We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Galicia
Varios refugiados denuncian a la ONG Rescate Internacional por explotación laboral y agresión sexual
%20(1).jpg?v=63913942774)
Carlos Osorio llegó a España como solicitante de asilo hace poco más de un año: “Una trabajadora social me habló de la ONG Rescate Internacional y me dijo que buscaban voluntarios”. Eso le llevó, en poco tiempo, a establecer contacto con C.E, director de la organización, que gestiona el acompañamiento de cerca de 2.000 personas refugiadas en el Estado. “No había personal. Eran 300 usuarios para cinco personas”, recuerda. A comienzos de enero de 2025, Osorio ya iba camino del dispositivo de acogida para migrantes gestionado por la organización en Mondariz-Balneario, un pequeño municipio de Pontevedra donde reside actualmente.
Según explica en conversación con El Salto, al poco de llegar ya se incorporó “haciendo jornadas de diez a doce horas diarias” como técnico de acogida, profesor de castellano o incluso monitor de actividades deportivas. “Yo no firmé nada, pero recibo 50 euros semanales (...) A otro compañero lo reclutaron en una fundación pidiendo comida”, denuncia y añade: “Este es el perfil que buscan, gente en situación vulnerable, porque nadie quiere venir a trabajar aquí”.
Osorio no es el único que afirma vivir esta situación y se ha atrevido a denunciarlo públicamente y en el juzgado. Un compañero, Marcos Tulio, procedente de Salvador, llegó en marzo al mismo centro, ubicado ahora en el Hotel Cemar de Mondariz. “Lo único que tengo es un documento del Ministerio que me permite estar en España mientras espero cita para solicitar la protección internacional, pero no puedo trabajar legalmente”. Sin embargo, y como explica en conversación con esta redacción, hace tareas de técnico de acogida, con un horario que va de nueve de la mañana a una de la tarde. Aunque incluso lo matiza: “En épocas como el Ramadán se trabajan muchísimas más horas”.
.jpg?v=63913943211)
Otros voluntarios llegaron al centro de acogida después de hablar con el director de Rescate Internacional y firmar un acuerdo de voluntariado. El documento, al que ha tenido acceso este medio, estipula que el voluntario “colaborará de forma desinteresada y altruista con la entidad”. Según relatan Osorio, Tulio y otros solicitantes de asilo que prefieren preservar el anonimato, trabajan de dos de la tarde a diez de la noche cinco días a la semana “a cambio de 50 euros semanales”. “Hacemos de todo, apoyamos a los técnicos de acogida en todo”, afirman.
Dentro del programa estatal de acogida, la ONG Rescate Internacional se encarga de la gestión de varios centros de protección internacional en España. Esta organización administra unas 1.700 plazas en todo el país, de las cuales aproximadamente 1.400 están ubicadas en Galicia. Hace un mes, este diario destapó una serie de irregularidades que incluían recortes de personal, despidos improcedentes y falta de recursos básicos en los dispositivos de acogida gestionados por la organización.
Según explica un trabajador de Rescate Internacional, que ha hablado con este medio bajo condición de anonimato por temor a represalias, muchos migrantes en situación administrativa irregular “suplen la contratación de otros profesionales a cambio de una ayuda de bolsillo de 50 euros semanales”. “Falta personal laboral en todos los centros de protección internacional, cuando es obligatorio que haya abogados y psicólogos”, asevera.
En febrero de este año, el gobierno municipal de Mondariz-Balneario dirigió una carta al Defensor del Pueblo y a la Delegación del Gobierno en Galicia para denunciar la situación en la que se encontraban los 300 migrantes acogidos en las instalaciones del dispositivo. El documento, al que tuvo acceso El Salto, alertaba sobre la falta de personal sanitario y psicológico, y también señalaba “episodios de trato denigrante hacia los acogidos”. Asimismo, describía las condiciones de alimentación e higiene como “insuficientes”.
La ONG Rescate Internacional forma parte del conjunto de entidades del tercer sector que colaboran con la administración pública en la gestión del Sistema de Acogida de Protección Internacional y Temporal (SAPI). En este marco, la organización gestiona recursos financiados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por Elma Saiz Delgado.
“Muchos días se le da solo pasta o arroz, nunca hay pollo o ternera”. El personal de cocina, que ha hablado con este medio en condición de anonimato, afirma que se encuentra “trabajando en situación irregular”. Según relatan, también dan servicio al comedor del Colegio Bilingüe Marcote Mondariz —situado en el complejo— a pesar de que el menú es distinto.

El director de la ONG reconoce en un audio que el Gobierno le filtró la denuncia
En el mes de abril, varios voluntarios se dirigieron a la Guardia Civil de Ponteareas para presentar denuncias contra la ONG Rescate Internacional por presunta explotación laboral. Entre ellos, Carlos Osorio. En la denuncia, a la que ha podido acceder El Salto, Osorio afirma que “no tiene horario establecido” para su labor de voluntariado y, a pesar de no haber firmado ningún contrato, “cobra semanalmente en mano 50 euros”, por el que firma “un recibí del que no recibe copia alguna”.
En dicha denuncia también consta que el personal del hotel puede “estar inmerso en una situación similar de explotación laboral, al trabajar sin contrato y bajo la amenaza de no poder legalizar su estancia o residencia en el país” e indica que serían “al menos seis personas que trabajan en la cocina del hotel” en la misma situación.
Pero en las sombras de la gestión de Rescate Internacional no solo hay denuncias por explotación laboral. Otro de los voluntarios de la organización acudió la Guardia Civil para presentar una denuncia por agresión sexual. En el documento, que también ha sido enviado a esta redacción, la víctima explica que un coordinador “le toca el hombro izquierdo” de forma que “masajeaba el mismo hacia la altura del cuello, invitándole a que se relajase, que estaba muy tenso, que si era su deseo le invitaba a cenar”. Asimismo, le manifestó, siempre según la denuncia, “que le podía ayudar a conseguir los papeles en España, procediendo a bajar la mano por fuera de la camiseta del denunciante para acariciar su pecho”.
En una conversación con El Salto, C.E. ha admitido que le han informado sobre la existencia de denuncias en la Guardia Civil. Por otro lado, afirma que actualmente hay 28 voluntarios en Galicia, pero niega que personas en situación irregular estén realizando labores estructurales dentro de la ONG, alegando que “reciben dinero para compensar los gastos incurridos por su voluntariado”.
Según explica Carlos Osorio, el viernes 25 de abril, la Guardia Civil apareció en el dispositivo de acogida: “Se presentaron como policía judicial, con una inspección de trabajo; y tomaron declaración a todas las personas que estaban trabajando”. Posteriormente, según relata, los voluntarios son llamados a una reunión con A.M., coordinadora de los centros en Galicia. “Hasta ahora vosotros estáis haciendo, esto está escaneado (…) los recibís semanales. Los 100 euros semanales y los 50 semanales”, afirma en un audio al que también ha tenido acceso El Salto. “Lo de la inspección ha sido sorpresa para todo el equipo (…) somos conscientes de que ha habido una mala praxis”.
El director de la ONG revela en un audio la filtración de las denuncias: “Esto la Guardia Civil no me lo ha escrito a mí, se lo ha escrito al delegado del Gobierno en Galicia”
El director de la ONG se presentó en el municipio pontevedrés un día después de la inspección de trabajo en el centro. “Después de la llegada de la poli aquí (…) tenemos algunos contactos (…) alguien nos ha dicho, no oficialmente, que había una denuncia a la ONG en una comisaría de Galicia, que es de alguno de vosotros”. Así es como se dirige a los voluntarios para indagar sobre las denuncias en los audios analizados por este medio. “Esto me lo ha dicho la Guardia Civil (…) y no me miente la Guardia Civil”. Posteriormente aclara que la filtración viene de más arriba: “Esto la Guardia Civil no me lo ha escrito a mí, se lo ha escrito al delegado del Gobierno en Galicia”.
Este medio ha contactado con la Delegación del Gobierno en Galicia para solicitar una valoración sobre la presunta filtración de las denuncias, pero no ha obtenido respuesta hasta el momento de la publicación de este artículo.
Varios voluntarios han presentado sendas denuncias ante la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Pontevedra. En los documentos, a los que ha tenido acceso este diario, alegan “abandono, acoso y explotación laboral”, así como “vulneración de derechos básicos” y solicitan protección jurídica frente a posibles represalias por parte de la ONG.
Según afirman, el director de la organización, C.E., sigue en Mondariz-Balneario y “dice que no se irá hasta que se solucione el problema”. Mientras tanto, la incertidumbre se ha instalado entre los voluntarios del centro de acogida. Nadie les ha comunicado oficialmente qué ocurrirá tras la inspección de trabajo ni si se tomarán medidas frente a las denuncias presentadas. “La policía todavía no ha llamado a nadie a testificar ni se ha hecho absolutamente nada”, aseveran.
.jpg?v=63913943320)
Investigación
Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
%20(1).jpg?v=63913942774)
Carlos Osorio chegou a España como solicitante de asilo hai pouco máis dun ano: “Unha traballadora social faloume da ONG Rescate Internacional e díxome que buscaban voluntarios”. Iso levouno, en pouco tempo, a establecer contacto con C.E, director da organización, que xestiona o acompañamento de preto de 2.000 persoas refuxiadas no Estado. “Non había persoal. Eran 300 usuarios para cinco persoas”, lembra. A comezos de xaneiro de 2025, Carlos xa ía camiño do dispositivo de acollida para migrantes xestionado pola organización en Mondariz-Balneario, un pequeno municipio de Pontevedra onde reside actualmente.
Segundo explica en conversación con O Salto, ao pouco de chegar, xa se incorporou “facendo xornadas de dez a doce horas diarias” como técnico de acollida, profesor de castelán ou mesmo monitor de actividades deportivas. “Eu non asinei nada, pero recibo 50 euros semanais (...) A outro compañeiro recrutárono nunha fundación pedindo comida”, denuncia e engade: “Este é o perfil que buscan, xente en situación vulnerable, porque ninguén quere vir traballar aquí”.
Carlos non é o único que afirma vivir esta situación e atreveuse a denuncialo publicamente e no xulgado. Un compañeiro, Marcos Tulio, procedente de Salvador, chegou en marzo ao mesmo centro, situado agora no Hotel Cemar de Mondariz. “O único que teño é un documento do Ministerio que me permite estar en España mentres espero cita para solicitar a protección internacional, pero non podo traballar legalmente”. Con todo, e como explica en conversación con esta redacción, fai tarefas de técnico de acollida, cun horario que vai de nove da mañá a unha da tarde. Aínda que mesmo o matiza: “En épocas como o Ramadán trabállanse moitísimas máis horas”.
.jpg?v=63913943211)
Outros voluntarios chegaron ao centro de acollida despois de falar co director de Rescate Internacional e asinar un acordo de voluntariado. O documento, ao que tivo acceso este medio, estipula que o voluntario “colaborará de forma desinteresada e altruísta coa entidade”. Outros solicitantes de asilo que prefiren preservar o anonimato, traballan de dous da tarde a dez da noite cinco días á semana “a cambio de 50 euros semanais”. “Facemos de todo, apoiamos aos técnicos de acollida en todo”, afirman.
Dentro do programa estatal de acollida, a ONG Rescate Internacional encárgase da xestión de varios centros de protección internacional en España. Esta organización administra unhas 1.700 prazas en todo o país, das cales aproximadamente 1.400 están situadas en Galiza. Hai un mes, este diario destapou unha serie de irregularidades que incluían recortes de persoal, despedimentos improcedentes e falta de recursos básicos nos dispositivos de acollida xestionados pola organización.
Segundo explica un traballador de Rescate Internacional que falou con este medio baixo condición de anonimato por temor a represalias, moitos migrantes en situación administrativa irregular “suplen a contratación doutros profesionais a cambio dunha axuda de peto de 50 euros semanais”. “Falta persoal laboral en todos os centros de protección internacional, cando é obrigatorio que haxa avogados e psicólogos”, asevera.
En febreiro deste ano, o goberno municipal de Mondariz-Balneario dirixiu unha carta ao Defensor do Pobo e á Delegación do Goberno en Galiza para denunciar a situación na que se atopaban os 300 migrantes acollidos nas instalacións do dispositivo. O documento, ao que tivo acceso O Salto, alerta sobre a falta de persoal sanitario e psicolóxico, sinala “episodios de trato denigrante cara aos acollidos” e describe as condicións de alimentación e hixiene como “insuficientes”.
A ONG Rescate Internacional forma parte do conxunto de entidades do terceiro sector que colaboran coa administración pública na xestión do Sistema de Acollida de Protección Internacional e Temporal (SAPI). Neste marco, a organización xestiona recursos financiados polo Ministerio de Inclusión, Seguridade Social e Migracións.
“Moitos días dáselle só pasta ou arroz, nunca hai pito ou tenreira. O persoal de cociña, que falou con este medio en condición de anonimato, afirma que se atopa “traballando en situación irregular”. Segundo relatan, tamén dan servizo ao comedor do Colexio Bilingüe Marcote Mondariz —situado no complexo— a pesar de que o menú é distinto.

O director da ONG recoñece nun audio que o Goberno lle filtrou a denuncia
No mes de abril, varios voluntarios dirixíronse á Garda Civil de Ponteareas para presentar as denuncias relatadas ao comezo desta investigación contra a ONG Rescate Internacional por explotación laboral. Entre eles, Carlos Osorio. Na denuncia, á que puido acceder O Salto, Osorio afirma que “non ten horario establecido” para o seu labor de voluntariado e, a pesar de non asinar ningún contrato, “cobra semanalmente en man 50 euros”, polo que asina “un recibín do que non recibe copia algunha”.
Na denuncia tamén consta que o persoal do hotel pode “estar inmerso nunha situación similar de explotación laboral, ao traballar sen contrato e baixo a ameaza de non poder legalizar a súa estancia ou residencia no país” e indica que serían “polo menos seis persoas que traballan na cociña do hotel” na mesma situación.
Pero nas sombras da xestión de Rescate Internacional non só hai denuncias por explotación laboral. Outro dos voluntarios da organización acudiu a Garda Civil para presentar unha denuncia por agresión sexual. No documento, que tamén foi enviado a esta redacción, a vítima explica que un coordinador “tócalle o ombreiro esquerdo” de forma que “masaxeaba o mesmo cara á altura do pescozo, convidándolle a que se relaxase, que estaba moi tenso, que se era o seu desexo convidáballe a cear”. Así mesmo, manifestoulle, sempre segundo a denuncia, “que lle podía axudar a conseguir os papeis en España, procedendo a baixar a man por fóra da camiseta do denunciante para acariñar o seu peito”.
Nunha conversación co Salto, C.E. admitiu que lle informaron sobre a existencia de denuncias na Garda Civil. Doutra banda, afirma que actualmente hai 28 voluntarios en Galiza, pero nega que persoas en situación irregular estean a realizar labores estruturais dentro da ONG, alegando que “reciben diñeiro para compensar os gastos incorridos polo seu voluntariado”.
Segundo explica Carlos Osorio, o venres 25 de abril, a Garda Civil apareceu no dispositivo de acollida: “Presentáronse como policía xudicial, cunha inspección de traballo; e tomaron declaración a todas as persoas que estaban a traballar”. Posteriormente, segundo relata, os voluntarios son chamados a unha reunión con A.M, coordinadora dos centros en Galiza. “Ata o de agora vós estades a facer, isto está escaneado (…) recibídelos semanais. Os 100 euros semanais e os 50 semanais”, afirma nun audio ao que tivo acceso O Salto. “O da inspección foi sorpresa para todo o equipo (…) somos conscientes de que houbo unha mala praxe”.
O director da ONG presentouse no municipio pontevedrés un día despois da inspección de traballo no centro. “Despois da chegada da poli aquí (…) temos algúns contactos (…) alguén nos dixo, non oficialmente, que había unha denuncia á ONG nunha comisaría de Galiza, que é dalgún de vós”. Así é como se dirixe aos voluntarios para indagar sobre as denuncias nos audios aos que tivo acceso este medio. “Isto díxomo a Garda Civil (…) e non me mente a Garda Civil”. Posteriormente aclara que a filtración vén de máis arriba: “Isto a Garda Civil non mo escribiu a min, escribiullo ao delegado do Goberno en Galiza”.
Este medio contactou coa Delegación do Goberno en Galiza para solicitar unha valoración sobre a presunta filtración das denuncias, pero non obtivo resposta ata o momento da publicación deste artigo.
Varios voluntarios presentaron denuncias ante a Inspección Provincial de Traballo e Seguridade Social de Pontevedra. Nos documentos, aos que tivo acceso este diario, alegan “abandono, acoso e explotación laboral”, así como “vulneración de dereitos básicos” e solicitan protección xurídica fronte a posibles represalias por parte da ONG.
Segundo afirman, o director da organización, C.E., segue en Mondariz-Balneario e “di que non se irá ata que se solucione o problema”. Mentres tanto, a incerteza instalouse entre os voluntarios do centro de acollida. Ninguén lles comunicou oficialmente que ocorrerá tras a inspección de traballo nin se se tomarán medidas fronte ás denuncias presentadas. “A policía aínda non chamou a ninguén a testificar nin se fixo absolutamente nada”, aseveran.
.jpg?v=63913943320)