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Explotación laboral
Trabajar 11 horas, 6 días a la semana, a 8 euros la hora: la explotación tras las fotovoltaicas en Extremadura

Apenas han pasado unos minutos de las seis de la mañana y ya comienzan a llegar los primeros trabajadores. Madrugando más que el sol, el goteo incesante de decenas de vehículos que se dirigen por la carretera regional extremeña EX-300 para trabajar en una de las plantas solares del parque ‘Renopool’, en témino municipal del municipio pacense de Solana de los Barros, sorprende al alba. Pero hoy no es un día cualquiera. Hoy el conflicto de clase, la explotación laboral que hay detrás de la “modélica y pacífica” transición energética que venden, va a saltar por los aires, saliendo desde las tinieblas a la luz el conflicto de clase latente. La cantidad de energía que se saquea de Extremadura hacia otros territorios no constituye solo un expolio de los recursos naturales, es también explotación, es expolio al humano, del trabajador extremeño y de extremeños de adopción con acentos muy variados. Aquí no existe división alguna, aquí todos pertenecen a la misma clase y por igual se les explota.
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Hoy, el Sindicato 25 de marzo, sindicato de acción extremeña —de “clase y combativo”, como ellos se denominan— también accede a los terrenos de la empresa donde se produce la explotación laboral más acuciante para organizar la rabia. Desde El Salto Extremadura los acompañamos.
Son las 6 y cuarto de la mañana, y los militantes de este sindicato, que llegan en varias cuadrillas desde diferentes puntos de la región, al igual que estos trabajadores, preparan una asamblea de trabajadores de la planta donde, según han dado la voz de alarma los propios trabajadores de Imenergy, se les está llevando al límite de la explotación posible.
Los sindicalistas entran a los aparcamientos y hacen un llamamiento a las decenas de trabajadores que allí se agolpan para comenzar su jornada laboral. Están ya mirando los de seguridad y algunos encargados, cuyas simples miradas hacen de barrera e infligen el miedo para que muchos decidan no sumarse a la asamblea. Sin embargo, suenan los primeros aplausos y vítores entre los trabajadores que animan al resto a no comenzar todavía la jornada laboral y a reunirse con el sindicato a las puertas de donde comienza la explotación.
Varias decenas se reúnen en un gran círculo y hablan de sus condiciones. Es la segunda vez que el Sindicato 25 de Marzo acude a este lugar: dos semanas antes hicieron la primera aparición en la empresa, tras ser demandados por varios de estos trabajadores afectados. “Nos tienen 11 horas trabajando obligados, por ocho euros la hora, incluidos los sábados”, es una de las primeras cosas que nos dice uno de los trabajadores. “No nos dan ni siquiera la ropa de trabajo, la mayoría hemos tenido que tirar de ropa que ya nos habían proporcionado otras empresas del sector en otras plantas solares”, nos dice otro joven trabajador indignado.
El sindicato se ha comprometido con ellos, según han anunciado a través de una nota de prensa, a llevar “inmediatamente” estos casos ante la Inspección de Trabajo, donde denunciarán a Imenergy
A pesar de la presión de la seguridad del lugar, el sindicato consigue con éxito realizar la asamblea, elaborar una tabla de reivindicaciones (junto con los trabajadores) para trasladar a la empresa, y conseguir el contacto de los presentes para comenzar a organizarlos de cara a próximas acciones.
Son casi las siete de la mañana, y los sindicalistas deciden poner fin a esta acción para que los trabajadores comiencen su jornada laboral. Uno de los más jóvenes coge con rabia sus instrumentos de trabajo y se monta, maldiciendo por lo bajo, en una de las furgonetas que les llevará al tajo otro día más. Otro día más de explotación.
El sindicato se ha comprometido con ellos, según han anunciado a través de una nota de prensa, a llevar “inmediatamente” estos casos ante la Inspección de Trabajo, donde denunciarán a Imenergy “para que esta institución acuda cuanto antes al lugar de trabajo y proceda a denunciar las prácticas ilegales de esta empresa negrera”.
La segunda medida que tomarán será la de enviar un comunicado a Imenergy y a Sacyr para transmitirle una tabla de reivindicaciones de los trabajadores “recogidas en la asamblea de este miércoles, tras haber acudido ya en otra ocasión a la planta anteriormente para cerciorarnos de la explotación que está llevando a cabo esta empresa allí”, entre las que se encuentran además del respeto al convenio y a la legalidad vigente la de “extremar las medidas de protección de la salud de los trabajadores ante las altas temperaturas. Especialmente, la prohibición de trabajar cuando en la zona de trabajo la temperatura sea superior a los 36 grados”, o “la limitación y reducción del número de horas extras. No se realizará más de una hora extra diaria —o cinco horas extra a la semana— al margen de las que pudieran realizarse los sábados que serán, en todo caso, voluntarias”.
El sindicato extremeño advierte que, de no recibir una respuesta por parte de ambas empresas antes del lunes 25 de junio, procederán “a convocar una huelga, a la que están llamada los varios centenares de trabajadores que actualmente se hayan trabajando en lamentables condiciones en esta planta”.
“Seguramente son varios de miles de euros los que deberán de pagarle a sus trabajadores en diferentes conceptos. Un dinero que les pertenece a ellos y que les están robando diariamente”
Paralelamente, desde el sindicato comenzarán a estudiar caso a caso para comenzar con las diferentes demandas hacia la empresa por “las diferentes ilegalidades que están sufriendo sus trabajadores, desde las horas extras no pagadas hasta el no acogerse al convenio de su sector, pasando por los diferentes impagos de salarios”, por lo que afirman que “seguramente son varios de miles de euros los que deberán de pagarle a sus trabajadores en diferentes conceptos. Un dinero que les pertenece a ellos y que les están robando diariamente”.
Por último, desde el Sindicato 25 de Marzo afirman que “cuentan con el respaldo de la mayoría de la plantilla de esta empresa, ya que son varios los que dieron la voz de alarma a nuestro sindicato para intervenir en este conflicto, y son una amplia mayoría la que afirma que irá a la huelga en caso de ser convocada”, por lo que esperan que “este sea un conflicto que se gane con la unión de la plantilla”.
El mayor proyecto fotovoltaico en el mundo de una multinacional italiana
Retrocediendo en el tiempo un año antes, a abril de 2024, Plenitude, la filial en el país de la multinacional energética italiana Eni, anuncia a bombo y platillo el inicio de las obras: “Plenitude inicia la construcción del parque fotovoltaico Renopool de 330 MW en España, el mayor proyecto realizado por la empresa”, reza un comunicado de prensa de la multinacional.

El arranque de las obras es presentada por los mandamases del proyecto en Badajoz: el alcalde pacense, Ignacio Gragera (PP) hace de maestro de ceremonias y se suma de esta forma a la fiesta. Dispone la alfrombra roja a la multinacional extranjera con sus alabanzas: “A Extremadura aún le falta mucho por explotar, y que este tipo de proyectos sirven para generar un retorno económico y social. Además de ser una energía limpia, supone un ahorro económico, por lo que se muestran colaborativos a este tipo de proyectos’’, recoge El Periódico de Extremadura. ¿Ahorro económico? No será para la ciudadanía extremeña que paga lo mismo de luz que el resto de los mortales del país.
Recursos extremeños y beneficios en la bolsa de Milán, como ya viene siendo habitual en estas tierras, con el objetivo de seguir engordando sus jugosos beneficios
Una fiesta en la que no puede faltar la Junta de Extremadura, representada por Víctor del Moral Agúndez, secretario general de Desarrollo Sostenible de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, quien también se suma a la propaganda del alcalde: “Es una inversión no solo económica, sino social, que generará riqueza y trabajo y afianzará la población del mundo rural’’. Por parte de la multinacional la foto la completa Stefano Goberti, CEO de Plenitude. La empresa saca pecho por sumarse a la colonización de Extremadura con esta planta de 330 Mwp: “Es el mayor proyecto solar construido por la empresa en todo el mundo”. Recursos extremeños y beneficios en la bolsa de Milán, como ya viene siendo habitual en estas tierras, con el objetivo de seguir engordando sus jugosos beneficios: en 2024 anunció beneficios de 2.641 millones de euros. Recuerden la primera parte de esta crónica: impagos, ocho euros la hora, horas extras no pagadas a lo que estipula el convenio…
El posado en la foto no ha querido perdérselo Carlos Cuadros, director general de la constructora OHLA (una de las acusadas de financiar con dinero negro al Partido Popular, según muestran los ‘papeles de Bárcenas), y José Miguel Novillo, director de construcción y negocio de la constructora Sacyr, una de las constructoras que amañó concursos públicos bajo gobiernos del Partido Popular y, presuntamente también bajo el mando del PSOE actual. Dos de las compañías del sector más fuertes del país.
Una de las plantas de este parque fotovoltaico todavía no está acabada. Entre Solana y la conexión con la A5, por la carretera EX-300, se encuentra esta planta que ha denunciado el Sindicato 25 de Marzo, formando parte del majestuoso proyecto de la multinacional italiana de siete plantas fotovoltaicas y una subestación eléctrica cerca del municipio de Solana de los Barros. Una construcción que va a contrarreloj y en la que trabajan varios centenares de trabajadores.
En la entrada de esta planta en construcción solo hay un logo, el de la empresa constructora que se está encargando de ella: Sacyr. Esta multinacional, solo en los dos últimos años ha obtenido un beneficio limpio de 219 millones de euros, según sus propios cálculos (recuerden lo de la precariedad de los trabajadores subcontratados por esta empresa en la planta de Solana).
‘Oportunidades’ y ‘empresarial’ mezclado con ‘sostenible’ como cóctel perfecto para que unos pocos saquen mucho dinero a costa de muchos
Esta, a su vez, como decimos, ha subcontratado a la empresa madrileña IMENERGY Power Plants S.L. Según describen ellos mismos, se trata “una compañía especializada en proyectos de generación de energía, principalmente de fuentes renovables”. La empresa lleva diez años activa. José Manuel Suarez es quien está detrás de ella, quien está al mando. Poco se sabe de él, como de la mayoría de los que mueven negocios. El rastro que deja en redes sociales es mínimo. Prácticamente, lo que su propia empresa en Linkedin dice de él: “Ingeniero Industrial con más de 25 años de experiencia en la ejecución de proyectos y en el desarrollo de productos de alto nivel en el sector energético. Ha formado parte de importantes y pioneros proyectos a nivel mundial con almacenamiento en sales fundidas tanto en tecnología cilindro parabólica como de heliostatos en España, USA, Marruecos y Arabia Saudí ente otros. En 2014, tras liderar equipos multidisciplinares en diferentes países y compañías y acumular un amplio conocimiento del mercado y grandes proyectos, inicia la andadura de IMENERGY con un equipo de profesionales de primer nivel en el sector”. Ni siquiera aparece a la vista pública la cuenta de beneficios de esta empresa.

José Manuel es uno de los nuevos empresarios del régimen del 78 que al calor de la tan manoseada transición energética vio la oportunidad de sacar tajada con ella montando esta empresa hace una década: “Es un sector ilusionante, lleno de oportunidades, donde se puede hacer una diferencia real, no solo a nivel empresarial, sino también en la construcción de un futuro más limpio y sostenible”. ‘Oportunidades’ y ‘empresarial’ mezclado con ‘sostenible’ como cóctel perfecto para que unos pocos saquen mucho dinero a costa de muchos.
Porque, como alguien dijo alguna vez, “nadie se hace rico honestamente”.