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Editorial
Somos más
Entre el 19 de noviembre y hasta el 23 del mismo mes, el día que enviamos a imprenta el número 56 de la revista mensual de El Salto, la página web de este medio de comunicación sufrió un ataque informático que paralizó el acceso a nuestros contenidos de forma intermitente. Durante estos días hemos recibido mucho apoyo y muestras de solidaridad, tanto de nuestra comunidad de lectores y lectoras, de nuestras suscriptoras y suscriptores, como de periodistas que seguramente no comparten la línea de El Salto pero que son conscientes de que la libertad de prensa se debe defender en cualquier circunstancia.
A fecha de hoy no sabemos quién ha encargado y quién ha efectuado este ataque. Sí sabemos que las herramientas para llevarlo a cabo son relativamente asequibles, aunque hay distintas versiones sobre cuánto cuesta sostener una ofensiva como la que El Salto, La Marea, La Última Hora y otros medios de comunicación han sufrido a lo largo del mes de noviembre. Sean herramientas baratas o caras, lo fundamental es que forman parte de un repertorio de prácticas que están socavando la democracia.
Libertad de información
Balance de Nodo50 Las cifras del ciberataque a El Salto y La Marea: 27.000 direcciones IP durante 116 horas
El uso de las fake news, la programación de algoritmos con claros sesgos xenófobos y clasistas, y las mesnadas de bots atacando objetivos políticos son ya una realidad en la disputa del discurso. Esas técnicas consiguen alterar los términos de la conversación política, inducen a que el debate en redes se establezca en términos agonísticos, introducen estrés en sociedades que ya viven al borde del ataque de nervios y, como nos ha sucedido durante estos días de ciberofensiva, establecen quiénes pueden formar parte de la vida pública y quiénes no.
A lo largo de las últimas semanas hemos mantenido una campaña con el lema “Unidas frente al odio” en colaboración con La Marea, un proyecto con el que compartimos mucho desde el punto de vista periodístico. Pocos días antes de finalizar esa campaña, el ataque que hemos sufrido los dos medios nos ha servido para reafirmar un compromiso con las personas que nos leen. Somos conscientes de que estamos haciendo periodismo en una era de cambios, que afrontamos distintas crisis que se superponen unas a otras. No podemos dejar pasar ataques que atacan las libertades y pretenden silenciar a quienes tenemos un compromiso irrenunciable con los derechos humanos.
unidas frente al odio
Campaña conjunta La Marea y El Salto, unidas frente al odio
No se trata solo de resistir a los ataques del odio; nuestro objetivo es ampliar las libertades, no solo sobrevivir a esta nueva época. Sabemos que somos más. Lo vamos a conseguir.