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El tercer día de huelga de los seis previstos en la enseñanza secundaria madrileña contra las “pruebas externas” de la Lomce comienza hoy miércoles en la Comunidad de Madrid.
Las huelgas de docentes —convocadas desde 2016 por CGT, y a la que este año se han sumado este año CC OO, UGT y STEM, todos ellos parte de la Plataforma Regional por la Escuela Pública— se han convocado coincidiendo con las pruebas externas y con la intención de boicotearlas: el 24 y 25 de abril, para 4º de la ESO; el 26 y 27 de abril, para 3º de Primaria, y el 7 y 8 de mayo para 6º de Primaria. También el Sindicato de Estudiantes ha llamado a boicotear estas pruebas.
“La huelga se ha convocado, más que como una huelga al uso, como un elemento de acción directa de boicot para las pruebas, sobre todo para problematizar en los centros la prueba”, dice Rafael Valentín, secretario general de CGT Enseñanza Madrid, que añade que tienen constancia de que esto se ha conseguido: “Ha habido mucho jaleo con inspección, con las direcciones de área y con direcciones de centros”, y en algún centro ni los docentes ni el alumnado se han presentado a realizar las pruebas.
La prueba externa de 4º de la ESO es un residuo latente de las reválidas de la Lomce, que quedaron en suspenso en 2016 tras una fuerte y mantenida oposición por parte de la comunidad educativa. “Ahora, junto con las otras pruebas de 3º y 6º de Primaria, se han quedado como pruebas inútiles académicamente. Es una casilla en los expedientes que nadie mira, no afecta para pasar de curso, ni para conceder beca ni para nada. Es algo inútil oficialmente”, añade Valentín. Sin embargo, su inutilidad no las hace inocuas, indica este docente.
Inútiles pero no inocuas
En primer lugar, se trata de pruebas estandarizadas, lo que las convierte en inequitativas “porque cada chico y chica parte de un momento muy diferente. Da igual de dónde proceda el alumnado, da igual la realidad social y económica de su familia, da igual el centro donde esté y lo que esté trabajando el profesorado, estandarizan las pruebas y se echa todo en el mismo saco”, indica Valentín.
Según la página web de la Comunidad de Madrid, “su finalidad es obtener información sobre el grado de dominio de las competencias lingüística y matemática en todos los cursos, de las competencias de ciencia y tecnología en 6º de Primaria, y de la competencia social y cívica en 4º de ESO”. Además, añaden, “sirve para informar a los centros y las familias de los resultados obtenidos, orientar a la Consejería de Educación e Investigación respecto de la eficacia de sus acciones y planes educativos, y organizar planes de mejora”.
“Se nos vende que es para evaluar el nivel y hacer mejoras —indica Valentín—, pero es mentira, no hay ningún plan de mejora dependiendo de los resultados, no sirven para lo que presuntamente sirve una evaluación, que es para detectar errores y solucionarlos”, evaluaciones que sí realizan los centros a nivel interno pero que no dependen de los resultados de las pruebas externas.
¿Y para qué sirven si no es para evaluar? Según los convocantes de la huelga, a través de estas prueba se crea una carrera entre centros, que compiten entre sí por alcanzar un ránking con el que “certificar su rentabilidad”. “Muchos centros lo que quieren es entrar en ese ránking y nos ponen a competir a unos contra otros”, dice este docente, que indica que también se pierde mucho tiempo y esfuerzo en preparar las pruebas, además de dinero. Concretamente, 600.000 euros al año se destinan a financiar a la empresa que las organiza, en un momento en que la educación continúa sufriendo las políticas de recortes de la Administración central y regional.
En definitiva, “es un intento de mercantilizar la educación, es pensar que las escuelas pueden funcionar como una empresa, y nada más lejos de la realidad: la educación es un derecho y se encarga de crear personas libres y solidarias”.
Aunque la prueba se lleva realizando en la Comunidad de Madrid desde el curso 2004/2005, la mayoría de las comunidades, incluidas algunas gobernadas por el PP, han decidido eliminarla. Y organizaciones como la Confederación Estatal de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado han llamado en varias ocasiones a boicotear también estas “reválidas”.
Tras las seis jornadas de boicot a las pruebas externas educativas, la Plataforma Estatal por la Escuela Pública ha convocado a un día de lucha por la educación y a una manifestación en Madrid el 8 de mayo “contra las contrarreformas del PP y la Lomce”, además de contra los recortes en educación.
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