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Entrevista La Poderío
DJ Anuschka: “No importa que la gente baile con tu sesión, las DJ siempre hemos tenido que demostrar más”
No se puede hablar del breakbeat sin hablar de Andalucía. Tampoco parece descabellado asegurar que para hablar de la cultura e historia musical andaluza sería necesario incluir el sonido roto que trajo de cabeza a miles de personas durante el pasado milenio y comienzos del actual. Mundo Evassion, el programa de música electrónica de Fórmula Uno en Canal Sur Uno (actualmente Canal Fiesta Radio), congregó a miles de oyentes cada semana desde 1997 y hasta el fin de su emisión en 2002 rompiendo audiencias con sesiones como las que realizaba Ana Fernández, DJ Anuschka, la reina del breakbeat.
Implicada en las producciones desde la composición, asume la responsabilidad que conlleva estrenar temas en los eventos a los que asiste e insiste en que todo es evolución: la música y la vida. Su fin último es que la gente baile porque ella fue cocinera antes que fraile, y danzó en la pista antes de ser la mente que dirigía los cuerpos del resto bajo un estilo “muy nuestro, que nunca se ha ido”
¿Cómo llegas al mundo de la música en general y al de la electrónica en particular? ¿Cómo fue ese recorrido?
Muy de pequeña empiezo a escuchar música en casa. Allí la cultura musical se limitaba a un estilo muy de Málaga que son los verdiales, una cosa muy folclórica nuestra. También se oía algo de copla, lo que se llamaba canción ligera y algo de bolero. Flamenco menos, fíjate, era una cosa que no gustaba. Eso hizo que me saturara muchísimo de escuchar siempre lo mismo. Cuando empiezo a decidir qué es lo que quiero oír, comienzo a escuchar la radio que en casa era para mí la forma de acceder a otros estilos de música.
El mundo se me abrió con el pop de los 80. Era una la época en la que nos grabamos casetes. Empecé a descubrir de todo, escuchaba de todo y así fui saliendo un poco de lo que se oía en mi casa. En esa época, finales de los 80, empiezo a descubrir las producciones de los artistas y, en general, es todo muy electrónico, como Pet Shop Boys o Madonna. Ya más 'underground' empiezo a escuchar los recopilatorios que van saliendo, lo que llegaba más a nosotros y lo que promocionaban en las radiofórmulas. Fue una época muy chula junto a todo lo que vino después en los 90, todo lo que era electrónica y muy de baile se oía muchísimo. Flipé con todo aquello y empecé a descubrir sonidos como los de la rave , sobre todo con influencias inglesas, o toda la historia del acid house. Yo ahí flipé. Recuerdo perfectamente que coincidió con la banda sonora del primer Batman hecha por Prince y recuerdo de grabar en una casete los temas de la época de Acid house con esa BSO. Estaba alucinando, quería siempre escuchar más. A partir de ahí descubrí grupos un poquito más oscuros tipo Depeche Mode o Nine Inch Nails . Los 90 fueron maravillosos tanto en la electrónica más de baile como el Eurodance, Tecnotronic, Snap, 2 Unlimited, que para mí fue bestial cuando los descubrí, como la parte más underground. Y la verdad que no he parado. Hay momentos y etapas en las que ha sido más difícil encontrar cosas que sigan sorprendiendo, pero en aquella época la verdad es que era uno para de flipar.
Al principio no entendía bien el Breakbeat y no lo sentía igual, pero es verdad que empiezas a escuchar temas y al final es un estilo que se te mete y cuando estás dentro te ha pescado y ya no puedes soltarlo.
¿Y cómo llegas Breakbeat?
Me llamaba siempre mucho la atención la figura del DJ, pero yo nunca había ido a ningún evento más 'underground'. Todo comienza cuando conoces a alguien que es DJ y que te acerca un poco a un evento electrónico muy 'underground' o a una rave. Ahí fue como yo empecé a descubrir otros estilos de música que estaban muy guays. El Breakbeat fue uno de ellos. Pero al principio, como me gustaba mucho el electro que viene de influencias inglesas y americanas, no lo entendía muy bien. Yo antes de ser DJ he sido la primera que llegaba una pista de baile y lo ha dado todo con House, Techno o Trance y cuando llegué al electro me resultaba más complicado para bailar, igual que el Breakbeat. Al principio no lo entendía bien y no lo sentía igual, pero es verdad que empiezas a escuchar temas y al final es un estilo que se te mete y cuando estás dentro te ha pescado y ya no puedes soltarlo. Y así fue, muy pasional. También influye que empiezo a poner música, comienzo a conocer el ambiente y la gente siempre ha sido muy cariñosa conmigo. Eso ya terminó de engancharme del todo.
Estamos hablando de escuchar pero, ¿cuándo llegas tú a poner y organizar la música, a ser la que manda en la pista y decidir qué música se pone? ¿Cómo llegas a ese momento?
Por la pasión por la música. Empiezo a comprar vinilos y comienzo a pinchar en casa. Al principio me costó mucho el tema de aprender a ser DJ, a mezclar. Llegar a conseguirlo fue muy chulo. En ese momento veía a gente a mi alrededor que pinchaba y yo quería también probarlo. Pero fue una decisión complicada porque yo pensaba que me iba a dar mucha vergüenza, que no iba a ser capaz por la responsabilidad que tiene el DJ. Es lo que tú dices, es el que manda. Por un lado es muy atractivo, porque es quien decide todo. Pero, por otro, es mucha responsabilidad. Pensaba que me iba a dar mucha vergüenza.
La primera vez fue en Jaén: conoces a alguien que te hace un hueco, recuerdo que pinché la segunda, mu tempranito. Iba muy mentalizada de que por qué no iba a ser capaz. Eso sí, también lo llevaba muy preparado, no podía salirme del guion que yo tenía porque no quería que en esa primera vez todo el mundo me señalara y dijera “¡ooh, qué mal!”, que era lo que yo temía. Pero conseguí pinchar la hora y fue fantástico. En esa primera sesión, me acuerdo perfectamente, salí fuera a bailar con la gente. Fue una sensación tan chula que dije: “esto yo lo quiero repetir, corte no me da”. Estaba yo muy equivocada. A partir de ahí quise repetir y siempre es duro cuando quieres conseguir algo y no puedes, conseguir que sea tu trabajo y que no te llamen, etc. Pero bueno, es parte del encanto de esto de ser DJ.
¿Cómo era, en esa época, llegar a los sitios, promocionarte en los años 90?
No tiene nada que ver con lo de ahora. Cuando yo empiezo a pinchar recuerdo que nos grabamos casetes. Era un poquito fastidioso porque era darte a conocer, sobre todo, en las tiendas de discos. Al final allí coincides con otros DJ que pertenecen a colectivos que hacen eventos. Yo llegué teniendo todas las ilusiones y todas las esperanzas, por qué no. Pinchaba varios estilos que gustaban mucho aquí, más centrados en Málaga y en Andalucía. Nos grabábamos las casetes, poníamos el teléfono y las dábamos. Así nos íbamos conociendo. Al final alguien te presenta a alguien y a mí me funcionó mucho que la gente hablara de mí. Si no, no hubiera pinchado apenas, la verdad. Yo empecé justo a finales de los dos mil. En el año 99 pinché en la Caseta de la Juventud de Málaga [en la Feria] y me acuerdo perfectamente, meses después, de que me dijeran: “me hablaron de una chica que pinchó la Caseta de la Juventud en Málaga, con el pelo corto, etc.”
Era lo poquillo que teníamos y lo aprovechábamos al máximo. Yo grabé muchísimas cintas de diferentes estilos, disfrutaba haciendo las sesiones. Luego ya me centré un poco más porque todo evoluciona en la vida, también nuestros oídos.
Cuando alguien me llama para algo que no es Breakbeat, yo encantada. Eso pasa una vez al año de media. Es un desafío total. Sales un poco de tu zona de confort.
¿Sientes que alguna vez te han encasillado dentro de un estilo dentro de la electrónica y tú has querido salir de ese ahí para pinchar otra cosa y no has podido? ¿Es difícil ese pasar de estilos a otros?
Sí, por supuesto. Yo he estado encasillada y sigo encasillada. Al principio te pilla con la inexperiencia y la inmadurez, intentas luchar con todo eso porque te gustan otros estilos y crees que puedes aportar a un evento donde se pincha tecno, por ejemplo. Pero luego Aprendes cómo funciona esto. Hay cosas que, desgraciadamente, las ves injustas y son complicadas de cambiar. Yo desde el principio empecé con el Breakbeat, me encasillaron ahí y estoy encantada. Con el tiempo he aprendido que cuando tú estás en un circuito la gente espera que pinches ese estilo y creen que solo entiendes de ese estilo. Si vierais la de la de vinilos que tengo… de techno, de trance, del hardhouse de la época que me encantaba, con muchos subidones, como muy loco. Lo pinchaba y funcionaba superbién. Lo que pasa es que las tendencias van cambiando y es normal. Todo evoluciona. Y en la música por supuesto que también. Y bueno, lo llevo bien. La verdad es que cuando alguien me llama para algo que no es Breakbeat, yo encantada. Eso pasa una vez al año de media. Es un desafío total. Sales un poco de tu zona de confort.
Quería hablar contigo también de las exigencias por ser DJ y mujer y su evolución. ¿Has visto cambios? ¿Hay más chicas pinchando? ¿O hay más chicas pinchando para cumplir cuota?
No (risas). No pasa ni eso, lo de cumplir cuota en la electrónica. Un poquito más en serio se nos está tomando porque siempre hemos tenido que demostrar más nosotras, que estamos ahí por algo, por algún motivo. Muchos ejemplos te puedo poner. No importa que la gente baile con tu sesión de principio a fin. Afortunadamente, al final es el público el que está encantado con el DJ, con su selección. Sobre la evolución, veo que hay más eventos, y no me refiero a la profesionalidad porque siempre ha habido gente más profesional y menos profesional, antes ahora y ahora. Hay eventos más multitudinarios. La forma de tratar a las chicas DJ no siempre es la forma de tratar a un artista que está porque la gente te pide. Ahí ha habido algo de evolución, pero cualquiera puede comprobar un cartel y ver cuántas chicas de 50 chicos. Eso no ha cambiado.
Mucha gente te tiene en la cabeza, hay un recuerdo colectivo de esa época, el Breakbeat marcó un momento concreto. ¿Qué es el Breakbeat para ti, en un sentido no tan musical, y qué supone para ti en la memoria?
Justo cuando yo empiezo a querer ser DJ en público, no solo en mi casa, me cuelo en el programa de radio que Mundo Evassion, dirigido por Daniel Moreno y Franxis’90 que son los que fundaron Evassion Planet, el colectivo que llevaba todo esto. Cuando el programa sonaba en Canal Sur era una época muy bonita pero no éramos muy conscientes de que nos colábamos en todos lados los fines de semana para beber, para quedar con los amigos, para arreglarse y para salir. Todo el mundo lo escuchaba. Desgraciadamente, por cosas personales, no lo disfruté todo lo que lo tenía que haber disfrutado. Pero mi recuerdo es muy bonito. Fue todo muy intenso, muy rápido. Te digo también que ha habido varios momentos de bastante bajón por cosas que han pasado y eso influyó en el estilo, hubo gente que dejó de escucharlo. Pero nunca desapareció. Nosotros hemos seguido siempre buscando nuevas producciones para grabar, aunque sea para internet. Las producciones venían de Estados Unidos y de Inglaterra sobre todo, pero nosotros nos lo quedamos muy para nosotros, no lo hemos soltado. Nos hemos convertido en los reyes mundiales dentro del estilo con las producciones nuestras andaluzas (y otras españolas porque hay gente produciendo en las Islas Canarias o en Extremadura). Lo hemos luchado y nos hemos convertido nosotros en los que mandan en el breakbeat mundial. Por lo menos, aunque no fuese nuestra intención, es la realidad. Los festivales más grandes se hacen aquí.
Mi recuerdo en general es muy bueno. He seguido con el estilo y fíjate que estamos en el 2024. Son ya más de 25 años, ha habido etapas más duras, pero al final lo que nos quedan son los recuerdos, la música, las fotos, los vídeos.
El Breakbeat nunca se fue. Hay gente que puede pensar que el estilo se murió, pero no, el que dejó de ir a los eventos fuiste tú. Siempre estuvimos luchando, aunque fuera una cosa pequeña, aunque fuera una cosa, por gusto, pero el Breakbeat siempre sonó en Andalucía.
¿En qué momento está ahora la música electrónica en Andalucía?
Justo antes de la pandemia ya empezamos a notar que venía más público a los eventos, que había más gente interesada en el Breakbeat, gente joven, muy joven. Te hablo de niños de 18 años y 20 años que te dicen “ay es que mi casa mi padre… “, “ay es que mi hermano mayor…” y todo eso es muy mágico. Me pasa mucho que me digan “Vengo a celebrar mi cumpleaños” cuando cumplen 18. Estaban deseando venir a un evento y no podían . Es un estilo que se ha mantenido y es muy nuestro. Antes de la pandemia hubo un Winter Festival que no lo cancelaron, se sabía que algo pasaba pero todavía no estábamos encerrados en las casas. Se ha luchado mucho, se han hecho eventos donde se ha perdido dinero muchísimas veces.
Llegó la pandemia y pensaba yo que se iba a quedar todo un poco parado, pero no. Yo hice muchos directos y me quedé sorprendidísima [de la respuesta] porque no me lo esperaba. ¿Qué iba a hacer yo encerrada en mi casa? Pues pinchar (risas) Fue muy guay cuando vi que se conectaba tantísima gente, fue una pasada. Todo eso nos vino muy bien. A la gente mayor le dio mucha nostalgia volver a escuchar muchísima música, le encantó, pero luego había mucha gente nueva que se enganchó y cuando terminó la pandemia y ya pudimos empezar otra vez a salir lo notamos. Nunca se fue. Hay gente que puede pensar que el estilo se murió, pero no, el que dejó de ir a los eventos fuiste tú. Siempre estuvimos luchando aunque fuera una cosa pequeña, aunque fuera una cosa, por gusto, pero el Breakbeat siempre sonó en Andalucía, nunca dejó de sonar.
Dices que escuchas casi de todo. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido en los últimos años? ¿Qué escuchas?
Mucha guitarra también escucho, mi pareja que es más de metal de que yo. Escucho Bring Me the Horizon o Twenty One Pilots, que hacen unos temas tan chulos y las producciones suenan superbién. Oigo de todo. De electrónica estaba escuchando Leila K, de los 90. En el momento no le prestas atención y ahora me encanta redescubrir. Hay muchos grupos de los 80 de los que sigo siendo superfan y siguen haciendo música. Pet Shop Boys siguen supermarchosos, aunque este último es un poquito más tranquilito, pero me encantan, con energía para bailar, a lo mejor más que otra gente más joven . Tengo una niña y me gusta que escuche de todo. Lo que pasa es que ya tiene 11 años y es más complicado porque se deja influenciar mucho por las redes sociales, los temas populares y ahí hay un poquito de guerra en casa. Pero ella escucha Hip-Hop en francés, Hip-Hop americano, escuchamos de todo. Intento que no escuche mucho Reggaeton con mensajes negativos, ella lo sabe y cuando dicen algo me mira así como “hostia, lo que ha dicho” y corriendo lo quita.
¿Qué le dirías a la Anuschka del los 90 y también a la del futuro?
No sé si me haría caso la del pasado. Siempre he trabajado de una forma muy pasota, pasando de todo y muy inconsciente. Esa parte no la cambiaría, pero sí que le diría: sé más lista. En muchas cosas he sido muy poco inteligente; en el trabajo, con ciertas decisiones o ciertas cosas a las que no hay que darle más importancia Lo del futuro… es duro.
¿Te veías aquí hace 25 años?
No, eso sí es verdad. Hace 25 años me dicen que iba a estar aquí, que la gente iba a disfrutar con mis sesiones, queriendo que pinche y recordando las de hace 25 años y nunca lo hubiera pensado. Lo que pasa que es como una cabezonería o una inconsciencia, el decir “pues si me gusta, yo sigo”. A mí me apetece, puedo, alguien me llama de vez en cuando… pues no hay nada más que pensar, pa’ lante. No tengo más que plantearme. Y luego he tenido la suerte de que mi pareja y mi hija me dan facilidades. Es difícil aguantar a una chica DJ que a lo mejor tiene que estar a las cinco de la mañana en Sevilla. He tenido ahí mucha suerte.