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Exhumación de fosas comunes
Un ojo de cristal confirma la identidad de uno de los primeros represaliados por el franquismo encontrados en Alicante
Por fin ven la luz los primeros restos de represaliados tras la Guerra Civil en las fosas comunes del Cementerio de Alicante con un significativo hallazgo que los señala inequívocamente como pertenecientes a los ocho aspenses fusilados el 26 de junio de 1941 y arrojados a la fosa XX del camposanto alicantino. Según los registros cementeriales, uno de esos ocho represaliados era Francisco Alcolea Cremades, apodado “el del ojo de cristal” por la prótesis que llevaba en sustitución del ojo que le faltaba, prótesis que acaba de ser encontrada en la fosa XX identificando a su portador y alegrando a su nieto, Paco Alcolea, que se muestra emocionado pero prudente a la espera de que los análisis de ADN proporcionen la confirmación definitiva.
El esperanzador hallazgo ha tenido lugar a raíz de que la empresa arqueológica Drakkar haya localizado esta semana en las fosa XX y XXXVI del Cementerio de Alicante los primeros cuerpos en conexión anatómica y con evidentes signos de violencia. Este hallazgo llega nueve meses después de la primera excavación en la búsqueda de personas represaliadas por el franquismo en el camposanto alicantino, cuyas continuas modificaciones en las últimas décadas hacían temer la desaparición de los restos.
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Según ha explicado a El Salto Jorge García, arqueólogo de Drakkar, concretamente se han encontrado en la fosa XXXVI “trozos de cráneo con orificios de proyectil” y un solo cuerpo en conexión anatómica, por lo que por el momento no pueden afirmar “que todos tengan signos de violencia o que fueron fusilados” porque “no se les puede asignar un cráneo”, explica el arqueólogo. Respecto a la fosa XX, además de los ocho aspenses en los registros figuran otros seis cuerpos más, en total 14 de los que a día de hoy llevan exhumados nueve y localizados otros dos, es decir por el momento se han hallado 11 de los 14 cuerpos.
En la fosa XX, además de los ocho aspenses en los registros figuran otros seis cuerpos más, en total 14 de los que a día de hoy llevan exhumados nueve y localizados otros dos, es decir por el momento se han hallado 11 de los 14 cuerpos
Los hallazgos de esta semana ofrecen cierta esperanza a los familiares de represaliados, después de que en febrero de este año diera comienzo un hecho insólito que los familiares de las víctimas pensaban que nunca tendría lugar en la ciudad alicantina, último escenario de la guerra civil española. Con la apertura de la primera fosa, la número X, aparecieron cientos de familiares interesados en encontrar los restos de sus seres queridos, la noticia traspasaba fronteras gracias a la labor de la Asociación de Familiares de Represaliados del Franquismo Cementerio de Alicante, llegando hasta México o Francia, el exilio para miles de familias españolas tras el final del conflicto armado. No obstante, las primeras excavaciones que albergaba el camposanto alicantino no ofrecieron resultados, los cuerpos de los represaliados no aparecían pero las fosas arrojaban pruebas de otros horrores de la época como el robo de bebés.
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Ojo de cristal
Sin embargo, pese a las adversidades hay algunos familiares de víctimas que llevan años en la lucha por que se reconozca su derecho a dar una sepultura digna a sus seres queridos y no han cesado de insistir, como es el caso del aspense Paco Alcolea, quien ha dedicado parte de su vida a conocer el paradero de su abuelo, Francisco Alcolea Cremades, fusilado el 26 de junio de 1941 en el paredón de Rabasa. Alcolea Cremades era natural de Aspe, agricultor y militante del PCE; le apodaron “el del ojo de cristal” porque le faltaba un globo ocular. Un dato en el que Paco, en su afán por recuperar la memoria familiar, insistió desde la apertura de la fosa XX, donde los libros cementeriales situaban a su abuelo.
Ayer su suerte cambiaba, una llamada telefónica del historiador José Ramón García Gandía confirmaba el hallazgo por parte de los técnicos de Drakkar de un ojo de cristal situado a la altura del brazo durante los trabajos de exhumación. Paco Alcolea al recibir la noticia asegura que se sintíó “muy emocionado con el hallazgo”, pero matizó que el descubrimiento “no será completo hasta que recuperemos todos los cuerpos de las personas fusiladas y arrojadas a las distintas fosas comunes que alberga el Cementerio de Alicante”, expresa Alcolea a El Salto. No obstante, Alcolea añade que de momento prefiere ser “prudente” y esperar a que las pruebas de ADN confirmen definitivamente su identidad.
El historiador Vicent Gabarda explica que los familiares “ayudan a recabar una serie de datos que no aparecen ni en partida de defunción ni en sumario ni en la ficha presidiaria”
El historiador valenciano Vicent Gabarda, autor del libro Els afusellaments al País Valencià (1938-1956) (PUV, 2007) entre otros tratados sobre la represión en el este peninsular durante y tras la guerra civil, se ha encargado de entrevistar a los familiares de las víctimas de la represión franquista con la finalidad de conocer condiciones físicas que puedan diferenciar a nivel antropológico a una víctima del resto. Gabarda explica que los familiares “ayudan a recabar una serie de datos que no aparecen ni en partida de defunción ni en sumario ni en la ficha presidiaria”. En este tipo de entrevistas el historiador pregunta desde costumbres hasta algún tipo de malformación física, comenta Gabarda acerca de la labor que realiza para la Conselleria de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica.
En cuanto a la reacción de las asociaciones de familiares, contactada por El Salto la presidenta de la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo del Cementerio de Alicante, Maria José Pérez Galant, ha asegurado que este descubrimiento supone “una esperanza” para los descendientes de las víctimas, subrayando el hecho de que el hallazgo que señala los restos de Francisco Alcolea Cremades coincida con el registro cementerial, respecto a lo que Pérez Galant considera que “en el momento en que identifiquen a uno es como si hubieran identificado a mi abuelo”.