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Madrid
Con Ayuso, los taxistas nos hemos quedado huerfanos en Madrid
Desde que algunos taxistas empezamos a ser conscientes de que éramos la puerta de entrada de un modelo tan salvaje para los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras como es la uberización impulsada por Isabel Díaz Ayuso, decidimos que era necesario unirnos al resto de colectivos afectados por las políticas neoliberales de la derecha, ya que podrían estar en peligro si nuestro sector caía y con el objetivo de tener un futuro digno que cada vez se veía más lejano.
De este modo aprendimos que pese a que este tipo de luchas se ganan en la calle, es necesario la política para apuntalar nuestros logros o para actuar como dique de contención contra las acciones de la derecha, por lo que en este momento y ante la falta de una izquierda renovada que vuelva a ilusionar a la clase obrera, nos falta una de las piezas más importantes del tablero.
Plataformas para la defensa de la sanidad pública, afectados por la línea 7B, Marea de residencias, Verdad y justicia ( los familiares de las 7291 personas a las que dejaron morirse en las residencias de la Comunidad de Madrid)... Todos salimos derrotados al sufrir una con la victoria de la derecha en Madrid. Pero, del mismo modo, seguíamos con las ganas de levantarnos más fuertes para seguir luchando. Algo que, por desgracia, todavía no ha sucedido.
Porque a día de hoy todos los colectivos que teníamos la esperanza de que era posible empezar a cambiar las cosas en una Comunidad autónoma en la que los ciudadanos estaban abocados a ir perdiendo derechos paulatinamente, seguimos sin noticias de una reconstrucción del espacio perdido por Podemos, y sólo nos queda una izquierda a la izquierda del PSOE que no ha sido capaz de reaccionar ante sus propios escándalos.
De igual manera sufrimos al mismo PSOE que, a diferencia de los socialistas de Catalunya, llevan años ignorando a los taxistas estando en este momento más preocupados en entrar en la guerra entre Miguel Ángel Rodríguez contra Pedro Sánchez que en mejorar la vida de los madrileños.
Los taxistas en Madrid seguimos estudiando formas de poder seguir luchando por un futuro digno para nuestras familias pero con demasiado terreno perdido
Recuerdo con tristeza aquella primera manifestación de 2022, pocos meses antes del comienzo de la campaña electoral. En declaraciones a este mismo medio ya advertí de que las modificaciones del reglamento del taxi contra las que estábamos protestando sólo atendían al hecho de favorecer que plataformas como Uber, Bolt o Cabify pudieran parasitar el servicio público del taxi para convertirlo en otro nido de precariedad y de abusos laborales como es el sector del VTC. Pero en ese momento teníamos la esperanza de poder cambiar las cosas. Algo que se perdió y no hemos vuelto a encontrar.
Ahora, los taxistas en Madrid seguimos estudiando formas de poder seguir luchando por un futuro digno para nuestras familias pero con demasiado terreno perdido. Sin un ariete en las instituciones, en la capital sólo nos quedan jueces manejados desde la Asamblea mientras miles de vehículos VTC campan a sus anchas y sin ningún tipo de control gracias al favor de Ayuso y sus cambio de leyes por la puerta de atrás.
El cambio de modelo que está imponiendo Ayuso para favorecer los intereses de las plataformas parasitando al taxi, hace que cada día sea más difícil poder seguir trabajando como taxista
Una invasión descontrolada de estos vehículos de Uber y Cabify que en pocos meses ha provocado un alto nivel de siniestralidad como consecuencia de las lamentables condiciones laborales de sus conductores, lo que ha encarecido sus seguros, pero también los de los taxistas, lo que sumado al cambio de modelo que está imponiendo Ayuso para favorecer los intereses de las plataformas parasitando al taxi, hace que cada día sea más difícil poder seguir trabajando como taxista, un servicio público esencial para muchas personas y del que dependen miles de autónomos en la región.
Y por desgracia, exceptuando comunidades como Cataluña o Euskadi en las que las administraciones tienen más respeto por los servicios de todos y de todas, Madrid es el espejo en el que se miran el resto a la hora de imponer medidas, sobre todo cuando los gobiernos son del PP, por lo que se sigue corriendo el riesgo de que cualquiera de las medidas tomadas por Ayuso para desplazar a los taxistas sea copiada, algo con lo que tienen que vivir los compañeros y compañeras del resto del país.
Necesitamos un altavoz en las instituciones para seguir haciendo llegar nuestra voz antes de que quede silenciada para siempre
Es por ello que creo que a estas alturas ya debería de haberse conformado una nueva izquierda para poder recuperar nuestros barrios y poder sacar a la calle a votar a todas esas personas desencantadas con la política o confundidas con las mentiras de la derecha para poder empezar a construir un proyecto para la gente y no para los intereses del entorno de la presidenta como sucede ahora.
Necesitamos un altavoz en las instituciones para seguir haciendo llegar nuestra voz antes de que quede silenciada para siempre. Y lo necesitamos ya porque vamos tarde.
La gente trabajadora estamos huérfanos pero seguimos juntos.