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Educación infantil
La Comunidad de Madrid cierra una escuela infantil que atendía a un centenar de niños y niñas
La colonia de San Cristóbal es un reducto del Madrid antiguo que sobrevive emparedado entre las gigantescas torres de Azca, el corazón financiero de la capital, que ha crecido dando y haciendo sombra a este humilde bastión diseñado para la clase obrera. Un conjunto de casas creado para los trabajadores y trabajadoras de la EMT, cuyos primeros propietarios han ido abandonando el lugar dando paso a nuevos habitantes que han llegado a la ciudad. Un barrio humilde en el que en algunas casas se apiñan varias familias, tal y como lo describe María Maregil, cuyos hijos acuden al único recurso público del lugar: la Escuela Infantil Colorín Colorado. Escuela infantil pública con la gestión privatizada, que hoy vive sus últimos momentos. Tal y como les han informado desde la Dirección de Área Territorial (DAT) Capital, dependiente de la Consejería de Sanidad, no verá la luz durante el próximo curso.
Maregil explica que a los padres y madres del centenar de niños y niñas que acuden a este centro les llegó un correo para reunirles el pasado 26 de febrero. Durante esa reunión les comunicaron que la empresa concesionaria, Atreyu Blota Carto, renunciaba al servicio. Una concesión otorgada el 4 de octubre de 2021 por cinco años, tal y como se refleja en las datos del expediente de contratación. “Nos dijeron que, aprovechando esa renuncia iban a hacer obras. Les preguntamos que cuándo finalizarían y nos respondieron que en unas obras se sabe cuándo empiezan pero no cuándo acaban”, explica Maregil. Seguidamente les extendieron un documento para que las familias que quisieran confirmaran la plaza para el próximo curso en la Escuela Infantil La Plazuela, a un kilómetro y medio de la actual.
“Nos oponemos al cierre. Cuando vas a matricular a tu hijo tienes que mirar varias opciones: que esté cerca de casa, el tipo de pedagogía, los profesionales... pones en un listado el orden de preferencia en función de todo esto. Todas las familias pusimos esta y nunca la segunda opción que nos están ofreciendo”, se queja Maregil, quien piensa en las próximas generaciones, que se quedarán sin este recurso.
18 profesionales, a la calle
Según la información que maneja CC OO, las obras que se planean en la sede de esta escuela infantil, derivadas de las humedades que afectan a dos de las siete aulas, no suponen un riesgo ya que no son de carácter estructural. “Nos reunimos con la Consejería de Educación, nos dijeron que el edificio necesitaba obras, la empresa renuncia al contrato y aprovechan para cerrar”, explica Ana Moreno, maestra y delegada de CCOO.
“Las trabajadoras recibimos la noticia a través de las familias. Hemos pedido una reunión con el gestor de la empresa y no hemos tenido respuesta”
Moreno explica que esta decisión implica la pérdida de empleo de las 18 trabajadoras de la escuela, 17 de ellas mujeres. Por convenio, cuando hay un cambio de empresa concesionaria esta tiene que subrogar a la plantilla, pero en este caso el centro se queda vacío. “Las trabajadoras recibimos la noticia a través de las familias. Hemos pedido una reunión con el gestor de la empresa y no hemos tenido respuesta”, relata.
Mientras, la comunidad educativa intenta hacerse visible con concentraciones a las puertas del centro, escoltados por las gigantes torres de Azca a sus espaldas. Denuncian que Atreyo Blota Carto, con quien este periódico ha intentado contactar sin éxito, lleva dos meses emitiendo nóminas con retrasos a las trabajadoras. Aseguran que, desde que esta empresa llego a la escuela, que se hizo con el contrato por 30.000 euros menos de lo presupuestado— de 1.056.000 euros a 1.024.000—, la lucha sindical se ha intensificado. “Yo llevo 14 en esta escuela. Siempre hemos peleado por nuestras condiciones y el cambio a Atreyu empeoró mucho el panorama. Sufrimos un maltrato laboral importante, han intentado cambiar nuestras condiciones de trabajado. Nos llevaron a ERTE en el mes de agosto para no pagar nuestras vacaciones y llevamos ya dos meses con retrasos en las nóminas, la de enero la cobramos el 21 de febrero y la de febrero la hemos cobrado el 14 de marzo”, relata Moreno.
Para la representante sindical hay un problema de fondo: el modelo de gestión externalizada, promulgado por la Comunidad de Madrid que “no funciona”
Para la representante sindical hay un problema de fondo: el modelo de gestión externalizada, promulgado por la Comunidad de Madrid que “no funciona”. Están preocupadas por su futuro, por las criaturas y también por elbarrio. “Nadie nos garantiza que este edificio vuelva a ser una escuela infantil y es el último servicio público que queda en esta barriada”, insiste la representante sindical.