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La semana política
El villano
La isla de las tentaciones es un reality show de extraordinario éxito, que concentra a uno de cada cuatro televidentes las noches de los jueves. A esa audiencia se le suma un efecto oleada que se expande a Twitter, Instagram y otras redes sociales, donde se comenta, habitualmente desde una posición de distanciamiento irónico, la actualidad del programa. La Isla de las Tentaciones se basa en la exhibición de cuerpos y almas volcados en la seducción, esa disciplina tan maltratada por la moral tradicional y, en los últimos tiempos, por la distancia social, el decaimiento de la sociabilidad, y la sociofobia imperante. En unas sociedades en las que se habla más que nunca del sexo —que se practica menos que nunca—, el programa cumple las expectativas de ser un sucedáneo, un parque temático de la factoría Mediaset en el que se invoca la liberación sexual a través de unos protagonistas normalmente detestables.
Pero, sobre todo, La isla de las tentaciones se presenta a sí mismo como pasatiempo, algo con lo que desconectar tras un duro día en la realidad del trabajo. Como dijo el exvicepresidente de la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, es un producto que “sirve para poner encefalograma plano”. No son tiempos para que a nadie dedicado a la política en su sentido estrecho se le ocurra criticar el embrutecimiento o la “baja cultura” que representa La Isla de las Tentaciones. Insultar la inteligencia de una de cada cuatro personas que ven la televisión no parece una estrategia acertada, sino que simplemente hay que aceptar que ese es el contexto en el que se trabaja (o convertirse en un imitador de Javier Marías, un nicho pequeño pero nicho al fin).
El necesario anti-elitismo, como reacción a la larga influencia de Ortega y Gasset en la cultura y la cultura política española, junto al fin de la posibilidad del escándalo cultural —un final relativo, a tenor de las condenas a Hasél, etcétera—, ha restado capacidad de impacto cultural y social de las obras de ficción. Incluso, asoma cierta consideración negativa sobre las ficciones —“Madrid no es una serie de Netflix”— al mismo tiempo que la necesidad de historias que nos expliquen a nosotros mismos se ha trasladado a la realidad mediada de los reality y al relato político.
En el primer caso, una denuncia esta semana ha mostrado cómo la realidad puede ser auxiliada por las productoras de televisión para que dé de sí lo que se espera de ella. Dakota Tarraga, exconcursante de otro reality —Hermano mayor, emitido por Mediaset en los 2000— explicó que la producción del programa le facilitó drogas y alcohol “para ver cómo era mi actitud verdadera” ante las cámaras.
En el caso del relato político, la realidad ejerce como una aparente condición de partida —aquello que preocupa “realmente” a los españoles— pero en seguida se renuncia a los aspectos más reales dentro de la misma para crear marcos de otro tipo. De hecho, habitualmente la realidad “en bruto” no parece ser demasiado interesante —la comida en mal estado dada a las personas que están en el campo de Las Raíces de Tenerife no ha abierto ni cerrado telediarios— y, en cambio, se precisa que algún factor espectacular intervenga en esa realidad para hacerla interesante.
¿Puede alguien sin ego aspirar a algo en la sociedad del selfie? “Muéstrenme a alguien sin ego y yo os mostraré a un perdedor”, certificó Donald Trump
Ocurrió el pasado verano con la campaña contra los okupas, plagada de relatos salvajes sobre pies negros expulsando a abuelas de sus casas y policías impotentes ante el allanamiento —una narración bajo la que se adivinaba la problemática de la vivienda— y ocurre cuando la peregrina posibilidad de que una persona se cambie de sexo para cumplir su pena de cárcel y así “seguir violando” en una cárcel de mujeres se convierte en un argumento de debate en “la realidad” antes que los derechos humanos del conjunto de las personas trans.
Cómo no, esa malversación de la realidad se produce en torno a todo lo que rodea la figura de Pablo Iglesias, convertido en el gran villano de la política española, capaz de ser al mismo tiempo un “vago redomado” que solo ve series de televisión, “un caribeño con chándal que vive de los demás en mansiones y con séquitos de mujeres” (hay ecos de La Isla de las Tentaciones en esa definición por parte de Isabel Díaz Ayuso) y un Rasputín artero que ha embrujado a Pedro Sánchez. Alguien a la vez completamente aislado y capaz de movilizar huestes en todo el territorio para provocar disturbios. Bajo esos relatos se esconde el que es hoy el principal valor de Iglesias, lo que nunca se le va a perdonar: su capacidad para inquietar realmente a los poderes de este país.
Lo que pasa en realidad
Desde posiciones ideológicas más próximas a Iglesias, se denuncia su “ego” y su testosterona. La pregunta, más allá del ego de Iglesias o de su nivel de testosterona concreto, es si alguien que no actúe así puede sobrevivir a la condición básica del liderazgo hoy, que es la autopromoción permanente de uno mismo como producto en los medios sociales y convencionales de comunicación.
“Una generación está creciendo como figura pública, no como sueño remoto sino como norma coercitiva”, explica Richard Seymour en La máquina de trinar. ¿Pueden los aspirantes a representar a la sociedad escapar de esa norma? ¿Puede alguien sin ego aspirar a algo en la sociedad del selfie? “Muéstrenme a alguien sin ego y yo os mostraré a un perdedor”, certificó Donald Trump, quien llegó a la presidencia gracias a un reality.
Por supuesto, tratándose de un villano consensuado —lo es tanto para los medios de comunicación progres como para las emisoras, cabeceras y televisiones de derechas—, cualquier paso de Iglesias es fruto de su ego perverso, un error fruto de su desmesurada vanidad o las dos cosas al mismo tiempo. Así pasó el lunes, cuando el vicepresidente segundo anunció que se presentaba a las elecciones autonómicas en Madrid. Una decisión que va a movilizar a la derecha, desmovilizar a la izquierda, destruir a su partido y que va también a destruir a otro partido por venganza. Todo es posible cuando se trata del gran villano.
Iglesias ha asumido hace tiempo su papel de outsider de la política española, alguien destinado a decir “la puñetera verdad” y cuestionar asuntos como el poder político extraordinario de las empresas del Ibex35, el papel de la monarquía o el consenso estrecho en torno a la cuestión territorial. Pero su mayor virtud táctica ha sido su imaginación para, saliendo de sus casillas —renunciar a formar parte del Gobierno en la XIII legislatura, abandonar la vicepresidencia en la XIV— sacar de sus casillas a quienes han pretendido neutralizarlo. Por supuesto, todo ha tenido altas dosis de teatralización por su parte, como corresponde a la época: “Qué difícil sacar la cabeza de esta política líquida hecha de declaraciones y golpes de efecto, de doctrina del shock y chascarrillos”, escribía Sarah Babiker esta semana.
Bajo esa premisa girará su campaña, que parte de un enfrentamiento en torno a lo material —la denuncia de ese Madrid santuario fiscal para los que más tienen, de una región desigual con una pobreza urbana en escalada vertiginosa— pero que adquirirá no obstante el rango de espectáculo con el cruce de declaraciones y, sobre todo, en el clímax de los previsibles debates electorales entre el secretario general de Podemos y la presidenta en funciones de la Comunidad.
Esa es la primera victoria de Iglesias. El hecho de cambiar la historia de unas elecciones que asomaban rutinarias, con un candidato que tiene como rutina perder con filosofía —Ángel Gabilondo—, para convertir la jornada del 4 de mayo en una especie de enfrentamiento final entre una socialdemocracia posible, pero nunca realmente explorada en lo material, y la ultraderecha entusiasmada con la deriva irrealista de la política.
Ese es el campo de lo posible, donde cualquier candidato que quiera intervenir sobre lo real tiene que trabajar, al menos en el corto plazo: una política adaptada a los tiempos al rojo vivo con bulimia de mensajes afectivos y efectistas, giros de guión y últimas horas que aportan poco y resuelven aun menos. Es decir, una política cuya primera obligación es seducir a una audiencia a la que, paradójicamente, se le dice que la ficción no explica nada, que es un mero pasatiempo, algo para “despejar la cabeza” y que lo que se puede esperar de un producto cultural es que te permita poner el encefalograma plano. Cuando ahora mismo la ficción lo explica todo con más claridad, como es el caso de la serie de TV Baron Noir o el de la película El reino.
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Si hablamos de realidades lo cierto es que la Educacion Pública está sufriendo un ataque sin precedentes a favor de la concertada...si sigue la derecha esto va a ser una destrucción total....
Lo más triste de todo es que el movimiento realizado por Pablo Iglesias nos permitirá, en el mejor de los casos, "disfrutar" de un gobierno de corte centrista y moderado en la Comunidad de Madrid, liderado por el PSOE. Y lo que se pueda "rascar" de ahí, bienvenido sea, como lo conseguido hasta el momento en el gobierno de coalición.
Por contra, y muy probablemente, si el bloque de "izquierdas" no suma, tendremos un gobierno de coalición entre la extrema derecha y la ultraderecha.
El 4 de mayo, FASCISMO O MODERACIÓN SUPERVISADA. No hay más... 😞
Dada las opciones, son dos años por delante de soso-sosiego. Y pensar si hay vida más allá de Gabilondo.
pero cómo puede el articulista llamar outsider a Iglesias?
no estará en la la élite financiera ni económica pero pertenece a la clase política.
Acaso Podemos no es otro partido ESTATAL que recibe subvenciones del Estado?
Cuándo éste señor decide vivir, contratando una hipoteca para su vivienda. ¿no está hipotecando ya en parte su proyecto?
hipotecar tu vida etc .... se dice habitualmente. Vivir de alquiler, por caro que sea es otra cosa. ¿El embate que intenta ahora no tendría más posibilidades?
es como cuando acabao su durísima baja de paternidad, estamos emocionadas
Pablo vuELve!
Se se puede!
Recordar que ahora no es el momento de protestas ni altercados. El 50% de jóvenes en paro deberían evitar manifestarse durante el gobierno de coalición porque ahora Iglesias está cambiando la historia y los poderosos están muy asustados de todo lo que está consiguiendo el gobierno más de izquierdas de la historia.
Joder, eres más pesao con lo del gobierno más izquierdista...
Se te ve la patita desde lejos....
La patita más de izquierdas de la historia debe de ser la tuya campeón
Hombre este Pablo espera tb su puestecito y por eso le dora la píldora a ese Pablo.
En cuánto a presentarlo como un villano , no creo que sea más que una táctica. No creo que dé miedo a nadie. Simplemente la derecha rancia, siempre han mandado y no quieren ceder ni un ápice.
Trump dijo lo mismo de Baden, que quería imponer el comunismo en EEUU y desde la distancia da risa. Otra cosa es que a Trump le jo"·d·a no poder absolutamente lo que le dé la gana. Para la derecha el dinero es importante pero el orgullo desde luego también. Y pasa en otros ámbitos de la vida.
Siempre he echado a faltar en éste y otros medios, la dimensión humana en la política.
En serip echas en falta la dimensión humana en El Salto? Poco lo leerás...
Creo ,modestamente, que no es diicil de entender lo que digo.....
Ser político con ambiciones y no tener ego es bastante incompatible. Es cómo ser artista. Se trata de alcanzar unos objetivos en los que se cree. Y el ego hace más luchador, seguro. No tener ego en política significa no conseguir nada o bien verla cómo una forma de ganarse la vida , lo que de paso fomenta la corrupción ni que sea por "distracción".
Nombrando a alguien que cita a “ la doctrina del shock” el articulo juega en el mismo terreno que es la ciencia ficcion
Lúcida reflexión, y hasta algo sorprendente viniendo de tu parte, nada sospechoso de podemista. Y ami qué si tiene grande el ego? Que nos consiga cosas es lo que quiero, que la gente 'maja' yahemos visto para lo que sirven: para nada.
Para mí el asunto es muy fácil, llevamos 40 años gobernados por un conjunto de personajes acostumbrados a no tener que dar explicaciones y a chupar pero recursos públicos para interés privado.
Llega un partido nuevo con gente de la calle planteando las cuestiones de la gente de la calle.
El primer grupo se pone nervioso y vuelca todo su poder en desacreditar al segundo grupo.
Poco más, aplaudo a Iglesias por el valor de ser la cabeza visible del entrenamiento de los titanes del poder contra el pueblo.
Unidas Podemos, a ganar las elecciones!💜✊
Pero que os metéis los podemitas !
El de "la lucha está en los parlamentos" no es más que un vendedor de crecepelos venido a menos que la Clase Dominante vuelve a activar desde Medios como el programa de Cintora en Cuatro, alucináis tanto que se permite asegurar que vuestra Yolanda será ¡ presidenta !
Siempre he temido por la vida de Iglesias. Se que el se mueve en la puñetera verdad y deseo que siga hay. Si dijera la pura verdad le matarían.
Me quedo en lo de OrtegayGasset.Ago veía pero usted lo pone claro. Cuánto daño ha hecho.
Estuvo en política con la República y antes, murió con Franco sin ningún problema y por tanto los pensadores desde entonces son orteguianos.No volvió del exilio ningún otro.Por eso no hubo Transición.......y rstamos cómo rstamos.
Sanchez Dragó "el maoista" antifranquista se declaró hace pocos años a Monedro cómo orteguiano.
¿Quién arregla ésto si no se ha formado hente fuera de ésta in fluencia?
He vuelto a leer el artículo, y me reafirmo. Hoy España por la derecha y por la izquierda es orteguiana.
Igual lo del "atado y bien atado viene de antes"
Sr. Elorduy: tanta creatividad en su artículo es contagiosa. Concluyo que para solucionar lo real de este país, la comida en mal estado del albergue de Tenerife, hemos de asistir a este proceso eterno de precampaña, campaña y postcampaña, a este apasionante relato sobre la personalidad de los políticos, sobre sus pactos y traiciones..., el interesantísimo matiz de quién molesta al poder y quién es cómplice, el denso análisis de los egos de los gobernantes, la esencial pregunta sobre cuál ha de ser la actitud espiritual del líder... Se trata de abundar en toda esta entelequia, porque si insistimos, la analizamos, nos implicamos y llegamos a entenderla, lograremos, por fin, que el pollo del albergue sea fresco.
Los que vivimos la miseria en 3D estamos centradísimos en esta epopeya política.
Gracias.
"Obligaron" al movimiento 15M a abandonar las calles y hacer "política de verdad", esto es, creando un partido y jugando con sus normas (la del poder estancado y ciego económicamente), pues bien, contra todo pronóstico los "perroflautas" llegaron a conseguirlo y desde entonces, los partidos tradicionales y toda su artillería (medios de manipulación afines, todos los oficiales) no han teníado otro objetivo que abatirlos. Todo MUY DEMOCRÁTICO. Como guinda del pastel, crearon con el odio, que todavía se respira, de la Guerra Civil, un par de partidos (Ciudadanos y Vox). El Neoliberalismo hizo el resto. Entre medias hay muchos matices, pero no es el momento de "echar más leña al tedio". Resumiendo, los adalides de la democracia (envenenada) actual tienen un único objetivo: imponer su statu quo político-capitalista, violencia mediante, si fuera necesario. A los hechos me remito.
Erre que erre los que apostaron por la institucionalidad de la reforma imposible en este sistema capitalista caracterizado por ser una dictadura económica rígida fuera de las instituciones políticas, siguen defendiendo la mascarada del espectáculo representativo. Iglesias , el personaje , el debate en torno a todo ésto es tan mezquino que es un insulto a la inteligencia del y de la que puede ver que es precisamente la deriva del pensamiento rupturista en una opción de integración en los métodos y formas del sistema imperante, como la que representa Iglesias actualmente, no es más que una parte importante del problema y no de la solución.
El gran villano, en sentido peyorativo, de la política española es una creación de los poderes económicos, políticos y mediáticos. La realidad es bien distinta.
El villano y los medios de comunicación: “El gran villano de la política española... lo es tanto para los medios de comunicación progres como para las emisoras, cabeceras y televisiones de derechas”. Por eso no es de extrañar que el periodismo español sea el que menos credibilidad tenga de la UE, según el estudio de la Universidad de Oxford
Nota: medios de comunicación progres son RTVE, Sexta, Pais, Ser, Diario.es, Infolibre, Público.es, Plural, y alguno más.
Verdad verdadera: Al “gran villano... nunca se le va a perdonar su capacidad para inquietar realmente a los poderes de este país”. Es la grieta del sistema. Puede que cada día sea más grande o no, dependerá de los 15M que la sociedad movilizada esté dispuesta a dar. Y en tiempos de trumpismos, fascismos, nazismo y franquismos, el antifascismo de los servicios públicos, el antifascismo de nuevos modelos productivos, el antifascismo del movimiento ecologista, el antifascismo del movimiento feminista, el antifascismo de las economías sociales y cooperativistas... se hace más necesario pque nunca; quizá, imprescindible, si queremos una sociedad y un planeta con futuro.
Su papel mas relevante para la Clase Dominante es DESMOVILIZAR lo que pueda, sus seguidores gentes del entorno UP, ccoo y ugt y aspirantes a alguna migaja de asesor o colaborador cuando el estafador enmoñado venido del Olimpo de los sinvergüenzas del Gobierno PsoE-UP entre en el gobiernillo madrileño.
Su des-facha-ted no conoce límites desde Medios de la Clase Dominante como Cuatro.tv que le regaló una amplia entrevista conducida por Cintora. Llegó a asegurar que su Yolanda llegaría a ¡ presidenta !... con sus tristes 32 diputados y la patética caída de su partido ante el incumplimiento de casi todos sus compromisos programáticos, postrados a los malolientes pies del PsoE.
Quienes esto señalamos es para dar la alarma porque como en la Alemania del ascenso social del nazismo aquí podría darse algo parecido dado la enorme ignorancia política de los trabajadores españoles, esos que llenan autobuses y trenes todos los días y se contaguian sin parar.
Así que Iglesias es así por que no le queda más remedio... Pero el mensaje de fondo es que al menos viene a cambiar la historia. Que historia? La de IMV? La de la ley mordaza? La de la reforma laboral? La de las pateras? La de la exportación de armas? La del cambio climático? No. Iglesias viene a cambiar la historia de lo último que sea que está de moda. Ahora toca Ayuso, próximamente en los mejores cines.
Vivimos en la sociedad del espectáculo que ya anuncio en 1967 Guy Debord https://www.youtube.com/watch?v=hJTuVaEKGPo
Excelente análisis de nuestra realidad, materia prima que daría para hacer varias series de TV porque es seguro que cruzando entre si muchos artículo de El Salto saldrían unos guiones geniales. Aunque también es seguro que "algunos" pondrían las correspondientes denuncias por "injurIas", porque para esos la veracidad siempre es injuriosa. ¡Ánimo!
O cómo rendirse ante la (anti)política del espectáculo y la representación.