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Fake news
El embuste de las presas: la ultraderecha aprovecha el desastre de la DANA para sacar tajada política
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
“Propagador de bulos y conspiraciones de la extrema derecha”. Así calificaba este miércoles el periodista Íñigo Sáenz Ugarte a Vito Quiles, haciendo mención a un mensaje del conocido agitador de ultraderecha en la red social X. Quiles, en pleno recuento de muertos, y haciendo alusión a los al menos cuatro niños fallecidos en las riadas, decía: “Malnacidos los que presumen de demoler presas y embalses que hubieran servido para aliviar las consecuencias de esta catástrofe”. Los apelativos de Sáenz eran de los más suaves que le llegaban al provocador ultraderechista, conocido por acosar a políticos, activistas y periodistas de izquierda. Su mensaje era, efectivamente, un nuevo bulo.
Los agitadores más escorados a la derecha están siguiendo a pies juntillas el manual de comunicación estilo alt-right, incluso en plena catástrofe medioambiental: atacar al contrario blandiendo todo tipo de embustes e invenciones para sacar tajada personal y política. No parece que haya ningún tipo de escrúpulo en usar números de víctimas —tras lo que hay nombres propios y mucho, mucho dolor— para seguir con su cruzada contra el mundo científico y contra todo lo que suene a izquierda, ecologismo o cambio climático.
La interesada trola ha ido creciendo y varios son los usuarios que acusan al Gobierno de eliminar nada menos que cuatro pantanos
En el bulo de las presas, a Quiles se le han sumado otros muchos habituales en el mundillo de la desinformación. Es el caso de Samuel Vázquez, portavoz de Interior de Vox, que acompañaba un pantallazo sobre la noticia Cómo España se ha convertido en referente en la demolición de de presas de un “Malditos sinvergüenzas”. Incluso Santiago Abascal se ha unido a la fiesta, hablando de la “ley criminal de voladura de presas”, en respuesta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha lamentado las inundaciones calificándolas como “la dramática realidad del cambio climático”. La interesada trola, de hecho, ha ido creciendo, y varios son los usuarios que acusan al Gobierno de eliminar nada menos que cuatro pantanos. Son mensajes que, a pesar de que ya se ha demostrado que son una falacia, no se han borrado en el momento de publicación de este texto.
Ni una, ni dos, ni 200
Frente a las mentiras, nada menor que los hechos para que estas sean tomadas como lo que son: patrañas, o paparruchas, sinónimos de la primera pero con un matiz un poco más degradante y mucho más apropiado para la ocasión. No, no se han tirado ni una ni cuatro presas. En la última década, de hecho, las únicas actuaciones que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha realizado en este sentido son los derribos del pequeño azud de Corindón (Chulilla, Valencia), en 2017, y del azud de Molí de Malanya, en el municipio valenciano de Bellús, en 2022. Y los azudes no son presas, pues mientras estas son grandes estructuras pensadas para frenar y almacenar grandes cantidades de agua, los azudes, mucho más simples y pequeños (con menos de seis metros de altura), están pensandos para derivar o distribuir el flujo de agua.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
El primero, en desuso, con sus 1,5 metros de altura y concebido inicialmente para obtener energía hidroeléctrica, es irrelevante frente a la brutalidad de la DANA acaecida estos días en el litoral mediterráneo. Es el mismo caso que el segundo, suprimido “con el doble objetivo de eliminar el peligro que supone para las personas su falta de mantenimiento y asegurar la continuidad fluvial del río”, según la CHJ. Sin uso ni aprovechamiento alguno desde hace más de tres años y sin concesión ni titularidad vigente, esta barrera se encontraba “muy deteriorada, carecía de mantenimiento y suponía un peligro para la seguridad de las personas y los bienes al usarse como paso para cruzar el río”, indican desde el organismo autónomo dependiente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente.
Frente a la desinformación, lo cierto es que la política de eliminación de pequeñas barreras tiene una lógica clara y se da siempre en infraestructuras no pensadas para prevenir avenidas de agua
Más atrás en el tiempo, en 2006, se eliminaron otros cuatro azudes en la rambla de L’Algoder (Real, València), señalaban desde el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) este jueves, actuaciones visibles en el Geoportal del Miteco. De hecho, lejos de ser lo que la ultradeecha y sus propagadores de bulos señalan, desde el Ministerio han recalcado en un comunicado que todos los casos de eliminación de pequeñas barreras fluviales en las últimas décadas se dieron “entre otras razones por el riesgo que suponen durante inundaciones o avenidas porque aumenta la virulencia de las mismas”.
Pero la cruzada de la ultraderecha sobre las presas, no obstante, no se ha quedado ahí. La Gaceta de la Iberosfera, una web propiedad de la Fundación Disenso, conocida por ser el laboratorio de ideas de Vox, mantiene en portada una pieza titulada “España lidera la lista europea de demolición de presas con más de 500 en los últimos 20 años”. En ella se relaciona directamente la muerte de más de un centenar de personas con la eliminación de infraestructuras fluviales. Al respecto, el comunicado del Miteco niega que haya eliminado 200 presas, como se acusó inicialmente, por el simple hecho de ser “además de falso, imposible”, y recuerda que las actuaciones están orientadas “principalmente ”a pequeños azudes o saltos de agua de pocos metros que hoy están en desuso“.
Restaurar los ríos de la degradación
Frente a la desinformación de ultras y negacionistas de la crisis climática, lo cierto es que la política de eliminación de pequeñas barreras fluviales tiene una lógica clara, con obvios beneficios, y se da siempre en infraestructuras no pensadas para prevenir avenidas de agua, sino para otros usos, siendo la práctica totalidad de las eliminadas pequeños azudes obsoletos y en desuso.
La Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, iniciada en 2006 y reformada en 2023, tiene el objetivo de “impulsar la recuperación de las masas de agua de tipo río en las demarcaciones hidrográficas españolas” y “alcanzar el buen estado o buen potencial ecológico en aquellas que no cumplían este requisito, de acuerdo con lo establecido en la Directiva Marco del Agua y en la planificación hidrológica”. Esta señala que el 46% de las “masas de agua con categoría río”están “por debajo del buen estado o potencial” o “peor que bueno”, el epígrafe más bajo de la escala utilizada por el Miteco.
Pao Fernández Garrido: “Al menos tenemos 171.000 barreras que no están inventariadas, que están saltándose la ley: abandonadas, ilegales o sin concesiones”
Ante un panorama así, al que hay que sumar que el 44% de las masas de agua subterráneas están en situación de gravedad por contaminación y sobreexplotación, la Estrategia busca la reconexión de ecosistemas fragmentados por esas barreras que no permiten a la fauna remontar los ríos y acabar con el grave deterioro de la calidad del agua que supone el bloqueo de los sedimentos que erosionan cauces y riberas.
Desde Dam Removal Europe (Demolición de Presas Europa) y la World Fish Migration Foundation (Fundación para la Migración de Peces Global), Pao Fernández Garrido, ingeniera e integrante de incidía en este periódico que “al menos tenemos 171.000 barreras que no están inventariadas, que están saltándose la ley: abandonadas, ilegales o sin concesiones”, mientras que según sus datos apenas se han eliminado 730 de esas barreras, siendo solo siete de ellas con una altura superior a siete metros en todo el Estado, y ninguna con una función de prevención de avenidas de agua.