Málaga
En defensa de la Vega Mestanza en Málaga: el vecindario frena su tala

Cada mañana de esta semana María del Carmen Mestanza Garrido, Maricarmen, ha hecho lo mismo: ir a una vega entre cultivos de cítricos junto al río Guadalhorce, en la provincia de Málaga. Entre la barriada de Campanillas y el municipio de Alhaurín de la Torre  se encuentra la Vega de Mestanza, donde la Junta de Andalucía (PP) ha dado luz verde a la construcción de una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).

El martes 3 de junio habían recibido el aviso de que se iba a comenzar con la tala de los árboles frutales. Maricarmen relata que “los días anteriores fueron terribles”, pero eso no le quitó la certeza de que aunque no hubiera nadie, ella iba a estar en la vega “con sus árboles”. El martes de madrugada comenzó a llegar gente, llegando casi al centenar, frenando así la tala programada. “Tuve la gran suerte de que aparecieron un montón de personas”, expresa emocionada, mientras nos explica cómo “por estar aquí esas personas, ese día no se hizo nada”. Tan claro lo vieron, que decidieron “hacer guardia todos los días”. Por eso, desde las 8 están en la Vega como movimiento vecinal para parar la tala de árboles.

“Tuve la gran suerte de que aparecieron un montón de personas”, expresa emocionada Maricarmen, una de las vecinas

La plataforma en defensa de la Vega Mestanza y contra la construcción en esta zona de la futura EDAR Málaga Norte no estuvo sola. Estaban acompañadas por la población de los alrededores, así como las personas productoras a las cuales les afecta la expropiación de los terrenos para su construcción. Denuncian el “ecocidio” de la Junta de Andalucía al contemplar el arranque de más de 20.000 árboles frutales en una zona que destaca por su biodiversidad, paisaje y cultivos tradicionales. Manuel Martín, presidente de la plataforma en defensa de la Vega Mestanza, declaró el martes que desde la constructora intentaron entrar por el río ya que les queda una finca por expropiar.

Reclaman al SEPRONA  también los vertidos industriales que lleva el río que contribuye a la degradación de la Vega. Esta depuradora pretende construirse con una amenaza de multa de 634.000 euros cada seis meses por verter aguas sin depurar al río. Sin embargo, se trata de una zona inundable, por lo que la protección y el cuidado de la vega es esencial en caso de crecidas del río Guadalhorce.

En el año 2020 se publica en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía la convocatoria de licitación del Proyecto y Obra Agrupación de Vertidos y EDAR Aglomeración Urbana Guadalhorce (Málaga Norte). Es en respuesta a esta licitación que nace la asociación Vega Mestanza. Desde entonces, la población reclama a la administración que esa construcción supondría la destrucción de la última vega de Málaga.

“También vino la Cala No se Tala, que ya había sufrido el corte de las moreras”, cuenta Maricarmen. Se trata del movimiento que nació en la Cala de los Morales, que recibe su nombre por la resistencia a la tala de las grandes moreras que dan sombra a sus calles frente al avance de las palmeras.

Algunas de las vecinas concentradas declararon que “esos frutales son nuestra vida”. Como se puede ver en el reciente cortometraje publicado por Metáfora Visual Salvar la vega Mestanza, se trata del patrimonio natural y cultural de la zona. Para Maricarmen, estar en la Vera marca “un antes y un después”.

Algunas de las vecinas concentradas declararon que “esos frutales son nuestra vida”.

“Estamos aquí firmes todos los días”, afirma Maricarmen, mientras muestra cómo la gente va trayendo comida, cafés, sillas y todo lo que haga falta. La próxima rueda de prensa con el abogado que los apoya será el miércoles 11 de junio a las 10:00 en el balcón de la Vega de Mestanza. Maricarmen resalta “la invitación constante a visitar la Vega de Mestanza” porque, “con este apoyo de la ciudadanía no se va a talar ningún árbol” .