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Diccionario de la Posverdad
Posverdad y cultura económica dominante
Como ocurrió en épocas pretéritas, la reacción de la corriente dominante ante la crisis fue de una terquedad rayana en la arrogancia, negándose a reconocer los fallos centrales de la teoría y las insuficiencias de sus modelos.
En efecto, el “colectivo de pensadores neoliberales” (Greenspan, Bernanke, Sargent, Blanchard, Mankiw), como los ha llamado Philip Mirowski, negó que la crisis hubiera sorprendido a los economistas y que la macroeconomía moderna fuera defectuosa. Varufakis tildó al conjunto de teorías (Hipótesis del Mercado Eficiente, Expectativas Racionales, Teoría del Ciclo Económico Real) que explicaba el mundo económico y dominó el pensamiento de la época, de formas veladas de fraude intelectual, envueltas en etiquetas deslumbrantes, y un gran aparato matemático para ocultar su debilidad.
Tras la crisis de 2008 parecía que los economistas estaban más cegados por la belleza de las matemáticas que por el análisis de la realidad
La paradoja es que, pese a la confesión del propio Alan Greenspan de que el edificio conceptual que articulaba “la estructura funcional crítica que define el funcionamiento del mundo” se había derrumbado, la “cultura económica dominante” logró sobrevivir y mantener su hegemonía.
Reforma necesaria
La crisis financiera supuso un reto ético e intelectual para la economía, así como una oportunidad para reformar su estudio y hacerlo más realista y más pluralista. Pero las universidades siguieron produciendo economistas neoclásicos ortodoxos, muy alejados de la realidad económica dada su apuesta metodológica por el reduccionismo y los modelos matemáticos.
Los estudiantes de economía son educados en ignorancia
Los economistas ortodoxos se acercan a la realidad abstrayéndose del mundo como totalidad y centrándose en una pequeña parte mediante la “teorización de segunda mano”, como calificó Leontieff el uso de modelos económicos. Así, en plena crisis financiera y sin ningún atisbo de ironía, el economista “ortodoxo” Robert Lucas describió las simulaciones de los modelos macroeconómicos modernos como previsiones de lo que cabría esperar que ocurriera, condicionadas a la inexistencia de crisis.
Enseñanza universitaria
Pese a la crisis, en la enseñanza de la economía universitaria se mantienen el núcleo teórico y los textos clásicos, que siguen planteando cuestiones como si los últimos 20 años no hubieran existido. Como sentencia Steve Keen, los estudiantes de economía son educados en ignorancia. Cualquiera que se acerque a los tratados más reconocidos se encontrará con creencias presentadas como algo lógico, básico e incuestionable, tales como mercados autoajustables, neutralidad del dinero y mercados financieros «eficientes». Por ejemplo, uno de los manuales más reconocidos en la última década, los Principios de la economía de Mankiw, soslaya realidades cruciales del mundo económico, como los desequilibrios de poder o la desigualdad.