden profundas en el tiempo.

Algunos han descubierto estos días que hay masificación en los centros de ancianos, que en algunas residencias viven hacinados y en unas condiciones deplorables. También que nuestro sistema de salud está cogido por pinzas, que al menor desequilibrio se acaban los guantes y que contratan a las médicas y enfermeras por horas para mandarlas al paro los fines de semana. Está muy bien caerse del caballo pero a diario durante los últimos años hemos leído noticias que denunciaban esto mismo y nunca las autoridades responsables tomaron medidas. Suele pasar en las casas en las que se tira la mierda bajo el sofá. Hay límites.

Cuando pase la cuarentena habremos interiorizado que en caso de crisis tener un perro es un salvoconducto y un niño, un problema

El decreto ley aprobado por el gobierno manifiesta claramente, mejor que cualquier ensayo o analista, las prioridades culturales de nuestra sociedad y de los votantes -pues no debemos olvidar que más allá de la responsabilidad se está disputando el relato por la gestión de la crisis-. Y estas prioridades están claras. Los perros necesitan unos veinte minutos al día para salir al parque, hacer sus necesidades y airearse.

En cambio, en España los niños no pueden hacerlo, ni siquiera manteniendo todas las medidas de distanciamiento social y las precauciones sanitarias. En otros países en los que se han aprobado medidas similares los niños sí pueden salir un rato al día, pues cualquier estudiante de 1º de psicología sabe de sus beneficios. ¿Por qué en España no? Sin duda, porque hay más dueños de perros que padres, o sea, más votantes. Quizá esto explica la baja tasa de natalidad en España respecto, por ejemplo, a Francia, que sí permite pasear con los niños manteniendo las normas de distancia social.

Los informativos se suman rápidamente a las notas de prensa y orientaciones del gobierno. Esta homogeneidad discursiva no sólo se aplica a las medidas sanitarias, sino que se impone una interpretación ideológica específica

Tengo dos hijos y la suerte de vivir en un piso de 100 metros. Tocamos a 25 metros cuadrado para cada uno, nada mal. Pero no puedo imaginarme la claustrofobia de las familias que viven en peores condiciones. Además, las ventanas de nuestro piso dan a un parque, tomado estos días por paseantes de perros, dueños definitivos del espacio de la ciudad. Cuando pase la cuarentena habremos interiorizado que en caso de crisis tener un perro es un salvoconducto y un niño, un problema.

Por último, me preocupa el toque de arrebato presente en buena parte de los medios. Apenas hay ruido interpretativo. Los informativos se suman rápidamente a las notas de prensa y orientaciones del gobierno haciendo un supuesto servicio público de concienciación general. Se agradece, pero cuando esta homogeneidad discursiva no sólo se aplica a las medidas sanitarias, sino que se impone una interpretación ideológica específica –viva el rey con sus cadenas-, no estamos ya en un estado de alarma sanitario, sino mediático, y esto suele traer aparejada una sugestión que pueden aprovechar los pescadores en aguas revueltas. Estamos consumiendo noticias incesantemente, y eso implica que los periodistas, con riesgo para su salud neumológica y psicológica, tengan que estar produciéndolas sin parar, sin descanso, sin reposo. La bola del miedo se contagia más rápidamente que la enfermedad. Hay millones de personas que siguen trabajando -Sanidad, limpieza, supermercados, servicios, seguridad- y que al llegar a casa después de jornadas maratonianas se encuentran, televisado, el apocalipsis.

Espero equivocarme, pero tengo la intuición que de esta crisis no saldremos ni sabiendo utilizar el bidé. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Memoria histórica
Ofensiva contra la memoria Vox y PP registran en Extremadura una Ley de Concordia que derogará la Ley de Memoria Histórica
La Ley de Concordia surge como exigencia de Vox para aprobar el paquete de medidas fiscales del PP, niega el término dictadura, incluye a víctimas del terrorismo y acaba con la financiación y con los organismos públicos creados con la ley vigente.
Minería
Mina de Cañaveral No a la mina de Cañaveral recurrirá ante la Comisión Europea su designación como proyecto estratégico
El estatus de proyecto estratégico europeo implica tramitación exprés de autorizaciones y exención de cumplir determinadas exigencias medioambientales, algo que, denuncian, estaba ocurriendo de facto en el Proyecto de Las Navas.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
#50680
20/3/2020 14:44

O cuando la burguesía se nos pone a llorar

0
0
Dependencia
Dependencia Los cuidados necesitarán entre 300.000 y 600.000 trabajadores más en cinco años
Las empleadas de residencias y ayuda a domicilio reclaman mejoras en esas nuevas plazas. “Debemos tener un sistema de cuidados universal y público, debe ser un derecho y no un negocio”, piden desde el sindicato ELA.
Cómic
Cómic Un gran poder conlleva una gran responsabilidad: ¿los superhéroes de cómic son de derechas o de izquierdas?
¿Encarna Superman a la socialdemocracia liberal, es Batman un militante anarcocapitalista y el Capitán América la bandera del nacionalismo? La respuesta no es tan sencilla si se repasa la historia del género.
Comunidad de Madrid
Sanidad Universal Sociedades sanitarias critican el SMS amenazante que el Gobierno de Ayuso está enviando a personas migrantes
Cuatro sociedades científicas denuncian un texto amenazante en el que se indica al destinatario que dispone de 30 días para seguir de alta en la Tarjeta Sanitaria, lo que está generando “incertidumbre” y “desprotección”.
Memoria histórica
Manuel Pérez, ‘camarada Arenas’, tras salir de prisión “Cordón trató de escaparse, se cayó y se mató”
El militante histórico del PCE reconstituido y, según la Justicia, líder de los Grapo, mantiene su inocencia en todos los casos que le han llevado a pasar 32 años en prisión.

Últimas

Economía
IPC La inflación interanual cae hasta el 2,3% en marzo gracias a las lluvias
Las precipitaciones han reducido el precio de la electricidad.La subyacente también se reduce dos décimas hasta situarse en el 2%.
México
México El Coyul, un ejemplo de resistencia indígena frente al despojo en el Istmo de Oaxaca
La Sociedad Agrícola y Ganadera El Coyul continúa apelando la sentencia por despojo agravado y secuestro interpuesta a 21 de sus miembros
Más noticias
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar llegan a un acuerdo para que el SMI no tribute el IRPF
Pese a adelantar la ministra de Trabajo que se habían roto las negociaciones, finalmente las personas que cobren el salario mínimo no tendrán que declarar en 2025.
Opinión
Opinión Sobre la cancelación de Georgina Orellano en el Foro ESPAL 2025
La cancelación de Georgina redunda en esta incapacidad para escuchar a las trabajadoras sexuales y en el pánico que tienen de que se las escuche. Denota inmadurez política, cerrazón dialéctica y pacatería moral.
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo abre expediente a Alquiler Seguro por prácticas abusivas contra los inquilinos
La decisión del Ministerio de Pablo Bustinduy, según el Sindicato de Inquilinas, “abre la puerta a la devolución de millones de euros a las inquilinas que reclamen sus derechos”.
Notas a pie de página
Notas a pie de página Mansiones encantadas y casas sin cocina
La casa encantada como símbolo de la opresión del espacio doméstico recorre la literatura de muchas escritoras. Pero hubo un tiempo en el que algunas feministas trataron de imaginar otro hogar posible, en el que se liberase el trabajo doméstico.

Recomendadas

Contaminación
Contaminación Un municipio galego demanda á Xunta pola contaminación do encoro das Conchas
A veciñanza das Conchas, na comarca da Limia, leva á Xunta ao Tribunal Superior de Xustiza de Galicia pola contaminación provocada debido á cría intensiva de gando porcino e avícola.
América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se rebelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.
El Salvador
Ivania Cruz “El estado de excepción se está utilizando en El Salvador para gobernar en base al miedo”
A esta defensora de derechos humanos y comunitarios le allanaron su casa mientras se encontraba en un viaje internacional. Desde el exterior, denuncia la persecución del gobierno salvadoreño hacia su organización y hacia las comunidades que defiende.
Yemayá Revista
México Sobrevivir en la frontera: el cuerpo como moneda de cambio
En Tapachula, punto clave de la frontera sur de México, miles de mujeres migrantes permanecen atrapadas sin poder seguir su camino hacia Estados Unidos.