Industria armamentística
La moral no da de comer, lo mortal sí

En este duro tiempo en que las patronales
se desviven por crear puestos de trabajo
hay que remangarse, apechugar y pa´lante,
ya sea de madero antidisturbios, desahuciando
jubilaos y putos okupas, aunque sean familia,
que pa´eso estamos y por ello pagan, ¡Joder!

En esta fábrica hacemos balas que matan hijos,
pero de esos con madre de mala reputación.
No hacemos de esas que matan gente buena,
como nosotros. Sin olvidar que los nuestros
son proyectiles pacificadores, no asesinan ni,
mucho menos, se usan para el terror, ¡Joder!

Ahora que hay empresas encargadas de cuidar
jamones, aceite de oliva y salmón en el super,
puedo postular y si me toca de carcelero
en un campo de concentración pues: bien.
Si están tras las rejas algo habrán hecho y es
que pa´eso estamos y por ello pagan, ¡Joder!

Dicen por ahí que la moral no da de comer,
pero su falta es la que quita vidas por orden
del Poderoso Caballero que obedecemos,
cuando ensamblamos bellas bombas de racimo,
fragatas y algún juguete de Metal del Rin S.A.
que jamás serán usados en genocidio, ¡Joder!

Critican al que hace balas y la dinamita
la inventó Nobel y sin Einstein no hay bomba A.
Ya levanto un bunker antinuclear para el fabricante
de fusiles y Juancito Walker lidera la liga AA.
El pastor de gnus es el Rey León y yo soy el blanco
del enemigo, porque pa´eso estamos y por ello pagan.

¡Joder!

Ramón Haniotis

Trabajadores del Mundo...del armamento: ¡Cumplidos!