Fronteras
Samos: el modelo penitenciario de la acogida europea

Se cumplen dos años de la inauguración del campo de Samos, el primer centro cerrado de acceso controlado para la acogida de personas refugiadas en Grecia.
Campo de refugiados cerrado de Samos (Grecia), - 1
Centro cerrado de acceso controlado en Samos. Irene Redondo
27 abr 2023 06:00

En un contexto internacional marcado por la guerra en Sudán, los terremotos en Siria y Turquía y el ascenso al poder de los talibanes en Afganistán, la Unión Europea mantiene su lógica de fortificación de fronteras. Las personas desplazadas en busca de seguridad y protección, se encuentran de frente con una Europa de vallas de acero, concertinas, tecnología bélica, devoluciones en caliente y campos cerrados.

Entre las últimas medidas, el gobierno griego acaba de solicitar fondos europeos para extender la valla en la frontera terrestre con Turquía, que ya cuenta con 40 kilómetros de largo y 5 metros de alto, a orillas del río Evros. Grecia también ha aumentado en 50 barcos la flota de la Guardia Costera Helénica, a pesar de que el Oficial de Derechos Fundamentales de Frontex (FDO), Jonas Grimheden, admitiera en documentos internos “abusos por parte de los guardias fronterizos griegos, incluido el hecho de empujar violentamente a los solicitantes de asilo de vuelta a Turquía y separar a los niños inmigrantes de sus padres”.

La Comisión Europea ha financiado con 276 millones de euros la construcción de cinco centros de acceso cerrado en las islas griegas a las que llegan las personas para solicitar asilo

En esta línea agresiva de políticas migratorias, la Comisión Europea ha financiado con 276 millones de euros la construcción de cinco centros de acceso cerrado en las islas griegas a las que llegan las personas para solicitar asilo. En la actualidad, dos campamentos están ya operativos en Leros y Kos, mientras que otros dos están en construcción y serán inaugurados este año en Chios y Lesbos. El quinto, el campo de Samos, lleva más de dos años en funcionamiento y aloja actualmente a más de 900 residentes.

Desde 2015, Grecia se ha convertido en el terreno de ensayo para otros estados de la UE en gestión migratoria y fronteras. El ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, definió el campo cerrado de Samos como “el modelo europeo” para la acogida de las personas solicitantes de protección internacional.

Más de dos años entre concertinas y videovigilancia 24 horas

La isla de Samos, a tan solo dos kilómetros de la costa turca, inauguraba en 2021 el primer Centro Cerrado de Acceso Controlado para personas solicitantes de asilo. Un complejo aislado entre montañas, a 8 kilómetros en pendiente de la ciudad más cercana.

En este campo, más parecido a unas instalaciones carcelarias que a un espacio de acogida, residen desde hace más de cinco meses Samah y Hasan.

Samah, de 33 años, huyó de la guerra y el hambre en Gaza, y así recuerda su llegada: “Sabíamos que había un campo, pero no que fuera una prisión. Cuando vi cómo era realmente fue muy impactante: las cámaras, las verjas, el alambre de espino, tanta policía…, pero la primera cosa que me impresionó fue que al llegar ni siquiera nos permitieran hablar”.

Campo de refugiados cerrado de Samos (Grecia), - 3
Muro y concertina que separa un sector del campo

Las medidas de vigilancia y control, centradas en la contención y el aislamiento, resultan desproporcionadas para sus habitantes. El perímetro del campo está acotado con una doble valla de grado militar. Para salir o ingresar es necesario atravesar una entrada de puertas metálicas, rayos x y registro biométrico, custodiada por policía y seguridad privada. También hay que estar identificado con una acreditación que se renueva semanalmente: “Cada día registras la huella dactilar al menos cuatro veces, si no lo haces, te llaman por microfonía o te la toman en la habitación para asegurarse de que estás dentro [...] Cuando llegué al campo tardaron 25 días en facilitarme la tarjeta de identificación y no podía salir, es decir, estuve 25 días detenida sin haber cometido ningún delito”.

“Cuando llegué al campo tardaron 25 días en facilitarme la tarjeta de identificación y no podía salir, es decir, estuve 25 días detenida sin haber cometido ningún delito”

Hasan tiene 20 años y lleva en movimiento desde que un bombardeo destrozó su casa y forzó a su familia a abandonar Siria. “Hay toque de queda a las 9 de la noche, si llegas un minuto tarde, porque por ejemplo se ha alargado tu cita con el abogado, te dejan durmiendo en la puerta, aunque sea invierno. Además, si no duermes dentro del campo te amenazan con dificultarte el proceso de asilo” y continúa, “si no tienes la identificación correspondiente, no puedes dejar el campo y en ese momento se convierte en una verdadera prisión, mi compañero de habitación estuvo en esta situación por ocho meses”.

El campo cuenta con un sistema de videovigilancia 24 horas en todo el área. Algunas de estas cámaras están posicionadas para filmar dentro de los contenedores donde residen los habitantes del campo. “Hay cámaras por todos lados, sentir que hay alguien mirándote en todo momento es aterrador, nunca descansas de la mirada ajena”, dice Samah y añade “la privacidad en el campo es un gran problema, comparto contenedor con un hombre que no conozco. No hay llaves ni forma alguna de cerrar la puerta. A la hora de cambiarme de ropa o de dormir paso mucho miedo, cualquier persona, incluso la policía, puede entrar en todo momento”.

Campo de refugiados cerrado de Samos (Grecia), - 2
Contenedores de vivienda

El gobierno presume de que estos nuevos campos están mejor equipados que los anteriores, pero Samah lo desmiente: “no tenemos productos de limpieza o higiene, ni siquiera los productos que necesitamos las mujeres, y esto es humillante, me produce mucho sufrimiento” y sigue: “es verdad que tenemos cocinas, pero no útiles para poder cocinar [...] no nos dejan introducir nada que pueda pinchar o cortar. Para poder guisar, las mujeres cortamos la cebolla con los dientes”.

También se relatan frecuentes cortes o escasez de electricidad, agua e internet. Hasan se angustia cuando expresa: “la comunicación con nuestras familias depende de la conexión que nos ofrece el campo, es la única forma que tengo de decirle a mi madre que su hijo sigue vivo”. La conexión entre el campo y la ciudad depende de un autobús, de apenas 40 plazas, que pasa por última vez a las 6 de la tarde, “si pierdes el último autobús, tienes que andar montaña arriba durante 8 kilómetros por una carretera muy estrecha, sin arcén, a oscuras. Esto es muy peligroso, especialmente para las mujeres” dice Samah.

“No quieren que nadie vea lo que nos hacen, cómo nos obligan a vivir, la comida que nos dan o cómo nos pegan. Si estuviéramos cerca la gente no dejaría que esto sucediera”

La posibilidad de integración o el acceso a servicios básicos como conseguir un tratamiento para enfermedades crónicas o una asesoría jurídica previa a la entrevista de asilo, se convierten en verdaderos desafíos. Hasan explica este aislamiento y distancia: “No quieren que nadie vea lo que nos hacen, cómo nos obligan a vivir, la comida que nos dan o cómo nos pegan. Si estuviéramos cerca estoy seguro de que esto no ocurriría, la gente no dejaría que esto sucediera”.

“No quieren que la gente pobre vengamos a Europa, para llegar aquí ponemos nuestra vida y la de nuestros hijos en peligro, nos intentan matar en el agua, solo algunos sobreviven. Los que lo hacemos hemos visto a muchos morir en el camino” termina Samah. Muchas de las personas que residen en el campo de Samos son personas que han sobrevivido a la guerra, a la tortura, a la trata o a situaciones extremas de violencia, en sus países de origen o durante la ruta migratoria, y ahora son obligados a permanecer en unas instalaciones en las que reviven experiencias traumáticas.

Fronteras
Fronteras Dimite el director de Frontex tras una gestión salpicada de escándalos y violaciones de derechos humanos
La dimisión llega dos días después de que varios medios europeos publicaran una investigación sobre la participación de la agencia europea de fronteras en devoluciones en caliente de personas solicitantes de asilo.

Vulneración de derechos en los campos cerrados

La organización Kairos, centrada en el estudio de la arquitectura de estos campos como dispositivo de criminalización, castigo y disuasión de la población migrante, advierte: “la estancia prolongada en estos centros tiene impactos directos en la salud mental, genera altos niveles de estrés y afecta en la forma en la que las personas se perciben a sí mismas o en la idea que la sociedad de acogida tiene de ellas”. Además, añaden “la falta de mecanismos de monitoreo o denuncia, la insuficiente transparencia y la restricción en el acceso a las organizaciones externas, hace de estos centros un espacio completamente opaco en el que se suceden situaciones graves de violencia y vulneración de los Derechos Humanos”.

Varias entidades, como el Comité Internacional de Rescate (IRC) y la ONG I Have Rights (IHR), han declarado que las condiciones en los centros cerrados “son incompatibles con los estándares de la UE sobre acogida e integración, así como con los doce principios rectores de la Agencia de Derechos Fundamentales”. El informe firmado por IHR determina que la comparación de las restricciones de la libertad de los habitantes del campo cerrado de Samos, convertido en un lugar de detención de facto, no cumplen con los estándares legales griegos o europeos y que por tanto dichas restricciones serían ilegales.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Fronteras
Fronteras Cientos de personas refugiadas, incluidas menores, duermen al raso en la isla griega de Rodas
Organizaciones humanitarias denuncian que unas 350 personas refugiadas, algunas de ellas procedentes de Líbano, están durmiendo a la intemperie sin comida, sin agua, sin baños y sufriendo la violencia de las fuerzas de seguridad en Rodas.
Grecia
Militarismo La cuestión militar griega
Grecia es uno de los países europeos que mantiene el servicio militar obligatorio, sometiendo a los jóvenes reclutas a duras condiciones que afectan a su bienestar físico y psicológico.
Sphera
Sphera Cómo ser trans en Grecia: existir, resistir
Las historias de Ari, Kassiope y Paola muestran la situación de las personas trans en Grecia. Un reportaje de El Salto Vídeo para Sphera Network.
Sirianta
Sirianta
27/4/2023 14:05

"(...) la gente no dejaría que esto sucediera.", dice Hasan. Siento en el alma decir que yo no estoy tan segura.

0
0
ikerbocos81
27/4/2023 9:06

Qué desgracia de Europa!

1
0
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Más noticias
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.