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Economía
¿Cuáles pueden ser las consecuencias económicas de un cierre del estrecho de Ormuz por parte de Irán?

Coordinador de la sección de economía
Si el petróleo ya llevaba unos días de volatilidad en los mercados con la escalada del conflicto entre Israel e Irán, el bombardeo por parte de Estados Unidos a tres infraestructuras nucleares en la madrugada del sábado ha puesto sobre la mesa la acción más poderosa que Teherán tiene en sus manos y que podría acabar afectando directamente a los bolsillos de los consumidores de todo el planeta: el Parlamento iraní ha votado el cierre del estrecho de Ormuz.
Este canal, situado entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, es la vía por donde para diariamente el 20% del crudo comerciado mundialmente y cerca del 30% del Gas Licuado (GNL). No es una cuestión tan sólo de la producción y exportación de la propia Irán, cuarto productor global de crudo y segundo en la OPEP tan sólo detrás de Arabia Saudita, sino que por ese pasillo pasan las exportaciones de potencias productoras de hidrocarburos de la zona como Irak, Arabía Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin o Qatar.
Los mercados han despertado con un repunte por encima de los 80 dólares el barril de brent, su pico más alto desde enero de este mismo año. Aunque, tras el revuelo de la apertura de mercados, ha vuelto a posicionarse sobre los 75 dólares. Esto significa que los inversores no se acaban de creer que Irán acabe cerrando el estrecho de Ormuz, pero la expectación sigue y la volatilidad de los precios continúa. Además, pese a que no se ha disparado el precio todavía, su cotización actual está muy lejos de los entre 60 y 65 dólares el barril que marcaba hace tan solo dos semanas, poco antes de que se endureciera el conflicto entre Israel e Irán con el intercambio de ataques.
Los precios de la gasolina y el diésel se podrían disparar en las próximas semanas, coincidiendo con los desplazamientos de la época vacacional de verano
Gasolineras y factura de la luz
Pese a que los mercados siguen sin ver claro que Irán se atreva a cerrar su principal vía de exportación de hidrocarburos, lo que pondría también en peligro sus exportaciones y la de sus países vecinos y aliados, muchos analistas señalan que, en caso de cierre, los precios del barril podrían escalar por encima de los 100 dólares el barril. Incluso, algunos de ellos, apuntan a que la cotización del petróleo podría dispararse hasta cotas cercanas a los 150 dólares.
El cierre del estrecho y la escalada de precios hasta esas cotas superiores a los 100 dólares dispararía los precios de los carburantes en todo el planeta. Es decir, los precios de la gasolina y el diésel se podrían disparar en las próximas semanas, coincidiendo con los desplazamientos de la época vacacional de verano.
El cierre de Ormuz haría escalar los precios del gas en todo el mundo lo que se traduciría en una nueva subida de los precios de la electricidad
El otro efecto sobre los bolsillos de los consumidores podría ser en la factura de la luz. Todavía se siguen sufriendo la escalada de precios del estrangulamiento de la oferta del gas y la escalada de precios tras la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones impuestas al Gobierno de Putin. El cierre de Ormuz haría escalar los precios del gas en todo el mundo lo que se traduciría en una nueva subida de los precios de la electricidad. La factura de la luz volvería a dispararse, lo que provocaría un aumento de los precios no sólo de la electricidad, sino de todos los bienes de consumo, sobre todo los que son electrointensivos, como las industrias del papel, cristal, electrónica, metales y tantas otras.
Inflación, Euribor e hipotecas
Este incremento de precios llega en un momento en el que la inflación media de la Unión Europea todavía está en periodo de relajación y en torno al objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2%. De hecho, la institución dirigida por Christine Lagarde lleva más de un año reduciendo los tipos de interés casi en cada reunión mensual, hasta el 2,15% actual, lo que ha supuesto un alivio para los hipotecados ya que el Euribor se ha ido reduciendo de forma paralela.
No ha ocurrido igual en Estados Unidos. El enfrentamiento entre Trump y la Reserva Federal Estadounidense (FED) está más vivo que nunca. El organismo se ha negado a reducir los tipos de interés del dólar guiado por una inflación norteamericana que no se ha reducido en la misma forma que lo ha hecho la europea. En la última reunión, su director, Jerome Powell, mantuvo los tipos de interés en el rango de 4,25% al 4,5%, argumentando que la política arancelaria del presidente podría aumentar los precios de consumo de los estadounidenses y volver a reavivar la inflación. Trump, en su línea, acabó llamando “un tipo tonto” a Powell en redes sociales.
Si la reacción de Irán aumenta la inflación en todo el mundo, los bancos centrales podrían decidir volver a subir los tipos de interés y, por tanto, subiría la cuota de millones de hipotecados
El nuevo escenario de tensiones en los precios de los hidrocarburos podría dar marcha atrás a las bajadas. En esa reacción de los bancos centrales se encuentra otro de los efectos de segunda ronda que podría provocar el cierre del estrecho. Si la reacción de Irán aumenta la inflación en todo el mundo, los bancos centrales podrían decidir volver a subir los tipos de interés, en vez de seguir la senda de la reducción que algunos como el BCE está llevando a cabo. Ese incremento en los tipos de interés para contener la inflación podría volver a incrementar el Euribor y por tanto la cuota de millones de hipotecados.
Hasta el momento, el estrecho de Ormuz sigue abierto pese a la decisión del Parlamento iraní. No será fácil tampoco para su economía y la de sus socios cerrar dicha vía de exportación y entrada de dólares, pero cuanto más acorralado se encuentre el Gobierno de Irán, las posibilidades serán mayores. Estados Unidos también ha intentado presionar al Gobierno de China para que sea Pekin quien presione a Irán para que no cierre el pasillo de barcos, pero la última palabra para que los bolsillos de todo el planeta no se resienta sigue estando en Teherán.