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Educación pública
Centenares de personas protestan en silencio por los recortes para el alumnado madrileño con autismo
“No a la vuelta a una educación segregador”. “No a la vuelta a una educación no inclusiva”. “No al recorte en recursos para alumnado autista”. Bajo estos tres lemas, expresados en silencio, familias, maestras y activistas en apoyo a la infancia TEA se han concentrado en la tarde de este miércoles frente a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Entre las adaptaciones para las personas con autismo que han acudido a esta protesta, un simbólico silencio interrumpido por gestos que dibujan la indignación de esta comunidad educativa.
El germen del enfado de las personas que hoy se han congregado —entre 1.500 cifradas por CCOO y 900 por la policía—, alentadas por la plataforma Defensa Alumnado Autista Madrid: una nueva resolución para la regulación del funcionamiento de las aulas de apoyo, la 254, que propone que la ratio dentro de estas clases pase de cinco a siete alumnos y alumnas “de manera excepcional”.
Una excepcionalidad que comprende tres supuestos: cuando hay hermanos escolarizados en el centro, cuando no hay centros de atención preferente cerca del domicilio o “cualquier otra circunstancia excepcional que, a criterio del director del centro, justifique esa necesidad”. Un escenario ambiguo que abre la puerta a un “recorte encubierto” , tal y como denuncian desde CC OO Educación Madrid, al subir la ratio sin aumentar profesores. A esto se añade que en el texto se indica que los profesionales que trabajan en el aula TEA deberán atender también al resto de alumnado con necesidades especiales del colegio.
El germen del enfado: una nueva resolución para la regulación del funcionamiento de las aulas de apoyo TEA que propone que la ratio dentro de estas clases pase de cinco a siete alumnos y alumnas
Las aulas de apoyo para el alumnado TEA surgen como un proyecto piloto que arrancó en 2001-2002 y que aún no contaba con apenas normativa. Supone la escolarización de alumnos y alumnas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en colegios ordinarios que cuentan con aulas donde este alumnado acude para recibir un refuerzo. Un proyecto piloto que hoy está en 700 centros educativos con un total de 850 aulas.
Pasito a pasito
La concentración, convocada con ánimo respetuoso para hacer un entorno agradable a las personas con autismo, ha conseguido cortar un carril de la calle Alcalá. “Vayan avanzando, pasito a pasito” ha indicado la policía, mientras madres allí congregadas replicaban: “Pasito a pasito, así es como hacemos todo”.
Pasito a pasito es como un grupo de Whats App ha acabado cristalizando en más de una decena de grupos de trabajo con una veintena de asociaciones trabajando mano a mano para parar lo que consideran un retroceso. Hasta un grupo de “desahogo” viene a llenar el vacío que muchas familias sienten ante la nueva situación.
“Lo cierto es que, por primera vez, hemos conseguido juntar a las tres vertientes que realmente conocen la realidad del autismo, como lo son las propias personas autistas, sus familias y las y los profesionales que trabajan todos los días con este colectivo” ha expresado en un comunicado la plataforma Defensa Alumnado Autista Madrid.
La segregación de este alumnado, que puede acabar en centros de educación especial si no recibe los apoyos que necesita, “jamás será inclusión”
“Aunque decir que la ratio en las aulas TEA pasa de cinco a siete menores por cada dos profesionales pueda no parecer un gran aumento, lo cierto es que este dato cambia mucho cuando nos detenemos a analizar el incremento de la carga de trabajo, que se ve aumentada en casi un 50%”, ha continuado el comunicado, leído por dos personas con autismo.
Desde la plataforma han hecho hincapié en que cuando se abre un aula TEA, se abre una ventana a la inclusión. “Pues la convivencia de infancias neurotípicas y neurodivergentes no es otra cosa que el reflejo de la sociedad, donde todas y todos hemos de convivir y dotar los centros de educación ordinaria de aulas TEA ofrece la posibilidad de abrirse a una nueva realidad al alumnado de todo el centro” han concluido quienes avisan: la segregación de este alumnado, que puede acabar en centros de educación especial si no recibe los apoyos que necesita, “jamás será inclusión”.