No a la guerra 2
Manifestación contra la guerra de Iraq en febrero de 2003 en Madrid. Álvaro Minguito

La semana política
Carta a Camilo José Cela

Vuelven a sonar los tambores de guerra como hace dos décadas. Sobre los tótem de entonces y los cambios en la sociedad de hoy.
Pablo Elorduy
22 ene 2022 05:30

No le conocí, no tengo ningún buen recuerdo que le involucre a usted. Como todas las personas de mi edad, o eso creo, tuve que leer algunas de sus obras en el colegio y el instituto. Qué quiere que le diga, no estaban mal, aunque no las volveré a leer. Con el tiempo supe que había otros autores, otras autoras, de su época, pero entonces solo aparecía Cela. El Nobel español. Hay algo que sí le reconozco, y es que usted, Camilo José Cela, era un tótem. Estaba, si no en todas partes —a partir de este siglo nos hemos dado cuenta de que “todas partes” eran muchas más partes de lo que creíamos— sí en el centro de la vida cultural del país, esto es, en los dos canales de televisión, en los periódicos y en las revistas que estaban en la salita de espera del dentista. Se le reían todas las gracias y escatologías, se le aplaudía y se le consideraba un genio, en gran medida porque ganaron la Guerra Civil y tenían la potestad de encantarse a sí mismos y considerarse siempre geniales entre ustedes.

Esta semana, su viuda le ha enviado una carta y por eso, o porque no tenía nada mejor que hacer, me animo a hacerlo yo también. Entiendo que ella, Marina Castaño, piensa que la presencia de Cela hoy es como la de esos retratos que dominan toda una habitación, que parecen seguir la mirada y los pasos de la sociedad que usted dejó hace 20 años. No creo que lo sea. Ese retrato está ya guardado, tapado por mantas y cartones. Pronto su nombre dejará de existir fuera de los libros de texto y, no tan tarde, sus libros desaparecerán de los currículos escolares. Se lo digo sin ira ni acritud. Usted ya no forma parte de la vida cultural del país porque este, como recita su viuda, ha cambiado mucho en estos 20 años. Y porque, mal que bien, ya no se rinde pleitesía a los ganadores de la guerra, incluso aunque sigan teniendo el poder y el dinero. Usted sería considerado hoy eso que las feministas llaman “señoro” —o quizá un machirulo— y eso es una prueba de que en nuestro presente la gente como Cela no es la única que tiene vía libre para inventarse el lenguaje. Aunque eso les duela y les aterre.

Afortunadamente, el rechazo a la guerra de Iraq cambió un poco la historia de nuestro país. Es normal que a alguien como usted, a quien la historia le salió como le dio la gana, eso no le gustara

En la carta que le han enviado hay un resumen de lo que ha pasado en estas dos décadas y, qué quiere que le diga, no es fácil coincidir menos con Marina Castaño. Pero como ella empieza por el día después de su muerte, vamos a hacer lo mismo. Solo un año después de que usted muriera, en 2003, se produjeron las mayores manifestaciones contra la guerra que han tenido lugar en este país. Eso dio comienzo al fin de la bella época, según el criterio de su viuda. Ya le digo que no puedo estar más en contra.

Y no es que la guerra, las guerras, hayan parado en este tiempo (siguen las de Mali, Yemen, Afganistán o la propia Iraq) pero sí creo que hay algunas amenazas y algunos conflictos que tienen la capacidad de cambiar las sociedades en mayor medida que otros. Afortunadamente, el rechazo a la guerra de Iraq cambió un poco la historia de nuestro país. Es normal que a alguien como usted, a quien la historia le salió como le dio la gana, eso no le gustara.

Precisamente esta semana ha comenzado la campaña contra la guerra que puede tener lugar entre Rusia y la OTAN. No es tan probable como parece, pero eso no ha impedido que el Ministerio de Defensa haya aprovechado para movilizar una fragata y para ofrecer cazabombarderos por si falla, o se hace fallar, a la diplomacia. Posiblemente Margarita Robles es la única ministra a la que usted o su médium, Marina Castaño, valoraría bien, como una ministra “de las de antes” (aunque antes, durante 39 años, no hubiera ministras). 

Hay en la carta, y eso resulta también interesante, una alusión al rey Juan Carlos “que tanto lo quisiste” y a su exilio en Abu Dabi. Y es interesante porque esta semana Interpol ha emitido una orden de detención sobre Abdul Rahman El Assir, otro “amigo” del Borbón, a quien los medios benévolos se refieren como mercader de armas porque traficante puede sonar demasiado grueso, o puede dar lugar a una llamada al medio de comunicación que saca la noticia. Vaya usted a saber, señor Cela: la relación entre la Casa Real y la prensa no ha cambiado tanto en 20 años.

Corrupción
Corrupción “Hijos de” y apellidos ilustres afrontan años de cárcel por los negocios corruptos de Defex

Las imputaciones del mayor caso de corrupción de una empresa pública señalan a una segunda generación de militares y empresarios vinculados a altos cargos del ejército.


¿Y qué tiene que ver esto con usted? Pues nada, ya se lo digo yo, usted está muerto y aquí estamos hablando de los negocios de los vivos con la muerte. La muerte no de los tótem o de los genios, sino de la plebe de cualquier otra parte. Pero los recuerdos son así. Uno echa la mirada 20 años atrás, piensa en las figuras centrales de aquellos tiempos, en cómo era la vida cuando las certezas venían impuestas por la inercia de esas cuatro décadas de militares, machirulos y señoros, y tiende a pensar que ya entonces era todo una gran estafa. Y piensa que los negocios con la muerte, y los silencios de los intelectuales ante esos negocios, explican dónde se encuentra el país y quién prospera y tiene éxito en esta sociedad. 

Además, al margen de la obligación escolar, su aparición definitiva en nuestras vidas fue un anuncio en el que le ofrecían unas gachas, y el anuncio era de Campsa, la vieja compañía estatal de petróleo que absorbió Repsol, responsable esta semana de un vertido tremebundo en Perú. Y cuando uno habla de la venta de petróleo en este país, inevitablemente vuelve a pensar en el rey Juan Carlos, en las comisiones que hizo, y en aquel tiempo en el que todo parecía fluir tan bien, cuando la energía parecía inagotable y todos eran amigos sin comillas y sin presuntos. A usted, que fue censor y senador durante el Franquismo, el rey le hizo marqués. Vaya, no se ofenda si le relaciono con toda esa política cojonuda.

Le decía que estas cartas, estos recuerdos, son así. A veces un resumen de noticias; otras, una retrospectiva; las más, una pérdida de tiempo. Por alguna razón, el hecho de que su viuda le haya querido contar cómo está el país me ha llevado a contárselo desde mi punto de vista, que desde luego no es el del ganador de ninguna guerra. Si yo he tenido que convivir con ese retrato que quisieron colgarnos sobre la chepa no creo que sea mucho abuso mandarle una carta, a sabiendas de que no se la va a leer. Lo contrario sería, desde luego, una verdadera sorpresa.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Solo para socias
Solo para socias Nueva carta mensual: “Redactor en crisis”, por Pablo Elorduy
Después de La Semana Política, el coordinador de Política de El Salto regresa a un formato periódico.
La semana política
La semana política Lo que pasó, pasó
Hora de algunas despedidas. Ada Colau tiene difícil volver a ser alcaldesa de Barcelona y la izquierda tiene difícil volver a convocar el espíritu de una época en la que pudieron cambiar muchas cosas.
La semana política
La Semana Política La nave del misterio electoral
La compra de votos en Melilla y otros puntos del Estado agita la última semana de campaña y muestra el auge del conspiracionismo.
Javier Gallardo Vía
22/1/2022 10:25

…Hoy sábado, en el planeta Tierra, hay más personas leyendo a Cela que a usted. Cierto, no leerá D.Camilo su artículo; pero su voz aún suena más fuerte que la suya. Que en Chile o en Nueva Zelanda haya alguien ahora leyendo “La familia de Pascual Duarte”, por gusto propio, más allá de que en el cole haya tenido que leer “La colmena”, es la verdadera esperanza de una Humanidad que busca el Bien en la cultura y el conocimiento. Nietzsche disfrutaría, no obstante, de este artículo ejemplar en resentimiento y destrucción de lo que sobresale, en el que un fanzinero se ríe de la literatura.
Pero también se puede uno negar a leer a Cela, por supuesto. Como el soldado raso que no se come el rancho para joder al sargento.
Hay que ver…

0
2
Javier Gallardo Vía
23/1/2022 12:01

…y a todo esto… ¿Qué hemos hecho con la educación en nuestro país? ¿Cómo es posible que se rechace al plasta de Cela y al tiempo se lea -por placer(?)- a la sublime Marina Castaño?
(D. Pablo: algunos de sus artículos me hacen pensar mucho. Bravo; su prosa irrita).

0
0
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.