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Franquismo
El PP vota en contra de cumplir las normas del Ayuntamiento para cerrar una tienda que vende vinos franquistas
Una botella con la imagen de Franco, escopeta en mano, y con la frase “Soy Franco. ¿Dónde está el Sánchez ese?”. La bodega del humor, sita en la calle Goya 56 del barrio de Salamanca, continúa ofreciendo productos franquistas nuevos en su escaparate, pese a que sobre ella cae una orden de cierre. Estos días exhibe un cartel de “Cerrado por inventario”. Un cierre temporal que coincide con la presión política después de que se destapara el pastel.
Sobre esta tienda recae un expediente que la Agencia de Actividades del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el popular José Luis Martínez Almeida, abrió en agosto tras una inspección policial en la que se constató la falta de permisos y defectos en el etiquetado de las botellas. En octubre se dictó una resolución de cierre frente a la que la empresa, Glob Telecomunicaciones SL, interpuso recurso en noviembre. Un mes tenía el Consistorio para responder, según la ley de procedimiento administrativo. Si en ese mes hubiera silencio administrativo, el recurso sería desestimado. Nada de esto ocurrió y la situación quedó en stand by, mientras la tienda seguía reponiendo vinos y artículos con banderas preconstitucionales, así como engordando sus ventas. Hasta que, y a través de una denuncia vecinal, el PSOE de Madrid hizo público el caso, tal y como publicó El Salto.
Poco a poco la administración salió de su letargo: en febrero emitió un auto que rechazaba el recurso de la empresa. Pero de nuevo la cosa se frenó en seco. Según informan desde la Junta de Distrito, una vez resuelto el recurso de reposición, se comprobó que la actividad se mantenía abierta a primeros de marzo, por lo que se inició el expediente de ejecución forzosa, tramitándose la primera multa coercitiva, fechada el 13 de marzo de 2024.
PSOE y Más Madrid forzaban este lunes un pleno urgente para tratar el tema. Días antes del pleno, en la tienda colgaban un cartel: “Cerrado por inventario”. Para Luis Lorente, portavoz de la Junta Municipal y secretario general del PSOE en el distrito de Salamanca, nada es casual. “Desde el PSOE pedimos en el pleno que el Ayuntamiento cumpliera con la ley de procedimiento administrativo y que ejecutara sus propias decisiones. Votaron que no a cumplir sus propias normas”, describe Lorente.
Una sesión “rocambolesca” en la que la portavoz del PP Ana Valle habló de Cuba, Nicaragua o Venezuela. Y expresó que en este país de un lado están los rojos, y del otro ella “en el que con orgullo me incluyo”. Finalmente, la propuesta se frenó con los únicos votos en contra del PP. Hasta Vox voto a favor de cumplir con lo que marca la legislación.
La Administración se escuda en el respeto de los plazos “por una prudencia elemental y por la necesidad de seguridad jurídica”. “Estoy convencida de que no hay nada de irregular en la tramitación de los expedientes por parte de este Ayuntamiento”, sentenciaba Cayetana Hernández de la Riva, concejala presidenta de la Junta.
“El Ayuntamiento podría haber emitido multas desde diciembre. Está claro que si no hubiéramos sacado esto a la luz, nada hubiera ocurrido”
Tal y como explica Lorente, la ejecución del cierre comprende unos pasos: primero una multa de 1.000 euros. Si la empresa no cumple en 15 días, otra multa de 2.000 euros. Si sigue sin cumplir otros 15 días después, otra multa de 3.000 euros. Y, finalmente, se procedería al cierre forzoso. El Consistorio ya habría emitido la primera multa. “El Ayuntamiento podría haber emitido multas desde diciembre. Está claro que si no hubiéramos sacado esto a la luz, nada hubiera ocurrido”, expresa Lorente.
Una tienda sin papeles
La historia de La bodega del humor está plagada de irregularidades, más allá de incumplir la Ley de Memoria Histórica en lo relativo a la apología de la dictadura mediante la exhibición de símbolos preconstitucionales. Desde el punto de vista administrativo, hay dos cuestiones a resaltar: de un lado, una declaración responsable por actividad presentada en diciembre de 2022 bajo el concepto “venta de regalos turísticos y alimentación”, declarada ineficaz por el Ayuntamiento de Madrid el 1 de marzo de 2023 por falta de documentación. De otro lado, la apertura de un expediente de cese y clausura de actividades con fecha 16 de agosto, abierto tras una visita de la Policía que comprobó defectos en el etiquetado y ausencia de licencia.
Por su parte, la empresa sigue a la carga: el 18 de marzo presentó una nueva declaración responsable. Además, y según lo que trasladó el PP durante el pleno, se giró inspección sanitaria el 27 de marzo detectando que las botellas “no tenían el etiquetado obligatorio con autorización de los proveedores, por lo que se ha suspendido la venta”, informaba el coordinador de la Junta. A día de hoy, “el establecimiento está cerrado porque, según dicen ellos, están recabando las autorizaciones de los proveedores”, explicaba el coordinador.
Lorente mantiene su recelo y avisa: en el escaparate no paran de aparecer artículos nuevos, esta vez dedicados a Ayuso. “Estoy seguro que si en las botellas se acusara a Ayuso de su relación con las muertes en las residencias hubieran cerrado el local de manera inmediata”, concluye.